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Imagen: César Mejías

10 razones por las que los adolescentes debiesen entrar más tarde al colegio

Los adolescentes no son más flojos, pero su período de vigilia (estar despierto) llega más tarde que lo habitual, debido al crecimiento, por lo que necesitan dormir hasta más tarde. Es por esto que muchos especialistas consideran las 10 de la mañana como una buena hora de entrada al colegio.

Por Macarena Fernández | 2017-06-06 | 15:13
Tags | sueño, adolescentes, colegio, estudios, dormir
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Todos fuimos adolescentes y sabemos lo mucho que nos costaba despertarnos en la mañana para ir al colegio. Los que tienen hijos entre 12 y 18 años, también lo tienen claro, y probablemente las mañanas de lunes a viernes se transforman en una guerra para sacarlos de las sábanas.

Pero lo que no todos sabemos es que este cansancio matutino no se debe a la flojera, ni a su adicción a las redes sociales, ni a malos hábitos. La razón por la que los adolescentes necesitan dormir hasta más tarde se debe a las hormonas de crecimiento, las que provocan que su hora de vigilia ocurra después que en el resto de las personas.

Un adolescente debe dormir al menos nueve horas diarias hasta los 20 años, porque su cerebro está en formación y su cuerpo en crecimiento; y considerando que están en el colegio, es necesario que se acuesten a las 21:00 o 22:00 horas, pero esto no pasa. ¿Por qué? Por un motivo fisiológico y cerebral súper simple: a los adolescentes les da sueño más tarde. Entonces, para ellos, levantarse a las 7 de la mañana para ir al colegio, equivale a que un adulto se levante a las 4:30 de la madrugada a trabajar.

Los adolescentes sufren de un retraso en la liberación de la hormona del sueño (melatonina), que comienza su ascenso dos horas más tarde en la noche (entre las 23:00 y las 00:00 horas), en comparación con niños más pequeños o adultos; y el descenso de esta se produce más tarde en la mañana.

Este fenómeno es real y por eso, médicos especialistas y científicos de distintas universidades del mundo, como Harvard, Oxford y Nevada, llevan un buen tiempo haciendo un llamado internacional para que las clases comiencen a las 10 de la mañana para los adolescentes, porque iniciar las clases antes dañaría la salud y la capacidad de aprendizaje, e incluso algunos señalan que por cada dos horas menos de descanso, el riesgo de fracaso escolar se duplica.

Beneficios de despertarse más tarde

Como el reloj biológico cambia y se vuelve más lento en la pubertad, muchos científicos han declarado la necesidad de retrasar la entrada al colegio.

Un estudio realizado por la Universidad de Minesota, avalado por la Academia de Pediatría de Estados Unidos, analizó durante tres años el comportamiento de 9.000 estudiantes de ocho escuelas de tres estados diferentes, quienes entraron una hora más tarde de lo habitual al colegio; y determinó los siguientes beneficios de este retraso:

1. El porcentaje de alumnos que dormían 8 o más horas por noche aumentó de un 18% a un 44%.

2. Los estudiantes presentaron una reducción significativa de la somnolencia durante el día y mejoras en el estado de ánimo durante sus clases.

3. El consumo de cafeína entre los jóvenes también disminuyó.

4. Los estudiantes también registraron mejores calificaciones en las pruebas.

5. Se registraron evidencias de menos depresión y uso de drogas, alcohol y tabaco.

6. Se registraron además menos accidentes automovilísticos que involucren a adolescentes, porque éstos están más alerta.

7. Los retrasos y ausentismo escolar de los estudiantes disminuyeron de forma considerable.

8. Disminuyeron también las clases particulares post colegio.

9. Se redujo la obesidad. Esto porque los jóvenes que duermen menos de 8 horas diarias tienden a consumir alrededor de 150 calorías extras por días, principalmente de dulces.

10. Los adolescentes a las cinco de la tarde tienen una vitalidad tremenda, y con el cambio de horario, esa vitalidad se aprovecha en lo académico.

En este proceso influyen distintas variables: el ritmo del cortisol, las hormonas sexuales y la llamada arquitectura del sueño, explica el pediatra español Jesús Martínez. No es que los adolescentes necesiten dormir menos, “sino que su tiempo de sueño se desplaza y, como cuando cambian el horario en otoño y primavera, sentimos un cierto desasosiego. Ellos, los jóvenes, lo notan a diario, como si se les estuviera cambiando el meridiano de Greenwich todos los días”.

Si quieren ahondar en los beneficios, les dejamos una exitosa charla TED con subtítulos en español, sobre "Las razones por las que el colegio debiese empezar más tarde para adolescentes".

