adultos mayores, educación, universidad, china
Imagen: César Mejías

Nunca es tarde: abuelitos chinos se pelean los cupos para entrar a las universidades de mayores

Cada día son más los adultos mayores que quieren entrar a la universidad en China. Ya sea para aprender a tocar piano, danza, inglés o sacar un título universitario, millones de personas de la tercera edad nos demuestran que nunca es tarde para aprender.

Por Romina Diaz | 2018-09-05 | 07:00
Tags | adultos mayores, educación, universidad, china
“He estado estudiando por más de una década, tengo clases todos los días de lunes a viernes. ¡Siento que me estoy volviendo cada vez más joven!" (Chen Yulan, alumna de 70 años de la Universidad para Adultos Mayores de Shanghái).
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En los dos edificios amarillos de la Universidad para Adultos Mayores de Shanghái, se realizan más de 90 clases todos los días. Pasando por los pasillos se escucha a gente leyendo en inglés, tocando instrumentos, opinando en clases, etc.; un ambiente típico de cualquier universidad, solo que con alumnos que en promedio tienen 70 años.

El año pasado en China se matricularon 8 millones de viejitos en universidades para la tercera edad, lo que equivale al 3% de los mayores de 60 años del país.

“Muchos ancianos se sienten vacíos después de jubilarse, pero a mí no me pasa”

En los 80s aparecieron las universidades para personas de la tercera edad en China, y con el tiempo, su éxito ha ido creciendo. Según The Economist, grupos de adultos mayores hacen filas varias veces al año y hasta acampan en la noche esperando obtener un cupo en las universidades especializadas en su educación. Estas ofrecen distintos tipos de cursos; como danza, herramientas para navegar en internet, inglés y otras disciplinas más tradicionales.

Alrededor de 10.000 personas estudian en la Universidad para Adultos Mayores de Shanghái, fundada en 2001, donde la edad promedio es entre 65 y 70 años. Al igual que muchas otras instituciones del mismo estilo, buscan crear entornos de aprendizaje y mejorar la calidad de vida de los mayores. Personas que cuando dejaron de trabajar decidieron usar su tiempo en seguir estudiando y aprendiendo.

“Muchos ancianos se sienten vacíos después de jubilarse, pero a mí no me pasa", dijo a Sixth Tone la alumna de 69, Liu Tian, que hace tres años está aprendiendo a tocar piano.

Hay quienes estudian para obtener uno de los títulos que ofrece la universidad, pero también quienes toman cursos de su interés solo por aprender. Liu Tian siempre quiso tocar piano, pero cuando chica no tuvo la oportunidad. En la Universidad de Shanghái tomó clases y ensayaba cinco horas todos los días, lo que le dio las herramientas para dedicarse a lo que hace hoy: le enseña a niños a tocar piano.

Son personas que aún tienen metas después de jubilarse, explica el vicepresidente de la Universidad de Shanghái para Adultos Mayores, y dice que hoy hay mucha demanda porque los recién jubilados están mejor educados y no se conforman solo con descansar.

En estas universidades, la mayoría de los cursos cuestan entre 150 y 300 yuanes (15 mil y 30 mil pesos chilenos) por todo un semestre. La Universidad de Shanghái tiene alrededor de 160 cursos disponibles, a los que no solo se va a aprender, sino que también a conocer gente con los mismos intereses. Así, crecen sus grupos de apoyo, lo que puede ser esencial en la vida de los más viejitos, que por lo general en China solo tuvieron un hijo.

Chen Yulan es otra alumna de esta universidad. Tiene 70 años y va a distintas clases en la semana. “He estado estudiando por más de una década, tengo clases todos los días de lunes a viernes. ¡Siento que me estoy volviendo cada vez más joven!", dice.

Más y más abuelitos en China

El 60% de la población mundial vive en Asia, y el 19% en China, según el informe de la ONU, “Perspectivas de la Población Mundial” (2017). Dentro de este grupo, hay un alto porcentaje de ciudadanos con más de 60 años; alrededor de 241 millones hasta finales del año pasado, lo que equivale al 17,3% de la población. Y se espera que aumente a 437 millones o al 35% de la población, para el 2050.

