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Imagen: Vladimir Putin

¿Qué sabemos del supuesto hackeo ruso al Partido Demócrata?

Diferentes organismos de inteligencia y seguridad estadounidenses están concluyendo que Moscú intervino en los sistemas informáticos de los demócratas, el cual habría tenido como objetivo ayudar a Donald Trump. El Presidente Obama ya solicitó un informe sobre el asunto que se espera esté listo antes del cambio de mando este 20 de enero.

Por Tomás Croquevielle @kroque1989 | 2016-12-21 | 07:00
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Ni en los tiempos más álgidos de la Guerra Fría habría ocurrido algo así: el Presidente de Rusia, ordena personalmente que se intervengan los sistemas informáticos de uno de los partidos políticos más importantes de EE.UU., en este caso de los demócratas. Esto, como una venganza personal hacia Hillary Clinton por haber cuestionado, cuando era Secretaria de Estado, la legitimidad de las elecciones parlamentarias rusas de 2011. Bueno, al menos eso aseguró la cadena de televisión estadounidense NBC el pasado viernes. A ver, a ver, ¿qué están diciendo?, ¿es eso verdad o fantasía de un mal perdedor?

Este 9 de diciembre, la Agencia Central de Inteligencia (la famosa CIA) concluyó que Moscú interfirió mediante hackers para ayudar al triunfo de Donald Trump y dañar las posibilidades de Hillary Clinton de ser electa.

El mismo día, el presidente de EE.UU. Barack Obama, ordenó a las diferentes agencias de inteligencia del país realizar un informe completo sobre el muy posible ataque informático por parte de Rusia al Partido Demócrata durante los meses de la campaña electoral estadounidense. Éste debe estar listo antes de que asuma la nueva administración.

Además, en lo que pareciera otra más de una serie de explosivas revelaciones que están sacudiendo la política estadounidense y a las agencias de seguridad e inteligencia nacional: el Washington Post aseguró, citando fuentes anónimas, que el Buro Federal de Investigación (FBI) ahora considera que sí hubo una intervención rusa y su propósito fue ayudar al entonces abanderado republicano. Esto es algo que el organismo de investigación había evitado afirmar de manera concluyente y que aún no confirma de manera oficial.

Pero, ¿cómo partió este embrollo? En El Definido les contamos los detalles.

Hackeo al DNC

Esta novela sacada de la Guerra Fría no comenzó ahora, sino que se remonta a fines de junio y comienzos de agosto, pocos días antes de la Convención Nacional del Partido Demócrata en Filadelfia, en la que se coronó a Hillary Clinton como la nominada presidencial. En aquella oportunidad se supo que los correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés), el máximo organismo del partido, habían sido hacekados, sin conocerse responsables.

Rápidamente el sitio Wikileaks publicó buena parte de esos emails, los cuales revelaban que la entonces presidenta del DNC, la congresista Debbie Wasserman-Schultz y otros funcionarios del partido, habrían ayudado a Clinton a ganar las primarias, buscando perjudicar a su oponente, el senador Bernie Sanders. Este episodio terminó constándole el cargo a Wasserman-Schultz.

Como si no fuera suficiente el bochorno, a mediados de octubre Wikeleaks publicó los emails del jefe de campaña de Clinton, John Podesta y de otros funcionarios de alto perfil de su campaña, en donde quedaba en evidencia las conexiones de la candidata con Wall Street, entre otras "yayitas" (puedes refrescarte la memoria leyendo este artículo que hicimos sobre el tema).

Por su parte, Wikileaks niega que los emails de Podesta los haya conseguido por medio de Rusia, pues según ellos, es otra fuente que claramente no revelarán.

Trump y sus cercanos han rechazado los reportes que señalan una intervención rusa para favorecer su candidatura, tachándolas de "ridículas", culpando a los demócratas de estar molestos por la derrota, y asegurando que los organismos de inteligencia en realidad no tienen idea quien realizó el hackeo.

Desde Rusia con amor... ¿a Trump?

Finalmente y después de mucha especulación, el mismo mes de octubre, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (que no es lo mismo que la CIA) y el Departamento de Seguridad Nacional, en un comunicado conjunto, acusaron de manera oficial a Rusia de los hackeos, afirmando que su propósito fue interferir en el proceso electoral estadounidense.

Además, según el New York Times y el Washington Post, después de las elecciones presidenciales del 8 de noviembre, estos organismos aseguraron que Moscú no solo buscó interferir en las elecciones sino que también buscó apoyar a un candidato en particular: Donald Trump.