¿Por qué no se ha aplicado entonces el retraso?

Cambiar el horario de ingreso de los estudiantes a clases, significa muchas modificaciones tanto en el sistema escolar como en el familiar, y es por esta razón que existen muchos detractores de la medida propuesta por los científicos. Dentro de las razones presentadas, encontramos las siguientes:

- Dificultaría combinar un nuevo horario con la jornada laboral de los padres y la organización del cuidado de los niños

- Afectaría al horario de los autobuses que recogen a los estudiantes

- Podría aumentar la renuncia del personal de las escuelas que tendrían que terminar sus jornadas más tarde.

- Empezar más tarde las clases, significaría restarle horas de socialización y esparcimiento a los adolescentes, ya que este tiempo lo utilizan (generalmente) para realizar algún deporte, actividad cultural (arte, instrumento), trabajos en grupo, etc.; actividades necesarias para su crecimiento y desarrollo.

- "Al que madruga, Dios lo ayuda", dirán incluso los más devotos o con sentido del humor.

Así es como hay algunos profesionales y adultos que dicen que la solución sería adelantar la cena a las ocho de la noche y obligar a los adolescentes a estar a más tardar a las 22:00 horas en la cama y restringir el uso de computadores y celulares después de cierta hora.

Pero hay otros, como este doctor argentino, experto en medicina del sueño, Daniel Cardinali, quien señala que "aunque implementar una hora de inicio más tardía en las escuelas puede ser un tema emocional y potencialmente estresante para los distritos escolares, las familias y los miembros de la comunidad, los beneficios para la salud de los adolescentes superan, con creces, cualquier consecuencia negativa.

La experiencia en Chile

En Chile, por ejemplo, los alumnos del colegio Southern Cross de la comuna de Las Condes entran a clases a las 8:45 de la mañana, 45 minutos después que el común de los colegios.

La decisión de retrasar la hora de entrada se tomó hace más de 20 años por una razón práctica: los alumnos llegaban todos los días tarde, debido al enorme taco que se produce en las mañanas en el sector. Los padres lo agradecen, y los que no pueden dejar a sus niños tarde, porque deben llegar antes a sus trabajos, cuentan con una sala especial en la que pueden dejar a sus hijos desde las 8:00 am. Para los demás (la gran mayoría), la medida ha traído sólo beneficios:

“A mí me parece maravilloso que puedan entrar más tarde porque duermen más y porque a esta hora hay menos taco”, dice Bárbara Lari, apoderada de prekínder.

“Mi hija Isabella se acuesta a las ocho y media y se despierta en forma natural un cuarto para las ocho, sin alarma. Además, tomamos desayuno en familia”, comenta por su parte Ricardo Torres (40), apoderado de kínder.

¿Y los adolescentes? Felipe Torrealba (44), que tiene hijos en primero y segundo medio, vivió la experiencia de llevarlos a un colegio que tocaba el timbre a las 7.45. Hoy agradece el cambio: “Este horario es más tranquilo para todos y los niños, no se tienen que levantar a la seis de la mañana. Están más contentos así. La levantada para el otro colegio era muy estresante”.

Así, lo que comenzó como una medida para evitar atochamientos, tuvo también sus efectos positivos en el sueño y rendimiento, según cuentan apoderados y profesores.

En Chile, el cambio de horario depende de cada establecimiento, y no está explicitado en un mandato. Lo único que se debe respetar sí o sí son las horas lectivas exigidas, por lo que todos los colegios podrían retrasar su entrada, si así lo quisieran.

¿Qué postura defiendes tú? ¿Deberían o no retrasar la entrada al colegio para los adolescentes?

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Comentarios
Javier Æøå | 2017-06-06 | 21:27
1
Soy totalmente pro-empezar la jornada más tarde (incluso la laboral y universitaria). Sin embargo, también soy escéptico con las medidas que se deberán tomar paralelamente. Macarena ya mencionó varias: Cambiar el modus operandis de los colegios, micros de acercamiento (si es que las hay), etc.

Justo antes de leer esta nota venía de una donde se hablaba de acoso callejero, así que tengo eso aún en la retina. Si es que escolares y trabajadores tenemos horas de entrada y salida diferidas, eso podría "proteger" a los y las (especialmente "las") estudiantes del tan desagradable acoso. También sería un plus.
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Macarena Fernández | Colaboradora | 2017-06-07 | 10:03
0
Así es Javier!, y tampoco es menor lo que pasaría con la reducción de tacos y descongestión de calles!

Saludos y gracias por leernos!
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