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Imagen: César Mejías

¿Queremos sellos? Las dos posturas ante la Ley de Etiquetado

El gremio de alimentos AB Chile rechazó la forma en que la ley está hecha, cuestionando la decisión de medir desde los 100 gramos y no por porciones. Su campaña está dando que hablar y aquí te mostramos sus planteamientos y también la otra cara de la moneda.

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Hace unos meses se implementó la nueva Ley de Etiquetado de Alimentos, y con ella llegaron los singulares disco PARE en negro: alto en azúcares, alto en calorías, alto en grasas saturadas y alto en sodio.

Vimos en los supermercados como nuestros alimentos favoritos se llenaban de negro, algunos con una etiqueta y otros con las cuatro juntas.

“¿Me he estado alimentando tan mal?”. Quizás más de alguno se lo cuestionó. Y cuestionaron, más aún, cuando las galletas de soda, un clásico para cuando estás enfermo de la guata o a dieta, también tenían una etiqueta negra. ¿Qué tan acertado o útil es entonces el etiquetado?

El gremio de Alimentos y Bebidas (AB Chile), fue uno de los que decidió llevar su cuestionamiento un poco más allá y lanzaron hace unos días la campaña “Hagámoslo bien”. Un video, en el que participan grandes rostros de la televisión chilena, como Luis Jara y el chef Yann Yvin, y como si no bastaran, también deportistas de alto rendimiento del país: Carolina “crespita” Rodríguez e Isidora Jiménez.

“Todos queremos que en Chile se coma más sano, pero eso no está claro”, sentencia el video que se viralizó hace unos días y que está dando bastante de qué hablar. El gremio, dijo haberse basado en la última encuesta Cadem, donde el 60% de los chilenos cree que la ley de etiquetado no ayudará a disminuir los índices de obesidad. Además, otro 52% afirmó que no dejó de comprar alimentos con las etiquetas.

La gran y principal crítica del gremio, es al reglamento y su forma de medir el nivel de azúcares, calorías, grasas saturadas y sodio, argumentando que una persona jamás se comería la cantidad que se tasa de los alimentos para advertir sobre sus altos niveles (100 grs.). ¿De qué se tratan las críticas que se le hacen a la ley y cómo responden quienes la apoyan?

Las cinco propuestas de la oposición a esta ley

En la página web de la campaña, resumieron su objetivo en cinco propuestas que les mostraremos aquí, que según ellos, son las necesarias para que las personas puedan entender bien lo que están consumiendo y el impacto que puede tener en ellos.

Sin embargo, como todo en la vida, existen distintas posiciones y por eso también les mostraremos la otra cara de la moneda. Hablamos con Paolo Castro, nutricionista experto en políticas públicas de alimentación, quien participó en el diseño de esta ley estando en el Ministerio de Salud (Minsal), y por ende, defiende su aplicación actual. ¿Con cuál postura se quedan?

1. “Establecer límites de nutrientes por porciones y no por 100 grs. o 100 ml. Midamos lo que realmente estamos comiendo y tomando”.

La campaña, como ya habíamos mencionado, ejemplifica con distintos alimentos el cómo uno no se comería el paquete completo, por lo que jamás esa etiqueta negra de “alto en” nos afectaría. Uno de los ejemplos es con un pan de mantequilla, al que Isidora Jiménez manifiesta que es absurdo poner toda la mantequilla en el pan, cuando uno está comiendo.

Paolo Castro explica que efectivamente una persona no se comerá en un solo día o en una sola comida, la cantidad total de los alimentos que se compra, pero considera que la información que ahí aparece con el etiquetado es correcta.

La persona, si todas las semanas consume el producto, tendrá altos índices de sodio, calorías o azúcares, ya sea que se coma todo en un día o en una semana. La idea del etiquetado es que las personas tomen conciencia de lo que consumen y elijan las mejores opciones, o en su defecto que no abusen en la cantidad de dichos productos, nos dice.

2. “Definir las porciones de los productos en el desarrollo de alimentos con criterios nutricionales"

Para la campaña, es muy relevante que los productos estén definidos por porciones, y cuáles serán dichas porciones, y sus criterios nutricionales. Es decir, que estén constituidos de forma correcta y con la información pertinente para que el consumidor pueda tomar la decisión al momento de comprar.

