Para la mayoría de los niños ser obediente se transforma en una tarea casi monumental, y para muchos padres enseñar a obedecer es un tema complejo y sensible. La desobediencia de los hijos es un tema que impacta fuertemente el núcleo familiar, ya que genera malestar y preocupación de los padres, pero no podemos olvidar que enseñar a ser obediente requiere tiempo, constancia, paciencia, pero por sobre todas las cosas amor.
La obediencia forma parte del aprendizaje del control y regulación de la conducta, aprender a ser obediente involucra una explicación de por qué es necesario que se hagan las cosas que se piden y se va cultivando de a poco a través del tiempo; desde que los niños son bebés hasta que se transforman en adultos responsables.
Las razones más frecuentes de por qué los niños no obedecen son:
1. No comprenden las órdenes
2. Se dan muchas órdenes seguidas
3. Las órdenes no se dan de forma conveniente:
4. No hay normas o si las hay, son inconsistentes. Terminas dejando que haga lo que en un principio no le permitiste
5. No cumples las medidas que dijiste que tomarías cuando no hace caso
6. Hay diferentes cuidadores, con normas distintas
7. Se acostumbró a desobedecer porque sus acciones no tienen consecuencias. Se ha venido “premiando” el no hacer caso, porque casi siempre consigue salirse con la suya
¿Qué puedo hacer para que me obedezca?
1. Establece normas básicas:
1) Después de jugar se guardan todos los juguetes
2) La chaqueta se cuelga en el closet
3) Se come sentado en la mesa
4) Después de correr hay que bañarse
5) Hay que acostarse a 21:00 Hrs.
¿Cómo debes dar las órdenes?
Presta más atención:
¿Qué hacer si no obedece?
1) Las tres llamadas de atención: si a pesar de las anteriores medidas tu hijo desobedece, le llamarás la atención un máximo de tres veces:
2) Obligar: cuando no atienda a las llamadas de atención, te acercarás y lo obligarás a hacer lo que le habías mandado: recoger, ordenar, ir a cenar, lavarse los dientes, bañarse, etc.
3) Reprimenda: cuando desobedezca debe saber que eso tiene una consecuencia negativa, por lo que le darás una reprimenda breve y contundente, recordándole cuál es la norma
4) Retirarle privilegios: cuando desobedezca en reiteradas ocasiones, le quitarás algún privilegio (ej.: quitarle un juguete o una actividad que le guste). Esto lo tienes que hacer en el minuto y el tiempo de retirada debe ser breve (ej.: retirarle un juguete durante una hora o una tarde)
5) Ser coherentes: es importante que tu hijo vea que ustedes como papás son coherentes con las normas. Si dicen que “no”, tiene que ser “no”
6) No premien la desobediencia:
7) Acuerdo entre papás y como pareja: tu hijo debe recibir el mismo mensaje de papá y de mamá. Si existen discrepancias, no deben mostrarlas delante él