Hace seis años, uno de cada cinco niños y adolescentes tenía sobrepeso o era obeso en Ámsterdam. Este problema los alertó y por eso en 2012 dieron luz verde a un programa de largo plazo, que está abordando la situación en todos los ámbitos de la vida de los niños. Desde lo que pueden y no pueden tomar y comer en el colegio, hasta la capacitación de médicos para que hablen con los padres de los menores.

El plan Peso Saludable fue diseñado para que en el año 2033, la primera "generación saludable", celebre su cumpleaños número 18. ¿Lo lograrán?

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Una de las cosas que más se ha destacado de este plan en Europa, es que pudo, entre 2012 y 2015, reducir la cantidad de menores de 18 años con sobrepeso y obesidad en un 12%, y la mayor caída ha sido en los grupos socioeconómicos más bajos. Esto es un gran logro, porque ese es un segmento donde generalmente es más complicado lograrlo. ¿Por qué tanto?

Lamentablemente, por un tema de desigualdad. Es conocido que hay más obesidad en los sectores más pobres.

Y lo llamativo es que en Ámsterdam, gracias a este plan, los más pobres -que en este caso, son mayoría inmigrantes-, han disminuido sus índices de obesidad, pero también han mostrado tener un comportamiento más saludable, incluso que aquellos que tienen un buen peso.

Las autoridades detrás de este exitoso plan, están tratando de expandir la idea de que el comportamiento saludable es un comportamiento normal. Aquí te contamos algunas de las drásticas medidas que han implementado.

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En el colegio, ¡sólo agua!

Una de las primeras cosas de las que se tuvieron que despedir los escolares, fue de los jugos y bebidas, ¡ni siquiera jugos naturales! Los niños solo están autorizados a tomar agua durante los recreos.

Más horas para correr por los patios y sólo colaciones saludables

También, aumentaron las horas de educación física e incentivaron el juego activo al aire libre. Los almuerzos ahora deben ser saludables y las celebraciones de cumpleaños con comida chatarra, quedaron prohibidas.

Wilbert Sawat, coordinador y profesor de educación física de una escuela en Ámsterdam, cuenta a The Guardian, que esto último, en el colegio donde él trabaja, se había convertido en competencia, porque si para un cumpleaños un alumno llevaba magdalenas, para el siguiente, otro llegaba con magdalenas, jugo e incluso cupcakes y un juguete. Entonces, para frenar la situación, la escuela redactó una carpeta de golosinas saludables, como naranjas o zanahorias decoradas.

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Un trabajo educativo con los más grandes

El plan incluso contempla la educación sobre opciones saludables para los padres, porque la obesidad infantil en Ámsterdam, la están combatiendo entre todos.

Los profesionales de la salud (médicos) fueron entrenados para conversar con los padres sobre opciones saludables. Así, han podido establecer un trabajo en conjunto para mantener a todos los niños que tienen sobrepeso u obesidad, a la vista y bajo cuidado.

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En los vecindarios más pobres, están animando a voluntarios a hacer algo al respecto. Han organizado clases de cocina saludables con niños, jornadas de ejercicio y también hay algunos que acompañan a los niños con sobrepeso al supermercado, para mostrarles opciones de comida más saludable, a las que pueden acceder.

Y nadie se salva de este plan, porque incluso le han pedido a los almaceneros y a las grandes corporaciones de alimentos que cooperen con esta causa ofreciendo a los niños opciones más saludables.

También decidieron prohibir que las compañías de comida chatarra puedan poner anuncios en el metro o patrocinar eventos deportivos.

Mejor prevenir que lamentar

Este es también un plan preventivo. Como los primeros años de vida forman la base para la salud del futuro de las personas, hay un programa complementario a este, que está enfocado en los primeros mil días de la vida de los niños. Están alentando a las mujeres a llevar una vida saludable durante el embarazo y a ofrecerle un estilo de vida sano a sus hijos desde que nacen, hasta que cumplan mil días (un poco más de dos años y medio).

"Queremos que todas las abuelas, abuelos, tías y todos sepan lo importante que es un estilo de vida saludable durante este período", explica la directora de proyectos del programa, Marianne Maheiu.

Dentro de las medidas, hay enfermeras que realizan visitas domiciliarias para ofrecerle orientación a la madre sobre dieta, ejercicio u otros.

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Ámsterdam y otras ciudades o países lo están logrando, están acabando con la obesidad infantil, porque esta es una situación grave, pero que, con un buen plan y medidas, se puede revertir. No es algo que suceda de un día para otro, porque se necesita crear un cambio cultural enorme, que puede tomar años.

Pero buenas políticas públicas, como la de Ámsterdam, nos demuestran que con un plan, pensado a largo plazo, que involucre un trabajo preventivo con los más pequeños y uno educativo con los más grandes, se puede evitar que más niños lleguen a tener sobrepeso u obesidad, además de ayudar a aquellos que lamentablemente ya llegaron a ese punto.

¿Te gustaría imitar alguna de las medidas en Chile?