Profesor, municipal, horas en aula, planificar, alumnos, tiempo, evaluación docente, Chile
Imagen: Gojko Franulic

Esto es ser profesor municipal en Chile

Erika se desempeña como docente desde hace 30 años y ha vivido la educación privada y municipal. Aquí narra el agotador ritmo de trabajo de la enseñanza pública y las claves para mantener la motivación en un contexto adverso, pero lleno de esperanza.

Por Antonia Laborde @antonialaborde | 2014-07-07 | 13:25
Tags | Profesor, municipal, horas en aula, planificar, alumnos, tiempo, evaluación docente, Chile

*Esta nota fue originalmente publicada en 2014.

Me costó dar con Erika Santibañez para hacerle esta entrevista. Cada vez que la llamaba estaba corriendo de un lado para otro, sin tiempo para conversar. Me propuso la mañana del sábado. La llamé, pero no di con ella. Finalmente la respuesta fue una: llámame cualquier día después de las 10 de la noche, que a esa hora me desocupo. 

Esa fue la presentación sin palabras, pero evidente, de cuán desgastadora es su labor de profesora en un colegio municipal. Más aún si se trata de un liceo que por años fue el más grande de Chile, con 5.000 alumnos en total, teniendo un promedio de 45 alumnos por clase, con 10 cursos por generación. El A-131. Con la aparición de los colegios particulares subvencionados, bajó un poco la carga y ahora lo común es encontrarse con 30 alumnos en cada sala de clases. 

En un estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), se reveló que los profesores chilenos son quienes más horas pasan en el aula, luego de encuestar a más de cien mil docentes de 24 países. Erika pertenece a ese grupo, pero estando a la cabeza. Son cerca de 27 horas las que pasa un profesor chileno en la sala, cuando el promedio de los países OCDE es 19,3, pero para Erika son 44. Tal cual. El total de sus horas de contrato, siempre está haciendo clases. De 8:00 a 17:00 horas, con recreos de 15 minutos y media hora para almorzar.

Lo hace desde hace 30 años. Enseñar es su vocación. Sigue vibrando cuando habla de cómo se pueden transformar vidas entre esas cuatro paredes y por qué no hay que rendirse ante ningún alumno, por muy desinteresado que se vea. "Ellos escuchan. Es importante hablarles porque escuchan y en algún momento van a hacer click".

Trabajaste antes en colegio privado y hace años en este liceo, ¿cómo es el contraste?

"Llega a doler la diferencia. En el privado, los alumnos vienen de un estrato social distinto, tienen cultura lectora, hay alguien en la casa, al menos está la nana que les lustra los zapatos, cumplen con rigor el horario. Son menos niños, entonces hay mas control. Acá tu llamas al apoderado y no llega. Las familias están desvinculadas. En el privado es distinto, ahí la diferencia es que los profesores damos un servicio, ellos son clientes, es súper frío. El municipal es mucho más humano. Allá se trata al alumno de usted, si un apoderado está descontento, el profesor se va del colegio".

¿Qué métodos tienen éxito en el liceo?

"Apoyo interdisciplinario, contar con una asistente social, sociólogo, hacer seguimientos. Esto produce que el cabro sienta que es valioso por otra cosa. Soy profesora de inglés, pero igual les pregunto quiénes son. Cuando te pones a escarbar y te das cuenta porque son así, es para llorar juntos. Entiendes porqué el cabro va a sociabilizar y no a aprender, a veces no hay qué comer en sus casas, tienen muchos problemas en la casa, que se traduce en que no haya motivación en la clases".

¿Qué hace distintos a dos alumnos de la misma realidad, pero uno estudioso y el otro no?

"Los amigos... Son clave. El chiquillo que tiene una realidad dura pero conoce a uno que le hace empeño, que juega futbol, que tiene otras motivaciones, se va pasando a ese lado. Los otros no quieren, yo les digo "yo te enseño" y me dicen que "no pierda el tiempo". Es tan negro el futuro para ellos, que no quieren ni que les escribas la respuesta en la prueba. Yo me propongo que no me la gane, pero tengo que atender a otros 29 alumnos. También es súper clave acá el profesor jefe. Si el niño lo escucha, el niño responde. El chiquillo es perceptivo, sabe bien cuando el profesor es confiable y creíble o el que no quiere desgastarse".

