En 1939, en la Universidad de Harvard -Estados Unidos- se inició una de las investigaciones más largas de los que se ha tenido registro, el Estudio Grant, liderado por el psiquiatra George Vaillant. ¿Cuál era su objetivo? Investigar qué factores están asociados a la felicidad y al éxito en la vida de las personas. 

Para ello, 268 estudiantes fueron entrevistados en profundidad por sociólogos y psicólogos acerca de la evolución de su vida, por lo menos cada dos años, y qué tan satisfechos estaban con ella. El estudio se ha extendido durante 75 años y empieza a entregar información más que interesante.

El equipo de investigadores, liderado por Vaillant, propone que para obtener éxito y felicidad en la vida, lo más importante para sus entrevistados había sido desarrollar vínculos humanos de calidad, y que cuando llegamos al último tramo de nuestra vida y miramos en retrospectiva nuestra existencia, los momentos que consideramos más relevantes y en los que fuimos más felices, fueron aquellos en que hicimos algo útil por los demás.

Estamos empezando el 2015, y más de uno de nosotros ha escrito la tradicional lista de propósitos: obtener un mejor trabajo, bajar de peso, cambiar el auto, estar más tiempo en casa... todos los propósitos y anhelos de nuestro corazón, son legítimos y válidos, y son la mezcla de nuestros deseos más auténticos, y también de lo que hemos escuchado que debemos desear. En enero de 2015, cuando esa lista de propósitos sigue "abierta", desde América Solidaria queremos invitarlos a volver a mirarla y preguntarnos con toda sinceridad si, al igual que en el estudio Grant, al final de nuestras vidas recordaremos con orgullo y satisfacción los propósitos que nos hicimos para el 2015.

Para América Solidaria, el año que se acaba de ir fue intenso. Estuvimos en 10 países, trabajando con 26 ONG’s locales para superar la pobreza, exclusión y dolor de los 164 millones de personas del continente que todavía viven sin que se respeten sus derechos como su dignidad exige. El 2014, 61 profesionales jóvenes estuvieron viviendo en los barrios vulnerables del continente, trabajando con y para las personas que viven en ellos, uniendo sus vidas, celebrando sus triunfos y compartiendo la angustia de una vida que en demasiadas ocasiones no es ni justa ni amable. Y quizás lo más importante es que detrás de esos profesionales que destinan un año de su vida en terreno, hubo una red de empresas, voluntarios/as corporativos y más de 20.000 socios en 6 países del continente que aportan recursos, sueños e ilusiones para que el trabajo que se hace en terreno sea posible.

El 2014 fue intenso, pero estoy seguro que cuando cualquiera de esos jóvenes voluntarios se pregunten si valió la pena, la respuesta será afirmativa. Valió la pena estar en las escuelas donde los maestros no logran ganarle la batalla al analfabetismo histórico, valió la pena que los médicos estuvieran todas las mañanas frente a una fila de pobladores que sabían que ellos eran su única posibilidad de aliviar los dolores y enfermedades de su cuerpo. Sabemos que valió la pena, pero también sabemos que no fue suficiente. Las personas que viven en pobreza quizás tienen un problema menos en su día a día, pero su vida sigue siendo muy difícil. Aun así saben que no están solos. Saben que un lugar del mundo, mucha gente hizo algo para que su vida fuera un poco mejor. Y sabemos que cuando los voluntarios/as y toda la gente que hizo algo para que este trabajo fuera posible recuerden el 2014, lo va recordar con la satisfacción de haberlo usado en algo importante.

Todavía es enero, no se ha cerrado la lista de propósitos para este 2015. Por eso, te queremos invitar a que, como lo ha demostrado el estudio de Vaillant, para tener una vida plena y feliz, pongamos en nuestros propósitos de este año hacer algo concreto y real para que todos/as vivamos en un continente más justo, solidario e integrado. 

^{Arturo Celedón
Director de Cooperación para el Desarrollo
América Solidaria}