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Imagen: César Mejías

Lo que nadie dice del Sename y las claves de solución de Benito Baranda

Un panel de expertos en pobreza y Benito Baranda alzan su voz para mostrarnos qué está pasando y el camino a seguir. Ante la publicación del último informe sobre los horrores en el Sename, les contamos cómo solucionar efectivamente el problema y proteger a los chilenos más pequeños.

Por Magdalena Araus @mmaraus | 2016-09-14 | 07:00
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Primero fue Lisette, luego el descubrimiento de que habían muerto 477 niños y ahora otro reciente informe de la Corte Suprema: definitivamente no es el año del Sename. Las noticias no paran. Maltratos, abusos, falta de personal, sobrepoblación, insalubridad, tiñen los hogares en los que miles de niños vulnerados en sus entornos familiares o culpables de delito fueron enviados a protección, para aterrizar en un ambiente aún más contaminado (sabemos también que hay muchas excepciones).

Y basta la experiencia de un solo niño, uno solo, para darse cuenta de lo grave que puede llegar a ser esta situación. Edison Gallardo (38) es uno que se atrevió a contar su historia y su testimonio es realmente desgarrador. ¿Cómo se transformaron estos hogares para proteger, en hogares para violentar?

La lista de problemas es larga, el tema ha dado para mucho y la necesidad de cambio es urgente, pero, ¿dónde hay que poner realmente el foco? ¿Cuáles son los pasos inmediatos a seguir? Hace un tiempo les contamos las soluciones que proponían dos entendidos en el tema. Ahora hablamos con Benito Baranda (Pdte. Ejecutivo de América Solidaria) para que nos cuente las claves para avanzar y asistimos a una mesa de expertos en infancia y pobreza. Esto es lo que develan.

Lo que pocos saben (o nadie dice)

Creemos que toda la culpa es del Sename, cuando en realidad, es el chivo expiatorio de un sistema deficiente. En la mesa, líderes de organizaciones como la Fundación para la Superación de la Pobreza, América Solidaria, el Hogar de Cristo y la Fundación San José, entre otras, nos revelaron esto:

* El Sename no es el problema, sino todo el sistema de protección de los derechos de los niños, que involucra al menos: Ministerio de Justicia, de Salud, de Educación y de Vivienda. Éstos nunca se han sentado en una mesa interministerial para llevar a cabo un proyecto conjunto. "El Sename es víctima de una Estado que nunca se ha preocupado por la infancia".

* Hoy el Sename se hace cargo de los niños por tres razones: protección, adopción o justicia penal adolescente. De sus hogares, sobre el 90% son administrados por privados, y subvencionados por el Estado, lo cual no es el problema en sí (algunos funcionan bien y otros mal), pero sí el hecho de que el Estado aprueba los programas sin evaluar bien su impacto y fiscalizar correctamente. Además la subvención "con suerte financia el 50% de los costos de los niños", como agrega Marcelo Sánchez, Gerente General de la Fundación San Carlos de Maipo, que administra un hogar del que les hablamos aquí.

* Hay una falta de "voluntad política" para llevar adelante estos proyectos, acusan los expertos, pues como los niños y jóvenes no votan, no hay interés ni urgencia, y se buscan resolver otros problemas más concretos para la ciudadanía. Además se trata de una reforma cara, razón por la cual se ha ido postergando. Por eso la presión del Consejo de la Infancia ha sido fundamental.

* A nivel legal el desafío está pendiente. La ley Chile Crece Contigo (2008), para la protección y cuidado de los niños, lleva 8 años sin reglamento, es decir, no se puede aplicar efectivamente. Hoy está en trámite el proyecto de ley de Sistema de Garantías de los Derechos de la Niñez, un paraguas que sostiene: subsecretaría de la niñez (ley), defensor del niño (ley), ley de tribunales de familia, división del Sename en dos servicios y modificación a la ley de subvenciones. Esta ley tiene 35 artículos, y hace dos meses ya llevaban 600 indicaciones, por lo que tiene para mucho rato.