Para ser consecuente, cuando Erika dejó de hacer clases en colegios privados y entró al liceo A-131, también cambió a sus dos hijos, quienes desconocían la enseñanza pública. A ellos les va bien y por lo mismo siempre los pone de ejemplo a sus alumnos: "Mis hijos encuentran acá el éxito y de manera gratis, ustedes también pueden hacerlo" y agrega, "hay colegas mal enfocados, que les dicen que aquí está la mano de obra, creen que eso es el final, el poder de la palabra es tan potente que se la creen. Hay que trabajar a la inversa, decirles que ellos pueden, que pueden cambiar, preguntarles cómo se ven en 10 años más y que para lograr eso tienen que traer su lápiz, venir al colegio, cosas de ese tipo. Les pregunto a los otros alumnos dónde quieren ver a su compañero de al lado en el futuro... Ellos eligen dónde quieren estar y yo les entrego las herramientas para que pongan sus cimientos. Si no las aprovecha, no tiene derecho a reclamar".

¿Cuál crees que es el primer paso que hay que tomar para mejorar la educación?

"Revisar lo de la evaluación docente, que no es mala, pero sí lo es el instrumento. A mí me encantaría que me evaluara el alumno. Él es el que sabe si le estoy dando las herramientas que necesita, si lo tomo en cuenta como ser humano. He visto que profes pagan para que les hagan un portafolio y así lo premien. El instrumento no es válido, es copiado de otros países, copian y pegan. No es lo mismo un profesor de colegio privado que tiene horas para planificar, corregir, todas horas pagadas, que además  está apoyado por su director, por su equipo, por sus pares. Todos los cursos que yo tengo me los he pagado yo, no hay contribución a mi bolsillo para formación, no hay incentivo". 

El "problema" de Erika es que le importa. Que no se deja estar. Que no se conforma con cumplir. Actualmente está tomando cursos de terapias naturales para brindarles ese apoyo a sus alumnos, y de meditación, para hacerles ejercicios de respiración antes de comenzar la clase y así se logren quitar la carga familiar que traen en sus mochilas. Es por eso que llega a las 22:00 horas a su casa todos los días de la semana. Ella dice que llega agotada no porque los cabros sean jodidos, sino porque es demasiada pega. Está obligada a preparar las clases en su casa y reconoce que descuida su ambiente familiar, por tener que corregir pruebas y planificar, lo que normalmente hace los fines de semana. 

El mismo estudio de la OCDE revela que el tema de los profesores no es que no quieran enseñar. A la pregunta de si está arrepentido de haberse convertido en profesor, el 33,6% de los docentes chilenos dice que si, muy cercano al promedio de 30,9%. El tema va por otro lado. No hay tiempo para preparar las clases, ni menos para complementar su propia formación, que muchas veces necesita de herramientas que no se entregan a la universidad para hacer frente a la difícil realidad de los alumnos. Y como corregir y planificar lo tienen que hacer de todas formas, terminan trabajando en horarios que no son pagados y descuidando su propio hogar.

Vocación hay. Energía hay. Alumnos deseosos de surgir hay. Lo único que falta, es que se les dé la oportunidad a docentes y alumnos de construir esa relación humana necesaria para motivar el aprendizaje. Por fortuna, el debate en torno a la educación ha ido virando en esa dirección, poniendo el foco en los profesores y lo que ocurre en la sala de clases. Quizás, si todos empujamos para que así sea, Erika podrá pronto disfrutar a sus hijos con la seguridad de que sus alumnos cuentan no solo con ella, sino con toda una comunidad educativa, para protegerlos y guiarlos.

