fobias, timidez, vergüenza, introversión, psicología, nervios, ansiedad
Imagen: Rodrigo Avilés

Cuando la timidez no deja vivir: cómo combatir la fobia social

Evitar reuniones sociales, hablar en público o establecer contacto visual, pueden ser indicio de un problema más profundo: una percepción negativa de uno mismo. La ansiedad o fobia social es más común de lo que parece, pero se puede enfrentar y superar.

Por Juan Reyes | 2016-05-10 | 07:00
Tags | fobias, timidez, vergüenza, introversión, psicología, nervios, ansiedad

Las fobias se encuentran entre una de las causas comunes de consulta psicológica, ya que impiden o dificultan llevar una vida normal, generan abundante malestar emocional en la persona que las padece, y generan tensión en la interacción cotidiana (familia, trabajo). Quien lleva la carga de una fobia, siente un temor intenso, que le compele a evadir la fuente de la misma, que puede ser tan común como un perro o un ascensor.

No obstante, no solo animales u objetos pueden ser causas de temor, las propias personas y el contacto social también se pueden convertir en una fuente de sufrimiento e incomodidad, impactando negativamente en la vida de quien padece la fobia, llevándole a evitar situaciones, a perder oportunidades y a aislarse. No es un problema sin solución, a través de un tratamiento psicológico adecuado, la persona puede aprender y resolver la génesis de la fobia.

A continuación, la psicóloga viñamarina Mariana Searle, nos cuenta un poco más acerca de las fobias, sus causas y su tratamiento..

¿Qué es la ansiedad o fobia social?

La ansiedad o fobia social, consiste en una ansiedad o temor persistente ante situaciones de interacción social, ya sea al interactuar con una sola persona o con un grupo de ellas. El temor o ansiedad se manifiesta en síntomas físicos y psicológicos. No es una fobia literal a las otras personas o a todos los demás.Suele iniciarse en la infancia o en la adolescencia, y es la condición por la que a las personas se les dice tímidas. Una de cada diez personas aproximadamente presenta esta condición.

¿Cuales son sus síntomas?

Los síntomas perceptibles suelen ser palpitaciones, sudoración, sensación de nudo en el estómago, dificultad para respirar y menos perceptibles o conscientes, los pensamientos sobre rechazo o evaluación social negativa, los cuales se presentan antes, durante y después de participar en situaciones sociales.

Predomina en la fobia social, los sentimientos de inadecuación (sentir que no "se encaja socialmente"), la anticipación negativa sobre el temor a ser evaluado desfavorablemente por los otros, la autoevaluación disminuida y la evitación progresiva de situaciones que implican algún grado de interacción social.

¿Cuándo se debe buscar ayuda?

Lo ideal es acceder a ayuda tempranamente, ya que la persona a lo largo de la vida se va aislando y comienza a evitar situaciones de interacción social, desde preguntar información al vendedor de una tienda o hablar por teléfono, hasta enfrentar grupos sociales nuevos, como compañeros de universidad, tener que realizar presentaciones en público o involucrarse en relaciones cercanas en las que la persona que tiene esta condición, acepta condiciones de dominación y subyugación en base a su baja autovaloración.

También implica un temor y evitación importante de aquellas personas consideradas "figuras de autoridad". En este sentido, pueden ser todas las personas que son percibidas como superiores, en base a atributos percibidos. Este aspecto, por ejemplo, incide en la dificultad de las personas con fobia social, para buscar y solicitar ayuda profesional. 

Sin embargo, la secuela más importante es la que se genera a nivel interno de la persona, quien progresivamente se auto-devalúa, llegando a sufrir depresión crónica o a iniciar trastornos adictivos, por el alivio de la ansiedad y desinhibición social que les genera ese estado de conciencia.

Lamentablemente, como la ansiedad social principalmente involucra la evitación de situaciones sociales, en la práctica implica la pérdida real de oportunidades, como por ejemplo, congelar una carrera universitaria o desechar la asistencia a un curso o a una entrevista de trabajo.

¿Qué está en la raíz de este mal?

Lo que genera el problema, es en realidad la autoevaluación negativa que la persona hace de sí misma en forma permanente, y antes, durante y después de cualquier tipo de encuentro social. Si expuso frente a su curso, asume que se vio “ridícula/o”, que no contestó bien las preguntas, que todos se dieron cuenta de que su trabajo no estaba óptimamente hecho, etc. Asimismo, anticipará la misma evaluación negativa para la siguiente vez. De alguna manera, la persona “proyecta” esta evaluación en los demás y cree que todos ellos piensan lo mismo acerca de ella misma. 

