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Imagen: César Mejías

¿Cómo se hace un disco? Los pasos de creación que jamás sospecharías

¿Te has preguntado alguna vez cómo se creó tu disco favorito? ¿Sabes lo que es el proceso de “overdub”? ¿Conoces la diferencia entre un ingeniero de grabación y un productor? Hoy en El Definido te contamos de las etapas de la creación de un disco, desde la composición hasta la masterización.

Por Martín Poblete @martin_poblete | 2018-02-02 | 16:00
Tags | disco, creación, composición, mastering, mezcla, música, etapas

La inspiración para este artículo comenzó en la primavera del año recién pasado. Me encontraba en una rueda de negocios en Valparaíso, en la que participaban músicos y diversos agentes de la industria musical chilena.

La rueda de negocios era parecida a una sesión de speed dating: se sentaba al músico frente a un agente de la industria (dueño de bar, representante de un sello discográfico, organizador de un festival, etc.) y el músico tenía dos minutos para hablar y lograr que su interlocutor se interesara en su trabajo, con miras a hacer redes y trabajar juntos en el futuro. Luego de dos minutos, el músico debía dejar su asiento y repetir la dinámica sentándose frente a otro agente.

Durante un maravilloso coffee break que valió por mi almuerzo y mi once de ese día (tiempos de vacas flacas), conversé con Tamara (nombre ficticio), una cantante y guitarrista de unos 35 años que también estaba participando de la rueda de negocios. Me contó de su proyecto musical, un conjunto de cueca con varios años de trayectoria, que había viajado por varios lados e incluso se había ganado fondos concursables, pero que todavía no lograba terminar su primer disco. Para entonces ya llevaban tres años de trabajo y más de cinco millones de pesos invertidos en su disco, y todavía no tenían un material digno de mostrarse.

Tras conversar un buen rato, logré darme cuenta de que gran parte del problema era que no estaban trabajando de forma rigurosa: muchas de las sesiones las hacían sin saber bien qué iban a tocar, y sin escoger a la gente con la que trabajarían. En definitiva, por hacer cosas sin saber terminaban saltándose etapas de trabajo y perdiendo mucho tiempo y plata en el proceso.

Finalizó la rueda de negocios, volví a Santiago, y comencé a darme cuenta de que la historia de Tamara se repetía constantemente: bandas que gastan millones en el intento de grabar un disco y, por causa del desconocimiento, crean un producto incompleto o defectuoso.

Entonces fue que empecé a cuestionarme: ¿cuánto sabemos realmente del proceso que hay detrás de la creación de un disco? Todos hemos visto imágenes de los músicos cantando en una cabina aislada, mientras al otro lado del vidrio un ingeniero mueve las perillas de una consola que parece sacada de Star Trek.

Phoebe de "Friends", en su primera experiencia grabando un disco.

Pero eso no es realmente el proceso completo de creación de un álbum musical. Detrás de esa imagen hay un proceso largo y complejo que no todos conocen.

Presta atención, afina tus cuerdas y trae una botella de agua, porque hoy en El Definido te vamos a contar cómo se hace un disco.

Es importante aclarar que, si bien la creación musical es un proceso bastante estandarizado, sigue siendo un arte y, como tal, no tiene una verdad absoluta. Lo que encontrarás acá es una guía general, pero que no pretende ser la última palabra. En la música los métodos de trabajo pueden variar, así que no te extrañes si algo de lo que leerás aquí se contradice con el documental del Black Album de Metallica que viste el domingo pasado.

1. La composición

Los métodos de creación musical varían según la dinámica propia de la o las personas involucradas en el proyecto: si es un solista, es probable que trabaje solo o en compañía de un compositor contratado; en cambio, si es una banda, lo más probable es que la creación sea un trabajo grupal. Si se trata de un artista famoso, puede que las creaciones sean el resultado del trabajo de decenas de compositores enclaustrados en writing camps pagados por su sello discográfico.

Tradicionalmente, la composición parte con el desarrollo de una idea musical en su forma más básica: acompañándose de guitarra o piano, el compositor da con la melodía principal, los acordes que la acompañan y los elementos fundamentales del ritmo. Luego vendrá el desarrollo de arreglos musicales, generalmente con ayuda de otros músicos, y la estructuración de la canción, para dar con su forma definitiva.

Aunque el método tradicional de composición es el más conocido (y el más romántico), la tecnología ha permitido que hoy en día un compositor pueda crear canciones con menos limitaciones y, por ende, con más recursos a su alcance. Gracias a programas como Band in a Box, hoy un músico puede escribir una canción y acompañarse con otros instrumentos además del suyo. Basta con ingresar los acordes y el ritmo para que el software automáticamente desarrolle una pista de acompañamiento básico, sobre la cual el músico puede tocar y seguir creando.