Aun así, Castro explicó que sí existen criterios nutricionales. “La regulación se va adaptando a los tiempos; hace 10 o 20 años no teníamos etiquetado nutricional. Hoy en día tenemos el etiquetado, tenemos descriptores positivos, existen mensajes saludables, y además existen los 'altos en', que pueden determinar al momento de la compra. Es decir, que existe la información pertinente para que el consumidor, al momento de comprar, pueda tener a mano todos los criterios nutricionales que se necesitan para tomar una buena decisión.

3. “Implementar un plan de reducción de nutrientes que involucre el trabajo conjunto de la industria y las autoridades”

Los alimentos que exceden, según el reglamento de hoy día, el máximo de ciertos nutrientes que pueden ser dañinos para la salud, siguen en el mercado a pesar de tener los sellos. Lo que la campaña propone es un trabajo conjunto entre las autoridades y las industrias para que, en vez de etiquetar todo, buscar la reducción de dichos nutrientes en los alimentos, lo que consideran, favorecería de mejor forma al consumidor.

"Junto con proponer un cambio al parámetro de medición, pasando de los 100 gramos o ml a porciones, hemos propuesto que se definan las porciones de los productos según parámetros nutricionales en un trabajo conjunto con el Ministerio de Salud", explicó Rodrigo Álvarez, presidente de AB Chile.

Por su lado, Castro explicó que la Ley de Etiquetado busca, también, un cambio en la industria de alimentos en cuanto a los nutrientes que entregan, y que ese es uno de los objetivos del etiquetado. Más que un trabajo conjunto de planificación, se busca fomentar que las empresas mejoren y se adapten para no tener los sellos, y que es por esa razón que “es una política de salud pública y no es una política de economía”.

4. “Utilizar elementos positivos de la información nutricional que ayuden al consumidor a discriminar positivamente entre productos”

Desde la campaña critican que el reglamento solo hace que el consumidor desconfíe del etiquetado, puesto que al ver los productos con sellos, por ejemplo, “alto en calorías”, no tiene la información de cuál de todos ellos es el que necesita, o cuál es mejor consumir, ni da espacio para que la persona se detenga en ver los elementos positivos que sí puede tener el producto.

El ex nutricionista del Minsal, explicó que la Ley de Etiquetado y su reglamento buscan, efectivamente, que el consumidor pueda discriminar entre productos. “Lo que hace la ley es muy importante; transparenta la información, y un consumidor bien informado tiene la capacidad de elegir si desea, o no, comer eso”, explicó.

Sin embargo, también dijo que la forma en la que hoy está funcionando la ley no será siempre igual, declarando incluso que “el reglamento sigue avanzando y al 2019 se hará más estricto, y ahí recién vamos a conocer la verdadera cara de los alimentos”.

5. "Ejecutar campañas de educación nutricional con una mirada de largo plazo, coordinando mensajes y planes entre los diferentes actores de los sectores público y privado”

La ley, como ya sabemos, también contempla el combatir los índices de obesidad infantil que hay en el país. Es por eso, que tanto quienes están detrás de la campaña Hagámoslo bien y quienes están de acuerdo con la ley con sus características actuales, coinciden en que falta educación nutricional.

De hecho, Castro dijo que hoy los nutricionistas están buscando la forma de insertarse en los colegios para asesorar no solo a los kioskos y los casinos, sino también a las autoridades y a los apoderados, sobre la información nutricional de los alimentos. Esto para que se "permita una bajada real y concreta al punto más débil que tienen hoy en día la implementación de la ley”, dijo, refiriéndose a la desinformación que existe en la comunidad para frenar la obesidad.

Las otras miradas críticas a la ley y a la campaña

La campaña ha causado tanto revuelo, que diferentes sectores políticos han salido a defenderla, mientras otros a criticarla. La principal crítica y acusación al gremio, es que se buscaría boicotear la ley más que aportar a una posible mejora. Se acusa de una técnica para echar abajo una ley que les perjudicaría directamente al gremio.

“Esta es una campaña sustentada en el interés económico”, dijo el senador PPD, Guido Girardi, quien además es uno de los miembros de la Comisión de Salud de la Cámara Alta. Aseguró que lo que estaba haciendo no era informar, sino una “campaña del terror, de desinformación”.

