Techo-Chile, campamentos, vivienda social, ciudad, periferia, pobreza, marginalidad, urbanismo, inclusión
Imagen: Techo.org

No basta con entregar casas: el aprendizaje de TECHO-Chile

Aumenta el PIB y el desarrollo en el país, pero la cara más dura de la pobreza sigue escondida en los campamentos. TECHO-Chile apuesta por el trabajo colaborativo con las familias, con ellas descubrieron que para dejar atrás la marginalidad se necesita mucho más que un techo.

Por Magdalena Araus @mmaraus | 2015-03-03 | 12:00
Tags | Techo-Chile, campamentos, vivienda social, ciudad, periferia, pobreza, marginalidad, urbanismo, inclusión
"En qué momento, desde el Estado, como sociedad, nos olvidamos de las familias que están viviendo ahí (…) Son familias que se quedaron excluidas y marginadas y son una responsabilidad que hoy día todos tenemos"
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Hay cosas que ninguna escuela ni la mejor universidad del mundo te pueden enseñar, y cuando se trata de conocer la pobreza, TECHO-Chile (Un Techo para Chile) bien lo sabe. Su sueño de un Chile sin campamentos al 2010 no fue posible y la razón no fue su fracaso, sino el dinamismo de la pobreza, que los llevó a comprender que abarca mucho más que la falta de una vivienda. Entraron en esa complejidad escuchando y observando a las personas.

Valentina Latorre es una testigo. Comenzó como voluntaria en la universidad, cuando participaba también del movimiento estudiantil. Luego entró a trabajar a las oficinas de Techo y fue directora nacional de Educación y Trabajo. Hoy es la nueva Directora Social, que representa y guía los lineamientos de la institución, además de ser la voz oficial de estos expertos en pobreza. Hablamos con ella sobre los desafíos de esta potente ONG chilena que se ha expandido por todo el continente y que ha logrado visibilizar la pobreza, instando a diversas instituciones a hacerse cargo de una realidad que contrasta fuertemente con la cara bonita de nuestro país. Nos contó cómo, al meter los pies en el barro de las poblaciones de todo Chile, se dieron cuenta que la tarea era otra.

Choque con la realidad - El cambio de foco

“Desde el Techo, nosotros teníamos nuestro ‘2010 sin campamentos’ e íbamos como caballo de carrera, abramos proyectos de vivienda, esto se soluciona solamente con la solución habitacional. Y eso es un aprendizaje grande que hemos tenido, que no basta solamente con la cobertura y con la entrega de viviendas, sino que es una problemática de habilitación social y mucho más amplia y más dinámica de lo que nosotros pensábamos que podían ser hasta hace 7 años atrás".

"No hay un 2010 sin campamentos, de hecho, hoy hay más campamentos que el 2010 (el terremoto es un factor importante). Y es que es un trabajo que tiene que hacerse junto a las familias (…) Nosotros no trabajamos para las familias, sino que trabajamos junto a las familias y eso sin duda es un desafío, porque implica sentarse, diagnosticar, organizarse, es un proceso complejo y a los voluntarios les supone un desafío mucho mayor y también a los contratados de la oficina, trabajar con una asamblea que nosotros queremos que sea de familias empoderadas. Es un desafío constante”, explica Valentina.

Lo que hace Techo hoy es acompañar, empoderar y organizar a los vecinos para que postulen a los subsidios del Fondo Solidario de Vivienda que ofrece MINVU y logren adjudicarse un proyecto de vivienda definitiva.

La realidad de los campamentos

Los campamentos no dejan de reproducirse, por diferentes razones y es algo que no se detiene con el crecimiento del PIB. Esto lo evidencia el reciente Monitor Nacional de Campamentos, mostrando la presencia de 676 campamentos y 32.533 familias que los habitan, en base al catastro que cada 6 meses realiza Techo (el último del Minvu se hizo en 2011). Desde la actualización anterior a esta, aumentaron de más de 29 mil a 32 mil familias. Es una problemática que por ser dinámica es muy compleja y difícil de enfrentar, nos dice Latorre. Hay muchos factores que influyen en ello: migrantes de otros países e internos, viviendas temporales por trabajo, zonas rurales. Cada caso es diferente.

“En Valparaíso hay un campamento con 900 familias y tú te paras arriba, lo miras y te preguntas, en qué momento, desde el Estado, como sociedad, nos olvidamos de las familias que están viviendo ahí (…) Son familias que se quedaron excluidas y marginadas y son una responsabilidad que hoy día todos tenemos como sociedad y fundamentalmente el Estado”.

Actualmente no existe una política de campamentos. Existe la secretaría de campamentos, el plan de segunda oportunidad en las villas de blocks y recientemente el Plan Integral de Campamentos, que busca efectivamente la erradicación de las comunidades, pero que aún no se ejecuta.

Techo visibiliza esta realidad para poner entre las prioridades del Estado este problema, buscando coordinar diversos actores como voluntarios, empresas, organizaciones y ministerios. "Nos sumamos al trabajo que podría hacer un gobierno, porque el objetivo final es terminar con los campamentos”, destaca Latorre.

Una intervención multidimensional

Antes de buscar casas y sobre todo antes de erradicar a las familias de un campamento hay un paso clave que tiene que ver con la habilitación social de las personas. Para lograr un verdadero cambio en el proceso de superación de la pobreza y marginación social, es fundamental fortalecer las destrezas y capacidades de las comunidades. Se trata de empoderar a las personas en su individualidad, en su relación entre vecinos y con las autoridades.

“Son familias que no solamente pasa por llevarlas de un campamento a una vivienda definitiva, sino que van a tener van a tener que abordar problemas en cuanto a la educación, en cuanto al trabajo y si es que no se trabajan previamente, van a vivir en viviendas definitivas y no en un campamento, pero van a tener esas problemáticas asociadas también”, subraya Valentina.

Valentina nos explica la importancia del proceso en el que se trabaja junto a las personas, previa y paralelamente a la búsqueda de la vivienda. Como la desigualdad tiene distintos factores, por eso Techo tiene áreas en su Modelo de Intervención. A través de mesas de trabajo, los voluntarios se sientan a escuchar y conversar con las familias para diagnosticar las principales problemáticas, que a veces pueden ser muy amplias.

Educación, trabajo y habilitabilidad son las necesidades básicas que tienen las familias y nuestra meta es poder trabajarlas. Y la inclusión social en estas tres es transversal, pensar en una ciudad donde estemos incluidos”, comenta Latorre.

En Techo cuentan con programas de empleabilidad y de emprendimiento para los jefes de familia. Ofrecen talleres de desarrollo de la comprensión lectora y habilidades comunicativas para los niños. La nivelación de estudio se la derivan a otras instituciones, pero haciendo ellos el vínculo.

Habitabilidad: Más allá de la casa

Dejaron de pensar en mediaguas para mirar hacia las viviendas sociales definitivas, pero una palabra que se vino a colar entre medio ha marcado su manera de intervenir en los campamentos: calidad. Y no se trata del tipo de construcción, eso es solo el comienzo. Cuando se trata de entregar viviendas sociales que realmente sean un aporte en la vida de las familias, en Techo hay 5 principios básicos que rigen en el área de desarrollo de hábitat:

1. Localización: Ser erradicado de un campamento para llegar a vivir a la periferia, alejado de los núcleos importantes de la ciudad, es peor que quedarse donde estaban. “No sacar de las redes en las que están las familias, ojalá tener acceso a servicios básicos cercanos, a buena infraestructura”.

2. Estándar técnico: Ir más allá que las viviendas sociales estándar que se ofrecen. Como entidad, Techo se encarga de organizar la demanda de la familia al subsidio. Coordina a Estado, constructora y familia de manera de poder tener el proyecto de vivienda. “Buscamos trabajar en conjunto con el Estado. Y si no se hace en conjunto, pasa lo que pasa con las vivienda sociales que quedan en la periferia, que las familias no tienen un trabajo previo de organización comunitaria”, enfatiza Valentina.

3. Equipamiento y espacios públicos: No por haber casas el lugar es habitable, para que sea un espacio que permita a las personas apropiarse de él debe haber, en los proyectos de vivienda, áreas verdes, juegos para niños… debe ser un condominio, un barrio sustentable y Techo vela por eso.

Y con respecto al modo de trabajo en el ámbito de la habitabilidad se tiene de frente y en claro dos principios más.

4. Organización comunitaria: se trabaja junto a las familias, organizando mesas de trabajo, donde no se entrega la solución, sino que se construye en conjunto.

5. Asociatividad: se busca coordinar a los distintos actores, uniendo redes y coordinando lo público y lo privado.

¿Cuáles han sido los obstáculos para concretar viviendas de calidad?

