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Imagen: César Mejías

¡No quiero ir a clases! 9 consejos para combatir el ausentismo escolar

Si tu hijo falta a 20 clases al año, sufre de ausentismo escolar crónico, lo que tiene graves consecuencias para el sistema de subvenciones y para su aprendizaje. Aquí algunos útiles consejos para evitarlo.

Por María Jesús Martínez-Conde | 2016-11-16 | 15:04
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“Mamá, hoy no quiero ir a clases, porque [inserte aquí: me siento mal/tengo frío/no me han lavado la ropa/estoy cansado y no quiero caminar/estoy con mi período/no estudié para la prueba/quiero salir con mis amigos]”. Cada vez que un niño decide quedarse en casa en vez de ir a la escuela o al liceo público, no solamente interrumpe su aprendizaje, sino que el dinero que el Estado entrega a esa institución se ve disminuido.

Alumno que asiste cada día, cuota que se paga. Éste es el criterio que utiliza hoy el Ministerio de Educación para financiar a las instituciones de educación pública. Más allá de los juicios de valor respecto al sistema, la llamada “subvención por asistencia” se está viendo sometida a grandes limitaciones a causa de las enormes tasas de ausentismo escolar crónico en los colegios de Chile.

Los alumnos no van clases, y mientras más aumenta esto, el colegio se ve impedido por presupuesto de generar estrategias motivacionales que impulsen a los niños y jóvenes a asistir al aula y, finalmente, el tema se transforma en un círculo vicioso. ¿Qué hacer para derrotar el ausentismo escolar? ¿Qué alternativas exitosas se han generado? En El Definido investigamos y encontramos algunas interesantes respuestas.

Pero primero, ¿qué es el ausentismo escolar crónico?

Faltar al colegio es algo natural y razones hay miles. Nadie espera que su hijo o su alumno pueda asistir todos los días del mes o del año a clases, siempre surgirán imprevistos. El problema se genera cuando esta situación se hace demasiado recurrente. Surgió entonces un concepto para llamar a los ausentes de siempre, al dueño de esa eterna silla vacía: ausentismo escolar crónico. ¿Cuánto debe faltar tu hijo a clases para ser considerado en este triste grupo?

Un 10% de las clases al año, es decir 20 días. En Chile, un 66% de los niños que cursan pre kínder y un 68% de los que cursan kínder, igualan o superan esta cifra, según un estudio realizado por la Fundación Oportunidad.

Si vamos a cursos superiores esto mejora, pero no tanto como para sacar cuentas felices: un 33% de los alumnos en Chile tiene niveles de ausentismo crónico, según un estudio del Programa Presente. Y, de acuerdo a Elige Educar, 1 de cada 3 alumnos del país se ausentó 20 días o más al colegio durante el 2015, es decir, sufre de ausentismo escolar crónico.

Y esto es problemático no únicamente porque los colegios reciben menos subvención, sino porque los niños y jóvenes pierden clases con contenidos o procedimientos que no volverán a pasar en mucho tiempo (¡o nunca!).

“Se tiende a creer que la asistencia importa sólo desde 1° básico, por lo que a veces los padres son más flexibles para dejar a sus hijos en casa. Cuando eso ocurre, se los priva de grandes oportunidades: entre los 4 y 5 años el cerebro de los niños está en su mejor momento para adquirir aprendizajes tanto cognitivos como socioemocionales. En esta edad, se producen aprendizajes fundamentales que serán las bases de aprendizajes posteriores, relacionados por ejemplo con vocabulario, comprensión oral, y habilidades lógico-matemáticas. Además, aprenden pautas de comportamiento que les permiten socializar con otros niños, así como con adultos”, señala Yanira Alée, de la Fundación Oportunidad.

Cuando el cabro no haga caso, estos consejos pueden ayudar

Decir “¡Anda el colegio!” a veces no basta, pues puede haber razones de peso para que un niño esté faltando tanto. Incluso pueden ser los propios padres quienes estén alentando este comportamiento, porque no le han tomado el peso al asunto. ¿Qué hacer? Aquí les dejamos unos breves consejos.

1. “Tienes que ir al colegio porque sí, porque yo lo digo y soy tu mamá”. ¡Argumentos por favor!

Suena obvio pero es importante. En la vorágine del día a día a veces solemos dar órdenes sin explicaciones. Y quizás tu hijo o hija no ha entendido la importancia y la trascendencia que tiene la experiencia escolar en su vida y que se está perdiendo de mucho al no asistir 20 o más días al año a clases. Trabaja junto a él la importancia de asistir a clases desde muy pequeño, eso creará hábitos positivos. Dile que hay contenido de cada materia que podría perderse, que podría irle mal en la próxima prueba y recuérdale las cosas que sí le gustan de la experiencia escolar (puede ser el deporte, la clase de arte o la matemática, dependerá de cada niño).

2. ¿Malas notas? Quizás tu hijo necesite reforzamiento

Es muy posible que un colorado ramillete de malas notas esté desmotivando a tu hijo a ir a clases. Y las razones pueden ser muchas. Sin presiones, entérate de cuáles son los ramos que más le cuestan y dónde y por qué está fallando. Es muy posible que tu hijo necesite entonces de reforzamiento y en eso tu apoyo como apoderado es fundamental. Conversa con el profesor(a) jefe y ve cómo pueden ayudarlo o si existen programas de aprendizaje después de las horas de clases.

