Comenzaba el 2017 y las condiciones meteorológicas no eran para nada favorables. La más afectada fue la zona centro sur, que sufrió numerosas olas de calor y fuertes cambios de viento. Esto convirtió el panorama en una situación cada vez más crítica y alarmante. Miles de hectáreas eran arrasadas por llamaradas gigantes que brigadistas, bomberos e incluso civiles intentaron combatir.
Los chilenos veíamos por la televisión cómo sufrían las familias que se quedaban con lo puesto, ya que fueron cerca de 7.000 los damnificados. Algunas caravanas llegaban con ayuda hasta gimnasios donde alojaban afectados, que sin remedio tuvieron que comenzar desde cero.
Para este año las temperaturas más altas están pronosticadas para fines de febrero y principios de marzo, es decir, en ese periodo podríamos sufrir nuevos incendios.
Hasta la fecha, hemos sido víctimas de casi la misma cantidad de incendios que en la temporada pasada: 3.938 versus los 3.934 acontecidos hasta ahora. Pero solo un 4% del territorio se ha visto afectado, si comparamos la superficie dañada en la temporada pasada.
¿Cómo lograr que no se repitan estos megaincendios? ¿Qué lecciones aprendimos y qué cosas nuevas estamos haciendo?
La respuesta de Conaf
En octubre del año pasado el Gobierno anunció que el presupuesto de Conaf ascenderá a 2.500 millones de pesos, 84% más que en la temporada anterior. Los recursos serán destinados principalmente para: disminuir la ocurrencia y daño de los incendios (más capacitación y nuevas herramientas), sensibilizar a los vecinos y trabajar con las comunidades.
Estrictamente, ¿cómo se ha visto fortalecida la Conaf? Si comparamos la temporada (2016- 2017) y (2017 - 2018) en la actualidad la corporación posee un 52% más de aviones y helicópteros y un 44% más de brigadistas. Si el año pasado tenían 15 helicópteros, hoy son 25 y si antes contaban con 143 brigadas, en la actualidad son 207.
En lo que más se han centrado ha sido en tener mejor comunicación, coordinación y efectividad a la hora de combatir el fuego.
“La disponibilidad de recursos y los sistemas de detección los hemos fortalecido. Hoy tenemos una gran capacidad de ataque que significa que a todos los incendios estamos llegando con dos a cuatro aeronaves tempranamente, tanto así que cuando llegan las brigadas por tierra, en muchos casos, el fuego ya está apagado”, dice el director nacional de Conaf en entrevista a La Tercera.
También explica que la temporada pasada solamente atacaban el fuego frontalmente y ahora cuentan con brigadas que son más rápidas, equipadas con retardantes y herramientas especiales para evitar que las viviendas se vean afectadas.
Además del helicóptero Chinook que contrató CMPC (con capacidad de lanzamiento de 8.000 litros), el jueves se sumó a las filas uno de los helicópteros más efectivos para combatir incendios forestales que existe: el S-64 Sikorsky "Atenea" el cual estará 100 días en Chile. Este puede lanzar 1.140 litros de agua por minuto y será destinado a la Región del Bio-Bio.
Los nuevos aportes de Bomberos de Chile
La institución incorporó nuevos técnicos zonales para que asesoren a bomberos en el combate estratégico de incendios, también han construido un nuevo centro de entrenamiento que preparará a bomberos para cinco regiones del sur y han lanzado nuevas campañas para la prevención de incendios.
En octubre del año pasado, Bomberos y Conaf firmaron un protocolo para fortalecer y coordinar sus acciones frente a nuevos incendios forestales. “El trabajo desde el nivel local es prioritario. Mientras más cerca estemos para enfrentar el ataque inicial tendremos mayores posibilidades de éxito. Por lo mismo, desarrollar acciones en forma coordinada con una buena articulación a nivel base es prioritario”, dijo el director de Conaf, Aarón Cavieres.
Bomberos de Chile también ha renovado una gran parte de su parque automotriz, ya que muchos de los carros bombas tienen más de 20 años de uso.
Además, han adoptado un nuevo Sistema de Información Geográfica (SIG). Ésta es una herramienta que administra información espacial georreferenciada, integrando tecnología digital. Gracias a él se pueden generar análisis y modelización de datos.
Su objetivo es generar información de relevancia para la administración de emergencias, realizar estudios territoriales y profundizar el conocimiento de zonas estratégicas para Bomberos, Consejos Provinciales y Regionales.
Municipalidades
Son muchos los casos donde municipios - en conjunto con la Conaf - se han preocupado de capacitar e interiorizar a los vecinos sobre la forma de prevenir incendios forestales.
También hay alcaldes que se han tomado en serio la tarea. Es el caso de William Arévalo, alcalde de Santa Cruz y presidente del Centro para la Gestión de Riesgos de la Asociación de Municipalidades, quien después de ver que su municipio se quemaron 20 mil hectáreas, decidió montar una base de emergencia en un cerro donde puede mirar todo lo que sucede en sus comunas.
