¿Cuántas billeteras tiene un inversionista? Pareciera que lo común es que tengan dos: Una para invertir y enriquecerse y otra para donar y ser buenos. Esa dicotomía es la que está tratando de cambiar desde hacer tres años el Fondo de Inversión Social (FIS) en nuestro país. ¿Da lo mismo si con una billetera invierto en la industria tabacalera y con la otra dono a una fundación contra el cáncer? Este fondo dice que no da lo mismo.

"Cuando uno invierte en una industria, uno está apoyando todo el proceso productivo, toda la cadena de valor que hay detrás de esa industria, por eso no da lo mismo. Esa dicotomía de pensar con dos billeteras es el cambio de paradigma que plantea el FIS, con la lógica de inversión de impacto, decir 'yo puedo invertir considerando aspectos sociales, ambientales y las implicancias que tienen esas decisiones en el entorno'", dice María José Montero, Portafolio Manager de FIS. 

A finales de 2009 un amigo de María José trajo la idea desde Inglaterra, de crear un fondo de inversión de impacto social, que se levantara con recursos chilenos y tuviera como objetivo ayudar a escalar proyectos que estuvieran resolviendo un problema social en la base de la pirámide. 

El comienzo fue complicado, porque además de tropezarse con un terremoto en el camino, las empresas querían invertir siempre y cuando fuera en los proyectos que ellos querían.  Como el objetivo era saciar distintas falencias que existen a nivel primario, decidieron partir a hablar con privados y fue así como a octubre de 2010, juntaron un fondo de US$ 4,5 millones, proveniente de 20 aportantes, todos ellos capitales privados, gestión que se lideró desde las oficinas de Claro y Asociados.

El antes y durante del proyecto

Una vez reunido el fondo inicial y los respectivos aportantes, había que ir en busca de los proyectos a largo plazo que calzaran con la línea a la que querían ayudar a crecer. Algunos los encontraron y otros los encontraron a ellos. Actualmente trabajan con Lumni, empresa que busca ampliar el acceso a la educación superior, la Protectora de la Infancia, organización que da servicios de acuerdo a las necesidades infantiles, Techo, organización que busca superar la situación de pobreza, Fe y Alegría, empresa que ofrece servicios de asesoría y acompañamiento pedagógico y hay otro ya aprobado. "Eso representa el 72% del capital comprometido del fondo y estamos buscando uno o dos más para terminar de colocar el fondo", cuenta María José. 

El camino del proyecto es el siguiente:

- Para postular, el proyecto debe cumplir con una serie de requisitos, entre los cuales figura tener un tamaño necesario para recibir, invertir y repagar una inversión de US $500 mil a US$ 1 millón aprox. y tener información transparente y precisa sobre sus operaciones. Además, criterios como contar con una trayectoria de importantes resultados sociales y tener bajas barreras de entrada, dónde la inversión incentive que nuevos emprendedores entren al mercado, generando un ciclo virtuoso. Puedes revisar todos los requisitos en este link. 

- Si cumple con los criterios de postulación, envía este formulario a FIS, el cual es evaluado y según los comentarios, pasa a la siguiente etapa.

- Si tiene el visto bueno, el equipo es llamado a presentar el proyecto al Comité de Inversión y este le da feedback.

- En caso de que se apruebe, se chequea la información tributaria, financiera y social de la institución. Durante todo ese proceso se le van entregando comentarios al equipo que presentó el proyecto.

- Una vez lista esa etapa, pasa a la recta final, donde si el FIS y los aportantes dan el visto bueno, se comienza a invertir en el proyecto. 

"La diferencia entre invertir y donar, es que cuando uno invierte, se hace socio. Es una relación de largo plazo y cuando te haces socio, quieres que al otro le vaya bien, porque si le va bien a él, me va bien a mí, hay intereses cruzados. No es una relación de un año, sino de 10 años o lo que dure la inversión y eso creo que también es un valor agregado", comenta María José.

Dentro de los propósitos que se buscan, están el tener una rentabilidad de UF + 2% anual y ver resultados sociales concretos. Por ejemplo, en el caso de la Protectora de la Infancia, se invirtió en infraestructura para que 428 alumnos en Codao, VI región, pudieran acceder a la Jornada Escolar Completa y así sus madres pudieran trabajar. Además, para garantizar que la educación sea de calidad, tienen una malla de indicadores con resultados Simce, asistencia escolar, velocidad lectora, notas, etc. 

- ¿Cómo se comparan los resultados de los proyectos siendo tan distintos?

