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Imagen: Gojko Franulic

¿Miedo a volar? Te ayudamos a reducir la ansiedad

Volar siempre ha sido uno de los más grandes anhelos del hombre, y hoy nos permite acortar grandes distancias mientras admiramos desde las alturas nuestro planeta. ¿Pero qué hacer cuando la ansiedad lo transforma en una pesadilla?

Por Cristian Sáez @Cristiansabes | 2015-01-14 | 17:00
Tags | aviones, vuelos, viajes, volar, miedo, ansiedad, temores, vacaciones

Llegan los primeros días del año, periodo de fiestas, reuniones familiares y las anheladas vacaciones. Ya sea por placer o trabajo, muy probablemente a muchos nos toque abordar un avión para poder cumplir con nuestra estructurada agenda de verano.

Todo listo y preparado para ir a la caza de nuevos recuerdos, solo hay una última prueba de valor que algunos deben afrontar para demostrar lo comprometidos que están con ese plan, y esa prueba (que se puede transformar en todo un desafío) es hacer uso de un vuelo comercial para llegar a su destino.

Cuando volar deja de ser glamoroso

La sensación de ansiedad o temor en algún grado a volar, afecta al 25% de los pasajeros, según estimaciones de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo. De ese porcentaje, estiman que solo un 5% de ellos presentan en realidad una fobia o trastorno emocional y/o psicológico diagnosticable que requiere de la intervención de un especialista del área de la salud, mientras que el resto de los pasajeros solo presentan cuadros de ansiedad o temor moderado asociado al hecho de volar.

Si eres de este segundo grupo, te alegrará saber que nuestro malestar al momento de subir a un avión muy probablemente pueda ser aliviado mediante algunas técnicas sencillas y conociendo un poco más sobre el funcionamiento y regulaciones de los aviones. Recordemos que según J. A. Marina en su “Diccionario de los sentimientos” el origen de la gran mayoría de los miedos proviene principalmente de la sensación de peligro frente a algo que escapa de nuestro control. Eliminar esa sensación de peligro mediante información y preparación, entonces, es la clave.

Lo que dicen las estadísticas

Al parecer todos hemos escuchado al día de hoy que el medio de transporte más seguro, por lejos, es el avión. El profesor del MIT Arnold Barnett, preocupado por su propio temor a volar, ha calculado “Q” o “probabilidad de que algo trágico suceda en un vuelo comercial” en tan solo 1 en 60.000.000, en base a los datos aeronáuticos analizados de los últimos 10 años. Esto, en comparación a la posibilidad de 1 entre 9.000.000 de morir en un viaje dentro de un automóvil. De esta forma, volar representa, de hecho, menos peligro para nuestras vidas que otras actividades diarias, como por ejemplo, bajar una escalera o tomar un baño.

Sabemos que aunque las estadísticas están a nuestro favor, pero aun así, es más probable que algún familiar cercano tenga miedo a volar antes que miedo a ahogarse con una aceituna. Siendo así, la visualización ofrece una valiosa herramienta.

El secreto de la visualización

Visualizar, es una de las técnicas más accesibles al momento de buscar entrenarse en el arte de mantener la calma, según declara la psicóloga clínica Rocío Lacasa en su Decálogo para superar el miedo a volar, donde explica que sirve para “aclimatarnos” a la gran mayoría de las instancias relacionadas con un viaje aéreo. Por ese motivo, el ejercicio consiste en imaginar todo el proceso y las acciones relacionadas con este hecho, desde que salimos de casa hacia el aeropuerto hasta que nos subimos al avión, viajamos, aterrizamos y terminamos exitosamente toda la situación. Lo importante es recrear una experiencia satisfactoria y visualizar conservando la mayor cantidad de detalles posibles.

