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Imagen: César Mejías

¡Bienvenida la fauna! Los animales comienzan a volver al Parque Nacional Patagonia

Menos cercos y más kilómetros para restaurar lo que alguna vez perdimos. Gracias a la creación del Parque Nacional Patagonia, animales y flora nativa ya se están recuperando, para volver a formar un paisaje natural, casi intacto, como el que alguna vez existió.

Por Romina Diaz | 2018-12-20 | 07:00
Tags | parque patagonia, cuidado, medioambiente
“La conservación marina y de la tierra, la restauración ecológica y el retorno de la vida salvaje, el activismo y la reforma de la agricultura son la piedra angular de la estrategia para ayudar a que el mundo esté otra vez en equilibrio [...]”, (Douglas Tompkins).
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Quedan pocas partes del mundo intactas. Lugares en que podemos volver miles de años atrás y no notar cambios provocados por el hombre. Al norte de Chile aún se puede vivir el silencio ancestral del desierto y mirar por kilómetros sin divisar construcciones que den cuenta de nuestro paso. También en el extremo sur hay partes así, y desde hace unos días, con la creación oficial del Parque Nacional Patagonia, nos aseguramos de que este majestuoso destino, se mantenga natural para siempre.

En El Definido, te contamos qué secretos guarda y cómo llegó a estar oficialmente dentro de nuestras áreas protegidas.

Parque Nacional Patagonia.

A 40 minutos de la civilización

El pasado 11 de diciembre, se publicó en el Diario Oficial el decreto que crea el parque y lo incluye dentro de las 102 áreas protegidas que hay en el país. Este lugar está constituido por los terrenos de la Hacienda Chacabuco (donados por la Fundación Tompkins Conservation), la Reserva Nacional Lago Jeinimeni y el Lago Cochrane, junto con algunos terrenos fiscales.

Un lugar remoto donde el pueblo más cercano (Cochrane) queda a 40 minutos en auto por la Carretera Austral. Una mezcla de ecosistemas donde habitan miles de especies de animales; huemules, guanacos, quirquinchos, cóndores, zorros, etc. Praderas, rocas y lagos se pueden encontrar en estas 304.527,75 hectáreas que ahora conforman el nuevo Parque Nacional Patagonia, el cual se une a la lista de áreas protegidas de Chile.

División del parque. Fuente: Parque Patagonia. 

El Parque Nacional Patagonia unirá la Reserva Nacional Jeinemeni, por el norte, y la Reserva Nacional Tamango, por el sur, para así mantener la conexión del hábitat y el desplazamiento de la vida silvestre. En total, la zona está compuesta por un 56% de roca y hielo, 25% de pradera, 18% de bosque y un 1% de cuerpos de agua, como se muestra en el mapa.

No siempre fue tan perfecto

Hoy se podría decir que es una joya, o bueno mucho más, porque montañas enormes, praderas y bosques, no se comparan a una piedra preciosa; pero no siempre fue así, al menos no una parte.

Hace años, Douglas Tompkins y Kristine McDivitt (fundadores de Tompkins Conservation), a quienes les podemos agradecer en gran parte por el parque, tuvieron la visión de crear un lugar donde se pudiese experimentar la naturaleza intacta. Por lo que en 2004 la organización compró la Estancia Valle Chacabuco. Pero no siempre fue un paraíso natural.

En ese entonces, era una de las estancias de ganado ovino y bovino más grandes de la región, por lo que estaba completamente pastoreada, es decir, que pasó por las consecuencias de traslados de ganado y fue alimento de los animales. Precisamente, el Valle Chacabuco es uno de los pocos valles de este a oeste en la región, por lo que posiblemente fue usado para el ganado. Por lo mismo era fundamental protegerlo, pues crea una “zona de transición entre ecosistemas ecológicamente rica”, según se explica en el informe del parque. Por este motivo, comenzaron con un programa de recuperación de praderas y así fueron comprando más terrenos, con la intención de donar toda la propiedad de Conservación Patagónica (forma parte de la familia de organizaciones sin fines de lucro de Tompkins Conservation) al sistema de parques nacionales de Chile, explicó Kristine McDivitt en el mismo documento.

“Amamos los parques nacionales debido a su alto nivel de protección ecológica, valores culturales y permanencia, y anhelamos el día en que el Parque Patagonia expanda el excelente sistema de parques nacionales de Chile”, expresó McDivitt en 2016.

Y en 2005 comenzaron a restaurar el hábitat previamente explotado, promovieron la recuperación de la vida silvestre y construyeron infraestructura de acceso público en el actual Parque Patagonia, con miras a donar la tierra en 2018.

Problemas en el camino

Como en toda historia, hay al menos dos caras que se contraponen. Para algunos puede sonar sorprendente, pero no todos estaban de acuerdo con la creación de este parque. A fines de enero fue cuando se firmó el decreto que permitía su creación, pero no estaba todo resuelto, por lo que el proyecto continuó en tramitación hasta ser publicado en el Diario Oficial recién a principios de diciembre.

En su decreto original, el Parque Nacional Patagonia incluyó terrenos fiscales donde existían zonas de actividades ganaderas, llamadas veranadas, y también había un área aledaña a la Reserva Jeinimeni donde una minera realizaba investigaciones para un proyecto.

Debido a esto se generó un conflicto de límites con la creación del parque, ya que la comunidad de Chile Chico decía que este se superponía con actividades productivas, como el uso de veranadas, una fuente de trabajo de la comunidad, explicaron en El Mercurio.

Sin embargo, se llegó a un acuerdo con la gente de la zona, el área que se consideraba inicialmente fue ajustada de 309.445 hectáreas, a 304.527 (como quedó finalmente). ¿Cómo? Excluyeron del parque zonas de veranadas y minería en terrenos fiscales. Por lo quedó solucionado el conflicto de límites y, ¡oficialmente ya tenemos un nuevo parque!

El corazón de la Patagonia

“La conservación marina y de la tierra, la restauración ecológica y el retorno de la vida salvaje, el activismo y la reforma de la agricultura son la piedra angular de la estrategia para ayudar a que el mundo esté otra vez en equilibrio, para que el clima se estabilice y para tener un futuro en el que compartimos el planeta con otras criaturas [...]”, fueron de los recordatorios que hizo Douglas Tompkins.

Y estaría feliz con las noticias del retorno de la vida salvaje en el parque, ya que desde que se sacaron los cercos de la Hacienda Chacabuco o como muchos dicen, del “corazón de la Patagonia”, los animales rápidamente empezaron a poblar el lugar, como contó el fundador de Ladera Sur, Martín del Río, a CNN Chile. ¡Ahora se ven miles de guanacos! Por lo que irán llegando los pumas también y “así se comienza a armar este ecosistema sano en un lugar que antes era ovejero”, agregó.


Valle Chacabuco. Parque Patagonia.

Aunque no fue una tarea fácil, voluntarios de todas partes del mundo ayudaron a remover más de 640 kilómetros de cerco y se enfocaron en controlar la erosión y re-sembrar con plantas nativas. Así fue como los pastizales del Valle Chacabuco comenzaron a recuperarse y continúan con el proceso.

Volviendo al equilibrio

Este nuevo parque protegerá una importante muestra de la diversidad biológica de la Región de Aysén. Es el hogar de muchísimas especies, incluyendo algunas amenazadas, como el huemul. También es importante destacar la repoblación de los guanacos en el lugar, porque juegan un papel fundamental. Previenen que las especies de pastos dominen toda la tierra, actúan como excelentes dispersores y fertilizadores, y bueno, suena frío, pero son alimento de carnívoros de la zona, como los pumas. Después de todo, así se encuentra el equilibrio del que hablaba Tompkins.

Y sin los cercos que solía haber en la antigua estancia, toda la vida silvestre se vuelve libre y se mueven sin restricciones a lo largo del paisaje. Como explican en el documento oficial del parque: “Es de suma importancia mantener la conectividad del hábitat para la recuperación y soporte de poblaciones saludables de vida silvestre, incluidas la del huemul que está en alto peligro de extinción. El establecimiento de un parque nacional es la mejor manera de garantizar la protección permanente de los excelentes valores ecológicos y recreacionales del área”.

Así va aumentando la fauna diversa que incluye a zorros, vizcachas, cóndores, flamencos, ñandúes, quirquinchos y miles de plantas nativas que llenan de color.

Otro beneficiado: el turismo

Con la creación del parque, también se abre una oportunidad para el turismo. Hay miles de caminatas que hacer, paisajes que ver y actividades que vivir en sintonía con la naturaleza. Al mismo tiempo, hay infraestructura de uso público, senderos, sitios de camping y un centro de visitantes donde informarse para tener la mejor estadía, por supuesto que siguiendo una serie de reglas para mantener el cuidado del lugar. Están completamente prohibidas las fogatas, fumar y tirar basura, por ejemplo. Pues hay errores que no se deben repetir, como el gran incendio que afectó la zona en 2014, cuando se quemaron casi 3.000 hectáreas por una vela encendida en una animita junto a la carretera.

Quincho Camping sector Amarillo. Parque Patagonia.


Además, se inauguró un museo en el centro de la reserva que fue ideado por Tompkins con el fin de activar la conciencia ambiental. En él, se alerta sobre la explosión demográfica, la extinción de especies, emisiones y plásticos en el mar, y se incentiva a que todos cambiemos nuestros estilos de vida para cuidar y respetar a lo que nos rodea.


Nuevo Museo y Centro de Visitantes del Parque Patagonia.

¡Más áreas protegidas para Chile!

Ahora en el país habrán 102 unidades de áreas protegidas, 40 parques nacionales, 46 reservas y 16 monumentos naturales, con una superficie superior a las 15 millones de hectáreas en total, o sea el 20% del territorio continental. Definitivamente algo que celebrar.

Gracias a este nuevo parque, el sorprendente paisaje patagónico volverá a ser lo que fue y se mantendrá así en años por venir. La biofauna se moverá libremente, volverán los pastizales y los densos bosques que alguna vez protagonizaron el terreno.

Tompkins lo creía, todos somos capaces de poner nuestro granito de arena; y con nuestra energía, influencia, recursos y talento, podemos formar un movimiento global para el bienestar ecológico y cultural. Hasta Mufasa le recalcó a su hijo la importancia de mantener este bienestar: “Todo lo que ves coexiste en un delicado equilibrio. Como rey tendrás que entender eso y respetar a todas las criaturas, desde la pequeña hormiga hasta los antílopes”, así que, ¿por qué olvidarlo nosotros?

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Comentarios
Javier Æøå | 2018-12-20 | 11:07
3
...en serio terminaron citando a Mufasa? Qué grande <3
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