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Comentarios
David Carrillo | 2014-07-07 | 16:29
14
En cierta medida y sin hacer oídos sordos a la situación que vive "la profe" creo que me da cierta envidia el poder tener una pega que te motive tanto como para dejar de lado el cansancio y la frustración (que me imagino que debe sentir al llegar a fin de mes), creo sinceramente que las mejores cosas que uno hace en la vida, es justamente lo que hace pensando en algo mas que la plata, por que si bien es cierto que el dinero ayuda, hay cosas mucho mas importantes, que te realizan mucho mas como persona, que simplemente trabajar para ganar plata.
Le mando un abrazo gigante a la profe y me saco el sombrero frente a ella, yo, no se si seria capaz de hacer lo mismo.
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Antonia Laborde | Periodista | 2014-07-07 | 17:36
1
Muy buena manera de verlo David!
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Noel | 2014-07-07 | 17:28
5
Me surgió una duda. Que responderá, con esta misma entrevista, un profesor del colegio más caro del país?
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Antonia Laborde | Periodista | 2014-07-07 | 17:38
2
Gran idea Oscar, gracias!
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Isabel Prat | 2014-07-07 | 17:32
5
Antonia
Felicitarte por la entrevista, y es tan cierto lo que Erika dice. Felicitarla por su vocación y entrega a los niños. Creo que en educación debemos empaparnos de esa energía y creer que en el aula podemos hacer grandes cambios, no necesitamos de miles de recursos para hacer cambiar a los niños. Solo se necesita real vocación y compromiso, eso creo yo que también soy profesora. ¡¡Me encantó la entrevista!!
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Antonia Laborde | Periodista | 2014-07-07 | 17:41
3
Gracias Isa!! Sin duda pueden hacer grandes cambios dentro de las salas de clase, muchas gracias por todo lo que hacen y por su compromiso concreto por mejorar Chile, saludos!
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juan d. coronado cadagan | 2014-07-07 | 17:56
6
Difícil dilema, tener vocación parece ser igual a dejar votada la familia, dar tiempo a un sistema esclavista...en dónde se piensa que dar todo tu ser cabeza gacha es digno de ser. Ser persona, ser feliz en lo que se hace y poder compartirlo con la familia, con momentos de ocio que permitan crecer, pensar, reflexionar y VIVIR.Sin embargo todo es como ha sido siempre unos pocos disfrutan de un buen pasar y otros deben ocuparse de construir a cualquier costo. Es triste ver a un profesor retirado viviendo en la miseria, más todos ensalzan como una virtud el ser esclavo de si mismo. Conozco profesores que se pasan el verano preparando clases, sin vida familiar de calidad.
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Roberto Peña | 2014-07-07 | 18:05
1
La realidad de los profesores de educación secundaria también se puede extrapolar a la vida de los profesores de educación superior. Por mi parte, trabajo como profesor por horas en una universidad pública y una privada, y tampoco tenemos tiempo pactado para preparar clases, perfeccionamiento, todo el material que se entrega a los estudiantes generado por cada uno, etc, fines de semana corrigiendo pruebas, e igualmente la vocación sigue fuerte e intacta.

saludos,
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Marcela Alejandra González Olmos | 2014-07-07 | 18:29
2
La vida de Erika es similar, incluso, a la de muchos profesores de colegios subvencionados. Personalmente he tenido que hacerle el quite a más de una discusión con mi esposo por lo mismo.
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Felipe H. | 2014-07-07 | 22:06
4
Como estudiante de Pedagogía, les puedo decir que el sistema ya viene mal desde el momento en que uno entra a la carrera. Se nos motiva a ser innovadores al momento de enseñar, pero en las universidades siguen enseñando clases orientadas al profesor y no al alumno y para que decir lo que se ve en las prácticas, las mismas clases de antaño.
Me deprime que una profesión tan noble como ser profesor llegue a ese punto de injusticia y a pesar de todo el sacrificio que se hace, aun asi es mirado en menos.
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ana vergara | 2014-07-07 | 22:08
6
El articulo me parece bien, simpático, sin embargo la realidad que vivimos los profesores va más allá de lo planteado en ser profesor municipal, subvencionado o particular, yo pertenezco a un colegio subvencionado y la realidad no se aleja a la planteada, pero el problema que nos aqueja a los profesores va más allá, lamentablemente la pedagogía se ha desprofesionalizado,ahora el profesor pasa a ser responsable y juzgado por todos los actores, trabajamos más allá de los horarios correspondientes, si nos perfeccionamos todo pasa por nuestro bolsillo, muchas veces endeudándonos mucho más de lo que ganamos (averigüe el valor hora nacional y divídalo por 4 y a eso descuente el 20%, UNA BURLA NACIONAL), las labores administrativas en vez de ayudar al proceso entorpece la labor docente, tenemos que jugar a ser sicólogos, sociólogos de niños que tienen sus propios padres, padres que hoy en día se han desligado del compromiso que es educar, continuamente cuestionados, sacrificamos nuestra propia calidad de vida a nivel personal y familiar, y la gente se limita a "que envidian tienen 2 meses de vacaciones"(cosa que no es así)
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Favio Zúñiga | 2014-07-07 | 23:19
2
Qué pena me da leer estas historias y corroborar lo mal enfocado que está el país en lo que respecta a sus profesores. Qué pena me da saber de sistemas educacionales en otros países donde dicha profesión es una de las más valoradas, más respetadas y por lo mismo una de las más difíciles de conseguir y mantener. No puedo imaginar el esfuerzo y dedicación que tienen que tener aquellos profesionales para seguir adelante con aquello que los mueve, siendo que prácticamente todo va en su contra.