Sobre esta opinión, desde el gremio lamentaron la posición que se tomó con la campaña. "Nos llama profundamente la atención la agresividad de la respuesta de las autoridades, pues la campaña no es un boicot a la ley si no una invitación a hacerlo bien. En ningún caso hemos planteado que la ley no debiera existir o que se debieran eliminar los sellos, sólo hemos hecho un llamado de atención respecto a los primeros resultados que se están viendo en los consumidores", dijo Rodrigo Álvarez, presidente de AB Chile. 

Por su lado, el presidente del Colegio de Nutricionistas, Samuel Durán, explicó que también veía un boicot, y que lo que el gremio con su campaña pedían de que se midiera con porciones, no era posible, porque no son estándar. “La experiencia internacional dice que éstas son manipulables y en otros países lo que ha hecho la industria es achicar los productos para quedar libres de ellos, aunque sigan siendo altos en nutrientes críticos”, explicó.

Sin embargo, la oposición no se quedó sin dar sus opiniones. La diputada independiente, Karla Rubilar recordó que ya se había advertido de que esto iba a pasar: “Si todo alimento tiene sello negro, no sirve de nada. Las personas consumen por porciones, no por 100 gramos, entonces en la práctica, si todo tiene sello no se puede comparar, y se deciden por los alimentos más baratos”.

El senador Francisco Chahuan (RN), dijo que era legítima la campaña y la posición de la industria porque “hay que reconocer que la ley está teniendo problemas. Por ejemplo, ha desincentivado la generación de productos light porque igualmente tienen sellos”.

A pesar de que las opiniones estén bastante divididas, lo bueno que se puede rescatar es que tanto los pro a la ley como la oposición, buscan velar por lo mismo: ciudadanos más informados y buscar la mejor forma de combatir la obesidad en el país. 

¿Influyen los sellos en nuestras compras?

Se han realizado diversas encuestas luego de aplicarse la Ley de Etiquetado para ver cuánto han influido los sellos en el comportamiento de los consumidores. ¿Influyen en la decisión de compra? Los resultados son variables.

En abril de este año, una encuesta reveló que el 54% de quienes leen etiquetado dice que influye en su compra. Otro sondeo en julio, indicó que solo el 31% de los consumidores cambió de marca. Ya en septiembre, una nueva encuesta a 3.000 consumidores mostró que más de la mitad de los consumidores redujo sus compras o cambió de marca de los alimentos "altos en", y que el 21% dejó de comprar esos productos. Otro estudio indicó que, aunque las principales cadenas de supermercados no tienen aún un balance final, hasta el momento, no han bajado demasiado las ventas de los productos con sellos negros.

Queda pendiente un estudio más global y extenso, que permita evaluar al menos a un año de la implementación si realmente los sellos "están haciendo su trabajo". Complementar su presencia con educación nutricional será clave para concientizar mejor a la población y lograr que Chile se alimente de manera más saludable.

¿Crees la Ley de Etiquetado esté bien hecha? ¿Qué opinas de los sellos negros “Altos en”?

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Comentarios
Gonzalo Villagrán | 2016-12-22 | 14:21
4
A mi en lo personal me ayuda el etiquetado a identificar de manera rápida los alimentos altos en azúcar o sodio. Ahora que se burlen del consumo de 100g, un paquete de frac tiene 170g y fácilmente me puedo comer uno, y sin considerar el resto de cosas que se puede consumir en el día.
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Jorge Quezada | 2016-12-23 | 08:37
2
De hecho, estaba leyendo el articulo mientras desayunaba una frac... Fui a compartir con mis compañeros para no comer el paquete completo.
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Yuel Amaro | 2016-12-22 | 13:32
1
Creo que es un parche absurdo a un problema mucho más complejo, considero que los discos donde aparece el porcentaje de "Nutrientes malos" en relación a los requerimientos nutricionales en función de la porción es lo correcto, los 100g son ambiguos en muchos casos, muchos no vamos a saber cuándo son 100g o en cuanto tiempo se ocnsumen 100g, la clave es la porción, la moderación según mi punto de vista.

