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Imagen: Marco Villar

Las extraordinarias e impensadas ventajas de ser madre después de los 35

Ser madre después de los 35 años tiene ciertas ventajas sociales que incluso podrían compensar las desventajas biológicas, históricamente asociadas a una maternidad “tardía”. En El Definido te contamos de qué se tratan.

Por Maria Paz Larrondo | 2019-05-10 | 07:00
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La madurez personal y emocional que se tiene a esa edad es determinante, ya que las futuras madres han tenido más tiempo para tomar la decisión de tener un hijo entendiendo lo que esto conlleva.
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La maternidad es un tema que históricamente ha sido, por decir lo menos, controversial: a qué edad ser madre, cómo serlo, en qué lugar o qué hacer (o no hacer) durante el embarazo. Inevitablemente esto trae consigo la opinión de todos quienes están alrededor y los estándares que se consideran “correctos” sobre qué hacer, lo que a veces puede llegar a ser un poco agotador...

Entre los comentarios es común oír que tener un hijo sobre los 35 es “más riesgoso” para el hijo o para la madre. Sin embargo, en la siguiente nota de El Definido te contamos que ser una mamá “mayor” no es para nada malo, e incluso ¡tiene varios beneficios!

En este Día de la Madre, celebramos especialmente a todas esas mujeres que esperaron hasta los 30 y tantos o 40, para tomar la gran decisión de sus vidas.

¿Es riesgoso ser una madre “mayor”?

Primero, aclaremos un concepto. Cuando hablamos de madres “mayores” nos referimos a aquellas que conciben su primer hijo sobre los 35 años, como clásicamente lo consideran los médicos, y de acuerdo a lo que confirma el ginecólogo Fernando Caro, tomando en cuenta también varios artículos sobre el tema. Para nuestras abuelas, quien se enfrentaba por primera vez a la maternidad a esta edad, era algo fuera de lo común, pues las mujeres solían tomar esta decisión bastante antes en sus vidas.

Pero hoy en día los embarazos sobre esta edad no son nada excepcionales, de hecho cada vez son más comunes. En los países desarrollados, la edad promedio de las mujeres que dan a luz a su primer hijo ha ido en aumento constantemente y de manera considerable. En Francia la edad promedio es a los 28 años, mientras que Suiza a los 30. En tanto la edad promedio a la que están siendo madre las chilenas es a los 26.

El primer problema que podrían enfrentar las mujeres sobre los 35, es la pérdida de fertilidad, por lo que disminuyen las posibilidades de quedar esperando una guagua y puede costar lograrlo (aunque hoy en día hay un catálogo enorme de posibilidades facilitadas por la tecnología que lo permiten). En jerga médica, se “pierde el potencial reproductivo”.

Y, por otra parte, ser madre a edades mayores objetivamente sí supone ciertos riesgos obstétricos, como diabetes gestacional, la preeclampsia, el bajo peso del feto, la prematuridad, abortos espontáneos, las cromosomopatías (alteraciones de los cromosomas, que pueden causar defectos congénitos), u otras complicaciones en el parto.

El doctor Caro indica que las complicaciones se relacionan principalmente a la edad que tiene la mujer y no al embarazo propiamente tal. Esto se conoce como enfermedades intercurrentes.

Sin embargo, todo esto no ha sido un impedimento para que las mujeres aplacen cada vez más ser madres por razones principalmente culturales y no biológicas.

Además, han surgido diferentes avances en el mundo de la medicina que permiten reducir los riesgos asociados o simplemente evitarlos, gracias a la detección temprana y tratamiento a tiempo.

Sí, ¡tiene beneficios!

Anita Lowe, de 47 años y madre de dos niños pequeños, dijo a The Guardian: “Una de las principales ventajas de ser una madre mayor es que he tenido una vida dedicada a mí, y ahora estoy absolutamente lista para tener una vida dedicada a mis hijos”.

Increíblemente, a pesar de todas las presiones que recaen sobre las madres “mayores”, tiene particulares ventajas para ellas y para los hijos, que por cierto no son pocas.

En el plano psicológico, la madurez personal y emocional que se tiene a esa edad es determinante, ya que las futuras madres han tenido más tiempo para tomar la decisión de tener un hijo, entendiendo lo que esto conlleva. Muchas veces las embarazadas con más edad viven la experiencia de una manera más consciente. Y, es más, el ser madres las puede hacer sentir más joviales y mejorar la autoestima.

