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Imagen: César Mejías

BadboyCL: el robot chileno que estuvo a un puesto de llegar a la NASA

El genial prototipo puede recopilar datos e interpretarlos, dar consejos a los ganaderos sobre la tierra más fértil, medir la temperatura del sector, alertar a los usuarios, además de encontrar personas perdidas e incluso brindar internet libre para quien se conecte.

Por Felipe Costa | 2016-09-13 | 07:00
Tags | robot, Chile, tecnología, agricultura, campo, NASA
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Seis jóvenes chilenos, entre ellos estudiantes y profesionales, crearon un laboratorio móvil de bajo costo enfocado a recoger estudios medioambientales para el sector agrícola, que terminó en el sexto lugar del concurso Space Apps Challenge 2016, quedando a un puesto de llegar a la NASA.

"Me enteré del concurso por un cartel pegado en el metro el año 2013”, así es como Sebastián Robledo, electrónico licenciado en automatización industrial en junio de este año, cuenta que supo del concurso. En aquella ocasión, Sebastián les habló sobre el concurso a otros 5 amigos suyos. Desde 2014 hasta este año han concursado, llevándose el primer lugar a nivel nacional consecutivamente hasta ahora.

Este año, además de ganar a nivel nacional, quedaron clasificados entre los 25 mejores del mundo y los ganadores, que serían cinco, se darían por voto popular a través de internet. BadboyCL, el robot hecho para tomar registros medioambientales como la composición de diversos tipos de suelos, detección de gases, análisis de agua y del clima, orientado al área agrícola, quedó en el sexto lugar, siendo sobrepasado por una estrecha cantidad de votos por unos uruguayos que se transformaron en los únicos ganadores latinoamericanos este año.

Nos contactamos con Sebastián Robledo, uno de los técnicos electrónicos que crearon el robot, ¿y podrían creer que tan solo tiene 20 años y ya mandó un celular a orbitar al espacio?

Resolver una problemática en 36 horas

Space Apps Challenge, es un concurso organizado por la NASA a nivel mundial que se lleva realizando una vez al año desde 2012. Desafía a gente de todo el mundo a abordar una problemática a elegir de una lista que da la misma organización todos los años.

Luego, en la convocatoria, los participantes tienen 48 horas para armar su proyecto en la sede indicada por cada país y el concurso es se realiza al mismo tiempo en todo el mundo, en una sincronía casi perfecta. Los ganadores de cada país concursan posteriormente en una segunda clasificatoria en la que pocos logran ganarse el financiamiento de la NASA para llevar a cabo por completo sus prototipos.

El equipo formado por seis chilenos, que contaba con tres electrónicos (Bastián Gómez, Mauricio Norambuena y Sebastián Robledo), dos informáticos (Luis Oliva y Rodrigo Núñez) y un químico farmacéutico (Giovanni Palavicino), se presentó por tercera vez consecutiva este año al concurso.

Sebastián Robledo nos contó que en 2014 se presentó por primera vez con un grupo de amigos, ganando el primer lugar nacional. Tomaron un equipo móvil Samsung S4, alteraron su sistema operativo, cambiándolo por Linux para codificarlo y así mandarlo al espacio como satélite, el proyecto fue llamado “PhoneSat-Cran.io”.

En 2015 formó un nuevo equipo, con los 6 mencionados anteriormente, para presentarse con “Lucho”, un robot perro que cumplía la función de un asistente de luminaria y que estaba reciclado en un 90% de latas de bebidas, CD's, motores de impresoras y LED, y que contaba con paneles solares para cargar su batería, consiguiendo ser autosustentable.

Este año, el equipo tomo el tema agrícola para acercar la tecnología a los pastores y campesinos de Chile. Para esto crearon al robot BadboyCL, que funciona como sonda e incorpora distintos tipos de sensores de bajo costo que le permiten medir múltiples cosas.

¿De qué está hecho BadboyCL?

En aspectos técnicos te podrías marear, así que acá te ponemos una lista de los materiales que ocupa el robot y para qué sirven:

  • ·Placa Arduino: microcontrolador, es como un PC pequeño de 5 volts, bajo consumo con la potencia de un teléfono y el precio bordea los 6 mil pesos.
  • ·Raspberry: especie de placa madre, como la de los computadores. sa el sistema operativo Linux y funciona como servidor.
  • ·Antena Wifi: se conecta a la Raspberry que contiene el servidor y brinda acceso de datos, es decir internet móvil.
  • ·GPS: GPS convencional para registrar el terreno recorrido y permitir al mismo robot saber dónde está.
  • ·Sensores de Gas MQ7: miden distintos tipos de gases como el metano, CO2, etanol y azufre con una exactitud profesional.
  • ·Sensores Temp y PT100: ambos miden temperatura, la primera para la tierra y la segunda para el aire.
  • ·Orugas: inspirado en los tanques, el robot contiene cuatro orugas y cintas que le permiten trasladarse en diversos terrenos y al no estar pegadas, puede atravesar senderos rocosos difíciles.
  • ·Barómetros: el prototipo cuenta con barómetros hechos de pelotas de ping-pong que van girando para medir la velocidad del viento.
  • ·Cámara HD: registra y detecta animales y personas. Recolecta datos visuales y los envía al servidor.

