Hace tres años se dio la última película del Hombre Araña. ¡Sólo hace tres años! Un desastre en taquilla, una bichito sin fuerzas y alma para la crítica. Era la secuela de The Amazing Spiderman, ambas dirigidas por Marc Webb (500 días de verano), un experimento hipster cuyo mejor resultado fue el romance y química entre Andrew Garfield y Emma Stone, dentro y fuera de la pantalla. ¿Dejamos el traje rojo y azul por tiempo? No, dijo Sony, y se unió con Marvel Disney, y se hizo otra cinta, y todos teníamos miedo, y todos gritamos ¡¿para qué?! Particularmente (y muy en la personal) por los trailers que la antecedieron, que generaban pocas expectativas y riesgos. Pero aquí estamos, con el escupo radioactivo que nos cayó en la frente, retractándonos y dándote las “13 reasons Why” del por qué Spiderman: De regreso a casa debe ser la imperdible en las salas locales para las semanas de ocio de chicos y no tan chicos.

1. Araña Millennial

Y por algo este juego con la serie teenager 13 reasons Why, pues la nueva entrega de Marvel se construye en la sociedad actual, en la juventud de hoy, pero sin recargas ni cursilerías. Es la primera producción adolescente de Marvel de tomo y lomo. Peter Parker es un vbloger, tiene un traje con aplicaciones (dato nerd: cuya voz es la actriz Jennifer Conelly, esposa en la vida real de Paul Bettany, que ahora es el superhéoe Visión, pero antes fue la voz del traje de Ironman), su mejor amigo es un geek, se complica por el baile de graduación, no habla con la chica que le gusta, le hacen bullying. O sea todos los ingredientes de las comedias y dramas juveniles (especialmente de los 80´s) están acá, pero clave 3.0.

2. And the best Peter Parker is

Tom Holland, sí, el pelirrojo inglés de tan sólo 21 años que nos hizo emocionar debutando en el tsunami dramático de Lo Imposible, se convierte en el más representativo Spiderman a la fecha. No es la mejor película del trepamuros, ojo (título que a mí parecer sigue siendo Spiderman 2 de Sam Raimi, piedra fundacional del género superhéroes), pero es sin duda la más destacable personificación del paladín justiciero. Es el ñoño quinceañero, querible, encantador y empático. Además el muchacho se tomó el papel en serio ensayando piruetas y acrobacias (vean sus redes sociales), similar hecho como cuando actuó en el musical de Billy Elliot. Hasta su tono de voz calza perfecto.

3. Corazón comiquero

Estamos frente a la producción con más guiños y easter eggs a los cómics del universo cinematográfico Marvel. Partiendo por la figura del clásico “amistoso vecino, Spiderman”, espíritu del protagonista que se desarrolla como nunca. En la calle, en una conversación, en la escuela, en el metro. Hay escenas que son homenajes a portadas emblemáticas de historietas y no cabe duda que retoman el corazón del superhéroe creado por Stan Lee y Steve Ditko en 1962. Desde los roles secundarios hasta la representación de las locaciones.

4. Pucha el malo pa’ bueno

Una de las pocas patas cojas de las cintas Marvel son la construcción de sus villanos. Siempre están al debe o guatean (Doctor Strange, Ant-Man, Capitán América: Civil War, son ejemplos), siendo sólo Loki (Tom Hiddleston) la excepción. Hasta ahora. Y es que llegó uno que sabe de capas y máscaras: Michel Keaton, un crack. Fue Batman, fue Birdman y ahora es el Buitre, dotando a este enemigo de turno, de motivaciones y expresiones que lucen; con un rollo familiar y laboral que lo hunde en grises morales, chatarras y actuar. Volando alto.

5. ¿Iron man 5?

Al ver los adelantos y afiches la presencia de Tony Stark intimidaba. ¡¿Es otra película de Ironman oculta?! Calma, respira, pues Robert Downey Jr. está lo justo y necesario. Dando luces de su cuento con la paternidad últimamente proyectado y como sabe hacerlo: con chistes, gracia y tecnología. Es la quintaesencia del universo Marvel, tenía que estar en este debut. Y supieron utilizarlo sin agobiar ni restar créditos.