Siempre me he sacado el sombrero por la gran labor que cumplen y por mantener la vocación ante la adversidad. Felicidades a todos los que ejercen o ejercerán tan hermosa profesión.

Saludos y gracias El Definido por mostrarnos este pedazo de realidad en la que vivimos. ¡A cambiarla señores!
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den l | 2014-07-08 | 09:14
7
Estudié en la Universidad de La Serena y puedo dar fe de que aprendí mucha y buena pedagogía. Pero al entrar al mundo laboral sentí que choqué con la muralla de la realidad. Creo que lo más urgente es bajar a 20 alumnos por curso, subir los sueldos, bajar las horas lectivas y subir las horas de planificación. Lamentablemente todo esto se traduce en PLATA, y es caro, carísimo. Pero no es tan caro si pensamos en todos los beneficios que esto implica: una ciudadanía educada.
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Monica Duran | 2014-07-08 | 23:02
0
Es fundamental considerar que, si queremos la mejor educación para los estudiantes, como sociedad se debe tratar con respeto a los profesores, empezando por el respeto entre empleado y empleador; darles el tiempo y materiales necesarios para que cumplan bien con sus labores.
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Jorge Torres | 2014-07-12 | 13:12
0
"Cuando te pones a escarbar y te das cuenta porque son así, es para llorar juntos"

Como estudiante de pedagogía fui a hacer un trabajo de investigación a un colegio de adultos. Este lado del sistema educativo si que está botado.
Cuando llegamos, la presentación del profe a cargo fue "aquí llega la escoria", pero cuando me fui integrando con la realidad de los cabros, pucha que era difícil. Por eso me llega tanto la cita que puse al principio.