Aunque existe mucha información tranquilizadora sobre lo bien diseñados que son los aviones y sus protocolos, no necesitamos recordarlos todos ni repetirlos como un mantra, ya que nuestro deber como pasajero es intentar disfrutar del viaje. Aun así existen algunos datos que deberíamos conocer sobre los aviones que nos ayudarán a ampliar nuestra sensación de control y que sirven, además, para construir una visualización más cercana a la realidad del vuelo. A continuación esos pequeños detalles que nos pueden ayudar al momento de visualizar:

  • Integridad del Avión: El cuerpo del avión es sólido y robusto, está diseñado especialmente para soportar las fuerzas que el vuelo provoca sobre él. La cabina de pasajeros se presuriza para darle aún mayor resistencia a todo el avión y por lo mismo todas las puertas están aseguradas bajo 9000 Kg. de presión. Recuerda que todo está “fríamente calculado” y que ni la tripulación, ni la aerolínea (ni sus abogados) querrán correr algún riesgo innecesario en tu viaje.
  • La tripulación: El personal del avión es profesional, sin excepciones, se ha sometido a un riguroso entrenamiento para garantizar nuestra seguridad, incluyendo el personal en tierra, quienes cargan el combustible, los que calculan el peso total del equipaje, y también los encargados de realizar la última inspección visual antes del despegue.
  • Despegue: Para elevarse del suelo, el avión requiere primero alcanzar una velocidad adecuada para despegar, producto de ese “acelerón” las partes flexibles dentro de la cabina suelen crujir, lo cual es perfectamente normal e importante de incluir en nuestra visualización.
  • El vuelo: Una vez realizado el despegue, y también antes de aterrizar, habitualmente se escucha un fuerte ruido y se siente un golpe en el piso del avión, no tenemos de que preocuparnos, es el mecanismo del tren de aterrizaje que está realizando su trabajo.
  • Aterrizaje: Es habitual al momento de aproximarse el aterrizaje que el avión se mueva más de lo normal, eso es producto de las correcciones que hace el capitán al momento de aproximarse a la pista. También solemos escuchar un sonido hidráulico que corresponde a los “flaps” desplegándose (parte móvil que se ubica en el ala), provocando la desaceleración del avión para alcanzar el suelo a una velocidad moderada y, obviamente, el tren de aterrizaje hace su trabajo una vez más.

Contra la ansiedad: el plan de 3 momentos

En sí, la ansiedad es un estado emocional que se caracteriza por una gran inquietud, una intensa excitación y una extrema inseguridad al sentir que se pierde el control de lo que podría suceder.

Aunque a estas alturas ya sabemos algunos valiosos datos sobre el vuelo de los aviones, y ya hemos realizado una o más visualizaciones del proceso, no podemos engañarnos pensando que nuestro nivel de ansiedad durante todo el vuelo será de cero, pero al menos, sabemos que podremos superar cualquier indicio de ella.

Para combatir la ansiedad debemos considerar un simple plan de tres momentos que nos facilite las cosas y llevarlo a cabo de la mejor manera posible.

  1. Prepararse para el vuelo: No dejemos todo para último momento, preparemos nuestro equipaje con anticipación, llevemos todos los documentos al día, ordenados y accesibles, y realicemos el check-in de nuestro vuelo con anterioridad, así podremos seleccionar un asiento que nos acomode. Una buena idea es reservar entre las alas, ya que es el sector que menos se mueve durante el viaje y, claramente, sentarse lejos de la ventanilla es una buena opción, ya que no queremos pasar todo el vuelo revisando si el fuselaje está en su lugar.

    Por cierto, no olvidemos agregar en nuestro equipaje de mano, algún objeto que permita divertirnos o distraernos y obviamente no subamos al avión sobreestimulados con alcohol o cafeína, ya que esas sustancias podrían dificultarnos el mantener el control.

  2. Durante el vuelo: Una buena técnica, es mantenerse distraído. Un libro, un juego o el mismo celular, representan excelentes herramientas para mantener nuestra atención enfocada a otras actividades. No olvidemos que el trabajo mental siempre nos permite evadirnos de buena manera, un sudoku o el clásico “buscaminas” pueden brindarnos un largo momento de quietud y tranquilidad mientras estamos volando.

    Viajar en compañía también nos entrega mayor seguridad, por lo cual entablar una cordial conversación con nuestro vecino de viaje podría facilitarnos las cosas. Si no somos muy conversadores, siempre podemos ir equipados con una selección de nuestra música favorita o ver alguna buena película en algún reproductor de video.

    También existen algunas técnicas de control de la ansiedad que pueden ser útiles en los momentos de debilidad. Repetir el ejercicio de inhalar por la nariz y exhalar por la boca lentamente contando hasta diez nos ayuda a relajarnos, al igual que visualizar un lugar confortable y construir mentalmente cada uno de sus detalles, colores, texturas, aromas y sonidos, entre otros.