¡Y hay más! Existe una relación entre una edad materna mayor y más probabilidades de que la madre viva más años. Y no sólo esto, una investigación de la Universidad Southern California, arrojó que dar a luz después de los 35 mejora las habilidades mentales de la madre, lo que podría estar dado por un aumento de las hormonas estrógenos y progesterona durante el embarazo, las que actúan de forma positiva en la química del cerebro.

Los beneficios alcanzan también a los hijos, porque una mayor edad se asocia con un mayor bienestar psicosocial durante el embarazo y los primeros días después del nacimiento, para madre y lactante. Incluso las mamás mayores son más relajadas, ya que se preocupan menos durante la gestación y son más positivas, lo que proyectan a sus hijos.

¿Te parece poco? Esto si que te va a sorprender... Un estudio de laUniversidad de Columbia indicó que en cierto punto la desventaja biológica está equilibrada con la ventaja social. Esto porque cuando crían a los hijos, las madres más grandes pueden ser menos resistentes fisicamente que las más jóvenes, pero su experiencia y conocimiento son mayores. Además, generalmente cuentan con una mejor y más sólida condición económica, por lo que la educación de los niños es más asequible.

Primeros años saludables

Pero ser madre mayor no trae beneficios solamente durante el embarazo ni los primeros días de vida, estos se extienden incluso hasta la edad escolar de los niños. Hay pruebas de que el aumento de la edad materna se asocia con niños más sanos, con una mejor salud y desarrollo del lenguaje hasta los cinco años, según un estudio realizado por investigadores de la University College London, la University of London y la University of California.

Además, los hijos tienen menos dificultades sociales y emocionales. Incluso se ha estimado que a los niños de padres mayores les va mejor en el colegio que a los de los más jóvenes, ¿lo habrías pensado?

Por otra parte, una investigación de la Aarhus University de Dinamarca, indicó que las madres mayores usan menos las sanciones verbales y físicas para los niños de siete a once años, y que también estos suelen tener menos problemas de comportamiento. Ello se confirma con otro estudio publicado, donde se arroja que dar a luz al primer hijo entre los 30 y los 39 años, en comparación con entre los 23 y los 29 años, se asocia positivamente con los resultados cognitivos y conductuales de los niños. ¡Así que muchas buenas noticias para quienes están embarazadas y se acercan a los 40!

La estigmatización no ayuda en nada

Todos hemos escuchado alguna vez algún comentario tipo ¡¿Y va a ser mamá tan vieja?! o Va a tener más riesgos de que le salga un niño enfermo; ideas bastante crueles y estigmatizantes. Precisamente eso es lo que hay que evitar, pues existe evidencia respecto a que para las mujeres que viven su primera maternidad a los 35 años (o más), ser consideradas en riesgo les provoca ansiedad.

De hecho, quienes logran un exitoso ajuste a la maternidad, se relaciona con las mujeres que se dan cuenta que están en riesgo, lidian con ello, lo negocian y lo superan así como también con el crecimiento y la capacidad de respuesta del bebé.

También es importante la actitud de los profesionales de la salud, ya que contribuyen a mejorar los dilemas de las madres. Por eso, es fundamental que comprendan cómo las mujeres sanas sobre 35 años se involucran y negocian el riesgo, y así entregarles más apoyo.

Sin duda el estigma de la “mamá mayor”, asociado a mujeres con menos energía o más cansadas, no ayuda en nada. Es importante dejar de lado las generalizaciones y fatalidades: cuando se habla de las desventajas biológicas de las mamás sobre los 35 años, no se trata de que tooodas vayan a tener algún tipo de problema, sino que la proporción de quienes sí los tienen, aumenta en la medida en que lo hacen los años.

Pero si eres una mujer saludable, no fumas, tienes una buena alimentación, haces deporte o sencillamente cuentas con un buen historial de salud, ¡no debiese haber problemas! Aprovecha los beneficios que te da la experiencia y disfruta tu maternidad.

Hay quienes describen convertirse en madre como enamorarse, y para eso cada uno tiene su tiempo y lo vive a su manera. La madurez psicológica, la flexibilidad y la tolerancia de las madres “mayores”, crean un ambiente positivo y menos disciplinario que lleva a una crianza más sana y feliz.

No olvidemos que gran parte del embarazo depende del cuidado y los hábitos de salud de la madre. Y hoy en día las mujeres mayores son más educadas y más asentadas financiera y emocionalmente, lo que indudablemente va en ventaja de ellas mismas y de sus futuros hijos.

¿Qué otras ventajas ves en ser madre después de los 35 años?

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