No todo es blanco o negro. La mayoría de las cosas tiene grises que dan la razón a cada parte dejando de lado los absolutismos.  El dióxido de carbono (CO₂), no es la excepción. Claro que las más de 30.000 millones de toneladas que acaban en nuestra atmosfera anualmente nos hace daño y ha sido uno de los grandes responsables del calentamiento global. Pero dejando de lado que es la actividad humana la responsable y no el gas, también tiene usos muy positivos y que no vemos que nos aporta en la cotidianidad. 

La física Lourdes Vega se ha encargado de investigar y propagar los usos sostenibles del CO₂. Ella es ganadora del premio Innovación y Tecnología de la Real Sociedad Española de Física por su trabajo en esta área y es la autora de "Usos del CO₂": Un cambio hacia la sostenibilidad". 

El sitio Yorokobu hizo un listado de 10 puntos fundamentales que trata la científica y que de seguro nos va a sorprender que le debemos al CO₂ que nos duela menos la cabeza cuando tomamos aspirina, que los animales no sufran cuando los sacrifican o que sencillamente nuestra ensalada no venga con bacterias, entre otras cosas.

No al dolor de cabeza: Uno de los productos fundamentales para sintetizar las aspirinas, el fármaco analgésico más consumido en la sociedad moderna, es el ácido salicílico. Esto se consigue haciendo reaccionar el fenóxido sódico con CO₂ a 125 grados. 

Cerveza fría y con espuma: La popularmente conocida "agua con gas", no es más que agua con CO₂. El dióxido de carbono aparece también en el proceso de fermentación de las bebidas alcohólicas como la cerveza. “Es muy común ver estas bebidas en barriles a presión, especialmente la cerveza, donde el CO₂ ha sido añadido de manera artificial con dos objetivos: enfriar la bebida y mantener el gas necesario para que salga a presión por el tirador”, señala Vega en su libro.

Animales sin dolor: Las industrias que procesan cerdos y aves trabajan con CO₂ para aturdir a los animales antes de sacrificarlos y evitarles un sufrimiento innecesario. La inhalación del CO₂ deja a los animales sin consciencia luego de 30 segundos, por lo que de todas formas hay un periodo corto donde los animales tienen la sensación de asfixia. 

Combustible a partir de CO₂: Todavía es un proyecto, pero el Instituto Tecnológico de Massachusetts, modificó los genes de una bacteria del suelo para fabricar un alcohol que podría sustituir la gasolina. La idea es perfeccionar el proceso para que el microbio genere combustible con base CO₂. 

Leche larga vida: Si se le introduce CO₂ a la leche cruda y se mantiene refrigerada por cinco días antes de quitarle el gas, se conserva más tiempo. Vega asegura que la leche refrigerada y conservada por acidificación con dióxido de carbono puede ser utilizada para la fabricación de quesos. 

Algas como energía renovable: Las algas necesitan agua, nutrientes, luz solar y CO₂ para crecer. Una vez secas, se pueden utilizar como fuente de combustión para generar energía renovable. "Para cultivar las algas se pueden utilizar los gases emitidos por centrales térmicas o cementeras. El problema es que se requiere una superficie de cultivo demasiado grande", señala el artículo de Yorokobu. 

Cemento más verde: El 5% de las emisiones de CO₂ a nivel mundial se debe a la producción de cemento y va en alza. Existen proyectos que buscan fabricarlo a partir de CO₂ en forma de carbonato, que es una materia prima básica del cemento.

Apagar el fuego: El CO₂ se usa en extintores ya que no es combustible, no reacciona químicamente con otras sustancias, permite ser comprimido dentro del extintor de incendios, no conduce electricidad y no deja ningún tipo de residuo, según señala el libro de la científica. 

Ensaladas sanas: La vida útil de una ensalada puede llegar a triplicarse gracias al CO₂, que funciona como un envasado en atmosfera protectora , retrasando su degradación. De hecho, es recomendado que la ensalada tenga un mínimo de 20% de dióxido de carbono para controlar las bacterias y mohos. 

Alimentos sin insectos: “Uno de los problemas sanitarios más importantes que afectan a la industria alimentaria son los derivados de la presencia de insectos y ácaros, así como el uso de plaguicidas”, dijo la Plataforma Tecnológica Española a Yorokobu. Uno de los métodos que reemplazaron a los productos químicos para evitar las plagas fue el CO₂, que estimula la apertura de orificios respiratorios de los insectos, lo que provoca su secamiento. 

El problema del CO₂ está en que su uso desmedido que llega a la atmósfera es muy contaminante. Pero como pudimos ver, hay varias otras maneras de utilizarlo, muchas de ellas pensando en el futuro sustentable al que aspiramos, contrario a su manchada reputación.

¿Cuál de sus usos crees que es el más práctico? ¿Cuál te sorprendió más?