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Imagen: César Mejías

"Tony el viajero": el hombre ciego y sordo que ha recorrido 130 países por los 7 continentes

Tony Giles es un inglés que, con 39 años, ha viajado por 130 países. Su ceguera y sordera no han sido problema para él y hoy conoce gran parte de nuestra cultura. En El Definido conversamos con él y te contamos su historia.

Por María José Valdés @mjvaldes | 2018-06-25 | 15:00
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Ha venido a Chile en tres oportunidades y le gusta tanto, que es uno de sus países favoritos. De hecho, nos cuenta que le gustaría volver para conocer el norte, porque ya conoce el sur.
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Tony Giles es un hombre corriente que, como muchos de nosotros, tiene el sueño y la pasión de viajar por el mundo. Vive en Teignmouth, Inglaterra y tiene 39 años. Pero a diferencia de muchos, ya ha viajado por 130 países, ha conocido cada uno de los siete continentes y ha publicado dos libros sobre sus viajes. Y más impresionante aún: ha visitado los 52 estados de Estados Unidos, cruzado el círculo polar ártico, conocido cada uno de los países de Sudamérica, así como las diez provincias canadienses. ¿El sueño de cualquiera, no?

Pero hay algo que hace que su historia y aventuras sean más excepcionales aún: es ciego y tiene un 80% de sordera en ambos oídos. En El Definido conversamos con él y te queremos contar su inspiradora historia.

La decisión de empezar a viajar: conocer lo nuevo y lo diferente

“Mi papá, que estuvo en la marina mercante antes de que yo naciera, me contaba todas sus aventuras de viaje y eso me emocionaba”, nos contó Giles. “Por eso quise empezar a viajar. Además de chico pasaba mucho tiempo lejos de mi familia y eso me motivaba a moverme para ir a visitarlos”.

Su primera aventura empezó con un viaje que hizo a Boston, Estados Unidos, junto a su colegio, cuando tenía 16 años. Ahí recorrió la ciudad, comió mucho y se entretuvo con sus amigos. Quedó muy impresionado al conocer un lugar nuevo y una cultura diferente. “Estaba empezando a descubrir el mundo y distintos lugares a través de mi educación”, nos dijo.

“Después de ese viaje vinieron otros alrededor de Inglaterra, donde recorrí y fui a conciertos de rock con un amigo que solo podía ver por un ojo. Alojé en hostales y conocimos a otros jóvenes con ideas similares a las nuestras. Eso acrecentó mi apetito por la aventura”, nos contó el viajero.

Ahora viaja solo (que es como más le gusta hacerlo), nueve meses al año. Los otros tres están en su casa en Inglaterra. Su pasión, nos dice, es viajar y recorrer el mundo.

Su condición visual y auditiva

Tony nació con dos condiciones visuales poco comunes, llamadas Distrofia de Cono y Fotofobia, lo que en simple significa que no tiene los nervios que permiten ver los colores y que sus ojos son extremadamente sensibles a la luz.

Él puede sentir, pero no ver, la luz brillante. “Cuando chico sí podía ver y sentir objetos blancos y negros, como las pelotas en una mesa de pool, y era capaz de leer y escribir usando letras negras muy grandes sobre un papel blanco, pues podía ver los contornos. Pero mi sensibilidad a la luz empezó a cambiar a medida que fui creciendo y, para cuando tenía 9-10 años, ya me costaba mucho ver y aprender”.

Es por eso que a Tony lo enviaron a un internado especial para niños con discapacidad visual, lejos de su casa. “En el internado de Coventry, estuve con niños que tenían diferentes discapacidades. Esto me hizo darme cuenta de que ser ciego y parcialmente sordo no eran las peores discapacidades en la vida. Algunos de mis amigos tenían dificultades para caminar, tenían impedimentos para hablar, asma, convulsiones y varios otros problemas. Me consideré afortunado”.

