Hay muchísima violencia por armas en Baltimore, Estados Unidos. Tanta, que una campaña llamada "Stop Shooting, Start Coding" pretende sacar las armas de las calles ofreciendo, a cambio de su entrega, nada menos que un computador y además un curso de informática.
La clave es intercambiar el arma no sólo por un objeto deseable, como es el computador, sino también otorgar las herramientas para sacarle provecho, abriéndole de este modo nuevas oportunidades laborales a las personas que entreguen sus armas, pues al final del curso obtienen una certificación a la que de otra manera no tendrían acceso.
El evento fue organizado por Digit All Systems, una organización sin fines de lucro y el Departamento de Justicia Criminal de la alcaldía.
La idea tuvo buena acogida entre los residentes: la mayoría de las familias quería un laptop para que alguno de sus miembros tuviera la oportunidad de empezar un negocio, leer las noticias y mandar emails.
"Miren el desempleo en barrios como Rosemont: 15%, 20%. Si hubiera una planta Ford ahí, no habría tanto crimen como el que tenemos. Tenemos que ver el vínculo entre falta de educación y pobreza. Y tenemos que cambiar las expectativas de las personas sobre nuestra comunidad", aseguró Lance Lucas, fundador de Digit All Systems.
Por ejemplo, en el colegio Strobridge, en Hayward, Estados Unidos, se pueden cambiar armas de juguete por libros y también empezar a participar para ganar una bicicleta.
"Al jugar con estas armas de juguete y decir 'te voy a disparar' los desensibiliza, por lo que cuando crecen es más fácil para ellos usar un arma real", dice el Director del Colegio Strobridge, Charles Hill.
Los intercambios de armas de juguete han estado sucediendo desde hace años. En 2011, el alcalde de New Jersey, organizó el primer intercambio, luego de que un hombre se disparara accidentalmente y muriera, muy cerca de un establecimiento educacional.
En nuestro país se desconoce la cantidad total de armas que existen. Hay alrededor de 750 mil inscritas, pero se ignora cuántas son las que no lo están. De todas formas, sean ilegales o no, se está trabajando en un proyecto de ley para disminuir ese número. La forma en que se pretende hacerlo es intercambiándolas por dinero. Proponen pagar entre 100 mil y 300 mil pesos por arma entregada, salvo por las hechizas, para evitar que se transforme en un negocio para el fabricante de este tipo de armas.