Anita Paillamil Antiqueo es una mujer mapuche que vive en la comunidad Juan Marillán en la ciudad de Nueva Imperial de la Región de la Araucanía. Es la cuarta generación de textileras de witral (telares mapuche) en su familia y hoy, además de liderar comunidades textileras en Chile, viaja por el mundo divulgando esta técnica ancestral con el fin de dar a conocer también historias del pueblo mapuche.

"Me gusta transmitir el conocimiento y nuestra cultura para que así no se pierda", cuenta Anita, quien actualmente es la única representante chilena en la Cumbre Mundial del Espíritu Empresarial (Gobal Entrepreneurship Summit) que se realiza en el centro tecnológico más importante del mundo, Silicon Valley (California, Estados Unidos); y que reúne a 250 participantes de todo el mundo para compartir experiencias, para que presenten y difundan sus emprendimientos y debatan en torno a los desafíos de llevar adelante proyectos de transmisión cultural.

Anita ha liderado las asociaciones de tejedoras Ñimikafe Pu Domo y Wallontu Witral (agrupación de 120 artesanas), quienes gracias a los telares han podido sacar adelante a sus familias, intercambiar historias ancestrales a través de la transmisión oral, y posicionarse en sus comunidades como trabajadoras activas o en muchos casos, como jefas de hogar.

Anita, también se convirtió en relatora de las distintas instituciones que imparten textilería mapuche, y ha estado presente en importantes encuentros de artesanía mundiales en México, Brasil, Estados Unidos y Milán. Cuenta que, además de aprovechar cada viaje para mostrar su arte y propagar la cultura mapuche en el extranjero, lo hace también “para mostrar lo que somos, que estamos vivos, no somos solo lo que sale en las noticias sino que hay muchas mujeres trabajadoras atrás. Escucho que la gente ya no quiere viajar al sur y me molesta porque somos muchas mujeres que salimos adelante y criamos gracias a nuestro trabajo, me molesta que generalicen al pueblo mapuche”.

Witral: la técnica ancestral mapuche

Anita aprendió a tejer a los ocho años gracias a su madre, y su madre, gracias a su abuela. Aprendió como una obligación, más que por entretenimiento, y esto porque su madre quiso transmitirle en vivo el oficio familiar y la responsabilidad de que ella fuese luego la nueva encargada de difundir la técnica de telar mapuche a las siguientes generaciones.

El nombre de esta técnica en mapudungún es witral, y consiste en tejer con lana de ovejas que ellas mismas crían desde su nacimiento, para luego esquilarlas una vez al año, limpiar la lana, escarmenarla y finalmente teñirlas utilizando recursos naturales como flores, frutas, hojas y raíces. Lo más importante en esta técnica es la iconografía presente en cada uno de sus diseños. No son casuales. Cada una cuenta parte de la historia del pueblo mapuche.

Anita, además de convertirse en maestra textilera o ñaña como le llaman los mapuche, comenzó a temprana edad a investigar todo tipo de iconografía y textiles indígenas de Chile y el mundo. Cada color y cada simbología representan algo diferente, como por ejemplo, estados civiles, jerarquía, edad, "mujeres unidas", "unión de comunidades", los puntos cardinales, la noche estrellada, el árbol como raíz de comunidades, leyendas como la de la serpiente Cai Cai Vilu de Chiloé, entre otros.

Entonces así, cada uno de los productos que luego venden, viene con una historia viva impresa a mano con total dedicación, cariño y cuidado. Lo primero que deben hacer en el proceso para crearlos, es hilar la lana, a mano o con la ayuda de un instrumento llamado huso, y este proceso demora cerca de una semana para un kilo de lana. Luego, dependiendo del tamaño del textil, puede tardar en confeccionarse entre 4 y 25 días.

Y para que los clientes que compran sus productos, no olviden nunca el significado de la simbología que llevaron, Anita, gracias a la ayuda y asesoría del diseñador chileno Guillermo Berth, logró imprimir cada historia en un código de barra que va en la etiqueta y que puede leerse a través de un celular, logrando así textiles mapuche codificados.

¿Qué productos se pueden encontrar? Mantas, lamas, caminos de mesa, bolsos, murales, fundas de cojín, cinturones, alfombras, frazadas, gorros, muñecos, entre muchos otros que puedes ver aquí.

Anita también ha logrado llevar la simbología mapuche a productos modernos a través de la misma técnica, con el fin de masificar sus ventas y de impregnar la cultura mapuche en productos de moda.

Hoy, Paillamil es presidenta de la Asociación Indígena Wallontu Witral, que nombramos anteriormente, donde imparte clases para artesanas de todas partes de Chile, y señala: "Para mí enseñar es algo muy especial. Considero que la única manera de hacer que este arte no se pierda es enseñando y así trasmitiendo el conocimiento heredado por nuestras abuelas. Hacer saber que en cada ñimin que se hace en un tejido cuenta una historia y que trasmite información".

¿Te parece que una artesana mapuche es una buena representante para nuestro país en el extranjero?