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Imagen: César Mejías

Cómo se vive el programa social "Quiero Mi Barrio" desde adentro

La iniciativa del Ministerio de Vivienda y Urbanismo llegó al sector de Lo Velásquez, en la comuna de Renca, en el 2012. Un equipo de profesionales –sociólogos, arquitectos, y trabajadores sociales– trataron de mejorar el entorno urbano y de reconstruir las redes sociales de la comunidad.

Por Tania Herrera | 2015-11-26 | 15:37
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Corría el año 2012 y Leonor Acevedo, vecina del barrio Lo Velásquez Norte en la comuna de Renca, se dio cuenta que un grupo de personas estaba visitando pasaje por pasaje, casa por casa, aplicando una encuesta.

“No tenía idea de dónde venían; solo decían que querían saber las necesidades de la gente. Un día una vecina me dijo ‘nos van a arreglar la sede, van a hacer una nueva´ y yo le dije que no creía que fuera acá. Después supe que un grupo de profesionales arrendaron una casa y citaron a una primera reunión. Yo llegué a la reunión, pero fui la única que llegó ese día”.

Con el pasar de los días, la señora Leonor, histórica y activa dirigente de Lo Velásquez, y toda la comunidad supieron quiénes eran estas misteriosas personas que venían a instalarse. Era el Programa de Recuperación de Barrios “Quiero Mi Barrio” del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU), gestionado en conjunto a la Municipalidad de Renca. Un grupo de sociólogos, arquitectos, trabajadores sociales, antropólogos y profesionales de ambas instituciones vendrían a trabajar junto a los vecinos durante los próximos tres años para mejorar la calidad de vida de la comunidad.

Leonor Acevedo en una de las multicanchas del barrio.

“Yo empecé a ir a todas las reuniones. Se conformó un Consejo Vecinal de Desarrollo entre los vecinos y votamos cuáles eran las obras más urgentes que el barrio necesitaba. Todos coincidimos en que era urgente construir una nueva sede social, completar la pavimentación de varios sectores, y mejorar la iluminación para que hubiera más seguridad. Nosotros dábamos ideas, el arquitecto hacía los planos, y conjunto al MINVU y la municipalidad llegábamos a un acuerdo acerca de las obras que se harían en los próximos años. Nosotros firmábamos todos los proyectos y se procedían a hacer las obras”, dice Leonor Acevedo, más conocida como la Señora Leo.

¿Cuándo nace esta iniciativa?

El Programa social “Quiero Mi Barrio” arribó a finales del 2012 a Lo Velásquez Norte –sector emplazado en el extremo sur-poniente de la comuna de Renca- con el objetivo de iniciar un proceso de recuperación física y social de la población. A través de un innovador diseño participativo, desde la Municipalidad de Renca y el MINVU, se articuló una oferta de servicios y beneficios que permitieron el fortalecimiento y la recuperación integral del barrio.

A partir de 2006, el Programa surgió en el país como política pública del primer gobierno de Michelle Bachelet. En una primera etapa, la iniciativa se implementó en 200 barrios de comunas vulnerables seleccionadas por el ministerio para contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de los residentes.

Desde que se inició esta iniciativa, ya se han desarrollado más de 2.700 proyectos en 317 barrios a lo largo de todo Chile, que han significado una inversión de 290 mil millones de pesos, según cifras del MINVU. Además, por medida presidencial, el programa se extendió hasta 2016, lo que significó la incorporación de 203 nuevos barrios. La mayoría de éstos ya están en pleno proceso.

A modo general, la política pública aborda dos dimensiones: la física y la social. Desde la dimensión física, se trata de abordar todo lo referido al desgaste o déficit a nivel de infraestructura, servicios, problemas de degradación ambiental, o conectividad vial. Desde la dimensión social, se intenta reconstruir el tejido social a través de la participación activa de la comunidad en el diagnóstico y diseño de las obras y en el reencuentro de los vecinos en distintas actividades culturales celebradas en el espacio público.

