Se podría decir que cuando hablamos de videojuegos existen dos tipos de personas. Por un lado están los que se saben hasta el nombre y apellido de los creadores de sus juegos favoritos y, por otra parte, los que con suerte entienden de qué habla la gente cuando mencionan a “Mario Bros”.

Seas del grupo que seas, existe una verdad que es conocida incluso por aquellos que no están muy familiarizados con este mundo: los personajes (sobre todo los principales) de los videojuegos suelen ser muy poco diversos. Y con eso nos referimos a que generalmente son blancos, relativamente “apuestos”, heterosexuales y mayoritariamente masculinos.

Después de todo, juegos de Batman o Superman hay por montones, pero te apuesto que ni te acuerdas de la última vez que jugaste a “Las aventuras de la Mujer Maravilla”. Probablemente porque nunca lo hiciste, ya que no existe. Y lo mismo ocurre con un montón de sagas y series de entretenimiento que muchas veces olvidan que nuestra sociedad está compuesta por personas mucho más variadas, en todo sentido.

¿La buena noticia? Pareciera que las nuevas generaciones están dejando todo eso atrás. ¿Cómo? Ya se los cuento.

Overwatch

Cuando escuché por primera vez algo sobre Overwatch, supe que sería de todo mi gusto. Tener que elegir un personaje dentro de una amplia oferta, disparar, usar poderes, buenos gráficos, variedad de partidas, acabar con los enemigos, jugar en equipo, etc. Todo eso me gustaba. Pero antes de realmente jugarlo, no me había dado cuenta de su principal atributo: la diversidad.

Para ponerlo en perspectiva, este juego que está disponible para PC, Play Station 4 y Xbox One, tiene a Tracer, uno de los personajes más icónicos y que es lesbiana. Esto lo dio a conocer la empresa Blizzard (que está detrás del juego) a través de un cómic y para que se hagan una idea, así es ella:

Esto no se queda ahí. Otro de los personajes con los que cuenta este juego se llama Lúcio y viene de Río de Janeiro. Así es, un representante sudamericano en un videojuego internacional. Poco frecuente, ¿no?

Lúcio no es el único que se escapa del paradigma caucásico en el que caben la mayoría de los personajes con los que estamos acostumbrados a jugar. También hay luchadores de la India, como en el caso de Symmetra, de Japón (Hanzo), de Egipto (Ana, quien de paso, es una francotiradora de 60 años) y de México (Sombra).

Ahora, tampoco es como que le vayamos a prender una velita a cualquier videojuego que incluya a personajes de varios países, pero al final de la suma de factores inclusivos, se nota que existe una diferencia detrás. Es cosa de hacer el balance entre personajes femeninos y masculinos.

Por ejemplo, en el legendario Street Fighter II del 1991, de los 14 personajes que lo conforman, solo uno es mujer (Chun-Li, la de las pataditas al revés). En cambio con Overwatch, de los 24 personajes que tiene, 10 son mujeres, 10 son hombres y 4 son no-humanos. Una proporción que no solemos encontrar fácilmente en los juegos.

Horizon: Zero Dawn

Cuando una mujer es la protagonista de un videojuego en el que hay peleas de por medio, podemos predecir una que otra característica: va a llevar poca ropa encima y aspirará a ser un sex symbol. Hay excepciones, por supuesto, pero esa suele ser la tónica.

Sin embargo, en Horizon: Zero Dawnde Guerrilla Games, pasa todo lo contrario. La protagonista se aleja de todos los estereotipos de género, pero no solo ella, sino que gran parte del mundo que la rodea. Así, se muestra a la figura femenina como sinónimo de empoderamiento en un contexto en el que no es una excepción.

Aloy es una guerrera colorina que lucha contra bandidos y máquinas asesinas en una época futurística y post-apocalíptica. Para esto se hace valer de su gran agilidad, fuerza y destreza con armas: arcos, hondas y lanzas, entre otras. Y una de sus gracias es que hace todo eso sin la necesidad de sobreexplotar la sensualidad femenina.

Además, la imagen de la mujer tiene un valor fundamental en el desarrollo de la historia. Son ellas las que ocupan los cargos más altos en la tribu de donde viene, mientras que también ostentan puestos importantes en los ámbitos militar y espiritual.

El éxito de ambos

Ya sea por el tema de la inclusión y la diversidad o simplemente porque son muy buenos juegos, la verdad es que tanto Overwatch como Horizon han dado mucho de qué hablar.

Por un lado, Overwatch se ganó el galardón al juego del año en los premios D.I.C.E. 2017 y en los Game Awards 2016, uno de los más importantes de la industria. Con todo, los creadores de este juego han dicho que su interés no fue hacer una declaración política al fomentar la diversidad, sino que simplemente mostrar una realidad “normal”. O sea, que la inclusión es algo común y corriente.

En tanto, Horizon rompió un récord histórico: anotó la mayor cantidad de ventas durante las primeras dos semanas después de su lanzamiento para un juego de Play Station 4. Algo que por sí solo es un logro, pero que lo es aún más si consideramos el mundo en el que desarrolla la historia (que ha sido calificado como feminista por medios como The Guardian).

Y a pesar que para algunos pueda parecer como algo básico el que encontremos en los videojuegos la presencia de personajes femeninos empoderados, latinos, africanos, homosexuales o de cualquier tipo de minoría, la verdad es que pareciera ser un gran paso para avanzar hacia una sociedad verdaderamete inclusiva.

¿Conoces otros juegos que se caractericen por ser inclusivos?