santuario igualdad, animales, granja
Imagen: César Mejías

Santuario Igualdad, el lugar donde los animales de granja pueden iniciar una nueva vida

Como los perros y los gatos, los animales de granja también tienen personalidades y características únicas que en Santuario Igualdad se esfuerzan todos los días para proteger en su nuevo hábitat. Uno en el que viven y crecen con sus seres queridos, sin importar su especie.

Por Romina Diaz | 2019-02-08 | 07:00
Tags | santuario igualdad, animales, granja
“Es un lugar donde los animales importan, incluso si eso implica cuidarlos muchísimo o invertir mucho tiempo, muchos recursos e innumerables idas al veterinario para que ellos estén bien, porque ellos por sí mismos importan” (Marisol de la Reguera, cofundadora Santuario Igualdad).
Relacionadas

En Santuario Igualdad no son números, no son presas, no son un producto. Cada animal tiene su nombre, mueve la colita si lo llaman, salta si tiene ganas y se aleja si quiere estar solo. Sabemos cómo se ve un cerdo, pero ¿conocemos el ruido que hace cuando saluda a sus amigos? Con este objetivo comenzó el santuario, que ya cuida a más de 80 animalitos de granja, conocer realmente cómo viven ellos en un hábitat pacífico.

Paz animal

Mucha paz es justamente lo que se vive junto a la cabrita Olivia y las ovejas Pam, Dieguito y Alelí. Animales sociables que se acercan a saludarte cuando entras a su pista. ¿Pista? Así es, estos cuatro hermanos adoptivos tienen su propia zona separada del resto por ser habitantes con necesidades especiales. Unos nacieron con fallas en la médula, otros vivieron accidentes en sus primeros días de vida, pero ahora gracias a los cuidados de los fundadores, Marisol de la Reguera, Ariel Maluenda y el gran equipo detrás de Santuario Igualdad, son de los pocos animalitos de granja con discapacidades que se pueden mover con un carro propio.


Dieguito, uno de los habitantes con necesidades especiales. El Definido.

No es fácil, cada uno pesa más o menos 50 kilos. Pero, así y todo, sus padres adoptivos los ponen en sus carritos, con los que pueden jugar, desplazarse, comer y abrazar con su cabeza al frotarla en uno (como suelen hacer las ovejas). Y esta tarea la repiten al menos tres veces al día. Todos los días los ponen en sus carritos y los vuelven a acostar, porque al tener necesidades especiales, se cansan más rápido que los demás.

“Por nacer en granjas, estos animalitos ya tienen un destino terrible, y peor aún si nacen con malformaciones, pero este lugar simboliza todo lo contrario. Santuario Igualdad es un lugar donde los animales importan, incluso si eso implica cuidarlos muchísimo o invertir mucho tiempo, muchos recursos e innumerables idas al veterinario para que ellos estén bien, porque ellos por sí mismos importan”, cuenta Marisol a El Definido. “Este lugar es creado para que ellos sean felices. Todo el santuario está creado para que todos los animales sean felices y esa es, en parte, la función, pero también este lugar es como la muestra de cómo debería ser el mundo”, agrega, y Ariel complementa: “Un mundo en donde todos los animales sean respetados, independiente de sus condiciones y de si ‘sirven’ o no para el humano”.

No es una realidad muy conocida, sabemos características esenciales de los animales de granja, pero no que el lugar favorito de las ovejas para recibir cariños es en la espalda baja, por ejemplo. Levantan su cabeza, se quedan quietas y te piden más si paras con las cosquillas, igual que un perrito moviendo su pierna rápidamente cuando es cachorro y le hacen cariños en la guatita.

La Dra. Jane Goodall, considerada una de las mayores expertas en chimpancés del mundo, escribió sobre estos animales y su parentesco a los que conocemos más, como gatos y perros: “Los animales de granja sienten placer y tristeza, entusiasmo y resentimiento, depresión, miedo y dolor. Son mucho más conscientes e inteligentes de lo que nunca imaginamos... son individuos por derecho propio".

