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Imagen: CRAM / Universidad de Berkeley

Los rescatistas del futuro podrían ser cucarachas robot

Investigadores de la universidad de Berkeley han diseñado una cucaracha robótica súper flexible, que tendrá la habilidad de inmiscuirse en lugares destruidos y buscar a sobrevivientes arrastrándose por huecos con la misma facilidad que el insecto real.

Por Benjamín Galilea | 2016-02-16 | 12:10
Tags | robots, tecnología, innovación, cucarachas, naturaleza, insectos, terremotos, desastres, rescate, catástrofes, terremotos

Imagina que estás en un edificio que colapsa repentinamente, debido a una explosión, terremoto o cualquier otra catástrofe. El lugar está cubierto de polvo, rodeado de oscuridad, atrapado entre escombros que no puedes mover y sin forma de comunicarte con el mundo exterior y los equipos de rescate que seguramente están en el lugar.

Probablemente, lo último que querrías en esas circunstancias, es que un ejército de cucarachas del tamaño de tu mano aparecieran alrededor tuyo. Salvo que se trate de la nueva cucaracha robot CRAM, porque entonces significaría que la ayuda ha llegado.

En efecto, especialistas de la universidad de Berkeley han desarrollado este pequeño robot con forma de cucaracha, con el propósito de que rescatar a personas que han quedado atrapadas en algún lugar que haya sido destruido, y que tenga importantes dificultades de acceso. La idea es fabricar varias de estas "criaturas" para que entren en grupo al lugar de catástrofe. “Se podría soltar un enjambre de ellos para buscar a los supervivientes e identificar los puntos de entrada seguros en caso de una emergencia”, dijo Robert Full, profesor de Biología Integrativa de la casa de estudios de Berkeley.

¿Por qué basaron el diseño del robot en el cuerpo de las cucarachas?

Hace mucho que la ciencia centró su atención en las increíbles características de supervivencia de las cucarachas. Después de todo, son capaces de pasar un mes sin comer ningún alimento, permanecer sin aire por 45 minutos, vivir por horas en ambientes de congelamiento absoluto y aguantar la radiación más eficazmente que el resto de los seres vivos.

Pero lo que llamó la atención de los científicos, en esta ocasión, fue su increíble capacidad de resistir la compresión y moverse con rapidez en espacios reducidos, incluso cuando estos son varias veces más pequeños que su cuerpo. ¿Cómo es posible esto en un animal que tiene una caparazón en la espalda?

El descubrimiento de los científicos que investigaron el movimiento de estos pequeños y no exactamente populares seres, es que las cucarachas tienen un exoesqueleto que, a pesar de que parece rígido, es bastante flexible y les permite inmiscuirse hasta en los rincones más remotos. De hecho, este insecto puede aguantar una presión de hasta 900 veces su peso sin morir, comprimiéndose hasta un quinto de su altura normal. Esto es como si una persona fuese aplastada por 5,7 toneladas de peso sin sufrir un rasguño. (Ahora sabes por qué tus pisotones con cualquier cosa más blanda que una bota de seguridad, rara vez causan el efecto deseado).

Pero eso no es todo, aún en semejante estado de compresión, las cucarachas pueden avanzar con gran facilidad por estrechísimos espacios, avanzando a una velocidad equivalente a 20 veces su longitud, por segundo.

"Lo que es más impresionante, sobre las cucarachas, es que tienen la capacidad de correr, igual de rápido, por una brecha de 0,6 centímetros como en una de 1,27 centímetros . Esto, lo hacen reorientando sus patas completamente hacia un lado", dijo Kaushik Jayaram, PHD de Berkeley, y jefe del estudio sobre el insecto.

Un robot flexible

Compressible Robot with Articulated Mechanisms, o "robot comprimible con mecanismos articulados", son las palabras que componen la sigla que da nombre al CRAM, el robot cucaracha, y que intenta imitar las propiedades de estas.

Por eso, dotaron al robot de una cubierta flexible capaz de aplastarse, pero que igualmente protege sus piezas internas de potenciales peligros. Así mismo, las patas del insecto robótico, al igual que su simil natural, pueden reubicarse desde abajo del cuerpo hacia los costados, con solo aplicar peso sobre él, para seguir moviéndose con soltura cuando la cosa se pone estrecha.

"En el evento de un terremoto, los rescatistas necesitan saber si un área de escombros es estable y segura, pero el desafío es, la mayoría de los robots no pueden meterse en los escombros" explica Robert Full.

Por ahora, los científicos siguen analizando las diferentes partes de las cucarachas para averiguar qué más pueden aprender de ellas, mientras perfeccionan el robot de modo de reducir su costo al mínimo.

¿Qué otros animales podrían inspirar soluciones similares?

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