"¿Cómo puedo hacer para ganar la elección que viene, o la pelea de la próxima semana?" 

Esa, asegura Jaime Bellolio, es la pregunta errada que muchos legisladores se preguntan a la hora de hacer su trabajo. 

"Muchas cosas que se deciden en el Congreso no tienen que ver con la próxima semana o los próximos 4 años, sino que con 5, 10, 15 ó 20 años. Por eso en Chile no se han resuelto problemas que tienen que ver con el largo plazo", afirma este ingeniero comercial de 33 años y ex presidente de la FEUC, quien actualmente aspira a suceder a José Antonio Kast en la cámara de diputados.

Hemos oído a muchos políticos decir eso cuando inician sus carreras y luego caen en lo mismo... ¿Qué medidas estás tomando para que a tí no te pase?

1. Trabajo en equipo: "Yo creo que la política es algo colectivo, pertenezco a una generación que trabaja en equipo y somos varios que nos estamos enfrentando a candidaturas. Juntos compartimos el para qué nos estamos metiendo en política. Meternos en política no es el fin de nuestras vidas, sino que un medio para lo que queremos hacer con nuestras vidas. Es algo colectivo, somos al menos 10 personas con las cuales conversamos y que entre nosotros nos evaluamos. Yo creo que un seguro es que te metes en política con un grupo de personas que te ayudan a no desviarte en el camino".

2. Plazos: "No me veo en política toda mi vida. Lo ideal sería estar por 2 o 3 períodos como diputado, luego saltar a Senador y listo. No me veo más de 16 años en política por muchas razones. Me gusta mucho la universidad, y el análisis más riguroso de la política pública, porque después de cierto tiempo te preocupas más de la supervivencia que de cambiar las cosas para que el país esté mejor. Hay que auto ponerse un límite. Como José Antonio Kast que dijo que iba a estar tres períodos, los cumplió y luego se salió" 

"Yo soy partidario de ponerle límite a la reelección a los parlamentarios. Pero aunque no exista ese límite, soy partidario de auto limitarme. No quiero ser de aquellos políticos que simplemente surfea la ola, sino que a mí me gustaría ser de aquellos que buscan dirigir la ola".

¿De qué manera contribuirías como diputado?

"Primero, siendo alguien que pueda conectar con las personas. Conocer sus realidades e interactuar, aunque suene un cliché. Estoy seguro que la política sufrió un cambio irreversible y que no es solamente uno el que habla y el resto que escucha, sino que es de ida y vuelta y implica mayor participación. Es más costoso porque ya no se trata de dirigir, ahora hay que convencer, que significa 'vencer en conjunto'. La dificultad está en que algunas cosas no siempre se llega colectivamente a las mejores conclusiones", asegura Bellolio. Como ejemplo pone uno de los temas más polémicos de la actualidad en el tapete: el lucro. 

"Uno podría pensar que si uno pregunta: 'Oye, ¿eliminemos el Lucro?', te van a decir: 'Sí, eliminémoslo'. Porque el concepto que está dentro de ellos es algo muy negativo. Eso es lo que hay que cambiar, ese concepto negativo de lo que asocia al lucro". 

Bellolio explica que según la visión de quienes han estudiado el ámbito de la educación, eliminar el lucro no tiene nada que ver con la calidad y sería más bien perjudicial para la provisión de educación. "Habrían menos escuelas subvencionadas, habrían menos centros de formación técnica, menos profesionales, menos proyectos educativos, menos poder de elección de las personas respecto del lugar donde quieren poner a sus hijos".

¿Por qué crees que esos conceptos, a tu juicio equivocados, se esparcen con tanta facilidad, mientras que la derecha no logra transmitir sus ideas de manera más viral, más popular?

"Suele ocurrir que nuestro discurso de centro derecha más bien a apela a la razón y deja completamente fuera a la emoción. Si apelas constantemente a la razón, pasa que la gente te dice: 'Sí, tienes razón... ¡Pero no!'.  Me ha tocado discutir con gente sensata de izquierda, que hay mucha, y me han dicho eso 'Sí, ok... ¡Pero no!'. 

"Hemos sido terriblemente malos en poder generar emoción con nuestras ideas, poder generar empatías, más allá de encontrarnos la razón".

¿Y qué soluciones ves para cambiar eso?

"Yo estoy con Laurence Golborne precisamente por eso. Porque él es un candidato que apela a esas emociones, que apela a una cuestión que es distinta a una puramente demostrable, cuantificable.  Él  representa eso como persona, mas que como vocero de lo que esté haciendo y diciendo." 

