*Esta nota fue originalmente publicada en 2013.
Lo vimos ya en una columna pasada: no necesitas tener un tremendo sueldo o ganarte el loto para poder viajar, sino que lo puedes hacer con unas pocas lucas y muchas ganas.
Sin embargo, una vez que ya está tu pasaje comprado, viene uno de los aspectos más críticos de toda la operación: ¿Qué llevo? Para varios, hacer la maleta puede ser un real dolor de cabeza.
¿A cuántos no les ha pasado de que empacan una chorrera de ropa para viajar y al final terminan usando un par de poleras y un pantalón? (Tanto hombres como mujeres). Todo ese espacio que ocupaste con ropa que nunca te pusiste lo podrías haber usado en recuerditos para la vuelta o simplemente en viajar con menos peso.
¿Me conviene llevar chaleco o chaqueta, shorts o jeans, chalas o botas? El primerísimo paso es investigar el clima y el tipo de lugar al que vas. Si vas la Patagonia, por ejemplo, probablemente quieres llevar prendas abrigadas (especialmente en el invierno), mientras que si vas a Brasil o al Caribe, vas a necesitar menos ropa.
Por otro lado, aunque sea verano, si eres mujer y estás yendo al Medio Oriente, lo más probable es que sea difícil usar shorts o mini faldas, mientras que en el sudeste asiático es mal visto llevar los hombros a la vista. La forma de vestirse varía dependiendo del país que se visite y es importante no pasar a llevar los valores de las sociedades que visitas.
Hay muchas otras opciones además de maletas: desde mochilas y sacos de lona a bolsos para hacer ejercicio. En lo personal, para muchos viajes de una semana he llevado una pura mochila, donde me cabe la cámara, un par de poleras, un short, un par de calcetines, las chalas y un par de calzoncillos. Las zapatillas las llevo puestas, al igual que los pantalones, otra polera y polerón o chaqueta.
En cuanto a las bolsas de lona, son muy útiles pues puedes echar un montón de cosas dentro sin tener que andar clasificando u ordenando todo, pero el punto en contra que tienen es que a menudo todo termina revuelto y el material puede ser fácilmente rajado con un cuchillo o punzón (especialmente cuando se está viajando en bus).
Es útil preguntarse cuánto vas a moverte de un lugar a otro y en qué condiciones. Si lo tuyo es un viaje netamente de negocios, en que te moverás de aeropuertos a hoteles en taxi, una maltea con ruedas es ideal. Pero el mismo accesorio puede volverse una pesadilla si lo tuyo es una aventurera travesía por regiones recónditas, donde vagarás en busca de un hostal por calles de tierra; allí, una buena mochila de mochilero, llevada cómodamente en la espalda, es lo más indicado.
El viajero novato muchas veces sobrecarga su maleta por temor a quedarse sin ropa limpia o una serie de accesorios personales que cree indispensables, pero que, sin embargo, no es necesario trasladar miles de kilómetros cuando se pueden conseguir en el lugar de destino. Antes de hacer la maleta, toma en cuenta estos consejos:
- Las mujeres tienen que llevar más equipaje porque usan más ropa
No necesariamente. Es más; a menudo vestidos y poleras femeninos son más livianos y pequeños que los masculinos y más fáciles de empacar. La pregunta del millón es: ¿Es necesario llevar tantos vestidos y prendas? El testimonio de mujeres viajeras con experiencia a menudo señala que no y elegir colores de ropa que combinen entre ellos ayuda a este fin. Es más, muchas (incluida mi pareja) se sorprenden con lo fácil que es viajar con menos pilchas en la maleta, lo cual te da más libertad de comprar cosas durante el viaje sin preocuparte de que no te vayan a caber.
- ¿Es posible hacer viajes extendidos con nada más que una modesta mochila con cosas?
Sí. En el blog en inglés Zenhabits.net, una familia describe cómo hicieron un viaje de tres semanas por Europa con cinco niños, llevando nada más que una mochila cada uno. ¿Cómo lo hicieron? Simplemente cambiándose menos de ropa y lavando los recambios entre medio. Al mismo tiempo, conozco varios rambos (y rambas) que se han pegado viajes de varios días con nada más que una polera extra y un cepillo de dientes.
La cantidad de cosas que quieras llevar es algo netamente personal (un pariente cercano mío alguna vez llevó a cuestas una radio de las grandes durante el circuito largo de Torres del Paine). Lo que sí, el llevar menos cosas te va a ahorrar dolores musculares, de cabeza y evitar problemas como que se te queden o pierdan cosas durante el viaje.
A fin de cuentas, la idea del viaje de placer es, precisamente, pasarlo bien, disfrutar y traer lindos recuerdos de vuelta al hogar.