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La caza de albinos negros en África y la exposición que muestra su lado más alegre

Por temas de brujería y superstición, los albinos son perseguidos en una verdadera caza de brujos. Además, tienen que protegerse del sol, otro gran enemigo. Pero esta exposición del refugio Kabanga, busca mostrar un lado mucho más esperanzador.

Por María Paz Salas @mpazsalasm | 2014-02-18 | 17:30
Tags | albinos, tanzania, refugio, AIPC Pandora, kabanga, ana palacios

Ser albino en cualquier parte de occidente puede ser muy complicado, ya que esta condición viene con algunas enfermedades y complicaciones y también porque sueles ser presa de la discriminación. 

Pero nacer con albinismo en África, es una verdadera condena. En Tanzania, por ejemplo, donde está la mayor población albina registrada (8.000), son perseguidos, tratados como parias y fantasmas: es una verdadera maldición de piel clara.

También dicen que hay muchos más. Según el diario El País, habría unos 150 mil en todo el país, pero no se tiene un registro. Esto, porque los albinos deben protegerse de sus dos grandes enemigos: el sol y la sociedad.

Los albinos en África sufren de una terrible discriminación social. Primero, porque tienen un color totalmente distinto a los suyos y mucho más parecido a sus colonizadores. Esto, para los africanos, simplemente no tiene sentido. Por lo que el primer repudio es de sus propios familiares. Pero la situación no termina ahí.

Tanzania es un país en donde la mayoría de la población cree en la brujería y en donde las pócimas para solucionar distintos males son tan comunes para ellos como lo es la aspirina para nosotros.

Desde 2007, los hechiceros locales empezaron a añadir partes del cuerpo de un albino para sus líquidos de la buena suerte. Esto provocó que se abriera todo un nuevo mercado para los caza fortunas y comenzó una verdadera cacería de albinos.

Según el diario El Mundo, por una mano albina pueden llegar a pagarse hasta US$2.000, cifra que hace que incluso familiares y vecinos delaten la ubicación de quienes sufren esta enfermedad.

El pánico se sembró y todos los albinos comenzaron un éxodo a aldeas remotas, grandes ciudades para pasar desapercibidos o centros como el de Kabanga, donde apoyados por la ONG española AIPC Pandora (y fortificados con policías) pueden gozar de cierta tranquilidad.

La fotógrafa española Ana Palacios vivió junto a niños y adultos albinos en el Centro de Kabanga y de su experiencia nació esta exposición de fotos, que busca mostrarle el lado más amable de la vida de estas personas en Tanzania. Las fotografías de este artículo son algunas de muchas otras que surgieron luego de su experiencia.

El sol africano

Recordemos que el albinismo es una condición genética que consiste en la falta de melanina , un pigmento que protege de los rayos UV en la piel, ojos y pelo. Además de tener complicaciones en la vista, produce graves problemas en la piel.  Al no tener melanina, las personas albinas deben protegerse constantemente del sol.

En Tanzania, donde las temperaturas rodean los 40 grados, este es el principal enemigo de todos aquellos que tienen esta condición. Si no se protegen constantemente con cremas con filtros elevadísimos, mangas largas, anteojos oscuros y sombreros, es muy probable que desde niños empiece a sufrir enfermedades cutáneas que terminen en cáncer a la piel.

Ya suena complicado en cualquier país occidental, ahora imagina lo complicado que es en el continente africano.

Esto fue lo que más le llamó la atención a la autora de la exposición, Ana Palacios, que habló con El Definido desde África.

¿Por qué te interesaste en este tema?

"Un amigo médico me contó que llevaba varios años visitando el Kilimanjaro Medical Center en Moshi, Tanzania, para operar de cáncer de piel a personas con albinismo. Solo había oído hablar de los albinos por las cacerías de los hechiceros. Desconocía completamente que su verdadero enemigo era el sol, reduciendo su esperanza de vida a 30 años. Me pareció que sería útil documentar y dar a conocer esta otra parte del drama de los albinos, así que conviví con ellos durante un mes en Kabanga (junto al lago Tanganika) y después, abordé el tema desde un punto de vista médico, acompañando a estos cirujanos que operan en Moshi, en las faldas del Kilimanjaro, durante días".

¿Cómo te marcó esta experiencia y qué has querido mostrar en tu exposición?

"Me parecía importante dar a conocer esta emergencia que relega a los albinos al “vagón de cola” de África. Creo que las imágenes trágicas están caducas y no tienen ningún efecto para activar la solidaridad, así que decidí aproximarme al tema desde un punto de vista más positivo, mostrando su día a día, su dignidad y ganas de vivir. Mi intención es que, quien vea mis fotos, quiera saber más sobre ellos e, incluso, quiera colaborar con la causa. Si algún lector se anima..."

Hay dos maneras de colaborar con esta situación. AIPC Pandora y África Directo son dos ONG que ayudan a estas comunidades.

"Con que una persona se interese por el drama de los albinos, ya considero mi exposición un éxito", asegura Ana.  

¿Qué es lo que más aprendiste de estos niños?

"Aprendí que los niños son niños, allá donde estén. Aprendí que ellos no son conscientes de su propia situación. Conviven con sus manchas en la piel, que crecen y se extienden, como si fuera algo natural. No se dan cuenta de que si no evitan los rayos del sol, morirán inevitablemente de cáncer de piel, por eso es tan importante que se les enseñe a entender lo peligroso que resulta no protegerse correctamente".

¿Ha mejorado la situación de ellos en Tanzania?

"Tanzania es el país africano con más población albina (estimado en 170.000). Cuando visité Moshi, me informaron desde el propio hospital que el índice de mortalidad por cáncer de piel en personas con albinismo estaba disminuyendo sensiblemente con el paso de los años. Así que, aunque queda mucho camino por recorrer, parece que hay esperanza para erradicar este problema tan urgente".

¿Cuál es el mayor peligro para ellos, el sol o las mismas personas?

"Yo diría que ambos. El sol es el brazo ejecutor pero las personas son las que mueven los hilos. Es decir, el sol no tendría por qué ser peligroso si las personas –docentes y personal sanitario- enseñan a las personas con albinismo a protegerse debidamente de las graves consecuencias que tienen para la salud las radiaciones solares en su delicada piel".

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Comentarios
Patricia Esponda Jaksa | 2014-02-18 | 19:35
2
Que horrible,demasiado fuerte.
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Daniel Cifras | 2014-02-18 | 20:04
3
Hace un tiempo conocí sobre esto gracias a una amiga que me lo comento, para mi lejos lo más peligroso son las personas, porque puedes aprender a protegerte del sol, pero como aprender a protegerse de los cazadores que te buscan como a un animal para usarte en quien sabe que. Un tema muy fuerte y muy doloroso si me lo preguntan. Gracias El Definido por mostrar un lado positivo de la situación.
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María Paz Salas | Colaboradora | 2014-02-19 | 11:22
2
De nada Daniel. Estoy de acuerdo con lo que dices, pero el sol debe ser una gran complicación. Ya lo es para todas las personas de piel delicada, no me puedo imaginar cómo debe ser para un albino y con esas temperaturas en África. Lo peor es que los factores solares son muy caros, y estamos hablando de un país cuya principal necesidad es tal vez el alimento y la salud. De todas formas creo que la exposición es muy bonita y muestra un poco de esperanza en esta situación.
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Catalina Olavarría | 2014-02-18 | 23:14
1
Uy que fuerte la noticia. No tenía idea...
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