Mas profes como Erika, por favor!
Y que de una vez por todas se cambien las normas y se le de al profesor el lugar importante que merece.
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Perla Escudero Martinez | 2014-07-19 | 23:12
1
Con emoción lei el testimonio de Erika.
Con mucha emoción en realidad, porque mi querida mamá, que partió hace algo más de tres años fue profesora, primero dependiendo del Ministerio en los 70 y después municipal. En total, másde 30 años ejerciendo.
Por eso DOY FE de que lo que cuenta esta esforzada profesora es 100% cierto. Muchas veces de hecho mi mamá me pedía que le ayudara, porque apuradita alcanzaba a planificar y me pedía q yo le pasara a máquina su trabajo para presentarlo al equipo técnico.
Capacitaciones autofinanciadas, sin tiempo para nada, exhausta casi siempre y con ¡45! niños en la sala.. Haciendo de psicóloga, orientadora y madre en gran medida.. Recuerdo siempre su delantal, que llegaba pegajoso de deditos de niños con dulce en las manos que la abrazaban..
Pega casi siempre ingrata y muy mal pagada. Al final de su carrera coincidimos trabajando en la misma municipalidad, ella de profe y yo en salud, ella tenía contrato por 30 horas y yo por 22, y yo, recién egresada, cero experiencia, con sólo un par de cursos, tenía un sueldo bastante mayor que el de ella, con innumerables cursos y capacitaciones (todos con excelentes calificaciones) y muchos años de experiencia.
Para empezar eso. Subir el sueldo a los profes, asignarles horas PAGADAS sin aula e implementar un sistema de educación continua sin costo para ellos.
Gracias a Antonia y ojalá puedan hacer lo que sugiere Oscar V.
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Denisse Rivera | 2014-07-22 | 19:41
0
Es muy motivador, pero a la vez abrumador el testimonio de la profesora Erika. Yo tengo 18 años, recién egresé el 2013 de la enseñanza media, y el próximo año entraré a estudiar Pedagogía en Matemáticas y Física.
Lamentablemente todos los vacíos y carencias que posee el sistema educativo en nuestro país, no han sido mejoradas y al parecer ni siquiera se encuentran en proyecto. En este sentido resulta muy abrumador y frustrante, ya que al igual que Erika, hay muchos profesores en su misma situación hoy en día. ¿Cuándo será el día en que está profesión sea valorada como se merece? Porque creo que ese es el motivo por el cual existen tantas carencias. Después de todo los profesores en nuestras vidas como estudiantes cumplen roles demasiado importantes, tanto emocional como educacionalmente, muchos se convierten en amigos, en padres, en sicólogos, en orientadores, en consejeros, y, por su puesto, formadores de estudiantes y también de futuros profesionales.
Sin embargo, resulta muy motivador para mi, el sentir que hay gente que realiza un trabajo continuo y de calidad, a pesar de todo lo mencionado anteriormente, y que sigue sintiendo esa vocación que es lo más importante en una profesión como ésta.
Yo siento que en el momento de uno ejercer la carrera que eligió, no es lo más importante el ingreso o la satisfacción económica, sino otras cosas. En la pedagogía, según lo que me han dicho y lo que he alcanzado a ejercer de ella (en talleres y tutorías) no hay nada que te haga sentir más realizado y satisfecho que el reconocimiento de los alumnos. Creo yo, que es por esto que aún existen buenos profesores, con mucha vocación y que entregan un servicio de calidad, a pesar de las carencias que viven día a día por estar envueltos en un sistema educativo ineficiente en tantos aspectos.
Muy buen artículo Antonia!
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Jorge Zenteno | 2014-07-28 | 22:17
0
Siendo realmente mucho lo que se puede comentar del tema, todavía me sorprendo con el espeluznante desconocimiento que los "expertos" en Educación se ufanan en exhibir. ¿Acaso NINGUNO de ellos(as) se acerca a algún colegio, o intenta conocer de verdad cómo trabaja un docente en Chile? Un obrero simple "calificado" (maestro yesero, sin 4º medio probablemente, sin ofender) gana mejor sueldo que un profesor, y aunque termine su jornada con horas extraordinarias a las 23 hrs. (exagero), llega a descansar a su casa. El docente llega un poco antes, si es que no trabaja en la jornada nocturna... pero llega a TRABAJAR para el día siguiente. Incluso agradecemos por los feriados ¡para avanzar planificaciones!

Llevo 30 años trabajando, tengo 2 AEP y diversos reconocimientos por mi trabajo, pude haber sido abogado pero opté orgullosamente por hacer lo que amo: Enseñar, con Alegría y un sincero Amor por lo que hago; Sin embargo, cada año se nos va entrampando con más "exigencias" administrativas y papeleos absurdos, en circunstancias que el proceso educativo transcurre en el Aula, en los recreos, en los hogares, NO en la oficina del burócrata del Mineduc.¿Sueldos? Sin comentarios.

A pesar de todo lo que se nos estorba progresivamente, y pese a mis 55 horas de docencia en aula en tres colegios, mis alumnos todavía disfrutan sus clases e incluso aplauden al que habla. Eso es Magia... pero, al ritmo presente de las cosas, ¿me bastará para 20 años más de docencia en Chile?

Un abrazo a Erika.
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