“Hoy, y que tiene que ver con la política habitacional, el primer obstáculo es la gestión de suelo y que pasa porque hoy día no hay disponibilidad de terrenos por parte del Estado. Nosotros creemos que  el Estado debe garantizar suelos para viviendas sociales como un banco de suelos (…) Además también tener cuotas de viviendas sociales por comunas, tener un mínimo y un máximo, porque pasa que se forman grandes paños homogéneos de población en los que, además de que tienden a estar en la periferia de las ciudades, no logras la inclusión dentro de la ciudad y la integración social a la que nosotros apostamos también. Y ese es un obstáculo gigante y son dos medidas súper concretas que nosotros creemos que deberían estar presentes en la política habitacional”, comenta Valentina como primer aspecto. Para colaborar en esta tarea, Techo elaboró un documento con propuestas concretas para mejorar esta situación llamado Hacia un país con Ciudades Integradas.

Además, conscientes de que es una problemática de las familias, agrega: "Nosotros no podemos pensar hoy día que el problema se soluciona entregando viviendas sociales a las familias no más (…) Es un problema que tenemos como sociedad completa y que va mucho más allá y pasa por qué relaciones queremos construir en el país, qué lógicas queremos fomentar (…) Por eso nosotros hacemos una invitación también a la sociedad civil y a todos los actores a involucrarse, porque creemos que va más allá solo de construir viviendas y también pasa por el derecho a la ciudad".

Políticas públicas que piensen en las personas

Si queremos hablar de políticas públicas que tengan impacto social, se trata de pensar la ciudad que queremos construir y diseñar a partir de la necesidad de las personas, escuchándolas.

“Cuando entré a trabajar a la oficina, para mí fue súper fuerte pensar, en realidad, por qué nunca incorporamos a las familias a la discusión. Y yo he aprendido harto de cómo es importante que desde las reformas o desde como pensamos el país, tengamos como base la inclusión social y la no exclusión, la no vulneración de derechos. Y el ir dándose cuenta del valor que tiene el trabajo conjunto con distintos actores. Para mí ha sido un aprendizaje súper importante y creo que es fundamental también el trabajo que hacemos, cómo nos sentamos en una mesa distintos actores, las familias, el ministerio, etc. y pensamos una sociedad distinta”.

En Techo rescatan la disminución de la pobreza en los últimos años, pero aún no entienden cómo un quinto de la población sigue viviendo en pobreza en un país con el PIB per cápita que tenemos.

"Es una brutalidad. Yo creo que lo más importante es cómo podemos construir políticas públicas que involucren a las familias en la solución definitiva y que involucren también a los actores sociales que deben estar involucrados (…) Lo importante es cómo pensamos la sociedad de manera integrada y no como problemáticas aisladas. A los campamentos, a la educación, al trabajo, porque todos afectan".

Y mirando hacia el futuro, en la manera en la que se están pensando los cambios en Chile, Valentina desde su joven pero certera experiencia en el trabajo con los más necesitados en nuestro país, insiste:

“Es súper importante la discusión que estamos teniendo en torno a las reformas. Cuando hablamos, por ejemplo, de una reforma educacional, es cómo cuestionamos el fondo de la educación. Para qué estamos educando, que es una discusión que todavía no se tiene en Chile (…)

"El problema es que ese fondo no lo hemos pensado en las distintas políticas públicas y cómo estas reformas siguen dejando fuera a las familias que han sido vulneradas históricamente. Cómo lo pensamos de manera integral y cómo estas reformas ojalá dan respuesta a la problemática país. Cómo la reforma tributaria da respuesta en ordenar los recursos en pos de las necesidades que el país tiene, cómo en educación pensamos en soluciones que vayan en la dirección correcta de manera de que tengamos una educación inclusiva, pero cómo eso no se toma solo, sino con el Ministerio de vivienda o de Obras Públicas, etc. Cómo lo pensamos de manera integral. Y ojalá que los cambios hacia los que caminamos como país tengan que ver con eso”.

¡Únete como voluntario a Techo
“Nunca captamos todos los voluntarios que se necesitan, porque las familias en los campamentos aumentan año a año. Y hacemos la invitación también a hacerse parte. No damos abasto”, comenta Valentina.  Si quieres aportar en esta gran tarea, inscríbete aquí.  
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