* Si se quiere lograr un impacto, deben diseñarse soluciones e intervenciones de largo plazo, no hay otra salida. La gran diferencia es que hay que enfocarse en la prevención, promoción y desarrollo de la niñez, por lo tanto el foco no son solamente los 200 mil que están actualmente en el sistema Sename, sino los 4,5 millones niños y jóvenes chilenos.

¿Qué hacer entonces? Benito Baranda lleva décadas trabajando por cambiar el destino de los niños y jóvenes más vulnerables de nuestro país y, por lo mismo, tiene claro qué debería hacer el Estado y los chilenos para acabar con el problema.

El camino a seguir que viene ahora

- A corto plazo, ¿qué pasos concretos podemos dar?

Aunque la reforma debe ser global, Benito explica que lo primero es restablecer la confianza al Sename, ya que si no le devolvemos la seguridad, la comunidad va a desconfiar de lo que hace un servicio tan clave en la protección de los derechos del niños.

"Uno puede ir despejando también y no generando un fantasma gigantesco de algo que el Estado no tiene claridad. No hubo intención de parte de quienes trabajan con ellos de asesinar a un niño, puede haber casos de negligencia que deben ser denunciados, pero eso hay que aclararlo (…) La gran mayoría de esa gente trabaja con mucha abnegación, hace grandes sacrificios personales, tiene bajas compensaciones materiales, y muchos niñas y niños han pasado por esos centros y han logrado salir adelante", asegura Baranda.

Plantea que en este primer paso, el Sename debe tener los programas de asistencia que requiere, ya que la división que está en el proyecto (Servicio Nacional de Protección y Servicio Especializado de Responsabilidad Penal Adolescente), va a ser un proceso lento desde el punto de vista legal.

"Una de ellas es toda el área de psiquiatría (…) Otra es la de la atención dentro de los hogares para disponer de profesionales para atender trastornos específicos de lenguaje (…), tener buenos terapeutas ocupacionales, sicopedagogos, y después lograr que los educadores actuales entren en un flujo de capacitación mas permanente con la cantidad de educadores que se requiere", las cuales se pueden conseguir con la ley de subvenciones actuales, aclara Baranda.

- Y luego, ¿qué es lo que viene?

En el mediano plazo, se debe hacer la reforma que se está esperando hace más de 20 años (desde que Chile firmó la Convención de los Derechos del Niño en enero de 1990), que nunca se ha hecho, que incluye todos los proyectos del ley y la división del Sename que explicábamos.

Las claves para prevenir la vulnerabilidad y la delincuencia

"La pregunta que no hacen mucho es cómo prevenir todo este problema. De eso se habla muy poco en la prensa y Chile ha ido un paso bien grande adelante", afirma Baranda, entregándonos las claves para atender mejor la infancia.

Educación preescolar: "La primera parte de la reforma educacional, es toda la educación preescolar y cuando logras tempranamente llegar a esos niños y niñas, lo más probable es que aminoras después los efectos del abandono, de la falta de atención", afirma.

Vivienda e integración: "Si yo quiero que las familias en extrema pobreza se sientan incluidas, no puedo seguir haciendo guetos de pobreza. La vivienda marca mucho (…) Y hoy día se está haciendo una iniciativa con barrios más integrados".

Colegios y heterogeneidad: "Si tú comienzas a trabajar por la inclusión de las familias, ahí puedes después trabajar por la heterogeneidad y no tener un sistema escolar homogéneo en ese territorio. Y eso va a requerir un cambio cultural bien fuerte, porque nadie quiere educarse con los otros, una barrera cultural que tenemos que ayudar a superarla y perder el temor al otro (…) Lo que más ayuda es que cuando eres adolescente compartas con personas de otro estrato sociales de manera igualitaria".

Amplias opciones de educación: "Hoy día estás teniendo un abanico muy restringido, Técnico Profesional, Científico-Humanista, poco musical, poco artístico, poco deportivo, y yo creo que si no abres el abanico vas a tener la dificultad de inclusión de ese 40% de jóvenes que están en estratos más bajos que no asisten a la estructura escolar".

