Sam Pearce no descubrió la rueda. La reinventó. El 2007 estaba sentado en un aeropuerto, mientras esperaba un vuelo y vio a una mamá empujando el coche de su hijo. Se quedó pegado observando cómo las ruedas, al golpear una brecha en el piso, sacudían al niño con el impacto. Una y otra vez vio repetirse la escena. La amortiguación... pensó Sam. Hizo un boceto de solución en su cuaderno, pero no persiguió la idea por un tiempo. 

Dos años después Sam estaba metido en el ciclismo todo terreno y volvió a recordar esta idea. Estuvo los últimos 4 años desarrollando ruedas con suspensión integral, hasta que nació Loopwheels: la primera rueda que reemplaza los rayos por amortiguación. 

No fue el primer intento de la humanidad, ya desde 1917 se había trabajado esta idea, pero fue la primera vez que el concepto, el diseño y los nuevos materiales confluyeron en una solución funcional. Todos los intentos anteriores eran demasiado pesados o demasiado débiles.

Esta rueda sustituye los rayos por un sistema de tres resortes de fibra de carbono, lo que proporciona suspensión, amortiguando al ciclista ante golpes e irregularidades en el camino. Eso permite una conducción cómoda y mucho más suave, en comparación con una rueda convencional, eliminando la necesidad de suspensión en el marco. La ingeniería detrás de este resultado es la suspensión tangencial, que trabaja en todas las direcciones.  De este modo la rueda responde igual a un impacto de frente, de arriba o de abajo.

Hasta el momento estas ruedas sólo existen en un tamaño de 20" de diámetro, pensadas especialmente para la bicicleta plegable Dahon, pues el diseño requiere de frenos de disco y horquilla ancha. Pero esto tiene también un sentido estratégico, la mayoría de las bicicletas plegables carecen de suspensión y agregarle una convencional aumentaría demasiado el peso para el traslado. En cambio cada Loopwheel pesa sólo alrededor de 300g más que su equivalente de rayos. 

Ahora Pearce está desarrollando un prototipo de aro 26" y piensa hacer otros, pero a su debido tiempo. Él cree que poner metas sencillas es mejor para poder cumplirlas, así que van de a poco. 

En este camino, Sam hizo más de 30 intentos de ruedas prototipo antes de encontrar una correcta combinación entre diseño y materiales. Iniciar el proyecto no fue fácil, porque con su equipo no estaban seguros de poder financiar todo y llevar a cabo esta creación. Hasta el momento la producción de estas ruedas es a pequeña escala. Por eso el proyecto está en Kickstarter, una plataforma donde las buenas ideas buscan financiamiento de la comunidad. El objetivo es recaudar los fondos para avanzar en la producción propia y pagar los costos de producción, así las Loopwheels se venderán a un precio asequible alrededor del mundo. 

Aquí su video promocional: