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Imagen: César Mejías

Las claves del caos monetario en Venezuela y la última (y criticada) propuesta del gobierno para hacerle frente

El país de Nicolás Maduro comenzó la semana con un feriado y un nuevo billete en su familia monetaria, que tendrá el complejo desafío de enfrentar a la asfixiante alza de precios en un país sumido en una hiperinflación descontrolada. ¿En qué consiste y cuál fue la reacción del público?

Por María Paz Salas @mpazsalasm | 2018-08-27 | 07:00
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“Como economista, puedo decir que la crisis económica ha llegado a tal punto como país que no hay manera de hacer cosas puntuales o aisladas que solucionen la debacle económica. Aquí hay que rehacer, resetear, hay que cambiar estructuralmente el modelo económico” (Miguel Velarde, economista y analista político).
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Si por estos días caminas por las calles de Caracas, podrías tener altas probabilidades de encontrarte un billete botado en el suelo. Podrías también ver billetes de 100 bolívares (que hasta 2016 fue el de mayor valor) abandonados a su suerte en basureros públicos.

El dinero en Venezuela ha venido perdiendo su valor gradualmente hasta llegar a un estado de hiperinflación, que es una inflación descontrolada, en la que los precios aumentan con mucha rapidez y, al mismo tiempo, la moneda pierde su valor real. En una economía hiperinflacionaria como lo es la venezolana, el poder monetario y la capacidad para obtener productos, es cada vez más limitada.

Este ha sido uno de los problemas más asfixiantes por los que han tenido que pasar los venezolanos en los últimos años, cuyo país también está estancado en una crisis política y social sin precedentes.

Una de las hiperinflaciones más altas de la región

La constante alza de precios dificulta las operaciones y transacciones básicas. Solo para hacerse una idea, veamos cómo ha aumentado la canasta básica en el último tiempo. De enero de 2017 a octubre del mismo año, tuvo un incremento del 550%. Es decir, aumentó de 832.259,95 a 5.594.119,73 bolívares en tan solo nueve meses. ¿Cómo se llega a una hiperinflación de estas características?

Los economistas explican que esto ocurre cuando hay un aumento muy rápido en la cantidad de dinero circulante que no es correspondido con el aumento en la cantidad de bienes y servicios. Eso genera un desequilibrio entre la oferta y la demanda y una desconfianza en la moneda.

Y el resultado se ve directamente en las calles. Según la  BBC, cuando hay hiperinflación, las personas tienen que cambiar su comportamiento cotidiano para protegerse. Las tiendas, incluso, cambian varias veces al día sus precios. Y la población busca refugio, por ejemplo, en los bienes de consumo duraderos, como los electrodomésticos, para no perder su valor adquisitivo. La situación también provoca que las personas empiecen a buscar una moneda extranjera más estable, como el dólar, por lo que se produce una “dolarización espontánea”.

El problema ha alertado a las autoridades monetarias del mundo. Incluso, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó una inflación de hasta un millón por ciento para Venezuela este año.

“Desde diciembre del año pasado y aunque venía arrastrando meses de inflación, Venezuela entró en un espiral hiperinflacionario, incluso hasta para los economistas más conservadores”, aseguró a El Definido el economista y analista político venezolano, Miguel Velarde, quien explicó que “eso es algo inédito para la historia de este país y es una de las hiperinflaciones más altas que ha tenido la región. Solamente se parece a situaciones como la de Alemania en 1923, a la de Zimbawe en 2008, es una catástrofe económica y social muy grande”.

El optimista plan de Maduro

El gobierno de Nicolás Maduro, por su parte, dejó de publicar las cifras oficiales hace tres años. Pero esta semana y para combatir el asfixiante problema, el mandatario chavista presentó confiado un nuevo plan económico para el país: su Programa de Recuperación Económica. “Este plan va a funcionar”, dijo el viernes en un mensaje televisado, asegurando que la medida será capaz de detener la creciente inflación que sufre el país hace años.

Para Nicolás Maduro, la causa de la hiperinflación siempre ha tenido que ver con factores externos y una llamada “guerra económica” impulsada por sus principales enemigos, Estados Unidos y las “mafias colombianas”, a las que acusa de realizar contrabando y especulación, lo que inflaría los precios a causa de un beneficio propio.

Pero para sus opositores, la situación económica tiene que ver más que nada con una gestión errónea por parte del mandatario (en el poder desde 2013) y su antecesor, el fallecido Hugo Chávez (1999-2013).

La primera novedad del plan con que Maduro pretende enfrentar este caos, es la creación de una nueva moneda: el bolívar soberano, que este lunes 20 de agosto entró en circulación en medio de la confusión y el escepticismo que recorren las calles venezolanas. Este bolívar tendrá un valor nominal de cinco ceros menos que el actual bolívar fuerte. También vendrá acompañado de todo un nuevo cono monetario (conjunto de monedas que existen y circulan simultáneamente en un país y que se describen en orden ascendente o descendente) para facilitar las distintas transacciones que una persona tiene que llevar a cabo cada día.

Como dijimos, una consecuencia directa de la hiperinflación es que la anterior moneda venezolana —el bolívar fuerte- dejó de tener valor. Es decir, si hace un par de años con esos billetes podíamos comprar una serie de cosas, por estos días, son prácticamente inservibles.

Uno de los mejores ejemplos (no solo para ilustrar, sino que también como un referente de superación) está en Cúcuta, a pocos metros del puente que divide la frontera de Venezuela y Colombia. Aquí, un artesano fabricaba bolsos, al menos en abril pasado, con billetes de 50 y 100 bolívares que según dijo a la BBC, “no valen nada”.

Hay que tener en cuenta también que en el mercado negro (o paralelo, al que recurren la mayoría de las personas) el bolívar fuerte tenía tan poco valor, que un dólar (664 pesos chilenos) se cambiaba a casi seis millones de bolívares fuertes.

El plan también incluye, entre otras cosas, una subida sin precedentes del salario mínimo, que actualmente estaba en 3 millones de bolívares fuertes y que ahora se elevará a 180 millones: 60 veces su valor actual y valorado en unos US$ 30 en el mercado negro (unos 19.900 pesos chilenos).

El nuevo billete genera dudas

¿Cómo se tomaron esta noticia los economistas? Lamentablemente, la mayoría estima que el plan está condenado al fracaso y que la medida no servirá para detener la subida de los precios. 

Al contrario, otros analistas sí creen que esto ayudará a las operaciones cotidianas. Pero al mismo tiempo advierten que el alivio será temporal, ya que es una suerte de medida que “maquilla” los graves problemas económicos. El riesgo está en que, si no se hacen cambios para atacar el origen del problema, la hiperinflación no se va a detener y en pocos meses, el bolívar soberano podría estar tan depreciado como lo está ahora el fuerte.

“Las últimas medidas del gobierno, de quitarle cinco ceros al nuevo billete, aumentar 36 veces el salario mínimo, no solamente no hacen nada para atacar los dos pilares más graves que genera una crisis económica, que es uno la hiperinflación y segundo, la pérdida del poder adquisitivo, es decir la pérdida del poder de compra del salario de los venezolanos. No solamente no solucionan en nada, sino que peor aún, podría profundizar y acelerar estos dos pilares de crisis económica, por lo cual yo estimo que el pronóstico de un millón de inflación del FMI para fin de año, se va a quedar corto y lamentablemente”, explicó Velarde a El Definido.

La Federación de Cámaras de Comercios y Producción de Venezuela (Fedecámaras), salió el lunes a criticar las medidas asegurando que “no representan ningún beneficio para incrementar la producción del país”.

Y sobre el ajuste de los salarios, aseguraron que “aunque son necesarios, al ser incrementado por 3.500% se hace inmanejable para una economía que no tiene niveles de actividad económica, ni el flujo de caja en las empresas para cumplir con el incremento”, por lo que si no se controla la hiperinflación, el impacto podría ser “totalmente contraproducente”.

¿Que podría sacar a Venezuela de la crisis? Los analistas concuerdan en que el mayor problema a resolver, es el descontrolado déficit público, es decir, que el país gasta mucho más de lo que ingresa. Para Velarde, hay que hacer una completa reestructuración del modelo económico que gobierna el país.

“Como economista, puedo decir que la crisis económica ha llegado a tal punto como país que no hay manera de hacer cosas puntuales o aisladas que solucionen la debacle económica. Aquí hay que rehacer, resetear, hay que cambiar estructuralmente el modelo económico”, opinó Velarde.

Y también mucha confusión

Desde el miércoles que los pagos electrónicos se normalizaron en Venezuela (el lunes fue feriado solo para tratar de enfrentar todo este enredo) y los cajeros automáticos se vieron asediados de largas filas de personas que buscaban obtener los nuevos billetes. Pero no es fácil cambiar de cono monetario de la noche a la mañana. 

Según reportó la agencia France Presse, muchos de los ciudadanos están viviendo momentos de confusión, ya que muchos se complican al momento de cobrar o pagar algo que antes tenía cinco ceros más en su precio. 

Los nuevos billetes deben convivir además con los antiguos, que ya sin valor, pueden ser usados casi exclusivamente para el transporte y la bencina (más barata del mundo). 

Solo el tiempo revelará los resultados del nuevo plan de Maduro. Uno que intentará cambiar el escenario hiperinflacionario pero que, lamentablemente, no ha venido acompañado por buenos augurios.

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