Benito explica que estos son los pasos base para que el cambio sea efectivo, junto a la coordinación entre ministerios para mejorar otros servicios.

La realidad detrás de un joven que comete delitos

Parece increíble, pero muchos siguen pensando inconscientemente que "los pobres son flojos" (un 40% según la última encuesta CEP), que "a los delincuentes hay que darle su merecido", que "los jóvenes 'flaites' no tienen remedio", y un rosario más de plegarias prejuiciosas. Pero, ¿qué hay detrás de esas personas, de esos menores que delinquen y van a parar al Sename?

"Oye, no seamos tan hipócritas de disparar contra un fragmento de la realidad de esa persona, veamos por qué la persona llegó a esto, por supuesto tenemos que sancionarla, encarcelarla seguramente, pero dentro de esos lugares tenemos que darle rehabilitación. Si la persona tuvo una historia extremadamente compleja que lo llevó a realizar esos actos, no vino de la nada, no lo tiraron en un planeta a los 14 años, en Chile, y llegó como delincuente, a consumir drogas o a violar a otro. ¿Te fijas?", advierte Benito.

Recalca que cuando a la familia le va a mal, uno no puede culparla, pues no tuvo los instrumentos, los recursos, el manejo para educar a sus hijos, agregando que "cuando el Estado se repliega y no está para atender a una persona que ha fracasado en su vida temprana, al final esa persona por supuesto después es capaz de hacer cualquier cosa. De dañar mucho".

- ¿Qué necesita un niño o joven que ha sido vulnerado?

"Lo que tu requieres lejos, lejos, lejos, desde el punto de vista de mi fe católica, pero también te lo dice una persona como Maturana y psicólogos, psiquiatras, es la contención afectiva. Sin ella es muy difícil sacarlo adelante (…) Le tienes que dar esa confianza inicial, de que entienda que también él tiene derecho a vivir, que puede ser una persona que se puede desarrollar de manera excelente, porque también tiene dones, también tiene habilidades, capacidades.

Entonces ese primer tiempo, a veces lo farreamos muy fuerte, entonces no nos vinculamos con la persona, la tomamos como un delincuente, la catalogamos, y al final tú te pierdes la riqueza de la vida de esa persona, y te concentras en un fragmento de una conducta social que ha realizado, pero no te das cuenta el origen de esa conducta, no te das cuenta de la humanidad que está en esa persona y eso impide que tú te puedas vincular dignamente".

Eso nos ha llevado a pasar décadas aumentando recursos para castigar a quienes delinquen, mientras los datos demuestran que las políticas han sido ineficientes, comenta Benito en una columna, hecho que confirman la exitosa experiencia de Proyecto B en Chile o el caso de Ohio en EE.UU.

Más allá del ámbito de la delincuencia, con respecto a todos aquellos menores que entran al sistema del Sename, hay una verdad: la gran mayoría de sus padres, que no fueron capaces de cuidarlos, probablemente también fueron niños vulnerados, y ésta es una cadena que puede ser larga. La resiliencia existe, pero si no les brindamos herramientas, el desafío será muchísimo más arduo. Escuchemos a los que más saben, hagamos de esto un tema que no se apague hasta que se logren cambios y protejamos lo más valioso que tiene el país: sus niños y su futuro.

¿Qué otros aspectos crees que son urgentes para atender la infancia y juventud en Chile?

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Comentarios
María Jesús Navarro | 2016-09-15 | 16:53
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Ojo con el testimonio que citan de Edison Gallardo, el mismo reportaje tiene muchos comentarios de que son absolutamente falsas sus declaraciones.
No por eso creo que la realidad de los hogares del SENAME se encuentra alejada de su testimonio, para eso basta leer el informe de la Corte Suprema, pero por un asunto de objetividad me pareció razonable hacer la advertencia.
Saludos!
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Magdalena Araus | Colaboradora | 2016-09-20 | 10:53
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Hola María Jesús! ¿Sabes cuál es la fuente que indica que hay testimonios de que son falsos? Gallardo está escribiendo un libro sobre su experiencia, por lo que sería interesante tenerlo en cuenta. Saludos!
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