Considero que, debería enseñarse a entender los etiquetados y aprender ciertas nociones de nutrición básica ya desde los colegios, en vez de decirle a la gente "caca eso", enseñarles a decidir de forma consciente.
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Marco Canepa | Editor | 2016-12-26 | 11:28
5
No puh, Yuel. No se trata de que "no comas 100 gramos en x tiempo". Da lo mismo si sabes o no cuánto son 100 gramos del producto.

Lo que te están diciendo es "Este producto tiene, proporcionalmente, mucho azucar. Es DENSO en azúcar". La idea con un producto con sello, es comer lo menos posible de ese producto o, si hay alternativas, cambiarlo por otro sin sellos.

Lo de que sea por cada 100 gramos es netamente para que la medición sea pareja y comparable entre productos (en el fondo, es un porcentaje). Si fuera por "porción", ahí sí que sería arbitrario. Tendrías un paquete de Tritón sin sellos (porque según el fabricante la porción son 2 galletas) y un paquete de Oreos con sello (porque según el fabricante la porción son 3 galletas), aunque ambas tengan la misma cantidad de azúcar.
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Marco Canepa | Editor | 2016-12-26 | 11:31
4
En todo caso, muy de acuerdo en que debe haber más educación nutricional. Pero ni la mejor educación sirve, si para poder aplicarla tienes que leer y comparar cientos de datos en cada tabla nutricional de cada producto que estás comprando.

Los sellos permiten ver eso de manera mucho más sencilla.
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Francisco Angel | 2016-12-27 | 12:46
0
Creo que es una exageración esa idea, bastante extendida, de "tener que comparar cientos de datos en cada producto". Sin discutir que sean o no cientos de datos, esa comparación puedes hacerla una vez, dado que las recetas no cambian todos los días.
Ejemplo, si determinas que las galletas x son más sanas que las y, en adelante comprarás las x. Cada tanto saldrá una galleta nueva y las comparas con la x, o miras si cambiaron las recetas. Ahí el punto, cada tanto, ¡no es necesario comparar cada vez que vas al supermercado!.
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Francisco Angel | 2016-12-27 | 12:52
0
Aclaro que nlo dicho antes no significa que esté en contra de los sellos en general.
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Javiera L | 2016-12-22 | 14:12
7
Si se cambia el etiquetado en base a porciones, entonces se debe hacer una estandarización de las mismas, porque es muy frecuente que las empresas manipulan las porciones a su antojo para que la información nutricional del producto se vea más saludable. Una botella de jugo watts de 300ml o bebida de 500ml dice, en general, que la porción es de 200ml. Claramente uno se toma la botella completa, pero hay que hacer el cálculo. Otras veces me ha pasado que comparo dos productos (por ejm dos yogures), uno tiene menos calorías que el otro (o menos grasa, menos sodio, etc), pero cuando te fijas las porciones que establecen son distintas, siendo el mismo tipo de producto!

Me parece que la estandarización de 100g es adecuada. Una estandarización se hace para que se pueda comparar entre productos. Si 100g de mantequilla de una marca tiene menos que la otra, mejor elijo la sin sellos. Si 100g de galletas de agua tiene sello, pero 100g de pan de molde no tiene, mejor elijo el pan de molde. Con porciones no se puede comparar, por lo mismo que dije antes: las porciones se establecen arbitrariamente y no con un stándar basado en lo que realmente comen las personas.
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Fernando Gomez | 2016-12-26 | 11:33
2
Estoy de acuerdo que los sellos sean en base a 100 grs. para así hacer más fácil la comparación. Un consumidor, al enfrentarse a comprar un producto de una marca que tiene sellos, versus una que no tiene sellos, y si el bolsillo de lo permite, debería elegir el sin sellos porque "hace mejor" y es el mismo producto que el otro.

El tema es que ese tipo de decisiones (sello vs. sin sello) ocurren una vez a las miles. La gran mayoría de las veces, ¡uno tiene que discriminar entre dos productos con sellos! ¿Cómo elegir entre uno que tiene 3, versus uno tiene 2? O si los dos tienen 3?... ahí es dónde surge el problema: ¿cuál es mejor/peor entre los dos, si los dos tienen sellos? Y no tengo sucedáneos o sustitutos a mi alcance (o el sin sello es ultra-caro)?

