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Imagen: César Mejías

La radio “fantasma” que sigue transmitiendo y otros misterios de Rusia

Rusia nos fascina no sólo por su belleza e historia, sino también por el halo de misterio que la cubre. Estos cuatro hechos, llenos de secretos, teorías conspirativas y ocultos detalles, nos atraen como un imán a un pedazo de fierro.

Por María Jesús Martínez-Conde | 2017-08-17 | 14:00
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Cuando hablamos de Rusia, en general imaginamos un páramo blanco y frío, personas hablando una lengua indescifrable, cubiertas hasta la nariz con pieles y, obviamente, planeando un proyecto secreto que pondrá en entredicho el futuro del mundo. ¡Bueno, quizás exageramos! ¿Pero por qué será que inspira tanto misterio a los ojos del resto?

Quizás por su abrumador tamaño de más de 17 millones de km2 o por su enorme cantidad de habitantes, unos 146 millones. También por su tradición autocrática o por su fascinante historia reciente que la liberó de una de las monarquías más opulentas, pero la embarcó en un dramático siglo que acabó con la vida de más de 30 millones de rusos. La Guerra Fría probablemente tenga también una alta cuota de responsabilidad, pues se dio siempre subterfugiamente, guardando las apariencias, tiñiéndolo todo de un halo de secreto que continúa vivo hasta hoy en día.

Para dejar a todos con las ganas de conocer más sobre este extraordinario país, hoy en El Definido buscamos esos misterios rusos sin resolver que inspiran guiones, películas, leyendas y novelas plagadas de páramos helados al amanecer, con robustos hombres ideando truculentos planes.

La radio fantasmal que nadie sabe quién la emite

Cerca de San Petesburgo hay un pantano con una puerta rectangular de hierro, el umbral de una antigua base militar, algo oxidada por el tiempo. Al traspasarla, existen una serie de torres de radio que parecen abandonadas, algunos edificios y varias líneas eléctricas. Desde este lúgubre escenario, “alguien” transmite desde 1982 una señal de radio que es un constante sonido blanco, con alguna que otra intervención extraña. El monótono sonido, que se emite en la frecuencia AM 4625 kHz, ha sido tildado de “fantasmagórico” y se conoce mundialmente como “The Buzzer” (“El Zumbido”), UVB-76 o MDZhB (como una misteriosa voz la nombró en la misma frecuencia, en 2010).

La señal se repite de manera continua, pero desde 1990 se ha intensificado, sumando a veces misteriosas voces masculinas, murmullos que poco se entiende lo que dicen, y alarmas de barcos. Estas intervenciones sugieren, según algunos, que se trata de un continuo micrófono abierto, que alguien transmite desde algún lugar desconocido. Además, una o dos veces por semana desde 2010, los auditores escuchan voces de hombres o mujeres diciendo palabras y números sin ninguna coherencia.

¿Qué explicación se le da a “The Buzzer”?

Se cree que la señal fantasma tiene su origen militar durante la Guerra Fría, con fines ligados a la seguridad del Estado impulsados por la KGB. Es muy posible que la radio de onda corta, que puede sintonizarse desde otros países, haya sido creada para transmitir un lenguaje encriptado, destinado a espías rusos que trabajaban en Europa o Estados Unidos. Pero, ¿por qué siguió transmitiendo después del colapso de la Unión Soviética?

¡He aquí el mayor misterio de todos! Como dice David Stupples, experto en inteligencia de señales de la City University de Londres, “no hay absolutamente ninguna información en la señal". Así que sólo queda elucubrar.

Una teoría plantea que la señal funciona como una “mano muerta”, es decir, que gracias a su cualidad de onda corta –usada en general por buques y aviones militares porque es más resistente- podría soportar un ataque nuclear y servir de canal de comunicación para el país. Además, sería útil para enviar información a espías en momentos de crisis. Por ejemplo, en 2013 se transmitió un mensaje especial, “COMMAND 135 ISSUED”, que se cree que fue sólo una simulación.

A continuación dejamos uno de los mensajes más extraños escuchados y aquí el link para escuchar “The Buzzer” en vivo, las 24 horas (¡llevo como una hora escuchando y ya oí murmullos!)

