sociedad, convicción, consecuencia

¿Consecuente u obstinado?

Exigimos consecuencia a otros, pero la entendemos como mantener siempre la misma postura ante las cosas. El Barbón nos recuerda en su columna que aprender implica cambiar.

Por Alfredo Rodríguez @AlfreoRodriguez | 2013-06-10 | 23:53
Tags | sociedad, convicción, consecuencia

¿Es bueno ser consecuente? 

Es muy común que le pidamos a quienes nos rodean que se comporten consecuentemente: a nuestros amigos, a quienes seguimos en twitter, los políticos, etc. Es que el “ser consecuente” es una característica que hoy es enormemente valorada, ya que nos hace confiables ante nuestro entorno en una época en la que reina la desconfianza y la paranoia. Es común escuchar que se pronuncian con orgullo frases como “siempre he pensado igual” o “mi comportamiento ha sido el mismo toda mi vida”, tanto en debates televisivos como en discusiones en las redes sociales. Pero hace un tiempo que esas frases me generan algo de ruido… ¿Es realmente valorable que una persona no cambie de opinión en 30 años? ¿Qué espacio queda entonces para el crecimiento y la aceptación de los errores? 

La verdadera consecuencia. 

Si vamos al significado Real (o sea, de la Real Academia de la Lengua) de la palabra “consecuente”, su segunda acepción, que se refiere a un adjetivo propio de una persona, dice: 

2. adj. Dicho de una persona: Cuya conducta guarda correspondencia lógica con los principios que profesa. 

Por lo tanto, la definición “oficial” de la palabra “consecuente” no habla de cuánto tiempo llevas pensando de la misma forma, sino que se refiere a cómo tus actos concuerdan con tu forma de pensar en la actualidad. 

Visto bajo ese prisma, me parece que el llevar años pensando igual no es algo de lo que uno se pueda jactar, pues si efectivamente estamos incurriendo en un error y pasamos años negándonos a escuchar otras visiones, más que actuar de forma consecuente estamos actuando de forma obstinada. 

Me parece que la verdadera clave para demostrar consecuencia no tiene que ver con un tema temporal, sino con demostrar con actos potentes y claros la propia convicción, que esos actos se condigan con el discurso que se verbaliza y que se someta a un cuestionamiento crítico constante que refuerce el valor del principio que se defiende. 

Consecuencia a través del tiempo. 

Al menos para mí, el tiempo no cuenta. Al contrario, valoro profundamente cuando alguien es capaz de cambiar su forma de pensar, haciendo propias ideas y principios que le parecen más justos y valiosos. Muy distinto es ver a una persona que constantemente aparece “cambiando de opinión” por motivos que lo benefician. Ahí el problema no es el cambio, sino el oportunismo, lo que hace ver que sus motivaciones son en verdad egoístas, lo que no suele condecirse con sus discursos llenos de buenas razones. 

Es que a fin de cuentas, si lo que se busca es un valor tan potente como el bien y la justicia, me parece absolutamente razonable el hacer modificaciones a nuestra forma de pensar, de opinar y de actuar a medida que vamos aprendiendo de nuestras experiencias. Me parece que son cambios necesarios para crecer como seres humanos y para acercarnos a aquellos valores por los que estamos luchando. 

Como dijo Mahatma Gandhi: “La felicidad es cuando lo que piensas, lo que dices y lo que haces están en armonía.”.

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Comentarios
Paper Luis | 2013-06-11 | 09:38
3
He creído que la consecuencia es sinónimo de transparencia, es decir, debo ser fiel a mis principios.
Lo otro es cambiar de acuerdo a razones que cada uno tenga. En mi caso, que soy tozudo, me cuesta mucho cambiar de opinión (x ejemplo siempre me compro el mismo modelo de zapatos para el trabajo) pero he tenido que aprender que, a buenos argumentos, es válido cambiar de manera de pensar.
Pero me carga la gente que está para donde calienta el sol, eso me hace desconfiar plenamente de ellos, porque no tienen pensamientos propios. Y es tan común esa actitud (sobretodo en los trabajos, donde para llevarle el amén al jefe, piensan "igualitos a ellos").