¿Cuáles son los principios de este Programa?

De acuerdo al Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU), son tres los ejes en los que se basa este modelo de trabajo: integralidad, participación y sustentabilidad.

La integralidad se entiende como el trabajo desde los múltiples fenómenos y características que giran y tensionan el desarrollo del barrio. Es decir se reconocen las distintas problemáticas y oportunidades que surgen en todas sus escalas -familia, vecindario, entorno barrial, comuna, ciudad-. En materia de sustentabilidad, se entiende que esta iniciativa es sólo el detonador de un proceso de recuperación de largo plazo. Por eso, surge la necesidad de fortalecer la mirada de futuro del barrio.

La participación activa de todas las partes involucradas ha sido vital en el éxito del programa.

Finalmente, y como una de las claves de este proyecto surge la participación de los diversos representantes del barrio en todas las instancias de diagnóstico y toma de decisiones vinculadas a la recuperación del barrio. Daniel Poblete, coordinador socio urbano del Programa "Quiero mi Barrio", explica:

El Programa tiene varias innovaciones en lo que a intervención y mejora de la calidad de vida de los personas se refiere, transitando hacia una participación de mayor alcance y profundidad. Promueve la reunión de la comunidad para potenciar aspectos socio urbanos. Por ejemplo, tenemos experiencias destacadas de diseños participativos dónde la comunidad decide qué intereses tiene sobre el espacio, qué elementos son los necesarios de cambiar y expresa sus necesidades de manera directa,lo que luego se refleja en un cambio de su plaza, un paseo peatonal, una zona de juegos para niños, etc”.

La multisectorialidad también es clave para esta política pública, explica Poblete. “Son tres los socios que se hacen cargo de asegurar la recuperación barrial: la comunidad a través del Consejo Vecinal, el Municipio y el MINVU, que firmando un contrato de barrio se obligan a dar cumplimiento a sus responsabilidades. Este contrato es un instrumento que rubrica los objetivos que busca alcanzar un barrio, según sus particularidades”.

La llegada del programa a Lo Velásquez Norte

Entre 1983 y 1984, lo que era el antiguo fundo Lo Velásquez, se empezó a poblar de personas que arribaban de campamentos, viviendas sociales, y sectores urbanos más acomodados.El programa habitacional de esa época, que trasladaba a los habitantes a las periferias, al principio trajo problemas de conectividad, servicios y redes laborales. No fueron tiempos fáciles para los vecinos. Así lo cuenta Marco Segura, uno de los vecinos del barrio:

“No teníamos locomoción a la mano, no habían colegios. Teníamos que caminar a Condell para poder tomar el transporte. Yo llegué acá estando en segundo medio y teníamos que caminar harto para allá, porque no había nada, no había servicios ni siquiera para comprar un gas”.

A partir de un trabajo en conjunto entre las organizaciones comunitarias e instituciones públicas, paulatinamente fueron llegando los servicios básicos al sector y se logró incluir este sector urbano a la ciudad de Santiago.

Cuando llegó el Programa de Recuperación "Quiero Mi Barrio" a Lo Velásquez Norte en 2012, si bien los profesionales advirtieron que el sector estaba dotado de servicios, conectividad y redes, identificaron una serie de problemas que disminuían la calidad de vida de los vecinos de la comunidad. El sector sufría de un deterioro, mal uso y abandono de algunos espacios públicos como canchas, plazas, bandejones, y calzadas; además de un déficit enorme de áreas verdes. Los vecinos también se quejaban de la presencia de microbasurales y un gran número de perros vagos. A nivel social los profesionales observaron una falta de cohesión social, donde los vecinos no podían siquiera identificar una historia y memoria en común.

La participación de los vecinos permitió que el MINVU junto al municipio gestionara la reconstrucción y mejoramiento de distintos espacios públicos. Hoy, la construcción de la multicancha Eros, la Plaza Dura Atenea y los bandejones de las calles Olimpo y José Miguel Infante, han brindado un espacio para el deporte y el esparcimiento de los vecinos.

