Las estadísticas son lapidarias. Cada año, se producen alrededor de dos mil millones de casos de diarrea en todo el mundo, en su mayoría producto de la exposición a alimentos o agua contaminados. Según datos entregados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades diarreicas son la segunda causa de mortalidad en niños menores de cinco años en el planeta, afectando a 1.5 millones al año, incluso en países desarrollados. 

Aunque tiene múltiples causas y diferentes tratamientos, una característica común de las diarreas es que presentan exageradas pérdidas de agua, cuyo resultado final es la deshidratación, la que se mide en una escala de tres: leve, moderada y grave. 

A éstas últimas dos hay que ponerle especial atención.

Tratamiento

La deshidratación leve puede ser controlada con una simple bebida isotónica, ya que hidrata rápidamente. 

Sin embargo, si la diarrea no se detiene y el nivel de deshidratación llega a moderado o grave, la forma más efectiva de remediarlo es tomando sales de rehidratación, disponibles en farmacias o derechamente proceder a una rehidratación endovenosa, en un centro asistencial.

El "secreto" del suero casero

Si no se cuenta con sales de rehidratación, existe una sencilla receta que la OMS lleva años intentando fomentar, pero que se ha visto sobrepasada por los abundantes "remedios populares" que tienen más de mito urbano que de realidad.

Se trata de una sencilla mezcla de un litro de agua hervida, más ocho cucharaditas rasas de azúcar y una cucharadita rasa de sal (ver infografía). 

La Doctora de la Universidad Católica, Claudia Torrealba, apunta a la proporcionalidad de la dosis con respecto al nivel de líquido que pierde el cuerpo humano. “Lo importante es que cada vez que se pierda agua (por diarrea o vómito) se debe tratar de recuperar un volumen a lo menos similar. Si hay muchos vómitos, esto debe hacerse dando aportes pequeños pero frecuentes, con cuchara, bombilla o con jeringa en caso de niños pequeños”. 

Es necesario aclarar que el suero casero es útil para niños de 6 años hacia arriba. Si es más pequeño, lo recomendable es consultar directamente a un doctor.

¡Bebidas Cola no!

Mucha gente opta por aplicar "remedios caseros" ante los efectos de la diarrea, siendo uno de los más populares, el recetar CocaCola sin gas, lo que resulta altamente contraindicado por los especialistas.

La Doctora Torrealba explica por qué este tratamiento resulta inútil: “Es una creencia muy popular, que se basa en el mito de que la CocaCola tendría potasio y eso haría bien para la diarrea, lo que es totalmente falso, porque esa bebida no contiene potasio".

Para peor, la CocaCola tiene todo lo necesario para agravar la situación:

"El gas que contienen las bebidas carbonatadas aumentan la distensión gástrica, empeorando las náuseas, vómitos y el dolor del paciente. Por otro lado, la cafeína que contiene es irritante para el intestino, lo que aumenta el tránsito intestinal y disminuye el tiempo de  absorción de líquidos, cuando deberíamos estar intentando justo lo contario. Y para peor, la cafeína un diurético, es decir, hace que el cuerpo pierda más agua por la orina" 

Y si le parece poco, la profesional entrega aún otra razón más para abstenerse de intentar este remedio.

"Por último, las bebidas cola tienen niveles tan altos de azúcar, que el intestino inflamado no la alcanza a metabolizar y se produce lo que se llama "diarrea osmótica", es decir, el azúcar pasa de largo por el intestino y arrastra el líquido con él."  

En conclusión, la próxima vez que deba tratar una deshidratación moderada fruto de la diarrea, absténgase de los creativos remedios populares y privilegie la sencilla solución de los especialistas: 8 cucharaditas rasas de azúcar y una de sal, disueltas en un litro de agua. Y si la cosa empeora, vuele a consultar a un profesional.

¿Y qué comer?

Claudia Torrealba, Médico de la Universidad Católica, afirma que la deshidratación puede ser combatida disminuyendo el tránsito para así aumentar la absorción de agua:

“Lo recomendable es consumir fibra soluble, que atrapa agua y se transforma en gel, haciendo más lento el tránsito intestinal, por ejemplo, comer fruta cocida rica en pectina como membrillos o peras. Por otro lado, evitar grasas, líquidos fríos, cítricos, cafeína y condimentos que tienen un efecto irritante a nivel intestinal y favorecen las diarreas”, aconseja la profesional.

"Otro dato respecto a la comida, es que es mejor mantener una alimentación blanda antes que cumplir un ayuno total, ya que la comida tiene un efecto estimulante de la regeneración de la mucosa intestinal inflamada, por lo que favorecería una recuperación más rápida."

"Yo aconsejo también el uso de probióticos, que han demostrado acortar la duración de los cuadros diarreicos."