Aquí un ejemplo de cómo suena:

2. Grabación de maquetas o demos

Igual que cuando te ves en una foto y te encuentras el triple de feo que cuando te miras frente al espejo, la música que imaginamos en nuestra cabeza no necesariamente va a sonar igual que a través de nuestros oídos. Para poder tener un parámetro claro de lo que se quiere hacer, es común que los artistas graben maquetas o demos de sus composiciones antes de entrar al estudio a grabarlas de forma definitiva.

Las maquetas son grabaciones rudimentarias de las canciones, hechas con el fin de contar con una referencia de audio que permita a todos los participantes del proyecto hacerse una idea de la intención y estética de la canción que se grabará. Una maqueta puede ser una pista grabada a guitarra y voz con el celular, o puede ser un registro semiprofesional de la canción con su instrumentación completa.

Aquí el demo de la potente "Estrechez de Corazón" de los Pisioneros:

3. El productor

No es una etapa en sí misma, sino una constante en todas las etapas. El productor es la opinión externa (y experta) que combina conocimientos artístico-musicales con marketing y tecnología, que le permiten aportar en la creación de las canciones, ayudar a dirigir el rumbo de la obra en uno u otro sentido, y hacer de puente con los ingenieros en sonido y entre los mismos músicos. El productor musical es ese individuo con oído experto que toma la canción y dice cuántas veces tiene que repetirse el coro del final, cuántas veces hay que volver a grabar el solo de guitarra, qué cambios hay que hacer para que la canción sea pegadiza, etc.

Al igual que tu propia imagen frente al espejo, la opinión que los músicos tengan de su obra siempre estará sesgada. Y es normal que así sea: están emocionalmente vinculados a sus composiciones, demasiado cerca de ellas como para verlas con claridad y tomar buenas decisiones. Por eso, la presencia de un productor en todas las etapas de la creación del disco es importantísima. Su opinión es la que garantiza que la obra sea coherente y robusta.

Existen productores que han hecho largas carreras trabajando con bandas específicas. George Martin, por ejemplo, fue el productor de The Beatles durante prácticamente toda su discografía, y fue un elemento fundamental en la creación de todas sus grandes canciones. Su aporte fue tal que muchos lo consideran el quinto Beatle.

Está también el caso de Jerry Finn, productor estadounidense que trabajó con bandas como Blink 182, SUM41, Green Day y Rancid, y es considerado uno de los responsables en la creación del sonido pop punk de fines de los ’90 y principios de los 2000.

4. La grabación

Una vez que se han seleccionado las canciones y se han hecho los arreglos, es hora de preparar todo para entrar a grabar al estudio.

Estos preparativos consisten en establecer bien los tempos de las canciones, realizar mantención a los instrumentos y armar una carta Gantt con una estimación de la cantidad de días que se destinarán a grabar, y qué se hará en cada sesión.

El tiempo de grabación dependerá del número de temas, de la complejidad de la música que se esté tocando y de la técnica de grabación que se utilice. Lo más común es grabar todos los instrumentos por separado con ayuda de un metrónomo, de modo que todos los instrumentos queden en pistas aisladas que se pueden editar de forma independiente, sin comprometer a los demás. Batería, bajo, guitarra rítmica, piano, guitarra líder, instrumentos de viento, voz principal y coros es el orden usual para grabar a una banda de pop o de rock.

Grabar diez canciones usando esta técnica puede tomar, aproximadamente, entre una y tres semanas de grabación continua. Pero el proceso puede demorarse tanto como se quiera o sea necesario. Si no me creen, pregúntenle a Tamara.

En géneros que usan la improvisación y no requieren tanta edición de sonido, como el jazz, el blues y el stoner rock, es común que se privilegie la sensación del sonido en vivo por sobre la máxima pureza sonora. En estos casos, lo que se hace es simplemente grabar a la banda tocando en el estudio, cuidando que todos se escuchen con claridad y asegurando que la toma sea lo más perfecta posible. De este modo, la edición posterior es mínima.

El disco Mirror Ball(1995) de Neil Young con Pearl Jam fue grabado con todos los músicos tocando juntos dentro del estudio.

5. Overdub

Una vez que se han grabado todos los instrumentos, es más que probable que haya algo que no quedó bien y que deba ser corregido. Para ello está la etapa de overdub.

En buen chileno, el overdub es lo que uno llama “grabar encima”. Dado que en la actualidad lo común es que cada instrumento sea grabado y editado en pistas aisladas, el overdub se puede hacer para reemplazar o duplicar una pista de audio grabándola nuevamente sin necesidad de hacer toda la canción de nuevo.