Ha mejorado la calidad del barrio. Se han recuperado muchas cosas que estaban perdidas. Antes la cancha estaba botada. El espacio que está junto a la cancha no tenía un fin. Ahora hay juegos infantiles donde los niños juegan y se hace ejercicio. En verano la gente va a la cancha para participar de las actividades del día sábado en la mañana”, dice Marco Segura, vecino e integrante de la junta de vecinos n°42.

Fortaleciendo las redes sociales

El programa no solo motivó un cambio a nivel físico, también se fomentaron nuevas actividades culturales que permitieron que los vecinos del barrio se conocieran, convivieran y crearan un espacio comunitario. El Programa organizó talleres de mosaicos, de huertos urbanos, de fútbol para niños y batucadas.

Una oportunidad para hacer amigas, hablar de la vida, y distraerse, fueron los talleres de mosaicos y de huertos urbanos para Carmen Bello, vecina del sector Villa el Sol en Lo Velásquez. “Lo mejor es que durante los cursos, alegamos de política y los problemas del barrio, aunque siempre con respeto. Llevamos una once, un juguito, nos comíamos cualquier cosa. Yo alcancé a hacer dos trabajos que jamás pensé que las podía llegar a hacer: una panera y un cuadro”.

La señora María Patricia Vega, vecina del pasaje Afrodita, también recuerda con nostalgia esta actividad. “Éramos solo mujeres. A mí me gustó el ambiente que había en el grupo y el trabajo porque siempre me han gustado las manualidades. Nos fuimos haciendo amigas y empezamos a salir a la calle. Hicimos tres murales de mosaicos aquí en la misma plaza. Nos gustó tanto que conformamos una organización con personalidad jurídica para postular a recursos públicos y seguir trabajando con los mosaicos. Muchas personas nos han pedido que les decoremos un mural: el jardín infantil, la iglesia, hasta la alcaldesa Vicky Barahona”.

El taller de mosaicos en sesión.

En junio de 2013, se empezaron a organizar talleres de fútbol para niños y niñas entre 8 y 15 años en la Multicancha Eros y la Plaza Atenea.

Al vecino Gabriel Gutiérrez, de 20 años, siempre le ha gustado jugar fútbol. Con su hermano, se integró a la actividad deportiva. “Hacíamos entrenamiento con la pelota al principio y después competíamos entre rivales. La última vez, hicimos un campeonato interbarrial con vecinos de Renca. Yo conocí muchos amigos. Ahora venimos casi todos los días en la tarde o en la noche a jugar. En la noche, unos juegan fútbol y otros básquetbol”.

¿Recuerdas algún cambio radical en tu barrio?

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Comentarios
Betsabe Salazar | 2015-11-27 | 13:56
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recuerdo que cuando entregaron las casas donde viví hasta como los 24 años todos eran unidos (al menos los 10 primeros años)en el pasaje se celebrababa navidad el 18 año nuevo, podías salir a comprar dulces o pollo asado con papas fritas a las 3 de la mañana...cuando me fui ya se había vuelto flaite, teníamos dos narcotraficantes en el pasaje y los "niños" que ya estaban adolescentes se metieron a las poblaciones de los alrededores por lo que comenzamos a tener angustiados y zombies por montones de los cuales había que cuidarse para que no te asaltaran... ahora mi hermano me cuenta que ya desde la 10 de la noche se empiezan a escuchar balazos y bombazos, que la cantidad de zombies y angustiados en las dos plazas que tenemos disminuyo porque ahora actúan como "soldados" de los narcos o están muertos porque otro flaite le dio una estocada el corazón por haber asaltado a su mama ....

por lo que si, desgraciadamente he visto cambios radicales en el barrio que creci pero no fueron para mejor en lo absoluto :(
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