“Ya tenemos lista esta base, con toda la señalética para que operen tres helicópteros con sus peras o guateros para acumular agua, hicimos las huellas para llegar ahí y todas las instalaciones en plena montaña. De ocurrir un incendio en este punto, los helicópteros llegarán directo a cargar agua, sin tener que buscarla más lejos. Podríamos evitar un desborde del fuego como ocurrió en Pumanque”, dice Arévalo.
Parecido es el caso de la Municipalidad de Hualañé, donde transmiten por las radios sugerencias para que los habitantes mantengan sus predios libre de basura, productos inflamables o vegetación leñosa que pueda producir un nuevo incendio. También recomiendan contar con tambores de agua para crear cortafuegos.
Incuso, algunos municipios de zonas rurales y empresas privadas del Bio-Bío han firmado protocolos como el Plan de Resiliencia Urbana Interfaz Rural. Su propósito es reducir los niveles de vulnerabilidad a los que se deben enfrentar los vecinos cuando viven cerca de empresas, que si se ven afectadas, pueden provocar un desastre aún mayor para el resto de la población. Este convenio incluirá un Plan Maestro de Prevención y Mitigación Urbana, Modelo de Gestión de Riesgo, Capacitación y Difusión Ciudadana.
También hubo un cambio a nivel general para enfrentar de mejor manera los incendios: en plena emergencia por los incendios el 2017, la Contraloría General de la República emitió un dictamen que permite que municipios de zonas no afectadas por la catástrofe, puedan enviar a su personal y equipos de emergencia a colaborar a otras zonas del país damnificadas.
Sociedad civil
No detallaremos los cambios que ha aplicado cada organización, pero es positivo destacar que más de 250 ONGs lograron unirse a través del MovidosxChile, para articularse y poder responder de manera coordinada ante situaciones de emergencias y desastres en el país.
“La forma de abordar estos desafíos es uniéndonos como sociedad, fortaleciendo lo que ha nacido a raíz de situaciones catastróficas y de emergencia en nuestro país, el trabajo colaborativo es la clave para hacer las cosas mejor, debe dejarse atrás la idea de trabajar cada uno por su parte en base a la competencia”, dice a El Definido Victoria Gazmuri, Gerenta General de Cultiva, organización que trabaja en programas de reforestación y educación ambiental (y parte de MovidosxChile).
ONEMI
Ricardo Toro, director nacional de la Onemi, dio a conocer el nuevo mecanismo que aplicarán luego de la experiencia de los incendios forestales del año pasado, enfocado en reforzar el protocolo de ayuda internacional.
Si bien Chile siempre ha contado con acuerdos internacionales para recibir ayuda en caso de emergencias forestales, ahora poseeremos un catastro donde ofreceremos y nos ofrecerán ayuda directamente desde el extranjero.
Esto también mejorará la rapidez en que recibiremos ayuda, ya que antes se nos otorgaba en la medida en que las zonas estuvieran seriamente afectadas. “El año pasado el llamado fue “Necesitamos aviones y brigadas”, este año la idea es pedir específicamente qué aviones o qué brigadas necesitamos a países que sabemos que tienen esas capacidades y que nos pueden aportar realmente”, dice Toro.
¿Y qué ha hecho el Gobierno?
El Gobierno junto a la Onemi han creado una nueva Estrategia para la el fortalecimiento de la gestión de incendios forestales, originada por el Ministerio del Interior. Esta contempla tres núcleos de trabajo que ya se están implementando en regiones:
- Fortalecer estrategias de combate al fuego: para estar mejor preparados ante catástrofes forestales y reducir el nivel de vulnerabilidad de la sociedad. Es por eso que sus objetivos son contar con más personal profesionalizado y equipado, manejar mejor información territorial y con nuevos recursos de detección.
- Cooperación público-privada: se encuentran consolidando canales de comunicación con empresas para desarrollar medidas preventivas en caso de incendios. La idea es poseer mayor vinculación con los municipios y la sociedad civil.
- Persecución penal: ¿Sabías que el 99,7% de los incendios son de origen “antrópico”, es decir generados por acciones humanas, tanto por descuido como intencionales? El Gobierno busca generar mejores instancias de coordinación entre la Brigada de Delitos de Medio Ambiente, Carabineros y el Ministerio Público para sancionar a los responsables.
Por último, nació un proyecto de ley que busca crear el “Servicio Nacional Forestal”. Este tiene básicamente los siguientes propósitos:
- procurar la conservación de la vegetación
- crear políticas públicas contra incendios forestales
- reforestar y restaurar
- fomentar la innovación en la producción forestal
- evaluar efectos del cambio climático y luchar contra la desertificación
- promover el conocimiento científico sobre el manejo de la vegetación.
Aunque el megaincendio de 2017 dejó terribles consecuencias, como país aprendimos grandes lecciones de la catástrofe y hoy estamos trabajando para estar mejor preparados y coordinados. Algo fundamental para enfrentar futuras emergencias en un mundo cada vez más seco y caluroso.
¿Qué otras medidas crees que son necesarias para afrontar de una mejor manera los incendios forestales?
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