España, Elecciones España, Parálisis gobierno España, Marino Rajoy, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Alberto Rivera
Imagen: Rodrigo Avilés

¿Por qué España lleva más de 8 meses sin gobierno?

260 días después de las elecciones generales de diciembre de 2015 aún no hay un presidente ni un gobierno electo. La repetición de los comicios el 26 de junio no logró despejar el laberinto político en que se encuentra el país, donde las fuerzas políticas no logran ponerse de acuerdo para formar un nuevo ejecutivo para los próximos 4 años.

Por Tomás Croquevielle @kroque1989 | 2016-09-05 | 12:00
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Desde 1492, cuando los Reyes Católicos Isabel de Castilla y Fernando Aragón, expulsaron de la península ibérica a los árabes, formando la España moderna, que ese país ha tenido un gobierno (incluso durante la Guerra Civil hubo dos). Nunca antes se han quedado sin mandatario.

Sin embargo, actualmente España lleva 260 días sin ser capaz de elegir un nuevo Presidente de gobierno (símil a Primer Ministro). Esto, no quiere decir que el país se encuentre en la anarquía obviamente, sino que hay lo que la constitución española denomina “gobierno en funciones”, que básicamente se hace cargo de la tarea mientras se decide el candidato. Pero este gobierno tiene serias limitaciones, tales como la imposibilidad de nombrar nuevos ministros de Estado (tres carteras se encuentras actualmente vacantes), nominar embajadores y aprobar el presupuesto general del Estado. A su vez que el parlamento lleva ya diez meses sin aprobar ley alguna, esto porque sus miembros aducen estar muy ocupados en sus campañas para ser reelectos o en sus negociaciones para formar gobierno.

Luego de que el pasado viernes el actual Presidente de gobierno en funciones, Mariano Rajoy, fracasara en su segundo intento por formar gobierno, el miércoles ya lo había intentado, comienza la cuenta regresiva. Si el 31 de octubre aún no hay gobierno, el Rey Felipe VI no tendrá más alternativa constitucional que disolver el parlamento y convocar a las terceras elecciones en casi un año, que se celebrarían en diciembre (pero que se buscan evitar). Esto ha generado más apatía dentro de la ciudadanía española y preocupación en la comunidad internacional.

¿Por qué pasa esto?

Suena extraño, y es que los términos “formar gobierno”, “mayoría parlamentaria”, “investidura”, no son realmente familiares para quienes vivimos en países con una forma de gobierno de tipo presidencial, como los existentes en casi todo el continente americano.

En sistemas parlamentarios como el español y el europeo en general, los votantes no eligen directamente a quien prefieren que sea Presidente de gobierno (o Primer Ministro dependiendo el caso), sino que escogen a un parlamentario para que vote por el líder del partido, para que éste último forme gobierno. Si aquel partido tiene la mayoría absoluta, es decir la mitad más uno de los escaños del Congreso, entonces puede proclamar a su líder como Jefe de gobierno, sin necesidad de crear alianzas. De lo contrario, debe pactar con otras agrupaciones hasta alcanzar la mayoría absoluta. Lo que por lo general implica arduas negociaciones por cargos (lo que puede convertirse en lo que conocemos en Chile como “cuoteo”) y/o propuestas políticas.

Pese a lo complicado que suena, este sistema podría tener sus beneficios, ya que en este modelo los integrantes del gobierno son a su vez miembros del parlamento y este debe contar con mayoría absoluta para ejercer, lo que favorece el apoyo del parlamento a la agenda legislativa del gobierno, impidiendo que exista un bloqueo. Sin embargo los partidos y parlamentarios, evidentemente, tienen la libertad de votar por los programas que deseen y no porque hayan pactado con el gobierno están obligados a aprobar su gestión.

Bélgica paso 541 días sin gobierno entre el 13 de junio de 2010 y el 7 de diciembre de 2011, una marca mundial. La pluralidad política y social del país tiene acostumbrados a los belgas a estas situaciones. En la foto la cámara de diputados de España, el cual se acerca rápidamente al récord de los belgas.

Por otro lado, ya que el gobierno debe de contar con la confianza del Parlamento, en caso de una crisis política, el Presidente de gobierno o Primer Ministro puede disolver rápidamente el parlamento y llamar a nuevas elecciones. Ahorrándose así una parálisis de gobierno, en donde la única alternativa para cambiar a las autoridades son los largos y complejos procesos de referéndum revocatorios como el que se quiere impulsar en Venezuela o acusaciones constitucionales, como la que recientemente terminó destituyendo a Dilma Rousseffen Brasil.

Claro está que también existe la posibilidad, como sucede en España, de generar otro tipo de parálisis política, una que aquí en América es prácticamente inconcebible; que después de 8 meses y medio no haya asumido aún gobierno alguno.

El fin del bipartidismo

Desde las elecciones generales del pasado 20 de diciembre, España se metió a un laberinto político. En dichos comicios, el parlamento quedó prácticamente dividido en cuatro partes, sin que se pudiera conformar gobierno, por lo que hubo que repetirlos. En las segundas elecciones generales del 26 de junio, salvo pequeños cambios, los equilibrios políticos se mantuvieron y por ende la indefinición política actual.