Aquí es dónde yo creo que el sello actual NO SIRVE. ¿Por qué no crear sellos de distintos colores? Uno amarillo, naranjo y otro rojo, siendo el rojo el "con más nutrientes dañinos". Porque admitámoslo, igual uno necesita mantequilla, mayonesa, bebidas, chocolate, galletas... entonces, si vamos sí o sí a comprar productos que "nos hacen mal", al menos ojalá que compremos el que nos haga "menos mal", ¿no? Los sellos negros no nos permiten hacer esta diferenciación. A lo mejor unos con colores, sí! Quizás esto se pensando para el futuro, como decía el entrevistado que estuvo involucrado en la creación de la política pública... Pero de que es mejorable esto de los sellos, ¡ES MEJORABLE!
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Joselin Rivas | 2016-12-26 | 13:45
0
Al igual que Fernando creo que hace falta gradualidad en los sellos, porque por ejemplo en el caso de los cereales TODOS tienen sellos, es muy difícil elegir.

Y también creo que hacen falta sellos positivos y así identificar de rápidamente los alimentos que son realmente buenos.
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Paula Nunez | 2016-12-27 | 07:33
1
Super de acuerdo, falta reflejar los grados de malo. En otras partes tienen sistema de estrellas 1-5 con la misma idea. Pero entre tener sello y no tener, prefiero tener y mejorarlos. La campaña de la industria parece tendenciosa y el argumento de las porciones es absurdo pq igual va a ser proporcionalmente "alto en".

El concepto que he extrañado en la discusión (y que en otro articulo del definido lo mencionan) es que existe la comida "normal", nutritiva, balanceada, etc. y existe la comida "ocasional" que es rica pero no saludable, como la típica comida de cumpleaños. Este concepto se lo enseñan incluso a mis niños en el colegio, porque no es terrible comerse un paquete de papas fritas con una fanta en el cumpleaños, lo importante es que sea solo de vez en cuando y no "normal".

En ese sentido los avances en las restricciones en los kioscos de los colegios es importante, porque la colación debiese ser comida "normal" nutritiva y saludable.

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Gonzalo Cornejo | 2016-12-22 | 16:03
0
y por qué no las dos?

Podria lhacerse algo intermedio : un tipo de sello, menos estricto que el actual, por los 100g y otro más estricto por porcion y normalizado. Si se encuentra fuera de norma : estandar de 100g mas estricto. Así la campaña se puede centrar en enseñar a la gente que lo mejor para combatir la obesidad es cerrar la boca, comer variado y en porciones prudentes... porque, incluso si comes frutas y verduras en cantitades imprudentes puededs terminar obeso.
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Felipe Figueroa | 2016-12-22 | 19:16
9
La idea de que el etiquetado sea en base a 100 gr es para que la gente pueda comparar ENTRE PRODUCTOS SIMILARES. Cuando quiero comparar dos yogurt por ejemplo, me sirve más saber cuál tiene más calorías/azucar/proteína por cada 100gr (unidad única y estandar), que sobre la porción, que cada fabricante pone como se le de la gana.
También existe el etiquetado por porción al lado del de 100 gr, es para que el fabricante tenga la capacidad de decir "esto es lo que yo te sugiero", y ellos se quedan tranquilos ante la sociedad de que en escrito quedó estampada su opinión valida ante notario de que "yo te dije que esto era lo razonable, si tu comes más, es problema tuyo".
Pero claramente, cuando estás haciendo una política de salud pública, no puedes establecer esos criterios en base a porciones arbitrarias que definen los mismo fabricante, tienen que hacerse mediante unidades estándares como los 100 gramos, porque si no la gente NO PUEDE COMPARAR ENTRE PRODUCTOS.
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Paula Nunez | 2016-12-23 | 07:14
2
Yo creo que el problema no son las porciones, es la falta de gradualidad y la exclusion de productos.

Es claro que entre usar azúcar refinada o miel para endulzar, la miel pueda ser mejor, o que sea mejor ponerle mantequilla de mani al pan que nutella; sin embargo eso no significa que la miel sea baja en azúcar (78%) o la mantequilla de mani baja en grasas (49%).

