aprendizaje, cambio
Imagen: Proverbios Neerlandeses, de Pieter Bruegel

Nuestros actos nos definen

¿Cómo crear nuevas costumbres? Nuestra columnista Luz Edwards trata de ayudarnos con respuestas.

Por Luz Edwards @luzedwardss | 2013-03-15 | 13:14
Tags | aprendizaje, cambio

Somos más que lo que hacemos, es cierto. Sin embargo, también es verdad que nuestras acciones van definiendo nuestra identidad. Lo dice ya Aristóteles en su Ética a Nicómaco: “Así nos hacemos constructores construyendo casas y citaristas tocando la cítara. De un modo semejante, practicando la justicia nos hacemos justos; practicando la moderación, moderados”.

Viéndolo de esta manera, cada acto, cada decisión, cada pensamiento, cobra una relevancia profunda. Nada da lo mismo. Pues cada uno de esos movimientos significa acercarse a un modo de ser o alejarse de él. Y aquí mismo radica la buena noticia: de cada uno depende qué hábitos o disposiciones a actuar va forjando, dependiendo de sus metas y de lo que considere bueno.

Esto que es una verdad para la filosofía clásica, lo corrobora hoy la neurología. Se sabe que una característica del cerebro es la plasticidad y que ello significa, en parte, que el hombre puede cambiar su actuar y crear nuevas costumbres, lo cual produce un cambio en el cerebro. Esta plasticidad es mayor en los niños, sin embargo, está demostrado que se encuentra hasta el final de los días de una persona. Por lo tanto, frases como “Soy así, no hay nada que hacerle” o “Me encantaría, pero no sé hacerlo” parecen no tener asidero científico.

Claro que tampoco es llegar y cambiar, pero los neurólogos nos ayudan con algunos tips:

- Primero, se sabe que los hábitos que tienen una recompensa inmediata se graban más fácilmente, pues eso motiva a la persona.

- Segundo, es necesario repetir y repetir el acto. Al principio, cuesta, pero de a poco eso que parecía imposible se va haciendo costumbre.

- Y tercero, el ambiente es muy importante, porque en el ser humano es potente la imitación.

Entonces, si de verdad se quiere dejar un hábito perjudicial, tal vez es necesario cambiar de ambiente. Y si se quiere emprender algo que parece muy difícil -como hacer deporte por primera vez en la vida- lo mejor será unirse a un grupo de entrenamiento con quienes animarse y comprometerse.

¿CÓMO TE DEJÓ ESTE ARTÍCULO?
Feliz
Sorprendido
Meh...
Mal
Molesto
ESTADÍSTICAS: APOYO A FRASES DE ESTE ARTÍCULO
Estas estadísticas sólo se le muestran a los usuarios que ya han dado su opinión con un click sobre alguna de las frases rojas destacadas en el texto del artículo.
Comentarios
Yari Lagues | 2013-03-22 | 01:25
1
Excelente columna, muy interesante, creo que la idea de "somos lo que hacemos" es algo que muy pocos nos dedicamos a pensar, hay acciones que las cometemos de manera inconsciente, la famosa costumbre o rutina (palabras bastante sobrevaloradas hoy en día) y sin darnos cuenta nos convertimos en esclavos de nuestras acciones.

Me parece interesante que la neurología esté inmersa en todo este tema de "los actos te definen", después de todo, es sabido que a nivel mundial, si algo no es estudiado por alguien "conocido" o por alguna ciencia "importante", no se toma realmente en cuenta, ojalá con esto algo tan sencillo como un "buenos días, gracias, permiso" se conviertan en hábitos de carácter global.

Saludos :)
responder
denunciar
apoyar
Alexander Bustos | 2013-03-22 | 11:48
0
El ambiente, creo yo, es lo más importante para lograr cambiar. Dime con quien andas y te diré quien eres, dice el dicho... hay que saber elegir el mejor ambiente!
responder
denunciar
apoyar
Laura Badilla | 2013-03-22 | 12:58
3
Siento que puedo apoyar este artículo a través de mi experiencia: tuve depresión muchos años desde mi adolescencia y eso me perjudicó a mí y a mi familia. Los médicos dijeron que era "congénita" por lo que tendría que tomar antidepresivos toda la vida. ¡Eso sí que me deprimió!
Al final me dije que no podía ser, que no iba a permitir que mi vida siguiera así y a través de un fuerte trabajo interno y mucha determinación logré salir adelante y ahora soy una persona completamente nueva (quienes me conocieron antes y ahora apenas me reconocen).
Además el artículo tiene razón en dos cosas que no son nada simples:
- El apoyo del entorno: mi familia mi apoyó, pero conozco a muchas otras personas que sin el apoyo de sus familias o parejas abandonan el camino de sanación dado que no se quieren alejar de ellos. Por mi parte tuve que terminar con mi pareja de ese momento porque él no comprendía mi cambio. También tuve que cambiar de carrera y trabajo un par de veces para poder encontrar algo que me ayudara a surgir y no quedarme pegada en los comportamientos pasados.
- Repeticiones: mil y una veces me he equivocado y vuelto a las acciones anteriores y mil y dos veces he vuelto a intentarlo. Cada vez es menos difícil, pero si uno está decidido a estar bien, todo esfuerzo vale la pena.
responder
denunciar
apoyar
Luz Edwards | Periodista | 2013-03-23 | 15:55
1
Laura, ¡muchas gracias por tu testimonio! Y es muy interesante lo que cuentas sobre la depresión "congénita". Tengo ya medio pensada una columna sobre el tema de lo genético y lo hereditario, pues está demostrado que los genes pueden estar pero no EXPRESARSE. O pueden expresarse en un momento y luego, por cosas ambientales o de voluntad de la persona, silenciarse.

Es alentador escuchar cómo has logrado tener la vida que quieres y no quedarte de brazos cruzados ante un diagnóstico. Gracias nuevamente por compartir tu historia!!!
responder
denunciar
apoyar
* Debes estar inscrito y loggeado para participar.
© 2013 El Definido: Se prohíbe expresamente la reproducción o copia de los contenidos de este sitio sin el expreso consentimiento de nuestro representante legal.