Al parecer, las agencias de inteligencia se inclinan a esta conclusión ya que, por alguna "sospechosa" razón, los presuntos hackers rusos también penetraron los sistemas del Comité Nacional Republicano (RNC, por sus siglas en inglés), pero extrañamente no filtraron absolutamente nada de lo que de allí habrían obtenido (claro, debe ser que los republicanos son unas santas palomas), pero sí lo hicieron durante meses con su contraparte, el DNC.

Dato útil: un análisis realizado por The Times de la operación rusa (que cita el NYTimes), basado en entrevistas a docenas de actores involucrados en el ataque, funcionarios de Inteligencia que lo investigaron y funcionarios del gobierno de Obama; revela una serie de señales perdidas, una respuesta lenta y una permanente subestimación de la gravedad del ciberataque. El discreto acercamiento del FBI significó que los hackers rusos pudieran moverse libremente por la red del DNC durante casi siete meses, antes de que el partido tomara medidas para proteger sus sistema.


 "Para Rusia, con una economía debilitada y un arsenal nuclear que no puede usar a falta de guerra total, el ciberpoder demostró ser un arma perfecta: barata, difícil de anticipar y difícil de rastrear". The New York Times

Lo que dice la CIA vs. el FBI

Conocidos son los desacuerdos y descoordinaciones entre la CIA y el FBI (algo que influyó en el éxito de los atentados terroristas de 2001) y en esta oportunidad ambas agencias tienen diferentes visiones del asunto. Esto no quiere decir que necesariamente se contradigan, sino que para el FBI aún faltan pruebas concluyentes del accionar ruso y sus intenciones, mientras que para la CIA la cosa está clara.

Eso sí, el FBI no considera que la investigación de la agencia de inteligencia esté o no equivocada, sino que las diferencias de opinión se basan en la diferente manera en que ambos organismos trabajan: mientras que el rol de la CIA es investigar e interpretar la información que tienen disponible, el FBI, que es básicamente una agencia investigación criminal, requiere de pruebas para poder sustentar cualquier tipo de acusación y procesamiento legal. Por lo que es de esperar que su proceso sea más lento y deban pasar por más y mayores filtros, antes de sacar cualquier conclusión definitiva.

Lo que no quita que puedan haber filtraciones o fuentes anónimas, como con la nota del Washington Post anteriormente mencionada.

¿Se manipularon o no los resultados?

Esta fue una de las preocupaciones en el bando demócrata, que Rusia pudiera intervenir y alterar alguno de los sistema electrónicos de votación en alguno de los estados claves, lo que ha generado que algunos consideren como ilegítima la victoria del republicano. Vayan a reclamarle a la FIFA, dirían algunos.

Sin embargo, según varios funcionarios de alta jerarquía de la comunidad de inteligencia estadounidense, entre ellos el director de la CIA, Jen Johnson, y el director del FBI, James Comey, esto no ocurrió, en gran medida, porque el sistema de votación de EE.UU. es altamente descentralizado (con ciertas regulaciones y monitoreo del gobierno Federal), en donde cada estado tiene sus propios sistemas, lo que vuelve un objetivo extremadamente difícil de alterar y tener una consecuencia definitiva.

Independiente de que no se hayan alterado los resultados, la molestia general es tanto por la violación a la privacidad de EE.UU. ordenada por el mandatario ruso (supuestamente) y por la influencia que puede haber tenido sobre los votantes el haber dado a conocer los mails de Hillary Clinton (aunque igual, señora, ¡eso no se hace!).

¿Y qué viene ahora?

Al parecer solo nos queda sentarnos y ver cómo se desenvuelve esta auténtica novela de espías de la Guerra Fría. Habrá que esperar las conclusiones definitivas del informe que solicitó Obama y que debería estar listo antes de que Trump asuma la presidencia.

Obama, en su última conferencia de prensa del año, señalo que ya habría advirtió al Presidente de Rusia, Vladimir Putin  que habrían consecuencias si es que no se detenían los cyberataques contra  EE.UU.

Sin embargo, Obama ya ha mandado señales de que no espera que haya nada excesivamente impactante en el informe, ni que tampoco altere en lo absoluto el cambio de mando programado para el 20 de enero en donde asumirá Donald Trump como Presidente de EE.UU. Aunque la sombra de la influencia rusa seguirá volando sobre la Casa Blanca durante muchos meses más.

¿Crees que Rusia estuvo detrás de los ataques?¿Dañará este episodio la legitimidad de Trump como Presidente?

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