6. Tía Tomei

Ya, es verdad que la Tía May es cada vez más joven y buenamoza en los filmes. Y que cuando se nombró a Marisa Tomei en el rol fue muy discutible por lo mismo. Pero es Marisa Tomei. De las actrices más talentosas, bellas e incombustibles. Que dentro de este contexto actual, puede responder a una mujer madura, empoderada y de vida sana; como la vemos. Igual es chistoso que ilusamente le coloquen lentes grandes para tratar, ¡tratar!, de afearla.

7. Cómo dijo que se llamaba

Si en los 90’s fue el gore de Sam Raimi, luego el indie de Marc Webb, esta década el fierro quemado lo agarró Jon Watts, director casi desconocido que tenía entre sus carteles un interesante cortometraje acerca de una película de Robocop hecha por fans. Muy creativa y con cariño. Propuesta que puede haber hecho eco en el espíritu ochentero del film, homenajeando a la serie animada y todo su imaginario colorido y popero de la década. ¡Ah!Sin olvidar que sumó a ocho guionistas, todos de corte cómico y buenos resultados, John Francis Daley, entre ellos.

8. Rojo, azul, negro, marrón

Multiculturalidad es sinónimo de Spiderman: De regreso a casa, con una escuela reflejo de Queens y sus barrios, con estudiantes afroamericanos, latinos, asiáticos e indios. Algo que al comiquero ortodoxo puede causarle resquemores, pero esto es cine, y el cine es una postal del hoy. Por eso Flash, el abusador y némesis colegial de Parker ya no es fortachón y deportista, sino que adinerado, zorrón y mateo, además de ser de ascendencia india bajo la actuación de Tony Revolori (Hotel Budapest); el mismo sidekick del héroe, Ned (Jacob Batalon), es de rasgos polinésicos; y las musas que le quitan el sueño a Peter, afroamericanas. Bien por esto.

9. La motivación

Se sabe que “Todo gran poder requiere una gran responsabilidad” era el leitmotiv de Spiderman en las franquicias pasadas. Con la muerte del Tío Ben como motor. Bueno, ahora el escenario cambia, ya no vemos su proceso de transformación a Hombre Araña y vislumbramos un nuevo norte para accionar. Y a pesar de que quizás no funciona del todo, llevando a un desorden narrativo y en la historia, la apuesta se agradece. Acá las intenciones van en contemplar el paso del niño al hombre, del fanático de los Vengadores a tratar de convertirse en un Vengador. Él único de todos Los Vengadores que anhela serlo, como sueño personal, de guagua. Interesante.

10. Donald “nigga” Glover

El director, actor, músico y comediante del momento dice ¡presente! en una pequeña dosis, pero calentando motores de algo que se viene en grande. Interpretando a Aaron Davis, pandillero que observa cómo su barrio y sobrino podrían caer en la droga y delincuencia, y que al parecer, desea poner cartas en el asunto. Su inclusión al universo Spiderman habla muy bien del cast de la cinta y del positivo engranaje para producciones futuras. ¿Quién es Aaron Davis y de quién es tío? Te invito a pasar por Wikipedia y te spoilees por ti mismo.

11. De música ligera

Otro de los siempre declarados puntos débiles en Marvel eran sus bandas sonoras (salvo en Guardianes de la Galaxia, que se construye por ésta), con canciones olvidables y decorativas. Pasado pisado. La nostalgia melómana del punk tiene notables destellos y apariciones en esta película, y de hecho, es lo que principalmente emociona (más que cualquier otra cosa), entregando sonrisas y suspiros al fan de las series animadas de Spidey.

12. Conexión con Los Vengadores

Las clases, la escuela, Tony Stark, Capitán América,la ciudad, el malo maloso; todo gira en torno a Los Vengadores, pero de una manera que no complica ni satura. Sabiendo que hay una cuestión mayor, donde por lo mismo, esta historia cuaja en una de sus aristas de manera honesta, simple y cercana; sin ser pretenciosa ni anhelando más. Ejercicio de sinceridad con códigos de comedia juvenil y escolar que satisface y entretiene.

13. Mejor escena post crédito

Por lejos, de todas las películas Marvel. Y nos referimos a la última- última que sale, sin lugar a dudas.

¿Eres fan de Spiderman? ¿Te convencieron estas razones para creer que vale la pena?