Las clásicas cajas rojas o azules de plástico poroso y tapa blanca, con ese sonido ronco cuando las arrastramos, nos han acompañado desde que llegamos al mundo: no hay paseo sin un famoso cooler. En ellos hielo, cervezas, bebidas y carne pueden vivir en paz sus últimos minutos de vida antes de que los devoremos y por eso le debemos muchas buenas experiencias. 

Pero siendo sinceros, este buenísimo-intento-de-refrigerador se había quedado en el pasado con el correr de las décadas y seguía casi igual que cuando nos quedaba a la altura de la cintura. Eso hasta ahora, porque a un fanático de los picnics (Ryan Grepper) se le ocurrió explotar su funcionalidad al extremo, más allá de la refrigeración y su uso como improvisada mesa: lo convirtió en The Coolest, el más cool de los coolers. Prepárate, porque esto te va a gustar.

Lo tiene todo. Bueno, al menos todo lo que podrías necesitar para una tarde al aire libre (excepto, tal vez, un baño portátil). El corazón de la innovación de esta sofisticada caja, porque a fin de cuentas sigue siendo eso, es una batería recargable que posibilita muchas cosas. 

Primero que nada, ensamblar su mini juguera en la tapa y moler hielo o mezclar líquidos como si estuviéramos en la cocina de cualquier casa. Así que los fanáticos del pisco sour o mixes tropicales ya quedarán más que entusiasmados con esto.

Además tiene un par de parlantes removibles para ambientar el paseo con música, que duran 8 horas con una sola carga, estos se pueden conectar por bluetooth a cualquier celular (solo esperemos que tu electro-reggaeton sea del gusto del resto) y si están pensando que cualquier "chorreo" de hielo u otros los va a exterminar fácilmente, Greeper ya lo había previsto y los hizo impermeables, como todo lo eléctrico que rodea a este cooler.

Coolest tiene también un puerto USB, para mantener despiertos a nuestros celulares y cargar cualquier otra cosa que necesitemos. Además integra unas luces en sus bordes, para iluminar su interior y que cuando el sol se ponga nadie se esfuerce demasiado en la búsqueda de sus bebidas preferidas.

Pero no es sólo electrónica. En cuanto a lo que diseño se refiere, esta versión 2.0 para picnics también evolucionó. Siempre que usamos un cooler, necesitamos trasladarlo entre varias cosas más y por eso tiene un mango, y grandes y sólidas ruedas que se mueven mucho mejor en la arena, para el alivio de los más playeros. También tiene elásticos integrados para montar todo tipo de cosas arriba de su tapa y amarrarlos para que no se caigan.

¿Qué más? Su interior está dividido en dos, para poner hielo a un lado y cosas secas en el otro. Las tapas vienen integradas con platos plásticos y un cuchillo de cerámica que no se oxida. Por último y para no dejar nada pendiente, integra en su borde un objeto clave y que por algún motivo siempre olvidamos llevar: un abridor de botellas.

Pero para entender mejor lo "cool" de este cooler, tienes que verlo:

Coolest está actualmente en campaña en Kickstarter y su éxito ha sido rotundo. A 46 días de que finalice su campaña, ha logrado superar espectacularmente su meta de 50.000 dólares que solicitaba, al punto de llevar acumulado más de 4,2 millones de dólares en donaciones. Esto se viene seguro.

Según el proceso del proyecto, Greeper explica que entre enero y febrero del 2015, estarán listos los primeros Coolest totalmente finalizados para vender y enviar. El precio final será de unos 300 dólares aproximados (CL$ 160 mil aprox.), pero quienes donen más de 165 dólares (CL$ 90 mil), tendrán como recompensa un Coolest. Hasta el momento, para cualquier persona que quiera encargarlo desde algún rincón del mundo distinto a Estados Unidos o Canadá, se le cobra además el cargo por envío… lógico, pero sus creadores esperan que más pronto que tarde esté masificado y sea accesible para todos.