De llevarse a cabo,
esta gigantesca torre de energía solar se convertiría en una de las estructuras más altas del planeta. Para hacerse una idea, mediría 300 metros más que el
Empire State en Nueva York.
El proyecto está a cargo de la compañía estadounidense
Solar Wind Energy y pretende ser
una nueva forma de generación de electricidad, una ambiciosa apuesta que aún no ha sido probada a gran escala.
La comunidad de San Luis, en Arizona, será la primera en probarla (y ya dio la autorización) ya que cumple con los requisitos para que este tipo de estructuras funcionen:
es seco, árido y caluroso. Se estima que esta torre podría crear energía suficiente como para cubrir a
150.000 hogares. Además requiere poco mantenimiento y
no emite ningún tipo de contaminación, salvo la ocupación de terrenos naturales en los desiertos.
Cómo funciona
El agua se rocía en la parte superior, haciendo que el aire caliente se vuelva pesado y caiga a través de la torre. Para el momento en que llegue a la parte inferior
, se alcanza una velocidad de 80 kilómetros por hora, el ideal para ejecutar las turbinas.
La gran ventaja sobre la energía solar por ejemplo, es que
la planta funciona continuamente, de día y de noche. No hay problemas de intermitencia cuando el sol no brilla, y no se necesita de paneles solares para que siga funcionando. Siempre que el aire esté lo suficientemente caliente (que es el caso de Arizona), la torre seguirá generando energía.
La planta se ejecuta con su propia energía generada, y alrededor del
11% de la producción va para bombear el agua hacia arriba nuevamente. Cerca de tres cuartas partes del agua se recoge en la parte inferior.
"Esta es energía totalmente limpia que realmente hace dinero", aseguró a
Fast Company, Ron Pickett, el CEO de la compañía
Solar Wind Energy Tower, detrás del diseño de esta idea. "Hace que la energía esté en un costo comparable a que si estuvieras usando gas natural para alimentar la planta", explica.
Por qué no se ha hecho antes
Según
Fast Company este tipo de tecnología no es para nada complicada y las personas habían estado trabajando en conceptos similares desde los años 80. El mayor problema es el costo. Para generar energía significante, se necesita que la torre sea muy larga. Y eso cuesta mucho dinero.
El proyecto en Arizona podría costar alrededor de US$1.000 millones.
Afortunadamente esta empresa ha obtenido bastante apoyo. Primero de una ciudad en el borde de México, San Luis y también financiamiento de
National Standard Finance, un fondo para la infraestructura. Sus creadores esperan implementarlo en un futuro en
India, el Medio Oriente y nuestro país, Chile. ¿Crees que este tipo de energía funcionaría en nuestro país?