Desde un laboratorio hasta una estación de WIFI móvil

Ahora que te explicamos básicamente de qué está construido el robot, te impresionará saber todas las cualidades que tiene. Buscando generar mayor conectividad a las personas campesinas y del sector agrícola, el equipo se encargó de crear un laboratorio móvil por medio de los sensores de gas y temperatura, los cuales recolectan datos en un servidor interno que posee el robot (Raspberry).

Esta es una parte esencial en la creación del proyecto ya que, al tener una antena WIFI que libera internet y accesos al uso de datos (el mismo que usan los celulares como el 3G o 4G) permite a todo aquel que se acerque al robot y tenga los permisos necesarios, poder conectarse a internet y descargar ya sea en un computador o en un celular, los datos recopilados por el robot de manera inalámbrica.

Así, el robot puede cumplir una doble función, la recopilación de datos y la entrega de internet por medio del WIFI del mismo. Se estarán preguntando, ¿cuáles son los datos que se descargan? Por medio de sus múltiples sensores, BadboyCL mide la temperatura del aire y de la tierra. Gracias a las hélices que posee (las pelotas de ping-pong) puede medir la velocidad del viento.

Además, se traslada por medio de las orugas y al no tener ruedas fijas, puede atravesar distintos tipos de obstáculos, recopilando datos de cuanto a recorrido y haciendo un mapeo. El robot puede saber si está atravesando por algún bosque o terreno liso como una calle, y como está hecho para recorrer largas distancias solo, fue diseñado para registrar por su GPS cada lugar por donde ha pasado, creando una bitácora de ruta.

Como existen lugares donde no llega señal de internet, la sonda guarda registro del último punto en que recibió la señal de internet móvil para devolverse y dar señal de donde está, en caso de que pase mucho tiempo. Todo esto gracias a las redes neuronales puestas en el robot, el cual le permite tomar decisiones por sí solo.

El robot también cuenta con una cámara de alta definición por la que se puede ir monitoreando y por si fuera poco, está programado para que cada vez que se encuentre con alguna persona, la registre con la cámara.

Si esa persona no se conecta al sistema, se da un aviso al servidor de que alguien pasó por ahí, mostrando las imágenes. Esto con el fin de proteger a la gente, en caso de que esté extraviada o incluso alertando a Carabineros u otra autoridad de rescate, ya que el robot puede saber si hay terrenos riesgosos como por ejemplo precipicios. “Pensamos en un sistema completo y así partimos exponiéndolo”, cuenta Sebastián.

Así el BadboyCL puede recopilar datos e interpretarlos, dar consejos a los ganaderos de en qué lugar la tierra está más fértil, la temperatura del sector, alertar a los usuarios e incluso brindar internet libre para quien se conecte.

El financiamiento

Este robot significó dar un paso más a nivel profesional para el equipo. Si bien varios materiales que se consiguieron fueron reutilizados de proyectos anteriores, la mayoría de las piezas necesitaron inversión, como por ejemplo los sensores o la cámara. Pese a que ya tenían adjudicado dos premios, todo corrió por cuenta propia.

Sebastián cuenta que este año, en comparación con años anteriores, su robot era mucho más ambicioso en temas de recursos y que lamentablemente, en esta edición del concurso, hubo mucho menos financiamiento de empresas y particulares.

Tras saber que habían quedado entre los 25 finalistas mundiales, el equipo buscó apoyo tanto en redes sociales como en prensa escrita y televisión, pues la última fase para ganar requería del apoyo popular votando a través de internet por la página de Space Apps, pero lamentablemente no lograron la visibilidad esperada: “Generalmente acá en Chile lo que es noticia son los deportes o la farándula, a nosotros nos dejan bastante botados” opina Robledo.

De todas formas el equipo continúa luchando para sacar adelante su proyecto, ya que consideran que sería una gran ayuda para la agricultura, para la PDI y también para la NASA y proyectos espaciales. Por esto hoy buscan patrocinadores y entidades que los ayuden a perfeccionar su prototipo y así poder llevarlo a la práctica. Si te interesa contactarte con los creadores del proyecto, puedes enviar un correo a SpacesApps Chile.

¿Qué te parece este tipo de emprendimientos? ¿Concuerdas que falta apoyo en nuestro país?

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Comentarios
Javier . | 2016-09-13 | 16:47
0
Felicidades al equipo, un gran trabajo. me encantaria trabajar con estas personas.
mi contacto javierhcortes@protonmail.com

Nota para el editor MQ7 es un sensor de monoxido de carbono.
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