Esta auto-evaluación negativa también se manifiesta en que, por ejemplo, si alguien de la audiencia bosteza, ese hecho es suficiente para que la persona con fobia social, tema casi convencida de que su presentación estuvo aburrida. Lo interesante, es que esta misma ansiedad, y el temor a ser evaluada/o negativamente, produce una especie de bloqueo del pensamiento, por lo que habitualmente esta persona cree que no puede explayarse relajadamente sobre un tema. Les cuesta muchísimo responder preguntas, ya que además al mismo tiempo están evaluando su respuesta y decidiendo que no lo está haciendo bien. 

Su misma autoevaluación negativa, la lleva a una “incomodidad” social, en el sentido de que como piensa que la evalúan negativamente los demás, también genera en ellos respuestas parecidas de incomodidad. Por ejemplo, en general andan con la cara muy seria y se ríen poco, precisamente porque están siempre alertas a evitar situaciones incómodas. Esto hace que las otras personas, con mucha frecuencia, interpreten esto como rechazo, o pueden pensar que la persona es muy seria, “pesada”, “estirada”, etc., por lo que también pueden tender a evitarla. 

Otro aspecto importante es la interpretación distorsionada del pensamiento de los demás. De alguna manera mágicamente, la persona en forma automática cree saber lo que piensan los demás de ella, por lo que constantemente interpreta los gestos y palabras de los demás en un sentido negativo, referido a su “baja” calidad de persona.

¿En qué consiste el tratamiento?

El tratamiento consiste en identificar las características individuales del trastorno, ya que en cada persona tiene matices diferentes. Luego, se profundiza y se le muestra a la persona cómo funciona su fobia social y se aplican técnicas de reestructuración y modificación del pensamiento, para gatillar cambios en la visión de sí misma, de los demás, de las situaciones sociales, para ir aprendiendo nuevas interpretaciones y significados. 

En forma simultánea, además, se enseñan técnicas y ejercicios para reestructurar y aprender a dejar fluir el pensamiento en los eventos de la vida cotidiana. También la persona realiza ejercicios y prácticas supervisadas tanto dentro, como fuera de la consulta. 

La fobia finalmente se maneja logrando modificar la experiencia de ansiedad en las situaciones sociales, la interpretación del sí mismo y de los otros.

¿Qué consejo le darías a una persona que sufre una fobia o ansiedad social?

El consejo que podría dar es el pedir ayuda, ojalá tempranamente, especialmente porque la evitación de situaciones sociales en algunos casos, lleva al aislamiento social, y cuando esto ha ocurrido ya, es mucho más difícil integrarse, especialmente cuando ya han pasado muchos años. Las personas con fobia social, literalmente escapan de situaciones en donde hay personas que no conocen, evitarán interacciones con figuras de autoridad y exponerse frente a otros. En su fuero interno, la persona, al estar convencida de su precaria valía personal, asume que los demás podrán “descubrirla” y darse cuenta de lo falsa, lo poco inteligente que es, lo rara que es, etc. Muchas de ellas refieren sentir vergüenza de sí mismas, por lo que en general se muestran más bien reservadas y eluden oportunidades de hablar frente a grupos sociales, aunque sean personas conocidas y de confianza. En cierta forma, esta persona está continuamente evitando las situaciones sociales, de manera que dosifica su participación eludiendo siempre exponerse, pasar “vergüenzas” y ser el centro de atención. Por ejemplo, en sala de clases, esta persona evitará el contacto visual con los profesores, para que no le dirijan las preguntas a ella.

La ansiedad o fobia social, conlleva dosis importantes de sufrimiento, y las personas reportan haber perdido importantes desafíos y oportunidades en la vida, como resultado de su problema. Por esto es importante diagnosticarla a tiempo y realizar un tratamiento efectivo, en el que la persona va logrando identificar los mecanismos que la mantienen, y con trabajo dedicado, se hace posible mejorar la calidad y cantidad de sus interacciones sociales. Siempre es mejor consultar.

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Comentarios
Nicolas Rodriguez | 2016-05-10 | 13:52
5
Yo lo sufrí en carne propia durante mi adolescencia y casi la totalida de mi vida universitaria.... me costaba y me cuesta socializar aun. Lo que hice fue ir al sicologo el cual me dijo que lo que me faltaba era empatía. Despues me evaluó un siquiatra y me dijo que mi timidez parte por malas experiencias de niñez, traumas que producen el hecho de ser gordito y acomplejado con mi cuerpo.

Ahora como adulto ya (tengo 29 años) y hace mas menos unos 4 años he decidido superar mi timidez enfrentando las situaciones, salgan como salgan, bien o mal. Si una experiencia me sale mal, no me frustro y analizo porque salio mal. Si una experiencia me sale bien, me siento agradado y feliz de socializar y conocer gente. Aunque reconozco que siempre tengo el miedo al rechazo, de no caer bien, y sobretodo de no saber cómo llegar y entrar en una conversación con un grupo de gente. Pero me he animado a hacerlo y he mejorado.