El ingeniero, productor y docente Michael White describe en su sitio Music Production Guide la importancia de esta etapa:

“Los beneficios del overdub son tremendos. Significan que un mal músico en una banda no arruinará toda la grabación, porque su parte puede ser reemplazada. En los principios de la grabación mono y estéreo, todos los músicos estaban en la misma habitación y grababan juntos. La incapacidad del cantante para hacer una buena interpretación podía perfectamente significar que la banda tendría que tocar la canción una y otra vez hasta que el vocalista diera con una interpretación correcta”.

Otra utilidad de la etapa de overdub es que permite agregar a las canciones arreglos de última hora. Un claro ejemplo de ello es la canción Come out and play de The Offspring, publicada como parte de su disco Smash en 1994.

Su vocalista y líder Dexter Holland llevaba un tiempo con la idea de agregar a la canción un riff con sonoridad oriental y la frase “You got to keep ‘em separated” (“tienes que mantenerlos separados”), pero sentía que sus compañeros de banda no estarían de acuerdo con la idea, así que, según contó años después a OC Weekly, esperó hasta llegar a la etapa de overdub para entrar en secreto al estudio y grabar “encima” de todo estos dos elementos característicos del que se convertiría en su primer gran hit.

6. Mezcla

Pensemos que grabar un disco es como cocinar: una vez que has reunido (grabado) todos los ingredientes, es necesario que todos los sabores estén en su justa medida. Algunos sabores serán protagonistas y deben estar más fuertes, mientras que otros son apenas aderezos que deben manejarse con cuidado para que no tapen lo demás.

La mezcla consiste, precisamente en eso: luego de grabar y editar las pistas de audio, el ingeniero en sonido se encargará de nivelar los volúmenes de cada pista, ecualizar las frecuencias para que todo suene balanceado, y distribuir los instrumentos en el espacio sonoro. Para ello se usa lo que se conoce como panoramización o panning, que consiste en ubicar las pistas de audio a la izquierda o a la derecha de la mezcla. Al escuchar la música con audífonos o en un equipo estéreo, los instrumentos estarán distribuidos estratégicamente a través del panorama.

Todo dependerá del estilo de música y de lo que el productor y los músicos busquen: en el pop actual, por ejemplo, es común que las voces suenen muy in your face: al centro y al frente, sin efectos de eco o de reverberación.

Este es un proceso que puede ser lento. Una frase común en el mundo de la música es que las mezclas no se terminan, solo se abandonan. Si uno quisiera, podría estar eternamente corrigiendo una mezcla.

Llegar a una mezcla satisfactoria requiere de una serie de mezclas preliminares hechas por el ingeniero y revisadas y corregidas por los músicos y el productor, hasta llegar a un producto satisfactorio.

7. Masterización

Una vez que los ingredientes se han mezclado en su justa medida, es hora de la última etapa.

Durante la grabación es común que cada canción suene diferente: cada una tendrá una instrumentación particular, intensidades diferentes y una sonoridad general característica. Incluso, puede que los músicos hayan grabado en diferentes estudios, y eso hará que las canciones suenen diferentes entre sí.

Jason Feehan y Randy Chertkow explican en su libro Planning your album from beginning to end que el rol del ingeniero de masterización es el de hacer la “corrección de color” de la música. El objetivo es lograr que todas las canciones suenen coherentes, a un mismo volumen y con una sonoridad común. Lo usual es que el ingeniero de mezcla y el de masterización sean personas diferentes, en estudios diferentes: de este modo se descarta cualquier sesgo causado por la audición o por el equipamiento del ingeniero.

Otro objetivo de la masterización es asegurarse de que la música suene bien en la mayor cantidad posible de dispositivos. Una vez entregado un master, los músicos deben llevárselo para escucharlo en todos lados: con audífonos, en el auto, con el parlante del celular, en la radio de la cocina, etc.

Por esto es común que la música sea remasterizada cada 10 o 20 años. La música de Queen que estoy escuchando en estos momentos fue hecha pensando en cassettes y radios de casa, no en Spotify.

Si luego de escuchar el master nadie tiene objeciones, estamos ante un disco finalizado.

Si se trabajó con disciplina y sin contratiempos, y salvo excepciones, desde que se comenzó a trabajar en el disco hasta la entrega del master final habrá pasado al menos un año de trabajo.

¿Conocías todas las etapas de creación de un disco? ¿Cuál es tu álbum musical favorito?

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Comentarios
Juan Toledo Díaz | 2018-02-06 | 17:10
1
Un proceso muy caro por lo demás...
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Martín Poblete | Colaborador | 2018-02-08 | 13:28
0
Uff... Sí.

Toma tu endeudado like.
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