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Imagen: César Mejías

Así se está empoderando la pesca artesanal de Arauco

A través de capacitaciones personalizadas y ayuda en terreno, un grupo de estudiantes de Ingeniería de la Universidad San Sebastián, entrega herramientas claves para que los pescadores y las recolectoras de orilla de Llico y Tubul logren estabilizarse y emprender de verdad.

Por Macarena Fernández | 2016-12-22 | 14:40
Tags | pesca artesanal, USS, recolectoras de orilla, Arauco, pescadores, emprendimiento
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Luego del terremoto y tsunami de febrero del 2010, cientos de personas sufrieron las consecuencias devastadoras de la catástrofe. Muchos perdieron sus casas, sus bienes, sus comercios e incluso algunos perdieron familiares.

Uno de los grupos más afectados fueron los pescadores del sur, quienes vieron amenazados sus trabajos debido a la pérdida de materiales, recursos, desorden posterior y desorganización, y también a la desconfianza y miedo a emprender que les produjo su principal fuente natural de ingresos: el mar.

Las caletas de Llico y Tubul de la comuna de Arauco fueron unas de las más perjudicadas y sus pescadores quedaron literalmente a la deriva, viviendo el día a día con lo mínimo y haciendo malabares para poder llevar comida y sustento a sus hogares. Cinco años después del 27F el panorama no mejoraba, y cada día más familias iban cayendo en la pobreza.

¿Cómo devolverles la confianza para emprender?, ¿cómo levantar y enseñarles a sacar el máximo provecho a sus recursos laborales y humanos? En esto pensó la Universidad San Sebastián (USS) y junto a la Municipalidad de Arauco e INPESCA, desde el 2015 se levantó un proyecto en la Facultad de Ingeniería y Tecnología (sede Concepción), que tiene como fin, fomentar el emprendimiento de las caletas de Llico y Tubul, a través del desarrollo de capacidades para empoderar a sus pescadores y recolectoras de orilla y así aprovechar al máximo sus recursos y capacidades.

Paola Burdiles, directora del Plan Común de Ingeniería y líder del proyecto, dijo a El Definido que al llegar a las caletas en Junio del 2015, se encontraron con un escenario aún golpeado por los efectos del 27F y con Tubul y Llico completamente retrocedidos en el tiempo.

“Las personas nos contaron que ellos tenían un buen pasar, trabajaban unidos, tenían beneficios e inclusive aportaban al desarrollo de la localidad; después del terremoto por razones evidentes: destrucción de sus hogares, alteración del suelo marino, las expectativas económicas bajaron considerablemente, debiendo salir de la localidad en búsqueda de oportunidades. Las ideas de emprender, de levantar, de recuperar la caleta es el común denominador de todos”.

Empoderar a las mujeres de las caletas

El equipo de la USS, compuesto por estudiantes y docentes de Ingeniería, conversaron durante días con sus habitantes, principalmente con las mujeres, quienes relataron lo que les ha significado recuperar lo perdido, principalmente recobrar la confianza para volver a emprender. Y con el escenario claro y las necesidades identificadas, comenzaron a trabajar en conjunto.

¿Por dónde empezar? Paola nos cuenta que decidieron basarse en la siguiente lógica. “Mientras los pescadores salen a alta mar, la responsable de mantener el hogar, velar por la crianza de los hijos, es decir, la lucha diaria la dan las mujeres. Es por esto que con el equipo técnico del proyecto, nos hizo mucho sentido realizar la experiencia con ellas, desde un enfoque de género, para que ellas pudieran vislumbrar las oportunidades de negocio y las mejoras de éste”.

Pablo Pica, estudiante de tercer año de Ingeniería Civil de la USS que participó del proyecto en Tubul, contó a El Definido que “Las mujeres son el género dominante en las caletas. Si bien los hombres son los que extraen el producto, son las mujeres las que hacen el trabajo posterior de desconchar el producto, limpiarlo, secarlo, envasarlo y luego venderlo”.

Las recolectaros de orillas o algueras, según la Ley de Pesca, son personas que realizan extracción, recolección y/o sesgado de recursos del mar.

Mujeres desconchando en Tubul

Las herramientas impartidas para el emprendimiento

Además del trabajo de emprendimiento, el equipo de la USS trabaja en terreno con los pescadores en la siembra de pelillo, producto que hasta hace seis años era la principal fuente de ingresos, y también en la extracción y comercio de las navajuelas, el otro producto más explotado en la zona.

Los estudiantes de la USS conocieron las siembras y la realización del proceso del pelillo, acompañaron a los pescadores a adentrarse en el agua para dejar en el cultivo el pelillo adquirido, para así repoblar el alga y volver a los índices de extracción previos al terremoto. Y también trabajaron y conocieron las plantas de desconchado de navajuelas, donde trabajan principalmente las mujeres.

Las herramientas que se les entrega a las pescadoras a través de talleres de capacitación presenciales, están relacionadas al marketing, ventas, administración, gestión, costos y turismo. Y luego de estudios en terreno, se concluye con la entrega de planes de negocio, según las actividades de cada una de las mujeres que participan del programa.

El estudiante Pablo Pica junto a las recolectoras.

Pablo nos cuenta que uno de los fines del programa es ayudar a las emprendedoras a prescindir de intermediarios para obtener más ganancias, favoreciendo así la venta directa de sus productos con los clientes finales y ojalá, a la larga, lograr la exportación. La asesoría también consiste en ayudarlas con los problemas de alcantarillado y aguas servidas, la generación de boletas, facturas y el papeleo necesario para formalizar sus negocios y poder llegar así a clientes grandes, como restoranes y supermercados.

Conversamos también con Rosa Medina, emprendedora de la caleta de Tubul que tiene una planta procesadora de productos del mar, especialmente las navajuelas, junto a sus hermanas y familia. Nos contó que “la asesoría y el trabajo con los chiquillos de la USS ha sido excelente. Nos enseñaron a enfocar nuestros negocios, a producir más productos para poder venderlos. Nos enseñaron a ordenar nuestras cuentas y a que se reconociera y valorara el trabajo femenino de las caletas, que es tan ignorado”.

Este 2016 el proyecto finalizó con éxito y ahora, una de las ideas de la USS es apoyar el desarrollo de los planes de negocios que se les propuso a las pescadoras artesanales, para sumar valor al desarrollo local. 

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