En cuanto a la gradualidad, con alto en azúcar sobre el 15%, categorías completas van a estar marcadas, como por ejemplo las galletas, pero es distinto una galleta con 16% de azúcar y una con 44%.
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Marco Canepa | Editor | 2016-12-26 | 11:35
2
Ahí hay un tema importante.

Creo que es importante que uno sepa que CASI TODAS las galletas son altas en azúcar, pero igual uno debería poder ver con facilidad cuáles son las peores.

Deberían haber 2 sellos, los negros para "alto" y otros rojos para "MUY ALTOS".
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Fernando Gomez | 2016-12-26 | 11:53
0
Dije algo parecido más arriba!
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Fernando Gomez | 2016-12-26 | 12:53
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Fernando Gomez | 2016-12-26 | 14:55
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Racuna Matata | 2016-12-23 | 10:57
1
Me basta con que tenga azúcar para descartar un producto, tenga sello o no. Diga light, bajo en grasas, alto en fibra.. teniendo azúcar descartado.

Por otro lado, un plato saludable es fácil y que sea caro es mito: 3/4 de vegetales variados y el cuarto restante alguna proteína (pollo, vacuno, pescado, huevos, etc). Todo sin etiquetas. Comprar en la Vega para economizar aún más.

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Paper Luis | 2016-12-23 | 13:29
3
Un paquete de tallarines sale mas barato que los 3/4 de vegetales. Y un par de panes sale aun mas barato...
Comer sano es mucho mas caro que comer mal...
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Racuna Matata | 2016-12-26 | 16:42
0
Una vuelta a la vega no más y te das cuenta que no es tan así el comentario. Además, hay que considerar el tiempo de cocción (se gasta energía = $$), y comer sano es una inversión a largo plazo para tu cuerpo.
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Javiera Velasquez | 2016-12-27 | 11:23
1
Creoque se está idealizando mucho aquí. Yo soy profesional y trabajo en horario ed oficina, en la zna norte de Santiago, y laúnica opción de ir a la Vega o a alguna feria es "perder" la mañana de un domingo, y considerando el poco tiempo libre que tengo, es una lata (a eso sumarle los que tienen hijos, y/o trabajan de lunes a sábado). Y así de poco tiempo, además, "perder tiempo" en cocinar.

A los casos así, nos queda ir al súper, y seamos honestos, la verdura del súper es mala! Sin gusto, cara, poca variedad. Así que, se termina optando por lo más rápido, ya preparado, y en ocasiones, que sea fácil de comer en la oficina, caminando o viajando (hola paquetes de galletas y bebidas/jugos embotellados).

Aclaro que "perder" lo pongo entre comillas, porque depende de cada uno. A mí me da paja, pero lo hago, sin embargo, otros lo consideran una pérdiad de tiempo que no vale la pena. Además, tengo la ventaja de que mis hermanos aún estudian, así que en general pueden darse el lujo de ir a comprar en la semana, les puedo encargar cosas, etc.
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Racuna Matata | 2016-12-28 | 16:33
1
También tengo horario de oficina, pero para mi no es perder el tiempo. Además me basta con cocinar una vez a la semana, personalmente no me aburre comer todos los días lo mismo.

Si algo es desabrido lo condimentas mejor y listo. Pero si lo ves como una inversión a largo plazo de tu propio cuerpo, que al final es lo único que realmente tienes. Las excusas no deberían ser mayores a los beneficios de buscar alimentarse mejor.
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Javiera Velasquez | 2017-01-09 | 10:17
0
Racuna, estoy de acuerdo contigo, pero es lo que veo entre colegas, incluso de mi área (medio ambiente). Estamos claros en que son excusas, pero se basan en las prioridades personales, y creo que ahí lo único que podemos hacer como "simples mortales" es predicar con el ejemplo, o de repente dar una sugerencia, que de verdad a veces no se les ocurre.