La industria de la inversión de impacto a nivel internacional creó un sistema que se llama GIIRS: Global Impact Investment Rating System, que está muy ligado a la evaluación que hacen las empresas B. GIIRS te evalúa respecto a tu gobierno corporativo, a tus resultados ambientales, a tu impacto en la comunidad y a tu situación laboral interna, entendiéndose cómo están tus trabajadores. Cada una de esas áreas tiene un puntaje y el promedio es tu resultado. A nosotros nos evalúan tanto como FIS, como a cada proyecto en el que invertimos. Si bien no puedes comparar salud con educación, sí puedes comparar la institución como un todo con respecto a esas cuatro áreas dependiendo del tamaño de la empresa. 

Todo esto está partiendo y creo que es muy perfectible, pero lo estamos apoyando porque necesitamos una herramienta de este tipo, que al final es un ente externo a nosotros, que nos evalúa y nos monitorea con respecto a esas áreas. La medición nunca es un fin en sí misma, es un medio que nos ayuda a tomar decisiones, pero no tomamos la decisión por el puntaje que se sacó en GIIRS.

"El empresario no sabe donar"

Para María José, el sistema de donación, además de quedarle chico a las empresas, funciona a "guatometro" en nuestro país. Esto quiere decir que si llega alguien y le cae bien al dueño de una empresa, éste le va a donar, pero sin ningún tipo de evaluación profesional en la selección del proyecto, ni un seguimiento acabado de sus recursos. Es por esto que considera que la inversión con impacto social es una oportunidad para los empresarios que quieren invertir con sentido.

- ¿Cómo se involucra el empresario?

Pasó algo súper interesante: Acá el empresario no sabe donar, lo que sabe hacer es generar nuevos empleos, nuevos negocios, emprender, hacer que las empresas sean más grandes y eso lo saben hacer bien. El Fondo de Inversión Social les permite hacer eso y también tener una actitud mucho más proactiva en la solución de problemas sociales, porque ¿qué sabe hacer un empresario? Sabe venir a un comité de inversiones, sabe ver una cartola periódica de sus resultados, sabe tomar decisiones en un consejo, etc. 

Todos los meses llevo proyectos al comité de inversiones y ahí se van aprobando las etapas en que esté o si se invierte o no. En general, los aportantes participan mucho y hay varios involucrados en el Comité de Inversiones. Yo creo que lo han visto como una oportunidad para incidir en temas sociales, pero desde lo que ellos saben hacer.

- ¿Buscan traspasar su experiencia a los proyectos? ¿Se genera un vínculo?

Buscamos y seleccionamos proyectos, invertimos en ellos y apoyamos la gestión. En la búsqueda y selección hay todo un proceso en que se evalúa al equipo y proyecto en particular y al final del día es como una consultoría para la empresa, para la institución. Más allá de que obtengan el financiamiento, para ellos el proceso es muy empoderador. Les permite evaluarse, darse cuenta dónde están sus fortalezas, sus debilidades, para donde tienen que avanzar, etc. El comité de inversiones nuestro es súper bueno, hay gente bien capaz.

La gran postal final

Siendo plazos de 10 años ¿En qué momento van a decir si tuvo éxito o no el primer fondo de inversión social?

El último día del fondo va a ser en el que podamos cantar victoria, pero uno sí puede empezar  a ver logros y avances. En los fondos de inversión de cualquier tema el gran logro es levantar los recursos y levantar los recursos para temas sociales, ya es un gran logro. El haber conseguido 20 inversionistas sociales, el que sea de US$4,5 millones, que si bien para el mundo privado es poco, para el mundo social es bastante. Es un logro también poder entregar un financiamiento a la sociedad civil que los ayuda a diversificar sus fuentes. La sociedad civil tiene un precario financiamiento hoy en día y las empresas sociales también, es muy difícil lograr financiamiento. Es un logro que exista una nueva fuente de financiamiento que tiene que ver con aportes de privados, desde lo que saben hacer. 

Por último, ¿Cuál es el gran objetivo o sueño que tienen?

Mi sueño tiene que ver con generar una nueva industria. Yo creo que empezar a pensar con una billetera y que sea una opción real en Chile, me parece que es lo que se necesitamos, porque no existía esa posibilidad. Y no solo para el inversionista, sino también para el ciudadano de a pie. Si yo quiero invertir hoy en fondos mutuos, ¿A dónde se va mi plata? ¿Dónde se invierte? ¿Economía real o especulación? Si quiero invertir con sentido ¿A dónde voy? A mí no me da lo mismo que mi plata se vaya al tráfico de armas. ¿Quién me asegura que mis humildes ahorros no estén yendo al tráfico de armas o a la industria del vestuario en condiciones de esclavitud? Mi sueño tiene que ver con generar esta nueva industria que le permita a las personas invertir con sentido, comprar con sentido y que tengamos instrumentos de mercado que nos permitan poder incluir nuestros valores en nuestras decisiones de compra, de inversión.