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Golosinas: Una defensa del “derecho a comer sin culpas”

Nuestro columnista Miguel Ortiz, inspirado por la deliciosa Nutella, nos habla de los pequeños placeres alimenticios que muchas veces dejamos de lado o consumimos con culpa, por intentar llevar una vida sana. Con un consumo moderado, estas delicias podrían alegrarnos el día.

Por Miguel Ortiz A. @ortizmiguel | 2014-09-24 | 17:30
Tags | miguel ortiz, placer, vida sana, nutella, dulces, comida, comer, nutrición, gustos

¿Qué nos pasó?, ¿cuándo comenzamos a sentir culpa por comer cosas ricas?, ¿vale la pena negarse a un tentempié por lucir un abdomen más plano?, ¿por qué nos preocupa tanto la cantidad de calorías que ingerimos a diario?, ¿lo hacemos por salud o vanidad?, ¿cuánto pesa nuestro peso al momento de elegir lo que almorzamos?, ¿está bien que las farmacias vendan píldoras quema-grasas?, ¿qué espacio le damos al placer en nuestras vidas?, ¿es justo que la publicidad nos insinúe que “verse bien” es clave para ser feliz?, ¿cuán grave es tener un par de kilitos de más?, ¿por qué vivimos a dieta?, ¿no se puede ser rellenito y vivir en paz?, ¿stevia en vez de azúcar?, ¿pan integral mejor que marraqueta?, ¿”no puedo a esa hora porque tengo que ir al gimnasio”?

Cavilaciones todas que me surgen mientras cuchareo los últimos rastros de un tarro de Nutella. Crema italiana de chocolate y avellanas de la que me declaro adicto, a pesar de su famosa condición de “bomba atómica” de calorías (100 gramos suman 544 kcal). Además del inigualable sabor y su mágica capacidad de no hostigar –algo que la mantequilla de maní jamás logrará-, la Nutella nos brinda la posibilidad de recuperar una virtud (no encuentro una palabra más certera) que poco a poco hemos ido perdiendo: la del DISFRUTAR.

Cuchara en mano, considero que debiésemos condenar con el máximo rigor del sentido común a todos quienes resulten responsables de haber asociado el GOZO con la CULPA. ¿Habrá concepto más malévolo y repudiable que aquel llamado “placer culpable”? Culpa sintamos al mentir, al robar, al discriminar, al ofender… ¿pero al comer? 

¡Tenemos derecho a comer sin culpas! Estoy convencido de que el éxito mundial de la Nutella radica precisamente en eso, en que sin eufemismos ni disfraces ofrece la posibilidad de darse un gusto. “Despierta tu entusiasmo” es el slogan. Así de simple. Por algo no existe la Nutella light.

Cumplo en este párrafo con aclarar que mi intención no es desbandarse y dar rienda suelta a la gula, poniendo en riesgo la salud física y mental de cada uno. La obesidad es “la epidemia del siglo XXI”, tal como la OMS la bautizó. Respeto y valoro la labor que hacen por nosotros los nutricionistas y las autoridades que, etiquetados de por medio, nos advierten del contenido calórico de todo lo que engullimos… pero, al final del día, ¿no nos estaremos obsesionando con el temita?

Propongo que los fabricantes de golosinas añadan en sus envases otro dato, igualmente importante: los gramos de placer que producen en el consumidor. Un cálculo que bien podemos hacer cada uno. ¿Cuántas carcajadas me sacó el último paquete de cabritas?, ¿no fue ese helado con caramelo el que me ayudó a contarle mis problemas a un amigo?, ¿pudo ese muffin hacer sonreír a mi mamá, cuando la fui a ver por sorpresa?, ¿cuánto más entretenida es mi serie favorita si la veo cuchareando Nutella?

Suena cursi, como tarjeta Village, lo sé. Pero creo que algo de razón tengo. No me parece saludable vivir como presos, restringiendo el placer como si se tratara de un virus. En ese recomendable “equilibrio” de vida sana que todos deberíamos llevar (actividad física y dieta balanceada) también debe haber espacio para tentaciones sin culpa: manjar, galletas, queque, crema, chocolate, caramelo, flan, cupcakes, muffins, helado, cheesecake, kuchen, pie, cabritas, papitas fritas, nachos, suflitos… ¿es necesario que siga?

Comer es un placer. Una de las cosas fantásticas que tiene la vida. Un placer sencillo, como el leer, que nos reconforta, nos hace más sabroso el día a día, nos alimenta el cuerpo y también el espíritu. El peligro está en el exceso. Las golosinas –lo digo responsablemente- no son el enemigo.

Termino aquí esta columna. Es que se me acabó la Nutella… y con ella, también la inspiración.