El “meteorito” que no dejó cráter en Siberia

Durante el amanecer del 30 de junio de 1908, los siberianos que vivían al noroeste del lago Baikal, cerca del río Podkamennaya Tunguska, vieronuna columna de luz azul que iluminaba el aún oscuro cielo. De pronto, se oyó un gran estruendo, el suelo se movió y nadie quedó ajeno a la onda expansiva que sintieron en sus cuerpos, mientras veían cómo las ventanas de sus casas y almacenes estallaban. Fue como una explosión nuclear, con el reparo de que aún esta bomba no había sido creada. Bosque enteros se quemaron, se encontraron cientos de renos muertos y el cielo permaneció iluminado durante días en Rusia, Europa y Asia, donde algunos afirmaban que podían leer el periódico en el exterior durante la noche.

Hoy se estima que la vibración del suelo causada por ese destello (nadie vio ninguna explosión) equivalió a un sismo de 5 grados en la escala de Richter. Y en Estados Unidos algunos observatorios captaron una disminución de la transparencia del aire que duró un mes, debido a la inmensa suspensión de partículas de polvo alrededor del planeta.

Mucho se especuló sobre el llamado “evento de Tunguska” durante los años siguientes. Los habitantes del lugar, pertenecientes a la etnia evenki, pensaron que se trataba de la visita del dios Ogby, quien los había maldecido y temían por eso hablar del tema, lo que entorpecía la investigación. Además, el frío extremo y la lejanía del lugar de centros urbanos, dificultaba aún más el tema. Si bien en 1921 se organizó una expedición al lugar, sólo en 1927 los científicos alcanzaron el punto cero del evento y descubrieron algo extraño: los árboles estaban de pie, pero sin cortezas ni ramas, como miles de postes de luz puestos en medio del terreno.

Durante el siglo pasado se organizaron nuevas investigaciones, se realizaron fotografías aéreas y estudios químicos del suelo donde encontraron restos de silicato y magnetita. Todo indicaba que el evento podía ser fruto del choque de un meteorito con nuestro planeta, ¡pero no había cráter!

Comenzaron las especulaciones: que se trató de una bomba de hidrógeno natural causada por un cometa formado por gas deuterio, de un mini agujero negro, del choque de una nave extraterrestre o que los experimentos irresponsables de Nikola Tesla habían desencadenado el peligroso evento.

¡Patrañas!, dice la NASA. Aunque aún hay un montón de escépticos, los expertos gringos están casi seguros (ojo, casi) de que se trató de un meteorito, que arrasó con 2.100 kilómetros de bosques, dejando los árboles “descascarados”. Creen que fue una roca espacial de 110 mil toneladas, que ingresó a nuestra atmósfera a 53.900 kilómetros por hora, calentando el aire a 24.700 grados. ¿Y por qué no dejó cráter? Porque la combinación de calor y presión lo hizo estallar a 8.500 metros de altitud, lo que produjo una bola de fuego de fragmentos equivalente a 185 bombas de Hiroshima.

Los excursionistas que murieron por “una poderosa fuerza desconocida”

En enero de 1959, nueve excursionistas de la Universidad Técnica Estatal de los Urales e Igor Dyatlov, su guía, realizaban un paseo para esquiar en los montes Urales. A pesar de que era una época difícil a causa del clima, el grupo tenía experiencia. Antes de llegar al lugar que era su objetivo, la montaña Otorten, uno de los jóvenes, Yuri Yudin, cayó enfermo, y decidió no continuar el viaje. Es así como el resto continuó su caminata, pero el tiempo empeoró cada vez más y decidieron acampar en la montaña Kholat Syakhl, el 1 de febrero. Y es aquí cuando el registro de sus actos se perdió para siempre.

Al no tener noticias de ellos, sus familiares comenzaron la búsqueda, junto con el ejército soviético y apoyados por aviones y helicópteros. El 26 de febrero encontraron los restos del campamento en el lugar que hoy se conoce como el paso Dyatlov: una carpa derribada, desgarrada desde adentro, cubierta de nieve y vacía. Las nueve huellas los guiaron hasta un bosque cercano, donde encontraron los restos de una hoguera, dos cadáveres en ropa interior y descalzos, y restos de sangre en un árbol cercano. La búsqueda siguió hasta encontrar otros tres cuerpos: Dyatlov con una rama en la mano -como defendiéndose- otro con una fisura en el cráneo y el tercero, el de una de las mujeres, con un “tono corporal un tanto extraño”, que los informes oficiales no especifican. Dos meses después, fueron encontrados los otros cuatro restantes, vestidos con la ropa de sus compañeros muertos.

Los exámenes médicos de los cuerpos llegaron a la conclusión de que tres de ellos tenían lesiones mortales, y los otros podrían haber muerto de hipotermia. El que estuvieran sin ropa era un signo de ello, pues parte de la descripción de la enfermedad indica que algunas personas sienten calor cuando están expuestas a frío extremo. A una de las mujeres le faltaban costillas y su lengua había sido cortada, tenía el cuello roto y, lo más extraño de todo, su ropa tenía indicios de radioactividad. ¡Plop! ¿Qué pasó en el paso Dyatlov?