Por ejemplo, un colega acá es muy ingeniero y eso, pero no tenía idea de que la fruta y verdura del súper era más cara que la de la feria, o que su calidad y precio varía según el supermercado. Es de los que le cree a los gráficos y tablas, pero sobre la misma, no entiende que hay diferencia entre una ensalada lista del súper y la que hacía su mamá en el campo. Por eso creo que falta mucha educación "del sentido común".
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Paper Luis | 2016-12-23 | 13:30
5
Están bien los sellos: Por último hace consiente a la gente que se está envenanando.
O sea, yo considero que un alimento entre mas sellos tiene es mas rico, pero tengo claro el daño que me causa.
Y ojo, que acá nadie obliga a no comer algo, sólo se le transparenta la información. (Y si se asociaron las empresas es pq SI les ha afectado el bolsillo)
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Tomás Croquevielle | Colaborador | 2016-12-23 | 21:41
9
Veo un problema aquí: Acá no hay dos posturas, acá hay una política pública, como todas imperfecta, y una campaña financiada por la misma industria que se busca regular( dándole más información al consumidor) que busca la desinformación del consumidor. Aquí no hay un debate, no hay dos posturas igualmente validez. La industria inventó un debate y posicionó un tema que simplemente no existe. Como no lograron impedir la ley de etiquetado, y pucha que trataron, ahora buscar desligitimizarla inventado una supuesta "alternativa" que es poner etiquetas según porciones, algo que quedó descartado durante el debate de tramitación de la ley por que sabe( por experiencia internacional) que eso dejaría un vacío más grande aún que la industria rápidamente aprovecharía, achicando las porciones. Por favor que nadie se compre este gran tongo de la industria y sus mentiras.

Es como el tema del calentamiento global, la industria perjudicada busca inventar un "debate" respecto al tema, siendo que todo el consenso científico ya ha resuelto el tema.
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Carlita MF | 2016-12-26 | 13:43
1
El tema es mega complejo, pero me pasa que es por falta de información y educación. Las etiquetas ayudan en principio, pero como me explican el caso de Soprole y todos sus productos son libres de sellos. ¿En serio? Un manjaratr con toda la cantidad de azúcar que tiene y es libre de sellos.
Lo siento, pero eso no lo compro.

Para mi la cosa es mucho mas sencilla. ¿Tiene sacarosa o algún primo químico de ella añadida extra al producto? Entonces no se compra ni se come. Tiene harinas procesadas? También se deja ahí y no se come. Por temas de salud en mi familia, tuvimos que eliminar también los productos con mucho sodio. En Chile es un asco encontrar productos verdaderamente sanos, que no esten llenos de azúcar y sal, y por mucho que no tengan sellos es cosa de ver los ingredientes y darte cuenta que estan llenos de tonteras.

Hay que enseñar cómo se come bien. Los sellos sea por 100g o porción, es un paso pero es cosa de ponerse a leer bien y darte cuenta que tampoco ayudan mucho.
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Joselin Rivas | 2016-12-26 | 13:49
0
Yo igual no logro entender que ningún postre soprole tenga etiquetas...
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Eirin Stiva | 2016-12-26 | 16:39
2
Las empresas que optaron por cambiar las recetas para disminuir los sellos usan productos alternativos para obtener el mismo resultado: si quieres que sea dulce le agregas azúcar mezclado con algún endulzante como la sucralosa o la estevia, si le bajan el azúcar y la grasa a los productos se pueden reemplazar con espesantes como la carboximetilcelulosa, gelatina o carragenina para mantener la consistencia. Hay varias marcas que han logrado sacar los sellos pero a costa de mezclas nuevos de ingredientes que la mayoría de las personas desconoce.
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Damián | 2016-12-26 | 19:22
0
El problema es que el etiquetado tiende a la generalización, no pudiendo realizar diferencias más específicas que puedan definir un producto mas saludable o menos dañino que otro.

Un ejemplo es el chocolate. Según la lógica del etiquetado, un chocolate compuesto de 75% cacao y azúcar sin refinar se categoriza de la misma manera que un chocolate trencito o safari que tiene azúcar refinada por montón, sal, sucedáneo de cacao, y un montón de cosas más... en este caso, por dicha ley, se pasan por alto el beneficio del cacao, y al haber 2 productos con el mismo etiquetado, la gente tenderá a preferir el más barato ya que ambos aparentemente son "igual" de nocivos...
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Enrique Ulloa | 2016-12-27 | 11:48
0
La gente sabe diferenciar esos chocolates porque "no les gusta" el chocolate con harto cacao porque es más amargo.
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