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Imagen: Inti Illimani

Los 50 años de Inti Illimani, en palabras de su director musical

A tan solo semanas cumplir 50 años, Inti Illimani está más activo y vigente que nunca. Conversamos con su director musical Manuel Meriño sobre su legado, su nuevo álbum en homenaje a Violeta Parra y el concierto de aniversario que realizarán junto a Congreso en el Teatro Caupolicán. Esto es lo que nos contó.

Por Martín Poblete @martin_poblete | 2017-07-21 | 15:10
Tags | Inti Illimani, Violeta Parra, Manuel Meriño, música chilena, Congreso, concierto, teatro caupolicán, 50 años

Cincuenta años de historia, incontables viajes por el mundo, una discografía enorme y un profundo compromiso social y cultural posicionan a Inti Illimani como una de las instituciones musicales más célebres de la historia de nuestro país, testimonio viviente de la Nueva Canción Chilena y del rescate de la fusión latinoamericana.

Desde su formación en agosto de 1967, cuando un grupo de jóvenes estudiantes se empezó a juntar para hacer música, su historia ha pasado por toda clase de idas y venidas: activismo político, exilio, retorno, giras mundiales, disputas internas, separación en dos grupos que comparten el nombre, reconocimientos dentro y fuera del país y, sobre todo, una imparable productividad musical.

Su próximo disco, El canto de todos, celebra a Violeta Parra en su centenario con diez versiones originales de algunos de sus temas más emblemáticos, con colaboraciones de artistas de la talla de Silvio Rodríguez, Joan Manuel Serrat y Mon Laferte.

En paralelo a esto, Inti Illimani se encuentra preparando la celebración de su quincuagésimo aniversario (sí, así se dice). La fiesta se realizará el próximo 4 de agosto en el Teatro Caupolicán junto a Congreso, y llevará por título De pie, cantar: 50 años de andar. Las entradas ya están a la venta, y puedes adquirirlas aquí.

Manuel Meriño (44) forma parte del grupo desde fines de 2001. Con apenas 27 años, se le asignó la nada sencilla labor de llevar la dirección musical del Inti Illimani “Nuevo”. Desde entonces, ha trabajado junto a los hermanos Marcelo y Jorge Coulón en la creación de nueva música y en una ininterrumpida agenda de presentaciones en vivo que ha mantenido a Inti Illimani tan vigente como siempre.

En El Definido conversamos con él, y sobre sus nuevos proyectos y su identidad.

- Con todo esto que se viene, ¿cómo están los ánimos dentro de Inti-Illimani?

“Bien, estamos con harta energía. Recién terminamos de grabar el disco El canto de todos. Es un disco que fue concebido rápido, pero el proceso se alargó porque el disco tiene invitados de la talla de Silvio Rodríguez, de Joan Manuel Serrat, de Pablo Milanés, por nombrarte algunos, que están en sus países, tocando, haciendo giras, entonces fue complejo que grabaran en un tiempo específico”.

Meriño nos cuenta de las giras que tuvieron que correr debido a los incendios del verano, lo que atrasó la producción del disco. Además están preparando su concierto de celebración de 50 años en el Caupolicán con Congreso de invitado, entre otra gente. También estarán un mes en entre Estados Unidos y Canadá. Al mismo tiempo, siguen tocando mucho: luego del Maule ahora van a Chiloé, Santiago, después un concierto sinfónico en Talca, etc.

“Luego de terminar este disco vamos a preparar la grabación del disco sinfónico con música nueva, y luego de ese disco, si es que ya tenemos más música nueva, estamos planificando la grabación de otro disco… Yo creo que ese es el secreto de que Inti-Illimani avance tan rápido: no pararse a analizar mucho en qué se está, sino que avanzar y avanzar y avanzar”.

Y cuando no tocan, están trabajando en el proyecto educativo del que están a cargo, Sol del Illimani, hecho en conjunto con la Municipalidad de La Florida, con su amigo Rodolfo Carter.

- ¿Cómo sienten la responsabilidad de transmitir, como Inti-Illimani, el legado de Violeta Parra a las generaciones más jóvenes?