Saludos a todos los timidos(as) y los insto a no aislarse, por ejemplo conversar con alguien en una sala de espera o paseando tu perro ya es un paso importante. Recuerden que en muchas ocasiones las personas esperan que les hablen :)
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Jorge Quezada | 2016-05-10 | 14:15
2
Mi caso ha sido a la inversa: De niño muy sociable, con mucha personalidad, con ganas de expresarme y conocer gente nueva. Sin embargo con el paso del tiempo fui perdiendo interés, a alejarme, hasta llegar al punto de complicar mi existencia por ir a un lugar donde tengo que compartir con personas que no conozco y tal vez me pregunten cosas y quieran saber sobre mí. No tengo temor de salir al frente y hacer una presentación, exponer un tema, ni nada por el estilo... Lo mio va netamente en hacer "vida social"

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Javier Æøå | 2016-05-10 | 22:14
2
Mi historia va en una línea diferente. En algún punto de mi adolescencia tardía agarré gusto por lo social, juntarme, hablar, etcétera. Hoy no le temo a los grupos, a pararme frente al curso y disertar (de algo que sé, claramente), de preguntar algo en frente a toda la clase o pedir ayuda.

Pero el interactuar con gente en planos más profundos, el entablar relaciones duraderas...eso aún sigue muerto porque siento que "no soy interesante" o no tengo una recepción positiva de parte del resto para que ellos sientan el querer relacionarse conmigo más allá de verme todos los días.
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Carla Parodi | 2016-05-11 | 18:23
3
Me pasa lo que Javier y Jorge. Interactuar con personas desconocidas, que quieran saber de mi, o profundizar de mi, me resulta realmente incómodo. No me considero interesante. Muchas veces hasta chatear me resulta frustrante, porque no sé qué más decir cuando no conozco mucho a la otra persona, ¡o incluso con gente conocida...! (¿Qué cuentas? Nada... cri cri). Si a eso le sumo más personas, uf... Lo intento, pero después me arrepiento de haberlo intentado. xD Pienso: "No debiste decir ese chiste, era super fome." o "No deberías contar tus cosas, a nadie le importa." o "No hagas/digas nunca más eso que hiciste/dijiste"
Así que evito lo más que puedo interactuar con gente desconocida, o eventos sociales donde no encajo (Como el cumpleaños de alguien que conozco poco, o un carrete de un amigo donde conozco solo a ese amigo). Prefiero mis 3 amigos cercanos, mi pareja, y ya... xD
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Javier Æøå | 2016-05-12 | 08:54
1
Me ha pasado demasiado esa tontera:

- Amigo: *Cuenta una anécdota que le pasó con lujo de detalles, prácticamente contando hasta el clima* Y por eso igual estoy medio chato cachai...Oye, y tú cómo estai?
- Yo: *Cuento algo que para mí es importante, pero con la cantidad precisa de información para que mi amigo me siga porque creo que no le interesará*
- Amigo: Ah.
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Carla Parodi | 2016-05-12 | 17:11
1
JAJAJAJAJAJAJAJAJA SIIIII, TAMBIÉN ME PASAAAAA JAJAJAJAJA XD
No estoy sola en el mundo, me siento un poco mejor, creo jajajaja
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Sebastián Araya | 2016-05-13 | 11:52
0
Me sumo! A mi me paso cuando llegué a la universidad, en el colegio tuve 1 grupo de amigos que creció y se modificó gracias a ellos, no a mi xD. En la universidad me costo entrar con nuevos amigos, más aún que me fuí de La serena a Valparaíso, pero me entró el gusto por lo social con el tiempo y pude entablar conversaciones banales, para realizar trabajos en grupo nunca tuve el problema, sino para crear "relaciones". Hasta que se me hizo más natural, pero me di cuenta que fué gracias al alcohol :(, de hecho, en el colegio me dijeron que no era bueno tomar alcohol para sociabilizar cuando uno es timido porque uno se acostumbra al "inhibidor", así que, sigo en las mismas xD. Siempre me pasa, el que me preguntan algo y respondo corto y preciso, y conozco gente que saca hasta a la abuela en una conversación con una facilidad.
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Javier Æøå | 2016-05-14 | 06:06
0
Bkn! Conversemos un día po...no creo que nos demoremos más de 1 minuto xD
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Javier Parra | 2016-05-12 | 02:12
0
Es bastante frustrante esa cuestion la verdad, incluso me hace considerar hoy en dia a dejar de ir a carretes con mi grupo de amigos, por el simple hecho de que llega gente nueva, y me pregunta "y por que eres tan callado?" o "esa a sido la unica palabra que a dicho en toda la noche!"y bueno, ¡por que simplemente no tengo nada interesante que decir!. Situaciones bastantes triste como no ir a ver una pelicula por que no pude comprar la entrada, ya que habia una gran fila de gente, y no queria pasar entremedio de toda ella, Tirar tu auto-estima hasta el suelo y decepcionarte de ti mismo casi todo el año, se llega hasta casi pasar a sintomas de depresion, es muy fome la verdad.
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Javier Parra | 2016-05-12 | 03:41
0
Es bastante frustrante esa cuestion la verdad, incluso me hace considerar hoy en dia a dejar de ir a carretes con mi grupo de amigos, por el simple hecho de que llega gente nueva, y me pregunta "y por que eres tan callado?" o "esa a sido la unica palabra que a dicho en toda la noche!"y bueno, ¡por que simplemente no tengo nada interesante que decir!. Situaciones bastantes triste como no ir a ver una pelicula por que no pude comprar la entrada, ya que habia una gran fila de gente, y no queria pasar entremedio de toda ella, Tirar tu auto-estima hasta el suelo y decepcionarte de ti mismo casi todo el año, se llega hasta casi pasar a sintomas de depresion, es muy fome la verdad.
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Sebastián Araya | 2016-05-13 | 11:59
0
A mi me pasa que me pongo nervioso para hablar con desconocidos en cualquier índole, me cuesta hacer presentaciones en público, el único momento que me siento cómodo es cuando tengo que hablar por pega o cuando estaba en la u por algún trabajo en grupo. Es frustrante, mas cuando estudié una carrera en dónde las presentaciones son pan de cada día, interactuar con otros por temas no laborales también.