Se habla de que en China hay un desequilibrio demográfico que fue consecuencia de la política de un solo hijo por pareja, aplicada entre 1979 y 2016. Este desequilibrio resultó en el “fenómeno 4-2-1”, es decir, un hijo haciéndose cargo de sus dos papás y de cuatro abuelos.

La primera de estas universidades apareció en China en 1983 y desde entonces han aumentado a un total de 70.000 a lo largo del país. Además, para el 2020 se espera que haya una universidad para adultos mayores en cada condado (división administrativa), es decir al menos 2.862 más.

Uno de los objetivos es ayudar a mejorar la salud mental de los adultos mayores, lo que podría disminuir sus tasas de suicidio y de depresión. El 40% de los ancianos de China muestran síntomas depresivos y se suicidan cinco veces más que el resto de la población. Por lo tanto, esta podrá ser una solución atractiva para quienes se sienten solos.

No solo en China

La idea de universidades para los más viejos, comenzó en los años 70s en Francia y posteriormente en el Reino Unido se creó un movimiento internacional de universidades para la tercera edad (U3A).

Este comenzó en 1981 y desde entonces ha ido creciendo. A principios de los 90s se inauguraba una universidad para adultos mayores cada quince días en el Reino Unido. Actualmente, hay más de mil universidades que pertenecen a este movimiento y tienen alrededor de 400 mil miembros.

Tienen como objetivo incentivar a que los adultos mayores continúen estudiando y aprendiendo grupalmente sobre las disciplinas que les interesen. Definen a la tercera edad como las personas que no trabajan a tiempo completo y que tienen la oportunidad de aprender sobre lo que quieran.

¿Y en Chile?

En Chile hay varias escuelas de verano dedicadas especialmente a la educación de adultos mayores, pero programas universitarios hay solo tres, según Macarena Rojas, Directora del Programa Adulto Mayor UC.

Este último busca generar un espacio de interacción entre los mayores y la posibilidad de integrar nuevas redes sociales y desarrollar más su intelecto, posibilitando el “envejecimiento activo” que, como nos explica Macarena, consiste en que la tercera edad esté inserta en la sociedad. “Que tengan un espacio efectivo y real donde poder participar, mejoren su calidad de vida y algunas conductas de autocuidado. Que vean la etapa de la vejez como una etapa en que también pueden tener ganancias”, nos dice.

El programa comenzó hace 30 años y hoy tienen alrededor de 600 alumnos. Estudian hasta viejitos de 94 años, pero el promedio de edad está entre los 70 y 75. Como dato interesante, el 70% de los alumnos son mujeres, nos dice su directora. Tienen todo tipo de cursos, como historia y teología (dos de los cursos con más alumnos) hasta también bienestar y salud para personas de su edad.

No tienen la opción de obtener títulos universitarios, solo imparten cursos, talleres y charlas. Pero sacar una carrera es posible para quien quiera, de hecho, el año pasado 110 personas mayores de 55 años entraron a la educación superior con apoyo estatal.

Programas como el del Adulto Mayor UC hacen que las personas que normalmente ya están jubiladas, tengan otras actividades para invertir su tiempo, lo que según la directora mejora su calidad de vida y tiene repercusiones positivas en la imagen que los adultos mayores tienen de sí mismos.

“También sube su autoestima porque se sienten capaces de hacer una actividad distinta. A muchos les da susto volver a estudiar porque creen que no van a poder aprender, pero en realidad acá está todo especialmente diseñado para que ellos aprendan y se den cuenta de lo que pueden hacer”, agrega Macarena.

Algunos vuelven a trabajar después, sobre todo los que toman cursos de tecnología, por ejemplo, o de emprendimiento, pero la gran mayoría elige cursos para formarse en algo que siempre quisieron o mantener su mente activa y desafiada, nos dice la directora.

“Hoy sí hay ofertas de cursos recreativos para los adultos mayores, pero hay pocos donde se puede leer un libro y comentarlo, por ejemplo, o conversar sobre psicología, filosofía, y eso es lo que los alumnos encuentran acá en la universidad”, agrega.

Ya sea sacar un título universitario a los 70 o aprender algo que siempre quisimos, cada día queda más claro que no hay límites de edad para comenzar a estudiar.

¿Entrarías a una universidad después de jubilarte?

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