Conociendo a los protagonistas

No todos somos buenos con las caras, podemos ver varias veces a una misma persona y no memorizar su nombre. Pero Marisol y Ariel se saben perfectamente los nombres de todos los habitantes del santuario, como Roberto, Gary, Benjamín, Laura, Albita, Salvador, Matías, Estelita, Susie, quienes son varios de los rescatados. No tienen ningún collar ni marca con el que se puedan distinguir, solo al verlos reconocen sus rasgos, colores de sus ojos, manchas en su pelaje, formas de comportarse y muchas otras características. Nadie esperaría que el tranquilo Benjamín esté molestando a sus hermanos adoptivos, por ejemplo, a no ser que lo separaran de Estelita… Él es uno de los más tranquilos y relajados del lugar, pero sin ella, la que le enseñó a confiar en los humanos, a jugar y a reencontrar paz, sería otra oveja.

Así son las ovejas, seres de familia, seres apegados, cariñosos y generosos, nos cuenta Marisol mientras tres de las rescatadas frotan su cabeza en sus piernas. “Las ovejas son animales maravillosos, ellas no son jerárquicas ni conflictivas, sino que les gusta vivir tranquilitas y siempre junto a sus seres queridos. Si el mundo estuviera gobernado por ovejas sería lo máximo, son los animales más buenos y más generosos que hemos conocido en la vida”, enfatiza Marisol. No se ponen celosas si llegan nuevos habitantes, solo analizan si hay peligro y una vez que saben que se suma alguien a su gran familia, es bienvenido en el grupo lanudo, nos explicó. Y además tienen relaciones muy profundas y crean lazos muy fuertes, agregó Ariel.

Fuera de la pacífica zona lanuda está la cerdita Susie, o como le dicen en el Santuario, “el terremotito”. Esta lechona de tres meses llegó a su nueva casa cuando era del tamaño de la palma de una mano. No hace mucho era la guagua de la casa, pero ahora (con 3 meses) va corriendo a saludar a quien entra en su corral para desabrochar los cordones de los zapatos. Su impresionante hocico tiene mucha sensibilidad. Pueden sacar perfectamente el cuesco de una guinda o un durazno. Incluso, Marisol y Ariel cuentan la historia de Gary, un cerdo enorme que fue de los primeros rescatados. Tenían que darle un remedio del tamaño de una pepa de uva, pero no sabían cómo hacerlo para que no la botara, así que la pusieron dentro de un plátano y afortunadamente Gary se lo empezó a comer. Pero con su boca y destreza, de alguna forma pudo expulsar la pastilla y terminar de comer su fruta separándola de lo que no le gustaba… Así es, ¿quién dijo que los chanchos comían de todo?


Cerdita Susie, o "el terremotito". El Definido.

Tienen comidas favoritas, juegos favoritos, ganas de descansar, de recibir cariños, etc. De hecho, cuando les sirven sus platos de comida, siempre comen primero lo que más les gusta, como el cereal, y dejan las frutas y verduras para el final. Son energéticos, pero no les encantan las horas de mucho calor, así que los baños de barro son un must en estos veranos santiaguinos (el santuario está ubicado en los alrededores de Santiago, en El Monte). Revolcarse en la sombra en un gran charco de barro es uno de los placeres de sus vidas. Tanto así que ni esperarían que un humano les haga estas “piscinas”. Ellos mismos dan vuelta sus baldes de agua y cavan hoyos en la tierra para crear su propia construcción.

“A los cerdos les encanta el buen vivir, y disfrutar de las cosas sencillas de la vida. Una buena comida, una buena siesta, un buen baño, una gran cama para pasar la noche”, explicó Marisol.

