Los 257 alumnos de prekinder a octavo básico de la Escuela Ciudad de Lyon (El Bosque) afinan los últimos detalles para mostrar lo que aprendieron durante octubre. Este miércoles presentarán sus trabajos y no hay tiempo que perder.

El panorama a esta hora en la escuela es muy distinto a lo que probablemente ocurre en otros colegios: niños sentados frente a un profesor escuchando materia, mientras otros conversan, bostezan o simplemente no están ni ahí. Algunos podrían pensar que esto ocurre porque son flojos o que les falta disciplina, pero al parecer el motivo es otro. La falta de motivación.

En cambio en Ciudad de Lyon, los niños de primero básico están trabajando con los de cuarto en el patio del colegio preparando la presentación de su proyecto de lombricultura con cola fría y palitos de helado de colores, los de quinto recolectan botellas plásticas para mostrar cuántos litros de agua tiene un metro cúbico y los de kínder terminan los dibujos de los insectos que pudieron ver en el jardín durante las últimas semanas.

En El Definido ya te hemos contado sobre un método que está cambiando la forma de enseñar y que ha sido bastante exitoso: el aprendizaje basado en proyectos (ABP). Este busca cambiar el actual método por uno en el que se potencie el aprendizaje de los estudiantes, se logre capturar sus intereses y se les permita desarrollar distintos tipos de habilidadespara el siglo XXI.

¿Cuántas veces oímos a los escolares preguntarse para qué les sirve lo que están “pasando” en el colegio?

Esta pregunta no tiene sentido con el ABP, porque la materia que se aprende está conectada con su vida o el mundo. Los alumnos tienen la posibilidad de aprender mientras investigan sobre un tema y lo exploran por sí mismos.

Es por esto que cuando a la Escuela Ciudad de Lyon le ofrecieron participar en el plan piloto de ABP impulsado por Educación 2020 y el ministerio del Medio Ambiente, no lo dudaron. “Era un desafío incorporar a toda la escuela en este proyecto”, asegura a El Definido la jefa de UTP de la escuela, Emilia Pagliettini.

Significaría un esfuerzo enorme, sobre todo de parte de los profesores que tendrían que estar durante meses capacitándose, pero valdría la pena.

Entonces, cada ciclo recibió un tema en el que debían trabajar en todas las materias (matemáticas, lenguaje, historia, arte, inglés, etc.) por separado, pero con un objetivo común. Ahí estaba el desafío, porque debían coordinar cómo abordaría el proyecto profesor en su respectiva asignatura y que al mismo tiempo se adecuara a objetivos de aprendizaje del ministerio de Educación.

Desde mayo que todos los profesores estuvieron recibiendo la capacitación de Educación 2020 para tener las herramientas necesarias para comenzar a trabajar en los proyectos con sus alumnos. Empezaron desde cero, porque no sabían de qué se trataba este método, pero con el apoyo de profesionales conocieron en qué consiste el ABP, planificaron cómo sería el trabajo, coordinaron qué se vería en cada materia y cómo lo harían y también prepararon rúbricas para poder evaluar a los alumnos durante el desarrollo del proyecto.

Hoy están orgullosos y notan que los estudiantes están mucho más motivados. “Los niños han mejorado su disciplina y se nota”, dice Pagliettini.

El APB, significó además un cambio en la relación entre los profesores de la escuela, ya que tuvieron que coordinar qué vería cada uno en su clase. “Somos un equipo y así lo sentimos. Ha sido muy positivo, muy bueno en la comunicación y en la convivencia”, asegura Dora Garrido, profesora de matemáticas de la escuela.

Seres vivos, lombricultura e importancia del agua

Y tú, ¿podrías vivir sin agua? (5° a 8° básico), ¿Quiénes habitan nuestra escuela? (PK y K) y ¡A valorar las lombrices! (1° a 4° básico), son los tres proyectos en los que trabajaron desde principios de octubre hasta ayer todos los alumnos del colegio en las distintas asignaturas.

Cada temática era abordada en las distintas materias desde diferentes puntos de vista, si en matemáticas hacían gráficos para calcular el gasto del agua en las duchas o calculaban cuánto demora una gotera en juntar medio litro de agua, en lenguaje escribían discursos o noticias y en historia investigaban cuál era el rol del agua durante la colonia y cómo se conseguía, por ejemplo. Así, durante tres semanas y media trabajaron en el proyecto todos los días de la semana.

Jordan Carrasco, alumno de 8° básico de la Escuela Ciudad de Lyon asegura que la forma en la que han estado aprendiendo durante este tiempo los tiene motivados. “Nos ha servido a nosotros para aprender sobre el cuidado del agua, para poder darse cuenta de que sin el agua no somos nada. Ahora se arman grupos, hablamos del tema y hacemos actividades sobre eso”, nos explica y agrega que incluso crearon una cuenta de Twitter para dar a conocer su causa. En este link puedes ver el trap por el agua que publicaron en la cuenta @MeEnoja2017. 

Dora Garrido, una de las profesoras de matemáticas del colegio, cuenta a El Definido que este cambio ha sido complejo, pero satisfactorio y a la vez desafiante, porque ellos como profesores tenían una estructura que sus alumnos conocían y a la que estaban acostumbrados. A pesar de eso, hoy los ve mucho más entusiasmados y con ganas de hacer cosas. “Me he dado cuenta de que hay niños que tienen otras habilidades”, dice Garrido.

Algunas cifras que avalan el método