"Hay que volver a ese espíritu original de la UDI popular, que hizo que tuviéramos la razón en cuanto a cifras y un relato que hacía que las personas conectaran con nosotros. Yo creo que estamos haciendo poco en eso. Por eso se ve que viene una avalancha en que la señora no dice nada, pero produce emoción y más bien dice 'paso', y va a seguir pasando, ya que durante los dos últimos años de su gobierno ella también pasó.

"Nosotros lo que estamos intentando hacer es conectarnos emocionalmente con esas personas y sus problemas, desarrollando propuestas que son basadas en esas personas. Pero lo que hay que hacer para que realmente conectes con esas personas, es que haya una comunicación total."

¿Cómo sería tu sociedad soñada?

"Un país mucho más feliz, un país donde la persona que esta la lado mío importa. donde no me da igual si a alguien le va mal, ni me produce rabia que alguien le va bien, sino que exactamente al contrario.  Quiero que avancemos en justicia, y para avanzar en justicia necesitas más herramientas. Tiene que ser en libertad y así sucesivamente. No me gusta un país donde mis hijos tengan que esconder que participo en política, o que tenga que discriminar a una persona porque tenga diferentes intereses o ingresos. Que las personas entreguen esos valores, no el Estado. No digo que el Estado deba ser neutro, pero esto tiene que ser al revés, desde las personas hacia arriba y no desde arriba hacia abajo."

¿Pero cómo compatibilizas esa visión con un sistema económico neoliberal, que tradicionalmente se asocia a algo negativo y egoísta?

"Para mí es al revés, en mi visión, es más egoísta el Estado de Bienestar, donde los talentos de cada uno, los esfuerzos de cada uno no sirven de nada y en donde yo no necesito interactuar con las personas en la sociedad porque tengo todo garantizado"

"Hoy te lo proponen como un estado subsidiario reverso, es decir que haga todo, excepto en aquellas áreas donde no pueda, y ahí recién se le da permiso a los privados para que lo hagan. Yo creo que es exactamente al revés, que las personas lo pueden hacer todo, que cuando no puedan por vulnerabilidad, pobreza, discapacidad, entonces el estado tiene un rol relevante. Ese debate es un debate que hoy se está dando, mas soterrado que explícito, se ve en algunas cosas en específico." 

Para Bellolio, la respuesta no está en el Estado, sino en las personas, quienes son, en su opinión, intrínsecamente buenas y nobles, y en la medida que mejor sean, mejor serán las organizaciones que creen. 

"Yo creo que lo que tiene que hacer el estado, es ayudar a que las personas puedan lograr sus fines, sus sueños y creer más en la innovación, en la creatividad de las personas y en el poder que tienen las personas, pero no como aislados, no como individuos, sino como interacción que tienen en la sociedad". 

Bellolio explica que es un error exigirle al sistema económico que produzca justicia, porque la función del sistema económico es generar riqueza, mientras que la función del estado es procurar que esa riqueza se distribuya con justicia. "Una cosa es tratar de hacer que la torta sea lo más grande posible y otra es cómo cortamos esa torta".

Y pasando a la cuestión electoral... ¿Qué opinión tienes del voto voluntario?

"Con el voto voluntario, lo que haces es que todas aquellas personas que están metidas en política, pero que navegan por encima, que no tienen muchos conceptos, sino que simplemente están, a los que denomino 'jaleas sin sabor', se acaban con esto. Y el gallo que no tiene convicciones, que no dice sus 'por qué', que no hace que la gente se quiera levantar en la mañana para ir a votar, sencillamente no va a conseguir votos y no va a salir"

¿Entonces, qué deben hacer los políticos para movilizar a las personas para que vayan a votar?

"La única forma de movilizarlos es con ideas, con convicciones, con energía. Antes llegaban en hordas porque sí. Entonces ahí lo importante era ser 'top of mind' (el primer nombre que uno recuerda), toda la comunicación política era para los últimos 15 días. Hoy día la decisión la persona no la toma adentro de la urna con el voto enfrente, sino que en su casa. Tú lo que tienes que hacer es hacer que la gente vaya a votar".

En base a eso, si Bachelet sigue 'pasando' ¿Crees que Orrego pueda superarla?

"Yo creo que no. Lo que está haciendo Claudio es para el futuro. Él esta plantando y me parece bien que este sembrando, y que después pueda ir a cosechar algo más. Porque después de Bachelet, en el escenario político, hay la nada" 

"Lo que debe ser es que haya cuatro o seis años con reelección y que después no te puedas reelegir más. No puedes ser que las mismas caras que estamos viendo cada elección, sean puros ex presidentes. Hace mal que siempre tengas que recurrir a los mismos".