En la sala de profesores del Wings Academy, un colegio público del Bronx en Nueva York, había una queja constante en el año 2000: no habían fondos para llevar a cabo diferentes proyectos educativos que serían muy beneficiosos para la educación de los estudiantes.  Los mismos profesores de ese colegio, ya estaban poniendo plata de sus bolsillas para los materiales de sus alumnos.

Uno de ellos era Charles Best, un veinteañero que enseñaba historia. Para solucionar el problema, decidió crear una página web llamada DonorsChoose.org, donde los mismos profesores pueden postear sus proyectos educativos y cualquiera puede hacer de filántropo y donar a la iniciativa con la que se sienta más identificado.

Sus colegas publicaron 10 proyectos, pero Best no conocía muchos donantes, así que él mismo y de manera anónima donó dinero para los proyectos de todos sus colegas. Eso provocó que todo el colegio confiara en que la página web realmente funcionaba y los rumores comenzaron a expandirse.
 
Esas fueron las bases para la creación de DonorsChoose.org, una organización sin fines de lucro que provee con una simple manera de luchar contra la inequidad en la educación de Estados Unidos, una idea que podría ser exportable a otros países.

"Gastábamos nuestro propio dinero en papel y lápices, pero más que eso, veíamos como nuestros alumnos no tenían  los libros, los materiales de arte, las salidas a terreno y otros recursos que necesitaban para aprender. Respondimos creando una página web donde los profesores de las escuelas públicas describan sus necesidades y los individuos puedan financiar necesidades específicas de distintos estudiantes", aseguró Best al Huffington Post.

Tras siete años y con la ayuda de algunos personajes famosos (como Oprah que alabó el proyecto en su programa e hizo colapsar la página en pocos segundos, el humorista Stephen Colbert  y la Primera Dama Michelle Obama) el sitio estuvo disponible para cada escuela pública en Estados Unidos.

Así funciona

Los profesores de escuelas publicas postean proyectos gratuitamente desde distintos rincones del país, con el monto fijo que necesitan para llevarlo a cabo.

Los donantes pueden dar el monto que ellos quieran al proyecto con el que se sientan más identificados. Cuando el monto alcanza su objetivo final, en lugar de enviar el dinero, la propia organización envía los materiales a los colegios.

Lo interesante es que los donantes reciben fotos de los proyectos cuando se llevan a cabo, así como una carta del profesor y detalles sobre cómo se gastó el dinero. No importa cuánta plata se done, el nivel de transparencia y feedback siempre será el mismo. Incluso, si donas más de US$ 50, recibes una carta escrita a mano de uno de los estudiantes. Además de transparencia, la idea es que los donantes puedan comprobar de primera fuente el impacto que su donación tiene en los estudiantes.

Si el proyecto no alcanza la financiación total (tienen un máximo de cuatro meses), a los donantes se les devuelve su dinero en créditos que pueden usar para apoyar un nuevo proyecto o para que el equipo de la ONG elija un proyecto por ellos. Un 70% de los proyectos obtienen una financiación exitosa.

En total se han reunido más de US$240 mil dólares para más de 548 proyectos. Han participado más de 11 colegios y 55.000 profesores. Algunos de los proyectos incluyen financiamiento para realizar viajes culturales a México, visitas al acuario, cámaras de video para mejorar la sala de prensa del colegio, diccionarios, libros, Ipads (muchos Ipads) y materiales de arte.

"Los profesores saben cómo mejorar la educación", aseguró a Fast Company, revista que eligió está ONG como una de las más innovadoras del 2014. "Pero son una voz que constantemente está siendo pasada por alto o ignorada".

¿Conocías esta iniciativa? ¿Crees que podría resultar en Chile?