    En definitiva, se trata de no dejarse arrastrar a una espiral de ansiedad y procurar mantener los pensamientos negativos lejos de nuestra cabeza.

  3. Después del vuelo: Momento de descender del avión orgullosamente, sintiéndonos con la seguridad de que podemos vencer cualquier obstáculo.

    Recogemos nuestras maletas, preparamos los documentos, seguimos las instrucciones (si tiene dudas, pregunte a otros pasajeros o a personal del aeropuerto. Créanos, muchos están en su misma situación y tienen las mismas dudas), declaramos cualquier cosa que creamos que nos pueda traer problemas, para evitar exponernos a multas y estaremos fuera antes de darnos cuenta.

    Luego reflexionamos sobre lo bien que lo hicimos y sobre las cosas que hay que mejorar la próxima vez que volemos. Lo importante es que cada experiencia en el aire sea parte de un aprendizaje, y que nos demos cuenta que además de llegar a nuestro destino, también realizamos un viaje por nuestro mundo interior aprendiendo un poco más de nosotros mismos.

Y recordemos que la principal estrategia para vencer nuestro temor a volar, es volar, volar y volar, hasta que se transforme en algo totalmente rutinario (asumiendo que tengamos el dinero para hacerlo). Además bajo esa filosofía, siempre tendremos una excusa para conocer el mundo. Así que tal vez la próxima ocasión que subamos a un avión, lo que antes era una pesadilla se convierta en un gratificante viaje de ensueño.

¿Tienes algún útil consejo que nos pueda ayudar?

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Comentarios
MariaJose Bustamante | 2015-01-14 | 17:28
5
Por mi trabajo anterior y el actual me toca viajar frecuentemente, y siempre, SIEMPRE es un estrés el subirme a un avión. Cuando el avión empieza a elevarse yo comienzo a mover mis rodillas para no sentir cómo todo se mueve mientras trato de leer el diario que te entregan en la puerta. Si hay turbulencias, cierro los ojos y me imagino que estoy sobre un avión de papel que sube y baja por el aire... eso logra calmar mi ansiedad (un poco). En fin, dicen que después de viajar tanto uno se debería acostumbrar, yo viajo HARTO y aún no me acostumbro.
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Nicole Hoffmann | 2015-01-14 | 17:36
4
Yo tengo una técnica: cuando algo por primera vez y me da miedo/nervios, me armo de valor y hago exactamente lo opuesto a lo que reaccionaria alguien con miedo. En este caso, la primera vez que volé en un avión fue como a los 17 e igual me daba un poquito de nervios... entonces no encontré nada mejor que cuando el avión empezó a acelerar por la pista, mirar pegada a la ventana como despegaba. Fue una gran sensación, el miedo se me pasó altiro y ahora lo hago cada vez que me subo a un avión jaja
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Nicole Hoffmann | 2015-01-14 | 17:44
4
En realidad me da mas miedo que pierdan mi equipaje o perder el vuelo que pensar que el avión se va a caer/explotar/quemar xD
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eddie fel | 2015-01-14 | 17:44
3
A mi me gusta viajar por tierra a donde voy, ya que se conoce mas. Pero como  este año viajo al norte -en febrero-  lo haré en avión ya que me han dicho que no hay  mucho que ver por el camino. Igual como no estoy acostumbrado al avión e hasta soñado que llego al aeropuerto y no me quiero subir. Lo que mas me inquieta son los movimientos del avión en el aire cada vez que salta pienso que no va a parar.

Me gustaron las ideas de la columna, las pondré en practica, sobre todo lo de la visualización para acostumbrarme, creo que me hará bien y como dice ahi me llevare un buen libro. Otra tecnica q ocupo cuando me pongo nervioso es respirar lentamente mientras tatareo una canción.

Gracias por los consejos :)
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Letii | 2015-01-14 | 19:26
2
Excelente columna, me hizo pensar sobre el miedo que le tengo a los aviones y a otras cosas tambien, como las arañitas creo que la visualización tambien podria servir en ese caso

Yo para la ansiedad llevo las fotos de mis hijos cuando viajo sin ellos y cuando voy con ellos llevo la de mi mamá la idea es llevar la foto de alguien que quieras y no valla en el avión asi te distraes pensando en lo que haras con ellos o ella cuando estes denuevo en casa.
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Bárbara Herrera | 2015-01-14 | 20:40
3
Muy útil la columna. Yo suelo complicarme con la estructura del avión y sus partes. Me ayudó saber sobre la integridad del avión y eso de los abogados de verdad te tranquiliza ninguna empresa arriesgaría tanto. De hecho sólo piensan en ganancias y más ganancias. Asi que desde hoy recordaré este artículo para sentirme más segura ;)
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Bruno Jiménez | 2015-01-14 | 20:41
3
Afortunadamente a mi corta edad me ha tocado viajar mucho y la verdad que jamás tuve miedo de volar, e incluso lo encontraba de lo más normal. Hasta que paso lo peor en un vuelo de Buenos Aires a Santiago. El piloto dijo que íbamos a comenzar el proceso de aterrizaje, hasta ahí todo bien, pero a los 10 minutos después, el piloto apuntó el avión hacia arriba y comenzó a acelerar como si fuéramos a salir del planeta (enserio, parecíamos cohete), luego el avión hizo caída libre por unos metros y volvió a la normalidad por unos instantes. Todos estábamos muy asustados y de repente ocurrió lo mismo, punta hacia arriba, un sonido espantoso producto de la aceleración (supongo) y luego de nuevo la caída libre. Enserio, si no estábamos con el cinturón chocábamos en el techo del avión. Fue horrible, la gente empezó a vomitar e incluso se veía el vomito escurriendo por los pasillos, la gente miraba y todo entro en una especie de pánico. Luego empezamos a descender y las turbulencias eran horribles, había tormenta ese día...Yo solo quería o aterrizar rápido o que el capitán se dignara a decirnos algo porque la histeria colectiva estaba aumentando. Al final aterrizamos y algunos fueron a reclamar, otros se lo tomaron con humor. Un ingles que iba al lado mio me dijo que viaja por negocios a todo el mundo y que si bien ha sentido fuertes aterrizajes, este había sido uno de los peores. En fin, No tengo miedo a volar, de hecho me gusta mucho pero desde entonces no puedo dejar de acordarme de este incidente tan pronto siento que el avión se mueve un poquito, aunque sea un poco, y eso, francamente, es desesperante.
Deduje con mi familia que el piloto debió haber comenzado el aterrizaje antes y estaba fuera del trayecto, pero le ocurrió dos veces, supongo que calculo muy mal, no sé...Nunca supimos nada.

En fin, Perdón lo largo, Y muchas disculpas si alguien no quería leer esto, no lo hice con la intención de asustar a nadie, sino simplemente por compartir la experiencia.
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Qué fuerte la vivencia, Bruno! Con mi limitada experiencia como piloto, me da la impresión del que les tocó un capitán sin demasiadas horas de vuelo. Cuando se pilotea, se recomienda hacer un "rechazo" en vez de un mal aterrizaje (debido a inexperiencia o malas condiciones climáticas); esto es, si el piloto se está acercando a la pista de aterrizaje, se da cuenta que no se acercó como debiera y decide volver al aire para intentar el aterrizaje nuevamente, hay que ponerle full motor y apuntar el avión hacia arriba para ganar altura rápidamente y evitar accidentes (como mencionas que sintieron).

El problema con esto es que si se inclina mucho hacia arriba el avión y no hay suficiente potencia, puede ocurrir algo llamado "stall", que es que el avión simplemente deja de agarrarse del aire y cae como una piedra (como mencionas que ocurrió). Esto es bien peligroso, y en teoría hay sensores en los aviones (especialmente comerciales) que ya sea previenen que ocurra o al menos avisan que le está pasando eso al avión. El hecho que les haya pasado no una sino dos (!) veces indica que ya sea el piloto no tenía mucha experiencia, había malas condiciones climáticas (hay veces donde el viento lateral puede ser bien complicado), tuvieron harta mala suerte o una combinación de las opciones anteriores. Esto son meramente elocuraciones, por supuesto, pero es para que al menos dar un poco de luz a los brígidos hechos que compartiste.

