Si lo que quieres es un viaje distinto, lejos del clásico all inclusive de guata al sol, comida a destajo y bebestibles las 24/7 (que es tremendamente válido también, si tu fin es descansar); o quieres viajar sin tener la necesidad de ir con lista en mano, checkeando los “imperdibles” que te recomienda Trip Advisor. Entonces esto es para ti: si lo que quieres es conocer la cultura de un país desde sus habitantes. Entrar de lleno a las tradiciones, a los platos típicos, a las historias con sentido, a las leyendas, hablar directamente con sus pobladores, entender sus modismos, sus estilos de vida y conocer junto a ellos esos rincones mágicos que están fuera de todo catálogo turístico. ¿Qué es lo que te frena?

Es verdad, suena idílico, y aunque no lo reconozcas abiertamente, mueres de envidia cuando escuchas a un conocido que se fue al Amazonas y que estuvo una semana en plena selva conviviendo con una tribu, presenciando rituales ancestrales y visitando lugares vírgenes de turistas, que siempre son los más espectaculares. Claro, porque hacerlo no es fácil, ya que a muchos el solo hecho de llegar y tocar la puerta de una casa desconocida y presentarse sin previo aviso, los paraliza. O para qué andamos con cosas, muchos ni siquiera sabríamos por dónde partir ni a quién recurrir.

Y eso mismo fue lo que pensó Ricardo Campos, presidente y fundador de la Red Indígena de Turismo de México (RITA), asociación sin fines de lucro en la que 120 microemprendedores indígenas proponen experiencias turísticas desarrolladas en las propias comunidades y sin intermediarios en 16 estados del país.

RITA: emprendedores indígenas unidos

El año 2002 se crea esta asociación en México que reúne a emprendedores indígenas, quienes hacen una invitación no masiva a adentrarse en la cultura autóctona de la mano de los propios originarios.

Bajo el lema “ecología, cultura y desarrollo con identidad”, la comunidad indígena busca ofrecer a esos viajeros que están interesados en vivir experiencias únicas como hospedarse en una comunidad, someterse a tratamientos naturales, aprender a hacer artesanías locales, practicar danzas, degustar la comida precolombina, entre otras cosas.

Sus ejes de trabajo se dividen en desarrollo comunitario, biodiversidad y participación intercultural. Y los indígenas lo ven como un negocio turístico que sirve para impulsar el desarrollo comunitario, preservar y aprovechar la biodiversidad en los territorios, y fomentar el diálogo intercultural que permita una relación de respeto con los derechos humanos de la ciudadanía indígena.

Ricardo Campos, presidente del RITA, comenta en esta nota que la intención de esta red de turismo es “hacer visible nuestra presencia y nuestras problemáticas, y también las cosas beneficiosas que podemos aportar, como puede ser demostrar que las actividades cotidianas de nuestras comunidades contribuyen al mejoramiento de la calidad de vida de nuestras familias, que reduce el impacto migratorio, que genera empleo, o que coayuda a la articulación de la economía local aprovechando los vastos recursos naturales que se encuentran en nuestros territorios”.

La experiencia turística

La red ofrece tres tipos de paquetes turísticos que dependen del lugar geográfico en el que te encuentres, y lo mejor es que todos los lugares a los que te llevan son habitados por pueblos indígenas, por ende, alejados de hoteles y turismo común.

Está el paquete de Occidente: Colima y Michoacán, que te llevan a conocer la zona arqueológica, caminata por las lagunas, talleres artesanales, senderismo, fogata comunitaria en la que se cuentan leyendas e historias locales, entre otras actividades. La experiencia es de cuatro días.

El Centro Sur: Este paquete es más vivencial que el anterior, e incluye visita a Teotihuacán, Xochimilco, Guerrero, Hñahñu, Morelos, Oaxaca, Puebla, Tlaxcala y Veracruz. En estos lugares se ofrecen talleres de medicina tradicional, temazcal con masajes, cabalgatas, presenciar las prácticas tradicionales de cultivo, talleres de artesanía, interpretar la naturaleza, aprender a cocinar los platos típicos, lunadas con leyendas antiguas, entre otras experiencias.

Sureste: Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán. Este paquete contiene mucha visita arqueológica maya, senderos interpretativos, natación en ríos, vista de flora y fauna, taller de velas, taller de orfebrería, fogatas con leyendas, demostraciones de hilado de algodón, convivencia con la comunidad maya, etc

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El turismo indígena en Chile

Nuestro país también cuenta con alternativas de viaje de intercambio cultural con los pueblos originarios.

Por ejemplo, está Ruka Kimun, que opera desde 1995 en la Región de la Araucanía, ofreciendo servicios culturales y turísticos de la comunidad mapuche, logrando una alternativa de turismo especializado en el pueblo mapuche y orientado al desarrollo de experiencias vivenciales en comunidades

Existen varias ofertas de actividades, como la de que el turista se integre a una comunidad mapuche con el fin de lograr un verdadero intercambio intercultural, en el que aprenderán sobre las leyendas, medicina, gastronomía, naturaleza sagrada, rituales, pesca, artesanía, entre otras cosas.

Esta iniciativa forma parte de una red de rutas desde el océano Pacífico a la Cordillera de Los Andes, que invitan a conocer las distintas identidades territoriales del pueblo mapuche: Lafkenche (gente del mar), Identidad Nagche (gente del valle central), Identidad Wenteche (gente de la precordillera), e Identidad Pehuenche (gente del Pehuén en la Cordillera de Los Andes).

También está Mapuche Trekan, una comunidad indígena mapuche del histórico Valle de Elicura que ofrece una “ancestral visión del mundo con personas que optan por vivir una experiencia de descanso responsable, con personas que respeten y valoren nuestra cultura y entorno”.

La experiencia ofrece la posibilidad de compartir la cotidianidad de las familias mapuche, cocina tradicional, deporte ancestral (el palin), la historia local, relatos de la cosmovisión, excursiones eco turísticas por reservas de bosques nativos o una ruta a los volcanes.

En la mayoría de los países Latinoamericanos el concepto de "Turismo Rural" ya está posicionado, y se practica en las regiones y pueblos más extremos. ¿La razón?, los pobladores, campesinos o indígenas, se dieron cuenta de que el turista hoy quiere vivir experiencias por sobre visitar ruinas o museos. El turista quiere convivir con la gente, quiere aprender su cultura, quiere escucharlos, comer su comida, aprender su artesanía, escuchar sus leyendas. Y los pobladores notaron que podían aprovechar esto para desarrollar su economía familiar y para incentivar el intercambio cultural y la tradición oral.

En esta página podrán encontrar todo lo relacionado con el Turismo Rural de Chile

¿Conoces en Chile o Latinoamérica otras alternativas de turismo de este tipo? ¿Optarías por este tipo de viaje?