3. Víctimas de bullyng: ¡refuerza la autoestima de tu hijo!

Si a tu hijo lo molestan con recurrencia sus compañeros de clase, al límite de sentirse una víctima de bullying, claramente no tendrá ganas de ir al colegio y utilizará cualquier excusa para no hacerlo. En este artículo de El Definido, resumimos algunos útiles consejos para sacar a los niños de esta incómoda situación, reforzando su autoestima: hacerlos sentir queridos y valorados. También es importante acudir al colegio para solucionar el tema en conjunto con la comunidad educativa. Es vital descubrir la raíz del problema: un niño que es víctima de bullyng no ha sabido defenderse o ser indiferente a los ataques por alguna razón, conversa con él.

4. “A las 9 p.m se va a la cama, ¡y punto!”

Un poco de disciplina no le hace mal a nadie, al contrario, refuerza hábitos que en el futuro le serán muy útiles a un joven o adulto. No lo olvides: si un niño o joven duerme poco, evidentemente su motivación para asistir a clases será menor, pues le costará más levantarse y empezar el día (sobre todo si a las 8 a.m. tiene un ramo que le cuesta más). Es muy importante que existan reglas cuando del sueño se trata. Considera que los niños de seis a doce años deberían dormir entre 9 y 12 horas diarias (aquí más detalles de lo que le corresponde a cada edad).

5. Si se enferma con facilidad, deberás cuidar más su salud

Una de las razones más comunes de ausencia, es la enfermedad: el niño está resfriado, enfermo de la guata o le duele la cabeza. Un menor con mala salud puede llegar a perder muchas clases y, a la larga, quedarse muy atrasado con las materias. Entonces, ponle más ojo, ¿por qué se está enfermando tanto? Cuida su dieta, procura que haga ejercicio, abrígalo en el invierno, enséñale a toser tapándose la boca y a lavar sus manos antes y después de cada comida y de ir al baño. Un chequeo médico completo nunca está demás.

6. “Hoy no vas a ir al colegio porque tienes que cuidar a la yayi”

Un niño a cargo de su abuela/hermano menor/familiar con discapacidad no es lo más apropiado y a veces los padres se olvidan de eso. Sobre todo cuando implica ausentarse al colegio. En muchos casos se trata de elecciones difíciles, porque esa persona con necesidades especiales requiere que alguien la cuide y los adultos que podrían estar a cargo, deben ir al trabajo. Pero es necesario organizarse y sopesar los pros y los contras de las decisiones que se están tomando: la primera responsabilidad de un niño es participar adecuadamente de su educación.

7. Lleva un registro de sus ausencias

Anota en el calendario de tu celular los días que tu hijo ha faltado a clases, así te harás más consciente de la recurrencia del ausentismo y si, efectivamente, se ha vuelto algo crónico. Lo ideal, es que no suceda más de dos veces al mes.

8. Depresión y problemas de salud mental, ¡tratarlas ya!

Si tu hijo ha sido diagnosticado con algún problema de salud mental, es importante que se mantenga en terapia, lo que lo ayudará a salir adelante y a generar la motivación necesaria para asistir a clases. El Ministerio de Salud cuenta con un Plan Nacional de Salud Mental y tu hijo puede ser atendido de forma gratuita.

9. “Ojo al charqui”: poner atención en los detalles

Como consejo general, hay que poner atención en los detalles, como padres o educadores. Este año, en El Definido mostramos el caso de muchas niñas en África que no asistían a clases durante su menstruación, porque no tenían dinero para comprar toallas higiénicas o productos de aseo íntimo. La fantástica solución fue ideada por Diana Sierra, una colombiana que creó calzones diseñados con alta tecnología a prueba de menstruación, reutilizables y sustentables, con el objetivo de que este tema nunca más fuese motivo para faltar a clases.

Conocemos otro caso en Misuri, Estados Unidos. En la Primaria Gibson cada vez faltaban más niños a clases y su directora, Melody Gunn, no entendía la razón. Los niños tenían acceso a comida y transporte gratuito, ¿por qué faltaban tanto? La causa fue sorprendente, y también ayudó a Melody a generar una estrategia. Resulta que los niños no tenían acceso a lavadoras en sus casas y, si las habían, las familias no podían darse el lujo de comprar detergente o gastar electricidad en su uso. Los niños, avergonzados de su ropa sucia, no asistían a clases.

Melody entonces tuvo la genial idea de colocar lavadoras en la escuela, con la ayuda de la empresa Whirlpool. Inmediatamente, el 90% de los niños comenzó a tener más asistencia a clases y mostraron más motivación.

Y también hay iniciativas muy interesantes en Chile. Hace poco te contamos sobre Papinotas, el sistema que ya están utilizando 250 colegios en todas las regiones de Chile para involucrar a los padres en la educación. Con esta metodología, el colegio envía mensajes de texto a los padres referentes a actividades de reforzamiento, talleres, tutorías, actividades extraporgramáticas, refuerzo en el hogar, asistencia, conducta, contingencias, felicitaciones, recordatorios, reuniones, entre otras cosas. Más comunicación con la familia se ha traducido en un 7% más de asistencia a clases. Excelente si tenemos en cuenta que el ausentismo escolar crónico corresponde a un 10% de inasistencias.

Esto demuestra que, poniendo más ojo, pueden conocerse las verdaderas razones del ausentismo crónico, que a veces pueden ser hasta vergonzosas para los niños y difíciles de sonsacar. Teniéndolas claras, se hace más fácil encontrar soluciones prácticas que ayuden a revertir una situación que daña el aprendizaje.

¿Tu hijo falta mucho a clases? ¿Qué otras estrategias recomiendas para motivar la asistencia al colegio?

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