“Es compleja la pregunta, porque… Para partir de un punto: desde que nos propusimos el proyecto del disco El canto de todos, que en ese momento no tenía nombre, yo en un principio dudé. Consideraba que muchas de las reversiones que se han hecho a Violeta Parra no significaban un aporte en relación a la versión original. Pero finalmente resultó ser un redescubrimiento de la música de Violeta Parra, esta vez desde la profundidad de la música de ella. Poder trabajar con su música significó un reaprendizaje enorme para mí, en lo personal. En ese sentido, claro, son esas las posibilidades maravillosas que te entrega el poder integrar un proyecto tan fundamental como es Inti Illimani.

Desde que me llegó la responsabilidad gigantesca de dirigir al conjunto, cuando llegué, he tratado de aprender lo más posible y destilar al máximo ese producto, en el buen sentido, que extrajo Inti Illimani de Violeta Parra y de Víctor Jara, y que ahora tenemos la gran suerte de sentirlo entre las manos los integrantes más jóvenes del grupo”.

- ¿Cómo hicieron para versionar a Violeta? ¿Desde qué punto de vista abordaron el trabajo de arreglar las canciones?

“La palabra ‘arreglar’ siempre me ha parecido un poco peyorativa con el autor mismo; siempre he preferido hablar de hacer versiones nuevas.

En este caso es complejo. En ese sentido, quizás Víctor Jara es un poco más amable para trabajar con su música, porque tiene elementos que lo hacen más “cercano” a lo que uno hace como músico popular. Pero en el caso de la Violeta es complejo, porque es todo muy propio, y es muy fácil romper el equilibrio cuando las cosas son tan originales. Esto no es ninguna receta, es solo la sensación que yo tengo.

Desde esa perspectiva, me senté mucho a escuchar antes de siquiera tomar la guitarra: escuchar, escuchar, hasta encontrar una hebra estética y dilucidar desde dónde va esto.

La gracia de este disco, yo creo, es que logramos versionarla de una manera distinta, interviniendo realmente la música: un poco la armonía, un poco también la melodía, interviniendo las formas, fabricando interludios que tengan que ver con la música, fabricando modulaciones armónicas, interviniendo la canción misma (…)

Si la Violeta y el Víctor estuvieran vivos, siendo ellos tan visionarios como eran, yo me animo a decir que ellos querrían que los moldes se ‘rompieran’. No me imagino a la Violeta, habiendo sido tan adelantada a su época, queriendo hacer la misma música de hace 50 años versionada de la misma manera”.

- ¿Cómo ven que Inti Illimani se relaciona con las distintas generaciones musicales?

“En ese sentido estamos muy contentos. Nos dimos cuenta de que tipos como Silvio Rodríguez, o Serrat, se relacionan con un Inti Illimani que es atemporal. Es súper bonito eso, y lo siento muy sorprendente, porque es también lo que le pasa a la gente. Para la gente, Inti Illimani es una especie de tren, en el que los músicos vendrían a ser los pasajeros. Este tren pasa y la gente lo ve, pero en el fondo es un tren. Podrán ver por las ventanas las caras de los integrantes que van pasando por el grupo, pero lo que la gente ve es un tren que avanza y que se refacciona, lo pintan, según el tiempo”.

- ¿Les ha tocado sentir este “buen momento” que se dice está pasando la música chilena?

“Es que Inti Illimani es un grupo que nunca vende discos apoteósicamente, pero nunca baja de lo bueno. Siempre está ahí en el top, nunca se pega un “Mon Laferte”, pero nunca baja. No tenemos el foco de hacernos millonarios, nunca hemos tenido el afán de andar haciendo hits, ¿cachai? Lo que veo como interesante en este proceso de la digitalización es que la gente tenga acceso a la música, que la baje, que la disfrute y se adueñe de ella. Y que la piratee, adelante, todo bien.

Nosotros vendemos nuestros discos, básicamente, porque encontramos que es un bonito trabajo y es bonito tenerlo. Ahora para el disco nuevo vamos a sacar hasta vinilo, porque el arte es bonito (…) Pero si la gente después quiere bajarlo de internet, que lo baje también. En ese sentido, que coexistan las dos cosas es interesante.

Y también lo interesante de la digitalización es la autogestión. Que los músicos jóvenes tengan la posibilidad de no tener que depender de empresas, y que ahora tengan la posibilidad de hacerlo ellos mismos, ganarse lo que tengan que ganarse, y que aprendan a autogestionarse”.

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