Teorías hay por mil, pero los informes oficiales, desclasificados en los ‘90, hablan de una “poderosa fuerza desconocida” que acabó con la vida de los nueve jóvenes. Aunque, ojo, al informe le faltan páginas.

Se dijo que fue el Yeti en su versión rusa, un ataque extraterrestre, un combate con los indígenas de la zona llamados mansi o consecuencia de una avalancha. Sin embargo, una de las versiones que más adeptos tiene hasta el día de hoy, es que el gobierno o los militares tuvieron alguna participación. Esta teoría incluso fue confirmada por Yudin (el que se había quedado), quien afirmó la presencia de ropa militar en la zona, cuando le pidieron identificar los cuerpos.

Varios medios rusos han publicado hace algunos días el descubrimiento de una extraña construcción en el lugar, que podría haber sido utilizada como un bunker militar. La teoría que emerge de estos últimos hallazgos, es que la prueba de ciertas armas en el área quizás alcanzó a estos nueve inocentes, causándoles terribles muertes que debieron ser encubiertas.

Una cosmonauta es grabada mientras muere al entrar en la atmósfera

Y ésta pone los pelos de punta. Seguro que alguna vez han escuchado hablar de la primera mujer en el espacio, la ingeniera rusa Valentina Tereshkova, quien con bombos y platillos completó 48 órbitas a la Tierra en 1963. Pero hay quienes dicen que hubo otra que lo intentó antes sin éxito, y su muerte quedó grabada en un dramático audio.

En los años ‘60, los hermanos italianos Achille y Giovanni Judica-Cordiglia eran radioaficianados en Turín, y aseguraban captar señales extraoficiales de la NASA y soviéticas en el espacio (aunque hay quienes han visto inconsistencias en sus afirmaciones). Una de sus grabaciones más famosas, fue la de una supuesta mujer cosmonauta que, intentando hacer comunicación con la Tierra al reingresar a la atmósfera, habría muerto quemada.

La grabación es del 23 de mayo de 1961, poco más de un mes después de que el primer ser humano, Yuri Gagarin, viajara al espacio. Se cree que antes y después de Gagarin, existieron numerosos intentos fallidos, con desenlaces fatídicos. Sin embargo, los escépticos argumentan que el audio no demuestra que la mujer haya fallecido, sino quizás simplemente que la comunicación se le estaba dificultando en la medida en que se aproximaba al planeta.

Quienes quieran escuhar esta supuesta grabación, pueden hacerlo en este link.

Si bien estas cuatro historias están llenas de secretos, y algunas de las teorías que se plantean en torno a ellas corresponden sólo a especulaciones, sus atractivos relatos no hacen más que robustecer la reputación misteriosa de Rusia, un país que nos seguirá encantando siempre de las más variadas formas. ¡Y no sólo porque el Mundial se juegue allá el próximo año!

¿Qué otra misteriosa historia rusa conoces?

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Samara Neva | 2017-08-18 | 00:09
2
Acerca de la historia de "Los excursionistas que murieron por “una poderosa fuerza desconocida”", se baraja otra teoría que suena más acertada o lógica, lo explicaré demasiado resumido, el video donde está esta teoría lo dejaré como link después del resumen (tiene muchos más datos acerca del caso además).

El líder del grupo construyó una estufa para que pudiese ser usada dentro de la carpa, al terminar de usarla (para cocinar y abrigar) sacaron el tubo que sacaba el humo y luego de eso las brasas se encendieron llenando de humo la carpa, por lo que la rompieron desde dentro, como no se solucionó salieron y al dar la carpa por perdida fueron a refugiarse al bosque, hicieron una fogata y otros subieron a un árbol para quizás ver otro refugio, un grupo de ellos se alejó y provocaron una mini avalancha que los sepultó ocasionándoles las lesiones mortales, otros trataron de volver a la carpa y las inclemencias del frío los venció, también a los que se quedaron en la fogata.

¿La ropa radiactiva? era de 2 de los excursionistas que trabajaron antes en lugares donde había radiactividad.

https://www.youtube.com/watch?v=Y8RigxxiilI
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Gracias Samara, la explicación suena que tiene sentido.
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Ignacio Quintana | Webmaster | 2017-08-18 | 13:11
1
hoy desde las 1pm la radio fantasmal no a parado de hablar...

:/
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qué temor : /
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