Este mecanismo impediría que los acreedores se abalancen sobre la empresa o persona que acaba de quebrar, para intentar rescatar todo lo que puedan antes que los otros acreedores, situación en que todos salen perdiendo.
"El problema hoy en día de muchos emprendedores es que no quiebran hasta el último minuto... Si tú te paras seis meses antes y dices: 'voy a quebrar, ya no me da más, a lo mejor podría reorganizar mi empresa si es que este señor me da a un año', entonces tienes tiempo para tomar medidas.
"Esta ley es como si te pusieran una burbuja arriba, nadie te puede tocar, una persona te ayuda a negociar con todos tus acreedores y ellos pueden aceptar o no el tema de la quiebra", dice Juan Pablo Swett, presidente de la Asech y gran impulsor de la ley de re-emprendimiento.
La nueva Ley de Quiebras prioriza la reorganización por sobre la liquidación, aunque la idea es que las empresas que tienen posibilidades se reorganicen y las que ya no son viables, se liquiden de manera rápida y efectiva.
Si usted piensa que esta ley sólo favorece a quien quebró, se equivoca: En Chile, si hoy día un acreedor o proveedor le presta 100 pesos a una empresa/emprendedor y este quiebra, en promedio va a recibir 25 pesos. En Colombia, donde se acogió esta nueva ley de quiebra, ese número era 50 y subió a 80 y en Estados Unidos, donde también existe este tipo de legislación, la recuperación de créditos es de un 75%. Con estos resultados, se espera que los acreedores se den el tiempo de analizar la situación de la empresa/emprendedor, ver en qué etapa está y qué se puede hacer, para ver cuánto se puede recuperar.
Según el ministerio de Economía, en Chile hay 1.7 millones de emprendedores, de los cuales un millón es informal, o sea , no han constituido sociedades y no cuentan con personalidad jurídica, lo que hace que deban responder a las deudas con su propio patrimonio (con la ya aprobada Ley de Empresas en un Día, se espera que la mitad de estos se formalice). Del total de personas emprendiendo, la mitad son re-emprendedores, que anteriormente habían fracasado o les fue bien e hicieron otra cosa.
"Con esta ley se quiere que cuando alguien fracase, no se le apunte con el dedo, se pueda reinventar, no quede vetado en DICOM o en los bancos para hacer cualquier cosa. La primera motivación es reorganizar la empresa para ver si tiene viabilidad o liquidarla, pero que los acreedores reciban el 75%", dice Swett.
Actualmente la Ley de Reorganización y Liquidación de Empresas y Personas está ad portas de finalizar el primer trámite constitucional para luego ingresar a la Cámara de Diputados.