Como cualquier abuelito diría, “las cosas ya no son como eran antes”. Hace meses (e incluso años) que las papas han estado subiendo de precio, según los datos de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA). Y hoy, el precio de las papas es casi el doble de lo que era en octubre del año pasado, un gran cambio para un alimento tan importante en la dieta de los chilenos.
Qué haría el mundo sin las papas...
Charquicán, cazuela, carbonada, papas con mayo, pastel de papas, tortilla de papas, salchipapas, son algunos de los mil platos con papas que comemos en Chile. El vegetal que se lleva el cuarto lugar de los alimentos que ocupan más superficie en su cultivo, ya que destinamos 50 mil hectáreas al crecimiento de este tubérculo. Además, es el alimento con mayor número de agricultores, casi 60 mil según el séptimo censo agropecuario.
Tanto así, que hasta se han buscado nuevas formas de cultivarlas para aumentar su producción. Como te contamos en El Definido, se descubrió una nueva forma de cultivo que ya está siendo aplicada en Chile (en la región de Aysén), en la que las papas no crecen en la tierra, ¡sino que en el aire!
Y el tubérculo no solo se lleva un importante lugar en la cadena alimenticia de los chilenos. Es el tercer cultivo alimenticio más importante del planeta, después del trigo y el arroz. De hecho, su producción total sobrepasa los 300 millones de toneladas métricas anualmente, según los datos del Centro Internacional de la Papa (CIP) y alrededor de 1.4 mil millones de personas consumen papa regularmente (más de 50 kg al año), es decir, casi el 20% de la población. ¡Benditas papas!
A juntar las moneditas
Considerando estos datos y el precio de la papa en Chile (800 pesos por kg), quienes la consumen habitualmente gastarían más o menos 40 mil pesos en papas al año. Quizás el precio no es tan alto como el de las paltas, pero se acerca, debido a que comemos papa en mayores cantidades.
Ahora veamos las cifras. Como se explicó en el último informe del Instituto Nacional de Estadísticas sobre el IPC (Índice de precios al consumidor), en el mes pasado hubo un alza de 0,4 por ciento, y en los últimos doce meses ha aumentado en un 2,9 por ciento. Donde más se vieron variaciones en los precios, fue precisamente en alimentos y bebidas, transportes y recreación.
Entre los alimentos que más experimentaron alzas están las papas, que entre enero y octubre aumentaron su precio en casi un 50%. Y, desde octubre del 2017, lo hicieron en un 85,5%. Por lo que estamos pagando más o menos 800 pesos por kg de papas. ¿Qué haríamos si este tipo de alzas se mantuviera año a año, pagando casi el doble por kilo de papas cada 12 meses?
Aumento del precio de la papa entre 2016 y 2018 en mercados mayoristas. Fuente: ODEPA |
Los motivos de la potato-tragedia
Es una tragedia consumir menos papas solo porque su alto precio nos obliga, pero quizás no sea de esas novelas de cientos de páginas, sino solo un folletín corto. El ministro de Agricultura, Antonio Walker, explicó que las papas subieron excesivamente de precio en octubre por un hecho específico; precisamente se está produciendo en esta época un cambio en el ciclo de producción y consumo de la papa.
“La papa subió un 26% (con respecto al mes anterior) debido a que estamos en un cambio de traspasar la papa de guarda a la papa nueva. Es un tema puntual, estacional que no va a ocurrir en los próximos meses. Tocó este gran aumento en un tema muy específico en el ciclo de la papa, que esperamos que el próximo mes se regularice y no influya de esta forma en el IPC general”, dijo Walker a Pulso.
La papa de guarda es la que puede ser almacenada. En el sur del país se siembra la mayor superficie del tubérculo y la cosecha se realiza entre marzo y abril, principalmente, fecha en la que hay mayor oferta en el mercado nacional (periodo de precios más bajos). A inicios de la primavera comienza la cosecha de la llamada papa temprana (o papa nueva), ahí es cuando se termina la cosecha de la papa de guarda y cuando suben los precios del mercado interno, normalmente.
Considerando el cambio que se hizo en el tipo de papa, el alza de precio ocurrió por la menor disponibilidad de esta. La superficie de las plantaciones de la “papa nueva” fue un 10% menor que otros años, según el Consorcio Papa Chile. “Cuando hay escasez de papa el precio sube por razones obvias” dijo el Gerente del Consorcio Papa Chile, Luis Miquel.
También explicó a la Radio Sago de Osorno, que la temporada 2016-2017 no fue buena, y eso generó que muchos productores se salieran del negocio, por lo que la superficie sembrada disminuyó en un 10%.
Otra explicación de esta baja en la oferta, es que este año las lluvias tardías hicieron que se retrasara la cosecha de la papa nueva.
Aunque se cree que esto va a mejorar en los próximos meses, algunos no mantienen el mismo optimismo. Angélica Jordán, presidenta del Sindicato de Comerciantes de la Feria Presidente Ibáñez, dijo que comprar papas se hace cada día más difícil. “Ya no hay papas. Ha sido complicado para todos. El mal tiempo ha afectado y las papas de guarda las están sacando recién y están en malas condiciones. Su venta ha caído en un 70%”, dijo.
Un producto adaptable
A pesar de lo que está ocurriendo actualmente en nuestro país, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ha expuesto que la papa es un cultivo muy recomendado para la seguridad alimentaria.
Tiene una gran capacidad de adaptarse a distintos sistemas agrícolas, un breve ciclo vegetativo (en 100 días produce abundantes cosechas), funciona bien en los sistemas de doble cultivo con arroz, y se puede cultivar a alturas de hasta 4.300 metros y en gran variedad de climas. Estas características, hacen del alimento uno especialmente útil en países de bajos ingresos, ya que fácilmente lo pueden cultivar las mismas comunidades y así no estar expuestas a escaladas de precios internacionales.
Pero si la situación de esta nueva papa no se arregla y el IPC tampoco disminuye, quizás lo único que nos quede por hacer sea aplicar un secreto milenario de los Andes, el chuño. Una manera de procesar la papa (deshidratándola) de modo que dure hasta 20 años. Esta forma de comer el tubérculo es uno de los elementos centrales de la alimentación indígena altiplánica. Y aunque pueda ser útil para consumir los nutrientes que el alimento aporta, probablemente nunca pueda reemplazar un plato de papas fritas.
¿Crees que los precios de la papa vuelvan a lo que solían ser?
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