Y es que el país no estaba acostumbrado al multipartidismo y la necesidad de formar gobierno con múltiples fuerzas políticas. Esto, porque la mayor parte de sus 30 años de democracia el poder se ha alternado entre el Partido Popular (PP) de derecha y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de tendencia socialdemócrata. Sin embargo, tras la ola de indignación producto de la crisis económica, surgieron dos nuevas fuerzas políticas: Poder Democrático Social (PODEMOS), de izquierda, y Ciudadanos (C’s), liberal de derecha, generando que en las elecciones generales del 20 de diciembre de que el pastel del poder político y la gobernabilidad haya quedado dividido en cuatro partes, y en donde no se ha podido establecer el ejecutivo que liderará el país por los próximos 4 años.

Pese a que los últimos comicios del pasado 26 de junio le dieron la victoria al PP de Mariano Rajoy, con el 33% de los votos, equivalentes a 137 diputados (frente a los 85 de su rival más cercano el PSOE), éste quedó muy lejos de los 176 escaños que necesita para formar gobierno. Y aunque Rajoy consiguió el respaldo de C’s, y de la pequeña agrupación regionalista Coalición Canaria, aún le faltan 6 escaños más para llegar a la meta.

En la imagen la actual composición de la cámara de diputados españoles: En celeste los escaños del PP, en rojo del PSOE, en naranjo los de C's y en morado de Unidos Podemos( PODEMOS+ Izquierda Unida), el resto son partidos regionalistas o partidos

El complejo laberinto político español

En un sistema político como el español, es fundamental que en caso que ninguna fuerza política tenga mayoría, alguien tenga que ceder. No es lo que ocurre en este caso; pese al sinnúmero de diálogos, encuentros, negociaciones y palabras de buena voluntad, los acuerdos han sido lo que menos ha primado, y muy por el contrario, cada sector se encuentra anclado en sus posiciones.

De mantenerse la parálisis, es muy posible que en unas eventuales terceras elecciones la abstención alcanzaría niveles nunca antes vistos, lo que beneficiaría al actual Presidente de gobierno, Mariano Rajoy (en la foto) y su partido el PP. El pasado viernes, en su segundo intento de investidura, Rajoy fue rechazado por 180 parlamentarios.

Bueno, para ser justo, Rajoy ha buscado formar un gobierno de coalición con el PSOE y C’s, que él encabeza (claro está). El problema es que el PSOE de Pedro Sánchez, no tiene intención alguna de gobernar con él y su partido. El rechazo se explica en gran medida producto de los múltiples casos de corrupción que involucran al PP y a las profundas diferencias en cómo llevar adelanten la recuperación económica; mientras la centro derecha apela a la austeridad como mejor receta para salir de la crisis, los socialistas creen que hace falta reimpulsar el gasto público para reactivar la economía.

El líder del PSOE, Pedro Sánchez (en la foto) tuvo que hacerle frente en las elecciones pasadas a la alianza entre PODEMOS y la formación Izquierda Unida (bajo el nombre Unidos Podemos), que amenazaron desplazar a los socialistas a un tercer lugar. 

Para Sánchez, el próximo gobierno no solo no debe estar encabezado por el PP, si no que éste no debe ser incluido en la formación del ejecutivo, idea que comparte con PODEMOS. Para él, la única alternativa para salir de la crisis es conformación de un “Frente Progresista” que aúna a toda las fuerza políticas opuestas a la agenda política de la administración Rajoy, es decir una coalición del PSOE, PODEMOS y C’s.

Pablo Iglesias, cientista político y líder de PODEMOS, sostuvo que solo aceptaría formar gobierno con los socialistas, que éste ocuparía la Vicepresidencia, y una que no sería meramente simbólica. La postura le ha significado criticas al interior del partido, y le ha significado una perdida en el apoyo popular.

Sin embargo, Pablo Iglesias, líder de PODEMOS ha mantenido una postura contraria a formar gobierno con C’s, partido al que considera demasiado cercano a las políticas del PP, rechazo que además es mutuo. Y aunque, el conglomerado de izquierda, ha estado dispuesto a apoyar un gobierno encabezado por el PSOE, la suma de ambas agrupaciones de izquierda no es suficientes para alcanzar la mayoría.

El líder de Ciudadanos, Alberto Rivera, enfrenta unos votantes cansados de la parálisis, que votan cada vez más de manera pragmática, apoyando a la opción cercana ideológicamente y con posibilidades de formar gobierno, el PP.  Por supervivencia, el conglomerado está dispuesto a apoyar un gobierno encabezado por Rajoy o Sánchez.

Hasta la fecha C’s, encabezado por Alberto Rivera, ha sido la única formación que ha estado dispuesta a pactar. A comienzos de año acordó gobernar con el PSOE, que aunque no alcanzaron los votos suficientes para formar gobierno, al menos le abrió una ventana a dicha posibilidad. Y ahora también llegó a un acuerdo de investidura con el PP, una actitud que no ha sido premiada en las urnas, puesto que en los comicios de junio consiguió significativamente menos escaños que en los de diciembre, al mismo tiempo que los populares han crecido a costa suya.

Por ahora España tiene el desafío de lograr un acuerdo entre las partes, que finalmente permita definir a su mandatario, pero si a fines de octubre no hay gobierno, se convocarán a unas terceras elecciones. 

¿Crees que hayan terceras elecciones en España?¿Qué te parecen los sistemas parlamentarios?

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