A las 7 am. su cama detecta que se encuentra en la fase liviana del sueño y activa su despertador, al tiempo que su cafetera le prepara el café y la calefacción lleva a su casa a una temperatura agradable para entrar a la ducha. Luego, un panel con el informe del tiempo le da pistas de qué vestir. Se sube a su citycar y una pantalla le indica qué camino tomar para evitar el tráfico, al tiempo que se coordina con los semáforos y otros vehículos en el camino para elaborar un plan de viaje expedito y prevenir accidentes. Cerca de su oficina, un mensaje le indica dónde hay estacionamientos disponibles y su auto realiza la maniobra de estacionamiento por usted. Un comienzo perfecto para su día. Abre la puerta y golpea el auto de al lado. Bueno, casi perfecto.

Así, más o menos, es la visión a futuro de ciudad que tiene los cerebros detrás del concepto de SmartCity (sin el portazo, claro). Puede sonar extraño, pero literalmente se trata de una "ciudad inteligente", en la que se desarrollan las tecnologías del futuro combinando innovación, eficiencia energética y sostenibilidad. En la smartcity todo está hiperconectado en un sistema complejo que integra toda la actividad y gestión de la ciudad mediante las tecnologías de la información. Básicamente, la ciudad es sensible a lo que está pasando con sus habitantes y se adapta a ellos, a la vez que intenta adaptar las rutinas de los mismos para maximizar el uso de la energía y el tiempo, en beneficio de todos.

Al escuchar de un proyecto así, inmediatamente se nos viene a la cabeza el concepto de ciudad futurística que muchas veces vimos en películas de ciencia-ficción o imaginamos en nuestra infancia. Lo cierto es que las ciudades inteligentes concentran en un solo espacio muchos de los avances tecnológicos que hoy ya están a nuestro alcance. Parece ser que el desarrollo técnico que se ha alcanzado es suficiente para materializar esa fantasía que parecía inalcanzable, lo único que faltaba era coordinarlos entre sí.

Construyendo la ciudad inteligente en ciudades... no tan astutas

Por supuesto, el gran problema es que las ciudades en que vivimos se construyeron mucho antes que existiera toda esta tecnología, por lo que su integración es mucho más compleja y debe hacerse por etapas,  por ejemplo: construir un nuevo sistema de alumbrado público, instalar cámaras, renovar y automatizar algunos aspectos del sistema administrativo ya existente, implementar un sistema de libre wifi, construir edificios que sean autosustentables, etc. Claramente, esto no se logra de un día para otro, sin embargo, ya está ocurriendo en muchas partes del mundo y en algunos casos, el avance es sustantivo.

Algunos de los proyectos que se están haciendo realidad son: Bari y Génova en Italia; Barcelona y Málaga en España, Songdo City en Corea del Sur, Buzios y Río de Janeiro en Brasil y Columbia en Estados Unidos, aunque cada cual con sus propias características, de acuerdo a sus recursos y capacidades.

El año pasado, en el congreso mundial "Smart City Expo”, se reunieron más de 7.000 visitantes de 82 países para abordar los retos que afrontarán las ciudades en un futuro cercano y así buscar diferentes soluciones.

La Ciudad de la Copa: Una SmartCity brasileña para la Copa del Mundo

La primera ciudad inteligente en Chile: La Ciudad Empresarial

Este año podremos experimentar una smartcity en nuestro propio territorio. La compañía de energía Chilectra está trabajando hoy para instaurar en Chile la primera ciudad inteligente del país, la cual comenzará a funcionar el segundo semestre de 2013 en la Ciudad Empresarial de Huechuraba; una de las pioneras en América Latina. Con una inversión de US$ 10 millones, el proyecto busca mejorar la calidad de vida de las personas gracias a las nuevas tecnologías. 

Son varios los elementos que conformarán este nucleo urbano: redes eléctricas más eficientes, un moderno sistema de vigilancia, el uso de  energías renovables no convencionales, alumbrado público LED, sistema de generación fotovoltaica, Wi-fi libre e incluso transporte público y privado con energía eléctrica, viviendas con sistema “domótico” - que automatiza las gestiones en una casa a través de un control remoto-,  y otros. 

¿Cómo sería todo esto? Aquí un video explicando el proyecto:

Los ciudadanos: principio y fin de las ciudades.

Las personas son la razón de ser de la ciudad. Estas ciudades inteligentes facilitan la vida en muchos aspectos, lo que parece bastante beneficioso. Los estándares de seguridad prometen ser altos, el acceso a la información más rápido aún y las comodidades mucho mayores, logrando una eficiencia máxima que permite además que las personas puedan aprovechar mejor su tiempo y dar un respiro a la naturaleza reduciendo nuestro consumo energético.

Pero cabe plantear aquí la pregunta: ¿qué entendemos por calidad de vida? ¿Podrá este sistema mejorar nuestras relaciones humanas? ¿Usaremos el tiempo extra para trabajar más, aumentando nuestro estrés, o por el contrario, lo aprovecharemos como un espacio de crecimiento? ¿Nos sentiremos liberados o presa de una máquina automatizada?. No se trata de resistirse al futuro y negar las ventajas de la tecnología, pero hay que estar conscientes de los cambios que generan en nosotros como seres humanos...

¿Qué opinan de esto? ¿Qué avances les gustaría ver y a cuáles temen?