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Comentarios
Racuna Matata | 2014-09-24 | 18:05
1
No me gustan las cosas dulces, por ahí "salvao" con mis metas nutricionales :D

Mi "golosina" es la carne a la parrilla, así que no es tan fácil comprarla por ahí y llevarla comiendo por el camino (los anticuchos callejeros no los toco ni con un palo, así que no cuentan)
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Guillermo Pandelara | 2014-09-24 | 18:16
6
jajaja te imagine tocando un anticucho callejero con un palo y este respondiendo "miau"
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Susana Flores | 2014-09-24 | 18:29
0
Jajajajajajajajajajaja
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Miguel Ortiz A. | Periodista | 2014-09-24 | 20:07
0
jajajaja! saludos a todos.
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Racuna Matata | 2014-09-25 | 10:59
3
wahahaha yo creo que los perros callejeros son más abundantes que los gatos y quizás hasta más fáciles de "cazar"

En una de esas después de comer esos anticuchos me dan ganas de salir persiguiendo autos y morder piernas de motociclistas.
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Susana Flores | 2014-09-24 | 18:37
3
Estimado

No puedo estar mas de acuerdo contigo, es simplemente aterrador ver que todos los santos días aparece la o el nutricionista de turno indicando "el producto Xxxx, ahh no una sola cucharada tiene una cantidad desproporcionada de calorías, por tanto es algo que no debería considerarse ni con el pensamiento..." o bien " En estas fechas no importa si usted hace actividad física constante o se modera, de todas formas va a subir X cantidad de kilos" lo cual carga de culpa cualquier actividad relacionada con comer algo medianamente rico.

Yo entiendo que es un deber social el advertir y educar a la población al respecto, pero la demonizacion me parece tanto o mas peligrosa.

Otra cosa es el verdadero culto a ser extremadamente delgado que gobierna a los medios de comunicación e incluso a los doctores, tuve alguna vez una colega guapísima, bastante delgada (talla 40 como mucho) que fue a hacerse una revisión medica y llego deprimidisima a la oficina por que el doctor le había dicho que estaba OBESA le mando una dieta estrictisima por que tenia 4 kilos de mas (pesaba 54 kilos)

eso saludines embarrados de nutella
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Miguel Ortiz A. | Periodista | 2014-09-24 | 20:08
2
gracias Susana por tu comentario!
veo que estamos de acuerdo, jejeje.
enjoy that nutella!
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Guido Aramayona | 2014-09-25 | 07:56
1
Excelente! jaja, siempre he sido bueno para comer, y es a través de esto, que he entendido que para mi, la comida proporciona momentos, une y reúne, nuestra excusa es esa .. "vamos por una tablita" (con un vinito rico), salgamos a comer en grupo, etc, que pucha que es rico!

Aunque eso no justifica el chanchear en exceso, y quizás discrepo un poco contigo, pero siento que es necesario también legislar en base a la conciencia, cosa que quizás en Miguel es algo medido, pero en el común de las personas es algo que se olvida, se compra y se consume por que sí, sin saber el real riesgo de golosear o no saber las grasas que se encuentran en los productos (no quiero tampoco sonar grave jaja)

Un abrazo y saludos a todos :)
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Favio Zúñiga | 2014-09-25 | 09:36
1
No sé ustedes, pero yo disfruto a concho mi desayuno de frutas picadas, avena, granola y yogurt. Suena como si todo lo "sano" fuera de mal sabor y algo que la gente come por obligación.A final de cuentas es cosa de gustos.

Saludos.
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Guillermo Pandelara | 2014-09-25 | 11:46
3
Igual le aplicarías a un paquete de galletas Toddy!!! =P jajaja
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Felipe Devilat | 2014-09-25 | 09:39
1
Absolutamente de acuerdo en todo...

El asunto no es comer cosas rica pero que engorden... el problema esta en hacerlo todos los días y a cada rato...

Soy de contextura normal, y cuiando voy a la Fuente Suiza pido una empanada de pino y un churrasco italiano con queso (mmmmmm...) y todos me miran como si fuese el estado islámico contra los runners jajajjaa...

La clave es que uno se da los gustos de vez en cuando y listo... el resto del tiempo hay que comer normal y hacer ejercicio de forma normal y sin que sea una obligación... asi los placeres de la vida se disfrutan mas... de vez en cuando...
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Joselin Rivas | 2014-09-25 | 16:00
1
Yo tb estoy súper de acuerdo, que lata vivir la vida contando calorías y privándose de algo que te gusta, todo exceso es malo en todo los sentidos, pero unas ricas pastas frescas de vez en cuando no le hacen mal a nadie... así como una lasagna recién hecha mmmmmmmm

Y en esto también quiero nombrar la nueva ley de etiquetados que lo único que hará es que nuestra culpa aumente, a mi no me gusta nada la idea, no entiendo porque el concepto no puede ser positivo, que en vez que la bolsa de papas fritas diga "EXCESO DE GRASA" sea el cereal con estevia que tenga un logo que diga "PRODUCTO SALUDABLE RECOMENDADO".

Todo seria mejor si viéramos el lado positivo :)

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Cristobal Quintanilla Aumen | 2014-09-29 | 10:11
0
Viva la Anarquia alimenticia :)
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