Salu2
@paperluis
PS: Muy wena esa caja de pizza en forma de Tierra =)
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Alfredo Rodríguez | El Barbón | 2013-06-11 | 11:40
4
Claro, es que al final la diferencia entre cambiar de opinión y darse vuelta la chaqueta, es que el segundo caso no demuestra convicción, humildad ni coherencia. Sólo oportunismo. ;)
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Antonia Laborde | Periodista | 2013-06-11 | 09:50
7
Absolutamente de acuerdo con la columna. Creo que el mayor problema cuando se conversa con un obstinado, es que no escucha a los demás. Una persona que, diga lo que le digan, nada lo va a hacer cambiar de opinión, se vuelve sorda y reticente al diálogo. No hay que tenerle miedo a que otros puntos de vista puedan identificarte, uno va creciendo, viviendo distintas etapas y seguramente va conociendo realidades nuevas que te dan el espacio para cambiar de opinión.
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Alfredo Rodríguez | El Barbón | 2013-06-11 | 11:42
1
Exacto. Ahí la humildad y el pensamiento crítico es clave.
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gif Comentario destacado por El Definido
Lucía Rodríguez | 2013-06-11 | 09:53
8
¡Que buen articulo, que necesario es pensar en estas cosas! Para mi, es una especie de alivio que alguien escriba sobre esto ya que me siento super identificada con la reflexión en torno al valor del cambio de opinión. Me parece que, de algún modo, ser capaz de cambiar de opinión con respecto a ciertos temas denota humildad, porque eres capaz de darte cuenta de que quizás antes había algo que no veías o que no tenías en consideración. Y hoy en día es super difícil ser humilde, porque se nos empuja a no serlo. Es como cuando uno ve a personas que dicen "nunca me arrepiento de lo que hago", y es lamentable, ya que es super necesario ser capaz de mirar los errores y decir "pucha, me arrepiento de haber hecho eso, o haber causado ese daño", (que no es lo mismo que despreciar la lección que eso pudo dejarnos). En fin, bien por el Barbón!

Y por cierto, amé la ilustración.

Saludos!
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Alfredo Rodríguez | El Barbón | 2013-06-11 | 11:42
1
Muchas gracias! Me alegro que te hiciera sentido! =)
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Miguel Ángel Cortés Vidal | 2013-06-11 | 11:08
3
Creo que el significado de la palabra "Consecuente", más allá de lo que pueda decir la RAE, ya se hizo sinónimo de porfía. No tanto por un ejercicio consciente, si no por la forma en que se comportan quienes dicen ser consecuentes. La imagen que ellos proyectan lo ha generado en los demás.

Por eso yo prefiero hablar de consistencia, o comportamiento consistente. Es decir, aquel que me permite, después de un tiempo de conocer a la persona que lo exibe, saber como va ésta a reaccionar a determinados estímulos.

Para mi, consecuente es quien reacciona siempre igual.
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Alfredo Rodríguez | El Barbón | 2013-06-11 | 11:44
1
Al parecer hasta la consecuencia ha perdido credibilidad. ;)
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Carlos Soto | 2013-06-11 | 11:30
2
(Perdón por lo latero)
Es interesante la frase "una persona no cambia de opinión en 30 años", porque si pensamos que la "opinión" es una afirmación a partir de la información con la que contamos, que no es completa (porque si lo fuera entonces de qué vale "opinar", se convierte en algo "cierto"), si alguien opina igual tanto tiempo implica que en ese tiempo nunca concretó o completó ésta información, o sea, nunca se transformó en verdad o en certeza.Y ahí podríamos hablar del "interés por la verdad".

Si los seres humanos somos biológicamente interesados por la información, por aprender, entonces ¿en qué momento dejamos de tener este interés? ¿ah?

Buen artículo don Alfreo!

Saludos
Carlos
@sotelio
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Alfredo Rodríguez | El Barbón | 2013-06-11 | 11:46
1
Claro! Aunque también es posible que uno no cambie de opinión en mucho tiempo porque la experiencia refuerza lo que siempre has opinado. Lo importante es no valorar el cambio o la ausencia de este, sino la consistencia y la apertura a darle una vuelta a tu visión.
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androp rodriguez | 2013-06-11 | 13:57
3
Que buena columna Alfredo.

Creo que la cita de Gandhi refleja plenamente lo que hoy pienso de la consecuencia. Me parece que muchas veces quienes andamos con el discurso de la consecuencia, es porque creemos que remite a una consistencia en el campo de las ideas y la razón. Con los años, pareciera que veo que más bien tiene que ver con una comunicación fluída entre lo que siento, quiero y debo hacer. Al encontrarme en la vida con personas que irradian felicidad, me parece que ésta es fruto precisamente de esa relación fluída entre "sentires, quereres y deberes". Y esa gente, la mayoría de las veces, jamás se refiere a la palabra en cuestión.