De hecho, en general, mis amigos, siempre han sido amigos de otro amigo primero, son muy pocos los que he generado por cuenta propia. En los carretes iba con alguien conocido y no me despegaba por que no podía interactuar con los demás, hasta soltaba la lengua (alcohol de por medio).
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Ange Brik | 2016-05-13 | 13:50
0
como una persona extremadamente sociable, lei sus comentarios y quiero decirles que TODOS tienen cosas muy interesantes que contar... una cosa que a mi me interesa mucho cuando conozco a alguien (y que a la gente le llama la atencion) es que luego de preguntarle en donde trabaja, siempre pregunto: pero ahi, que haces? cual es tu dia dia??
A mi me encanta conversar con la gente, sobre todo con quienes no conozco, soy de esas personas que sale de carrete y suele pasar que me voy con algun numero de telefono (y no hablo en el nivel de joteo).
yo creo que mas que plantearse si son fomes o no, deben plantearse: en que parada estoy con mis amigos? porque si a alguien que le cuentas algo que te paso y te contesta con un ah ya.... mmm no se que tan amigo sea. algunas veces, por mas que queremos a nuestros amigos, no estamos en la pisma parada....
pero recuerden, todos tenemos cosas super interesantes que contar y vidas entretenidas.
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Mauricio Cofre | 2016-05-15 | 20:29
0
yo he sido timido desde el momento que comenzo el bullying mas menos a finales de la basica, que empeoro en la epoca de la universidad, en que no me molestaban pero al notar ciertas cosas empeoro y no lo pude evitar, consciente y leyendo sobre el tema, fui capaz de lograr mejorias pero al tiempo vuelvo a recaer, no soy la tipica persona con ansiedad social que piensa que soy fome o no tengo tema, al contrario, soy divertido y mi ansiedad la culpo al resto de las personas.

Primer punto, en la U siempre mendigando grupos de trabajo a pesar de ser sociable, trataba de integrarme, pero para lo unico que servia era pasar las respuestas, exponia bajo los ansioliticos y vodka, pero lograba hacerlo bien.

Mi primer trabajo fue terrible, a pesar de hacer las cosas bien, me retaban cuando cometia errores, incluso me humillaron frente a otras personas que no deberian enterarse de nada, claro que es verdad me ponia nervioso aveces cuando me sentia complicado, y parece que eso a la mayoria les encanta para pasarme a llevar, nada de empatia, es cuando opera el "efecto halo" si esta pareciendo weon, entonces es weon, y si, la tengo, pero es la pura cara ;).

Segunda pega y actual, me hice adicto al clonazepam desde el momento que entre, cuatro dias de toma y tres de descanso, mi pega consiste en hacerla bien, recibir retos de mi jefa y estar volao con clona..Si le contara esto al psicologo me retaria por esta actitud, pero cuando comence habla con quien tenia que hacerlo, tiraba tallas cuando habia que hacerlo, pero paso el tiempo y tratar de sociabilizar ya no sirve, asi que voy a hacer mi pega y chao, y el trato que recibo, ni hablar, como si fuera un delincuente. Podria ir una semana a trabajar sin clona..y la ansiedad me come, pero no pensando en que voy a quedar como fome o hacer algo mal, sino porque cuando me tratan mal, se me gatilla la ansiedad automaticamente, tartamudeo, y al final me tratan peor.

De mujeres ni hablar, francamente creo que le doy asco.
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