He de agregar que de las cosas más terribles volando es la histeria colectiva. Uno puede aguantar muy bien las turbulencias, pero cuando comienzan esos gritos guturales de terror y pánico desenfrenado, uno puede fácilmente contagiarse.

Por último, me acuerdo una anécdota que me contaba una brasileña: en un avión de Sao Paulo a Europa, justo cuando habían salido de América del Sur y estaban sobre el Atlántico, el avión se topó con una suerte de "bolsa" de vacío en el aire o algo por el estilo. El punto es que el avión, sin aviso, cayó el equivalente a unos diez pisos en caída libre, antes de estabilizarse y proseguir la ruta (o devolverse, no estoy seguro). El punto es que muchos pasajeros estaban sin el cinturón de seguridad a esas alturas (el símbolo estaba apagado), y saltaron para todos lados, pegándose en el techo, sillas, etcétera. La brasileña que me contó había tenido una esguince cervical, y dijo que había varias personas con huesos rotos. Esta historia no es para sembrar el pánico (es la única que he escuchado de esta índole en muchas millas de vuelo y conversaciones con viajeros), sino para recordar que siempre es prudente tener el cinturón abrochado cuando se está sentado.
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p.s. pido disculpas por la anécdota un tanto gráfica, y ofrezco que si durante el próximo par de días alguien quiere librarse de su miedo a volar utilizando PNL (programación neurolingüística), me mande un correo por interno y podemos agenda una llamada para hacerlo por teléfono.
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IVAN RAMIREZ | 2015-01-15 | 01:11
2
Totalmente de acuerdo con el consejo del cinturón.. de hecho es mejor tenerlo siempre puesto, incluso cuando la luz de cinturones este apagado. No molesta y permite dormir más tranquilos.
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eddie fel | 2015-01-15 | 01:39
2
Siempre el cinturon da lo mismo el medio de transporte. Esta entretenido el tema juntando recomendaciones
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Catalina Olavarría | 2015-01-15 | 10:08
5
Uyy que susto. Definitivamente no es la mejor anécdota para tranquilizarse, pero esta claro que es algo que no sucede muy seguido.

Yo he viajado harto en avión en mi vida y por suerte no le tengo miedo. De hecho me encantan los viajes, ya sea en auto, bus o avión. Pero aprovechando la instancia aprovecho de contar una anécdota donde con mi familia viajamos a EEUU, en un avión que sinceramente parecía micro antigua por lo destartalado y chico. Solo faltaba que alguien se subiera a vender cuchuflis. Mucha turbulencia y el aterrizaje bien brusco (mal piloto). Hicimos escala en Panama. Se supone que la escala duraría solo 30 minutos, pero comenzó a alargarse... y la gente comenzó a preguntar. Resulta que el ala del avión se había roto y estaba botando combustible.
Y no, no nos iban a cambiar de avión, sino que estaban REPARANDO el ala para retomar el vuelo x.x...
Al final nos subimos al mismo avión y yo iba al lado del ala mirandola constantemente... Por suerte no paso nada y llegamos a salvo.
Asi que ya ven, incluso si se rompe un ala y la reparan, se puede viajar seguro :P
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Catalina Olavarría | 2015-01-15 | 10:10
3
Respecto a lo del cinturón, nunca creí que en verdad fuese muy útil en un viaje en avión. Pensé que si se caía el avión de nada serviría igual, no había considerado turbulencias de ese tipo :/!
Igual siempre lo uso, y de ahora en adelante lo usaré con aun mayor razón.
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Arlene Musume | 2015-01-15 | 12:34
1
a mi me toca viajar a chiloé en abril, jamás me he subido a un avion, pero si se que le temo a las alturas D:
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Letii | 2015-01-15 | 12:57
5
Indispensable ponerse el cinturon, lo bueno es que en los cielos de chile no hay mayores turbulencias

Y lo bueni de las historias que han contado es que comprueban la seguridad de los avionea aino no podrian contarlas jajajajaj
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Viviana Garrido | 2015-05-06 | 16:58
1
Esa anécdota ya la había escuchado. Unas conocidas de mi mamá iban en ese vuelo. A ellas no les paso nada, pero toda la situación fue súper terrible. Al final el vuelo se tuvo que devolver a Sao Paulo porque habían muchos pasajeros heridos. Así que no esta de más siempre usar el cinturón de seguridad, sobre todo en lugares donde haya posibilidad de turbulencia (Como la cordillera de los Andes o en caso de mal clima)
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IVAN RAMIREZ | 2015-01-15 | 00:58
4
A veces es mejor viajar en un asiento de ventana o de pasillo, (en mi caso mejor ventana, por el relajo que da la vista) y tratar de evitar el sol, recomiendo no tomar asientos intermedios, ya que la sensación de angustia se acrecienta.