Un abrazo
Andrés
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Alfredo Rodríguez | El Barbón | 2013-06-17 | 23:09
0
Y es increíble como muchas veces, esos sentires, quereres y deberes que tenemos dentro solo salen a la luz al estar en contacto con personas que son diferentes, que nos interpelan y que nos permiten dejar de lado el piloto automático con el que nos conducimos para tomar el volante con nuestras propias manos.
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Diego Villarroel | 2013-06-11 | 17:21
1
Muy buena columna, por eso mismo hay que tomarse el tiempo para cuestionarse las acciones y opiniones de uno para mejorar en este plan de ser consecuente.
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Alfredo Rodríguez | El Barbón | 2013-06-17 | 23:06
1
Exacto. Y no volvernos ciegos a otras alternativas para proteger un pensamiento consecuente basado en principios débiles.
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Pelayo Vergara | 2013-06-11 | 18:11
3
Un punto importante de la consecuencia, es con qué se es consecuente....
Escucho a muchos decir: "Yo no estoy de acuerdo con él, pero es consecuente y eso se valora"...
Hitler era consecuente con sus principios, y no muchos lo valoran...
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Alexander Bustos | 2013-06-15 | 13:15
2
Y los que lo valoran son bastante obstinados....
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Alfredo Rodríguez | El Barbón | 2013-06-17 | 23:05
0
Qué buen punto y qué buen ejemplo. xD
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Francisco Javier Pérez Hofmann | 2013-06-14 | 11:21
1
Barbón este artículo me encantó, se lo debería enviar a varios amigos, ¡Gracias!
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Alfredo Rodríguez | El Barbón | 2013-06-17 | 23:04
0
Nosotros felices de que lo compartas! ;)
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Alexander Bustos | 2013-06-15 | 13:42
2
Me gustó mucho tu columna, hace tiempo que meditaba sobre ese mismo tema. Pensar EXACTAMENTE igual durante toda la vida es ser enfermo de terco, porque significa que de la interacción con otras personas, situaciones e ideas, no se ha aprendido nada. Es declarar implícitamente "yo soy la perfecta medida de la verdad y la razón".

Mañana cumplo 25 años, y pienso que soy bastante distinto a cuando recién salí de enseñanza media. Ahora que tengo nuevas herramientas para someter a juicio crítico mi realidad -y a quienes la hemos construido-, tengo otra visión y opinión del mundo, lo que me lleva a actuar de distinta forma ante iguales situaciones. Así, siento que hoy puedo coresponder mejor a la escala de valores que considero justa, y estoy seguro que en unos años más, lograré aún mejor consecuencia.
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Alfredo Rodríguez | El Barbón | 2013-06-17 | 23:04
0
Me pasa lo mismo, siento que con los años he cambiado y mejorado mi forma de pensar gracias a incluir nuevas ideas y visiones. Gracias a eso he podido disminuir mis temores a las ideas y visiones distintas, y enriquecer así la mía.
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Felton | 2013-06-17 | 10:48
1
En la vida uno pasa por fases o ciclos en los que se está más abierto a los cambios y al aprendizaje, pero en la medida que uno va envejeciendo es habitual que la gente se vaya poniendo más rígida e impermeable a los cambios.

Mediante la atención y la memoria selectiva, uno tiende a confirmar las propias creencias y a ignorar las experiencias que las contradicen. Es perfectamente normal tratar de mantener la coherencia interna y a descartar aquello que nos "descoloca".

A menos que la persona de cierta edad tenga momentos de epifanía o revelación,por una experiencia muy potente, es poco probable un cambio muy radical en las creencias e ideas que se tiene sobre el mundo y las personas.

Por eso es sumamente sano de vez en cuando preguntarse estas cosas y reflexionar respecto a las propias creencias e ideas "inamovibles" o "verdades universales" que uno va acumulando.

Gracias por el artículo :D
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Alfredo Rodríguez | El Barbón | 2013-06-17 | 23:01
0
Siempre es bueno echar una revisada a los valores y principios de nuestra línea editorial personal ;)

Muchas gracias a ti, Felton! Me alegro que te gustara!
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Natz Wangnet | 2013-07-09 | 19:22
0
Mmmmh sí, ¿pero qué es un error? ¿En términos morales?
Es lo que en ese contexto social se le canta a algunos por decir lo que está bien y mal.

No creo que ser obstinado sea malo. Puede ser poco comprendido e inconveniente en ciertos ámbitos...

Lo malo -en el plano de establecer relaciones con los demás-, como dijo un amigo, es la megalomanía, o sea, ya de plano, perderlo todo, como si fuera una droga dura, por una obstinación.


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Silvia Guzmán | 2013-09-01 | 23:50
0
a mi modo de ver creo que ser consecuente significa que uno actúa de acuerdo a lo que predica, por lo tanto es inconsecuente quien dice ser respetuoso con todas las personas y trata de tu, o con displiscencia a la nana de su casa o a quienes considera de menor nivel; lo es también quien dice ser honrado pero se lleva el lápiz de la oficina para su casa; o sube al bus sin pagar, se queda con el vuelto demás sin decir nada, etc. en fin habría muchos ejemplos que dar.

Ahora el derecho a cambiar de opinión es absolutamente razonable, porque las circunstancias que vivimos nos van indicando y aclarando conceptos que hemos retenido a veces erróneamente y otras con información deficiente, por lo tanto como todo es subjetivo, siempre vamos a estar expuestos a cambiar nuestras opiniones positiva o negativamente.

Lo que si no debería cambiar son los valores intrínsecos a nuestra condición humana, como la honradez, el amor a la familia y al prójimo y muchos mas...
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