Pero llegar a conocer a estos complejos seres no es algo que se puede ver todos los días. Usualmente los animales de granja no viven así, no pueden disfrutar de baños de barro ni de cosquillas en la espalda, por lo que no muchos son tan afortunados de conocer sus personalidades. La vaca Alba es una ternura de un metro y medio de alto, pero siendo un ejemplar que nació estéril, probablemente su futuro no habría llegado muy lejos sin el Santuario Igualdad (porque es de las vacas que producen leche, pero esto no ocurre si es que no quedan embarazadas, nos explicaron).

Son varios los santuarios que creen esto. “En Farm Sanctuary, compartimos nuestras vidas con animales de granja: pollos, pavos, cerdos, cabras y ovejas, patos, gansos y ganado. Y podemos decirle por experiencia personal que los animales de granja tienen la misma gama de personalidades e intereses que los gatos y los perros”, explicaron en uno de los santuarios de animales más grandes de EEUU.

Noah, pollita rescatada. El Definido.

Comenzó con un claro objetivo

Recién el Santuario cumplió cuatro años y ya tienen casi 800.000 seguidores en Facebook, 150 mil en Instagram y sus videos son compartidos cientos de veces, hasta han sido publicados en medios internacionales como The Dodo, especializado en animales. Pero mucho antes, hace nueve años, Marisol y Ariel se hicieron veganos, aunque querían hacer más por los animales. “Estuvimos por tres años recorriendo Chile, entrando a mataderos, lecherías, granjas de cerdos, de pollitos, y fue la violencia y el sufrimiento que vimos en esos lugares lo que nos llevó a dedicarnos por completo a cuidar a los animales de granja”, recuerda la fundadora.

“Ahora acogemos a todos los animales que podemos, los cuidamos y les damos un lugar para el resto de su vida, pero una misión tan importante como eso, es la educación y el cambio social que podemos inspirar. Por eso es que trabajamos tanto en actualizar las redes sociales y contar las historias de los rescatados, porque creemos que un santuario por muy grande que sea nunca va a poder salvar a la gran cantidad de animales que están sufriendo o que necesitan ayuda”, dijo Ariel. “Esa es la semillita que queremos dejar con nuestro proyecto. Claro, salvar a la mayor cantidad de víctimas posible, pero también dejar una semillita de un mundo que podría ser distinto, que no se base en explotar al más débil, sino que en decisiones más justas”, añadió Marisol.

Y realmente es sorprendente ver las personalidades de los animales que no vemos día a día. Entrar donde ellos están y que saluden tal y como lo hace un perro, que pidan cariños, que los más bebés aprendan a confiar en su nueva madre, quien les calienta sus biberones con suplemento de leche, les arma sus camas, pone en su silla a Matías (el más pequeño con necesidades especiales).


Roberto, cabrito bebé tomando su suplemento de leche. El Definido. 

“Todos los cabritos que tu vez grandes, adultos y fuertes llegaron cuando eran muy chiquititos y bebes. Fue una batalla enorme sacarlos adelante a todos, porque todos llegan muy enfermitos y ahora es hermoso verlos tan contentos, tan fuertes”, dice feliz Marisol.

En Santuario Igualdad se ve realmente a una familia de muchas especies. Cabritas y ovejas que juegan, gatos que se escabullen entre las rejas, perros que siempre pasean por la zona, cerditos que saludan, vacas y hasta un toro imponente que fue rescatado con un año de vida. Y lo mejor es que todos podemos ser parte de esto y amadrinar a los rescatados, ver su crecimiento físico y emocional, y de alguna forma, apoyar al creciente proyecto de cuidado animal que tiene un potente mensaje sobre el trato igualitario en las diferentes especies.

¿Te gustaría amadrinar a un rescatado del Santuario Igualdad?

¿CÓMO TE DEJÓ ESTE ARTÍCULO?
Feliz
Sorprendido
Meh...
Mal
Molesto
Comentarios
* Debes estar inscrito y loggeado para participar.
© 2013 El Definido: Se prohíbe expresamente la reproducción o copia de los contenidos de este sitio sin el expreso consentimiento de nuestro representante legal.