Yo he viajado muchas veces en avión y les comento que a pesar de varios "incidentes" sigue siendo placentero y relajante. Una vez nos dio un rayo despegando de Buenos Aires y nada, de hecho las turbulencias fueron más complejas.

Un consejo, no hacerse el gracioso(a) con temas como bombas, atentados, pistolas, etc. Solo por mencionar esas palabras los pueden bajar del avión. Es el protocolo de seguridad.

Otra recomendación, en algunas lineas no dejan encender teléfonos, incluso en modo "avión", así que igual llevar algo adicional por si acaso.

Saludos y recuerden que las vacaciones comienzan con el viaje.
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Lionel Castillo | 2015-01-15 | 13:20
3
Hace poco viaje a Punta Arenas (nunca había ido) y al aterrizar el avión empezó a moverse violentamente y sin querer, totalmente inconsciente de mis actos grite "VAMOS A MORIR". Fue lo peor pk ni siquiera lo tire como talla, me dio un ataque de pánico que se yo... solo quise bajarme y volver a ser un ciudadano a pie.
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Ange Brik | 2015-01-15 | 15:11
1
he viajado varias veces dentro del pais y aca las turbulencias son nada. A lo mas conce es un poco movido si hay mucha lluvia, o la salida de punta arenas con mal clima y esa vibracion que puede durar una hora.
Lo mejor es aterrizar en iquique, uno cree que se va a estrellar contra el farellon.
En fin, me da terror, pero me subo igual, cuando cruzaba hacia buenos aires nos topamos con un bolson de aire, algo pequeño, pero lo suficiente como para cancelar servicio y terminar bañada en jugo de naranja, lo peor, en baires era solo una escala pequeña por lo que tuve que quedarme llena de celditas hasta paraguay, donde tomaba un bus hasta camboriu... recien en la tarde del otro dia pude cambiarme de ropa....
leccion: siempre lleven una muda en equipaje de mano.
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IVAN RAMIREZ | 2015-01-15 | 19:36
2
Ange, el aterrizaje en el antiguo aeropuerto de Temuco era inquietante, mucho viento lateral...

Hablando de aeropuertos... recuerdo el Barros Luco en pan de molde de la cafetería del aeropuerto de Puerto Montt, con jugo de fruta natural, lejos de lo mejor..
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Betsabe Salazar | 2015-01-19 | 10:32
0
XD la vez que viaje en avión fue gracioso porque íbamos en pleno vuelo y el avión se empezó a mover (una turbulencia dijeron que era) y mi cerebro pensó con todos estos hoyos parece que fuera en las micros amarillas....solo cuando baje por la escalera recode que no iba en un bus si no en un avión y que ese temblor no era por el pavimento en mal estado si no que fue una turbulencia cabrona (ahí entendí porque las minas gritaban tanto) y se me hizo un vació en el estomago...después me dio mucha risa el poder de reaccion de mi cerebro, si mi vida dependiera de mis reacciones habría muerto mas veces que kenny
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Paula Vilches | 2015-03-30 | 13:18
0
En un mes más me tocará viajar en avión durante 24 hrs. Es el desafío más grande!! especialmente porque odio viajar en avión! :( todo el tiempo pienso que se va a caer y estoy preocupada de cada movimiento, ruido del avión o conversación de la tripulación. soy terrible!! La última vez que fui al norte de Chile, a la media hora de vuelo empecé con una ansiedad terrible, dolor de guata, nervios! uff tuve que cerrar los ojos y contar hasta 10 para tranquilizarme. Siempre pienso que el vuelo es corto y que queda poco pero ahora lamentablemente no podré decir eso.
De todas maneras haré todo lo que dice este articulo para poder "disfrutar" de este viaje.

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