Cada uno se defiende como puede ante un ataque del enemigo, en nuestro caso, salir corriendo es algo común, además de intentar algún golpe o taparse torpemente la cara. Algo bien aburrido al lado de otros animales que tienen maneras bastante más curiosas de evitar la muerte a manos de otro.

Hay mecanismos que hasta parecen súper poderes y que no solo son capaces de dañar al adversario, sino de descolocarlo a tal nivel, que el ataque pierde sentido. Porque camuflarse, poner caras que asustan y mostrar los dientes no es suficiente para algunos, aquí les dejamos una fina selección de los más bizarros, para que se sigan sorprendiendo con la genialidad del reino animal.

1. Pistolas ópticas de sangre

^{Imagen: Burton Robert, vía Wikimedia Commons}

El lagarto cornudo de Texas podría ahuyentar tan solo con su aspecto hostil y sus cuernos que están por toda su espalda, pero de organismo va mucho más allá. 

Cuando se siente amenazado, este reptil también conocido como el cornutum Phrynosoma, hace estallar los vasos sanguíneos de sus ojos, disparando chorros de sangre de hasta 1.5 metros de alcance, dejando atónito a su atacante (no es para menos)… como para darle un nuevo sentido a eso de quedar "con sangre en el ojo". Con esta arma el lagarto pierde un tercio de su suministro sanguíneo en su cuerpo. 

¿Quieres verlo en acción?

2. Defecando órganos

^{Imagen: q phia, vía Wikimedia Commons}

El pepino de mar puede liberar un toxina pegajosa (holothurin) con la que nadie se quisiera cubrir por ser venenosa, pero la gran rareza de su arma de defensa no es eso. Algunas especies llevan al extremo sus recursos y para pasar inadvertidos ante sus adversarios, contraen sus músculos tan fuerte que eliminan algunos órganos de su cuerpo a través de su ano. Un auto evisceración que engaña a cualquiera haciéndole creer que están muertos. Tiempo después pueden regenerar esos órganos perdidos y seguir la vida en el fondo del mar como si nada. Esperamos que no hayas estado almorzando mientras leías eso...

3. Cianuro a la vena

^{Imagen: Eden, Janine and Jim, vía Wikimedia Commons}

Tener 1.000 pies o en realidad 750, no es suficiente para escapar velozmente de un depredador y por eso esta especie de milpiés llamada sequoiae Motyxia guarda un tóxico secreto. Por las noches, brilla en la oscuridad tal como las luciérnagas para repeler a cualquier atacante, pero si aún así alguno de ellos se cree temerario y busca atacarlo, se encontrará con una desagradable sorpresa: químicos de muy mal sabor e incluso cianuro tóxico, un bocado muy poco apetitoso. Si queremos agregarle un hecho más curioso aún, los lémures son de los pocos animales que se benefician con este veneno, usándolo no solamente para repeler mosquitos, sino también para drogarse. Qué ironía.

4. Disfraz vomitivo

^{Imagen: Sumeet Moghe, vía Wikimedia Commons}

Es curioso y bastante desagradable, pero sumamente efectivo. Las crías de la carraca europea (Eurasian Roller) se defienden inocentemente de sus enemigos con algo que los bebés hacen bastante seguido: vomitar. Atacan el sentido del olfato de sus contrincantes, pues para salvarse de la muerte literalmente se vomitan encima con un líquido naranjo que tiene un olor repulsivo y aleja así a cualquier atacante. A la vez, alerta también de la emergencia a los "papas pájaros" que perciben a la distancia este mal olor y así regresan rápidamente al nido.

5. Extremidades se venden por separado

^{Imagen: vía Tolweb.org}

La lagartijas lo hacen con su cola, pero el calamar  Octopoteuthis deletron también y con uno de sus preciados "brazos". Además de tirar chorros de tinta e iluminar la punta de sus tentáculos para confundir a su contrincante, si lo atrapan, este molusco se deshace de una de sus extremidades para reducir al mínimo la pérdida del tejido. No significa un problema para él, no sólo porque tiene bastantes más, sino porque luego se regenera.

6. Bombas al estilo kamikaze

^{Imagen: Noel Tawatao / © AntWeb.org, vía Wikimedia Commons}

Mueren como mártires, para salvar a su colonia y derrotar al enemigo . Las hormigas Camponotus saundersi, conocidas también como las hormigas explosivas de Malasia, tienen en todo su cuerpo grandes glándulas llenas de veneno. Aquellas que cumplen el rol de obreras en su diminuta sociedad y que no se dedican a la reproducción, tienen una misión: defender la especie sacrificándose ellas mismas. Ante una amenaza, estas hormigas contraen sus abdominales y explotan literalmente, llenando a sus enemigos de la ponzoña, llegando incluso a matarlos. ¿Acaso les gustó meterse con los más pequeños?

7. Un X-Men de verdad

^{Imagen: Gustavocarra, vía Wikimedia Commons}

Seguro la idea de Wolverine salió de esta especie, seguro. La llamada rana peluda de Camerún, tiene hebras finas de piel que parecen pelos, que la hacen bastante espeluznante, pero esa no es la razón por la que sus depredadores salen despavoridos cuando quieren atacarla. El anfibio, al igual que este X-Men, puede romper sus propios huesos para producir garras y defenderse. ¿Cómo funciona el mecanismo?

Se ha estudiado que estas garras, presentes en las patas traseras, están unidas al hueso de la punta de sus dedos por colágeno y en el otro extremo conectada a un músculo. Cuando este músculo se contrae, tira de ellas hacia abajo y se asoman perforando la piel de cada uno de sus dedos. Luego de la trasformación, al igual que Wolverine, la Trichobatrachus Robustus se cura rápidamente y queda lista para más acción cuando sea necesario.

¿Cuál te llamó más la atención? ¿Qué otro curioso mecanismo de defensa conoces?