Ahí aprendió braille, a escribir, las distintas materias escolares y también a moverse, usando un bastón para encontrar objetos y llegar de un lugar a otro, de forma segura. “Aprendí a cruzar calles, ir a tiendas, subirme a buses y a trenes. A los 14-15 años ya viajaba solo en tren, para visitar a mi familia, que vivía a más de 400 kilómetros de distancia”.

Por el otro lado, cuando tenía seis años, descubrieron que era parcialmente sordo en ambos oídos, y empezó a usar audífonos analógicos. “Mi audición ha empeorado progresivamente a lo largo de los años y actualmente estoy 80% sordo sin mis audífonos. Pero ahora uso audífonos digitales, que son fantásticos y me dan aproximadamente 80% de capacidad auditiva en una conversación uno a uno en una habitación silenciosa”, aclara en su biografía.

Sus aventuras más destacadas

De los 130 países que ha visitado hasta ahora, Nueva Zelanda es uno de los que más le gusta. “Me gusta la gente; son amigables, pero relajados; menos intensos que los australianos, pero igual de divertidos. El clima y la naturaleza me recuerdan a Inglaterra, pero sin la misma cantidad de gente”. Ahí, según él, “¡puedes hacer cualquier deporte, por loco que sea, como puenting o paracaidismo! Hice los dos, e incluso seis veces bungee en mi primer viaje. Adoro la adrenalina, ¡cualquier cosa que me permita sentir con todo mi cuerpo!

También le gusta Islandia, por su clima extremo y piscinas de aguas termales. Visitó Argentina y el sur de Chile y los destaca por su aislamiento y bellos lugares, como lagos, montañas y glaciares. “Ahí pude sentir la naturaleza a través de mi piel y cuerpo, sus espacios abiertos, y el viento frío que venía de los glaciares”.

Tony destaca mucho también las buenas experiencias que suele tener con las personas en los distintos países. En temas de accesibilidad para personas con discapacidad, Tony nos dijo que los países más amigables eran Reino Unido, algunas partes de Estados Unidos (como Nueva York), Japón, Alemania y Finlandia.

“La gente es muy amable conmigo; es notable y muy sobrecogedor. Particularmente en Sudamérica, mi continente favorito”.

Y recuerda una vez que estaba esperando un bus en Venezuela, el cual venía atrasado, y la gente se le acercaba todo el rato preguntándole si estaba bien o necesitaba algo. “Eran completos desconocidos y me hablaban en español, por lo que no les entendía mucho, pero me conmovieron profundamente. Me quedé con la impresión de que eran personas muy amables y bondadosas”.

Agrega que se siente muy acogido cuando viaja, le ha tocado vivir experiencias en las que personas lo han acompañado a visitar lugares, le compran bebidas y comida, o incluso lo han alojado en sus casas. “Soy muy afortunado”, asegura.

Chile es uno de sus favoritos

Ha venido a Chile en tres oportunidades y le gusta tanto, que es uno de sus países favoritos. De hecho, nos cuenta que le gustaría volver para conocer el norte, porque ya conoce el sur.

Destaca especialmente la Patagonia y los cientos de fiordos. “Puerto Williams, Punta Arenas, Puerto Natales y Puerto Montt son maravillosos. Santiago, a pesar de ser grande, me pareció interesante. Isla Negra es mágica. La señora que manejaba el hostal se negó a recibir mi dinero y me dejó quedarme gratis, con un cariño y una hospitalidad enormes”, destaca el inglés.

Me encanta la gentileza y amabilidad de los chilenos, ¡a pesar de que no puedo entender el español rápido que hablan!”.

Un hombre lleno de aventuras, que ha logrado conocer gran parte de nuestra cultura y enseñarnos parte de ella acá.

Puedes conocer más sobre sus viajes y ver sus fotos en su sitio web y en su página de Facebook.

¿Qué países conoces tú? ¿Cuáles son los que más te gustan?

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